Cada primero de mayo conmemoramos el día internacional de la clase trabajadora, una conmemoración que inició con la lucha de los mártires de Chicago, año con año los trabajadores nos tomamos las calles, rescatando las tradiciones revolucionarias de lucha para hacer sentir nuestra presencia y exponer a la luz pública nuestras reivindicaciones inmediatas como: una pensión que permita un retiro digno, un salario mensual que permita vivir adecuadamente, un sistema educativo y de salud pública, gratuita y de calidad, como entre otras muchas reivindicaciones que resultan ser claves para un desarrollo adecuado del ser humano y no una “supervivencia del más fuerte”.
Fue la masacre de Haymarket del 4 de mayo de 1886 el punto culmine de una serie de protestas que comenzaron el primer día del mismo mes, en apoyo a la lucha de los obreros por una jornada laboral de 8 horas, tres años después, bajo el congreso obrero socialista de la segunda internacional se declararía como jornada conmemorativa y de lucha de los trabajadores cada 1 de mayo en homenaje a los mártires de chicago.
La oposición es astuta, la burguesía a través de su principal instrumento político, el Estado, trato de opacar dicha fecha por miedo a un refuerzo del pensamiento socialista en sus países, en EE.UU y Canadá se “celebra” cada primer lunes de septiembre el “Labor Day” o día del trabajo en español, este es un intento fracasado, malicioso y descarado de los capitalistas de desviar la atención de los trabajadores a nivel mundial en su lucha por despojar de las entrañas mezquinas de los burgueses lo que a la clase trabajadora le pertenece, es decir el fruto de su trabajo.
La mezquindad de los capitalistas en medio de la pandemia
“La lucha de clases no es otra cosa que la lucha por la plusvalía” [i]
Actualmente estamos bajo cuarentena domiciliar a causa de la pandemia mundial provocada por el Covid-19, lo anterior ha hecho que en la mayoría de los países se envíe a gran parte de trabajadores a sus hogares para salvaguardar sus vidas. Los burgueses debieron acatar estas ordenes a regañadientes pero claramente esto no duraría mucho tiempo, a cerca de cumplirse un mes de la cuarentena comenzaron los saltos y afloraron los berrinches mezquinos, a casi dos meses alzaron la voz diciendo “Necesitamos reactivar la economía”, aunque esto pueda costar la vida de muchas personas, en nuestro país hay casos en los que se ha enviado a los trabajadores a la cuarentena domiciliar sin goce de sueldo, como lo es el caso de los trabajadores de Variedades Génesis, la ANEP descaradamente quería que el ISSS se hiciera cargo de cubrir los salarios de los trabajadores salvadoreños, día con día los ricos se vuelven más ricos mientras los pobres son cada vez más pobres, un par de meses de pago sin trabajar debería ser visto como la recuperación de una parte de lo que les pertenece a los trabajadores, pero es el grito en el cielo para burgueses, puesto que toca la esencia de sus riquezas, es decir “la plusvalía”.
¿Qué es lo queda claro después de esto? Cada día sin producir significa innumerables perdidas para los capitalistas, pero lo que queda aún más claro es que quienes mueven realmente al mundo son los trabajadores, los capitalistas sobreviven si y solo si se apropian de la plusvalía o excedente de trabajo producto de la explotación de la clase trabajadora, cada segundo en paro de labores acerca a los burgueses a su final, como dice Alan Woods “No se mueve una rueda ni se enciende una luz sin el amable permiso de la clase obrera”.
El Estado, la deuda, la crisis actual y la que se avecina.
“Para mantener un poder público especial, (Estado), situado por encima de la sociedad, son necesarios los impuestos y la deuda pública”[ii]
El Estado burgués en sí debe mantener diversas instituciones, hay algunas que deberían ser prioritarios, como el sistema educativo o el sistema de salud, mantener este último en buenas condiciones es primordial para la actualidad, sin embargo durante años este ha sido uno de los más abandonados, su presupuesto no permite cambiar sus condiciones deplorables actuales, la corrupción ha quitado dinero que pudo haber sido para el mejoramiento de esta y otras instituciones primordiales para el desarrollo pleno de la sociedad salvadoreña.
Lo anterior ha hecho en la coyuntura una necesidad primordial mejorar las condiciones del sistema de salud pero en nosotros debe surgir la pregunta ¿de dónde debería salir el dinero para esto? La respuesta es sencilla, durante años la clase dominante salvadoreña se ha visto “beneficiada” con la exoneración de impuestos y por si fuera poco son participes en la evasión de los mismos, la solución es clara, se debería hacer que los empresarios pagaran estos impuestos, pero la salida más fácil que ha encontrado el Estado salvadoreño y otros Estados a nivel mundial es endeudarse, condenando así a que el peso de la crisis sanitaria actual recaiga en los hombros de la clase trabajadora, la próxima crisis económica también recaerá sobre estos, la OIT ha dado en las últimas horas la estimación de que cerca de mil quinientos millones de personas de la población económicamente activa a nivel mundial podría llegar a caer en el desempleo
Las palabras que Marx mencionó en el manifiesto comunista “El gobierno del Estado moderno no es más que una junta que administra los negocios comunes de toda la clase burguesa” suenan más vigentes que nunca. Después de más de doscientos años de explotación quienes deben pagar esta crisis y las que se avecinen no son otros más que los capitalistas, ninguna concesión más para la clase dominante, pero para que esto suceda es necesario erradicar el problema de raíz, es decir acabar con los compinches de los explotadores, debemos acabar con el Estado burgués.
La lucha no debe parar
Todo lo que mencionamos anteriormente son solo luces y nos demuestra que no podemos seguir viviendo bajo este sistema capitalista, cada fecha conmemorativa como el día de la clase trabajadora debe ser una oportunidad para exponer públicamente que los capitalistas están condenando cada vez más a la humanidad a la miseria, luchar por el socialismo es luchar por un sistema social diferente, no como el que nos quisieron vender los traidores reformistas, no como en el que vivimos actualmente.
Estamos en un periodo que debemos aprovechar, formarnos políticamente para lo que se avecina, una lucha de clases abierta por el futuro de la humanidad, el tiempo es valioso, la vida es hermosa y solo los trabajadores pueden hacer posible el único y verdadero socialismo, el científico.
“La burguesía produce, ante todo, sus propios sepultureros. Su hundimiento y la victoria del proletariado son igualmente inevitables”[iii]
¡Que la crisis la paguen los capitalistas!
¡Viva la clase trabajadora mundial!
[i] Woods, Alan, Reformismo o Revolución, Marxismo y socialismos del siglo XXI “Respuesta a Heinz Dieterich”, Centro de Estudios Socialistas “Carlos Marx”, página 167, 2008.
[ii] Lenin, Vladimir, El Estado y la Revolución, Centro de Estudios Socialistas “Carlos Marx”, página 41, México 2014. Nota: el paréntesis es del autor del presente artículo.
[iii] Marx, Carlos, Manifiesto del partido comunista, Centro de Estudios Socialistas “Carlos Marx”, página 49, México 2014.