#MarchaBlanca reaviva el miedo y cobardía del régimen de Bukele

El proyecto del Presupuesto 2025, presentado por el gobierno inconstitucional de Bukele, traía como gran noticia la supresión del Escalafón a los trabajadores del sector salud y educación. Como era de esperarse un ataque de esta magnitud no quedaría sin respuesta, días después del anuncio se comenzó a gestionar una convocatoria de una marcha conjunta de maestros y profesionales de la salud para el 19 de octubre: La Marcha Blanca.

Desde entonces los funcionarios parásitos del gobierno comenzaron primero a desacreditar la convocatoria, luego a burlarse de la propia marcha y posteriormente a arremeter contra sindicalistas que se manifestaron ese día. Contrario a mostrar fortaleza, todas estas acciones demuestran una profunda debilidad de este gobierno corrupto que cada día está más acorralado por la enorme montaña de deuda que pesa sobre sus hombros, y que le ha orillado a comenzar los ataques a los derechos de la clase trabajadora que se han conquistado años atrás, con lucha heroica.

La convocatoria

Desde el inicio, nombrar esta convocatoria como #MarchaBlanca ha sido en sí mismo significativo. A inicios de los 2000 el gobierno de Francisco Flores intentó privatizar el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), la respuesta en las calles fue contundente: una enorme manifestación de más de 80 mil personas lideradas por el gremio médico, la cual logró frenar esta amenaza, después de días de lucha combativa en las calles.

Las marchas blancas fueron una expresión del enorme poder de la clase trabajadora organizada, a la que ni el gobierno más represivo puede frenar cuando se dispone a luchar por conquistar y defender sus derechos. 

La marcha blanca del pasado fin de semana, no es algo que dejó tranquilo a Bukele, en el fondo, es consciente de la impopularidad de quitar el escalafón para estos sectores, siendo que ha sido una de esas grandes conquistas que médicos y maestros han defendido aguerridamente siempre que distintos gobiernos lo han querido quitar.

El miedo del régimen y la traición de líderes sindicales

El régimen, a través de Carolina Recinos, jefa de gabinete, se reunió con líderes de las gremiales de docentes el 18 de octubre. Les prometió que el escalafón de educación no sería quitado, pero a cambio pidió que la marcha del día siguiente fuera desconvocada, así lo denunció Idalia Zúniga, dirigente del Frente Magisterial Salvadoreño, el día de la marcha dejando en evidencia una vez más la cobardía con la que el régimen procede.

Los dirigentes sindicalistas de algunas gremiales incluyendo a Andes 21 de Junio, Simeduco y Bases Magisteriales hicieron caso sumisamente a la solicitud de Recinos. En un acto bochornoso, ANDES 21 de Junio que históricamente ha sido un baluarte de la lucha del magisterio salvadoreño, anunció el viernes a las 7:00pm que la marcha quedaba suspendida.

Los dirigentes sindicales de las gremiales antes mencionadas no sólo traicionaron todo principio de solidaridad obrera, al dejar a su suerte al sector salud, sino también a las propias bases que dicen representar. Un acuerdo de palabra con una señora como Recinos, que ha demostrado su naturaleza de rapiña, es como entregarle el alma al diablo por nada. Estos dirigentes solo defienden sus puestos privilegiados, pero han dejado claro que no representan los intereses del magisterio que sigue luchando por conseguir aumentos salariales dignos, plazas bien remuneradas y pensiones justas.

Tanto el régimen como los dirigentes sindicales tienen miedo a la organización de la clase trabajadora, que organizada es capaz de paralizar el país y desestabilizar este gobierno construido sobre una fachada insostenible de propaganda gubernamental.

La #MarchaBlanca del 19 de octubre

A pesar de que el anuncio de cancelación de la marcha tuvo un efecto desmovilizador en cierta parte del sector docente, el sábado a primera hora la concentración comenzó y logró una gran convocatoria de médicos, enfermeras, profesores y otros sectores que mostraron solidaridad con las exigencias de la marcha. 

Lo cual fue mucho más significativo ya que ninguna de las grandes gremiales dispuso sus recursos para movilizar a los manifestantes, puede decirse que la mayor parte de los movilizados eran personas que lo hicieron con sus propios recursos y con la convicción por la lucha en defensa de sus derechos. 

Las consignas más sonadas eran dedicadas a exigir el respeto a la ley del escalafón; la denuncia sobre la reducción del presupuesto en salud y educación; la incongruencia de seguir incrementando el presupuesto del ejército y la propaganda del gobierno, entre otras.

El ambiente estaba lleno de ira e indignación contra los ataques a la clase trabajadora. Se respiraba lucha y fue solo una demostración de las exigencias que se comenzaran a hacer si el régimen continúa con sus planes.

La represión contra Idalia Zúniga  

Pero lastimosamente el miedo y la traición no acabaron, el lunes 21 en horas de la tarde, en un acto de represión y persecución política escandaloso, se conoció que el Ministerio de Educación destituyó la plaza de docente a la sindicalista del Frente Magisterial Salvadoreño, Idalia Zúniga. Un acto vil que ataca directamente los derechos a la libertad de expresión y sindicación, de los que tanto hace alarde Bukele, y un intento por amedrentar a futuras manifestaciones.

¿Es así como Bukele pretende resolver los problemas de educación? ¿Es esta la forma en que se «saldará» la deuda que dicen haber heredado? Aunque Bukele afirmó en la ONU que no reprime a quienes piensan diferente, parece que la libertad de expresión solo se aplica a quienes están a favor de su gobierno, mientras que aquellos que critican o denuncian injusticias enfrentan consecuencias, esto genera dudas sobre la sinceridad del gobierno en su apertura al debate y su compromiso con el bienestar de la clase trabajadora 

Debemos destacar que Idalia fue la única que se pronunció en contra de los planes del régimen en la reunión con Recinos. La única voz coherente y valiente que decidió continuar con la convocatoria de la marcha. Los dirigentes sindicales la dejaron a su suerte y difícilmente se pronunciarán a su favor. Esto solo acrecienta la necesidad de que estas direcciones sean sustituidas y que el magisterio pueda organizarse como una sola fuerza en defensa de sus derechos.

La persecución y represión que sufre la dirigente sindical es una expresión más de las distintas violaciones a los derechos democráticos que Bukele pisotea constantemente. No es la primera vez que Bukele hace uso del aparato del Estado para amenazar, silenciar y sentenciar a sus adversarios, así lo hizo con Mario Gómez en 2021 o los recientes liberados por la presión social, dirigentes ambientalistas del departamento de Cabañas que luchan contra la extracción minera, y así un par de casos más.   

Los jóvenes y trabajadores de Revolución Comunista nos solidarizamos con la compañera Idalia, y hacemos un llamado a toda la clase trabajadora nacional e internacional a no dejar pasar esta injusticia sin respuesta, exigimos la pronta reinstalación de la compañera docente sindicalista Idalia Zúniga en su puesto de trabajo y la inclusión del escalafón en el presupuesto 2025. El régimen nos quiere atemorizados, pero la fuerza de la clase obrera organizada es imparable: sigamos organizándonos y manifestando en defensa de nuestras conquistas. Que la llama de la marcha blanca siga incendiando la lucha por la defensa de nuestras conquistas y nuestros puestos de trabajo. 

 

 

 

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