La delincuencia ciudadana se ha constituido en estos últimos años en una de las mayores preocupaciones de la ciudadanía en especial de la clase trabajadora que se ven amenazados día a día por esta deprimente situación las altas tasas de homicidios que sobrepasan los doce diarios es una de las mayores en América latina acompañada de altos niveles de otros delitos violentos.
(Violencia intrafamiliar, robos, extorciones, violaciones etcétera) una elevada accidentalidad vial y la percepción de inseguridad de gran parte de la población afectan la vida cotidiana y la calidad de vida de los trabajadores esto impide el desarrollo de los obreros y sus familias.
La delincuencia ciudadana se ha constituido en estos últimos años en una de las mayores preocupaciones de la ciudadanía en especial de la clase trabajadora que se ven amenazados día a día por esta deprimente situación las altas tasas de homicidios que sobrepasan los doce diarios es una de las mayores en América latina acompañada de altos niveles de otros delitos violentos.
(Violencia intrafamiliar, robos, extorciones, violaciones etcétera) una elevada accidentalidad vial y la percepción de inseguridad de gran parte de la población afectan la vida cotidiana y la calidad de vida de los trabajadores esto impide el desarrollo de los obreros y sus familias.
Hemos llegado a un nivel que podríamos decir que la delincuencia ha superado al Estado y por desgracia el tratamiento que se brinda a este problema no soluciona nada, podemos poner como ejemplo la tan famosa tregua entre pandillas si bien es cierto detuvo los asesinatos entre estos grupos delictivos los obreros salvadoreños son los que continúan siendo afectados por las maras.
Hemos llegado a un punto repudiable estos grupos delincuenciales ya no respetan la vida ni de nuestros niños acosándolos hasta en las escuela, los trabajadores no pueden salir a ganar su sustento tranquilamente porque el simple hecho de vivir en sector donde predomina una pandilla contraria ya puede ser sinónimo de muerte.
A todo esto se suma la falta de interés por parte de el empresario privado que somete al obrero a jornadas laborales extensas sueldos bajos y aun sin fin de abusos pero claro que podemos esperar de alguien al cual este flagelo no lo golpea, creo justo y necesario que el Estado implemente una política de seguridad que realmente beneficie a la clase trabajadora por encima de los intereses de los capitalistas que garantice al obrero y su familia una verdadera seguridad.
Ya estamos cansados de que los que deban pagar la renta sea la señora que trata de ganarse la vida con su tienda, de tener que subirnos a un bus con el miedo de que ya nos van a asaltar, de ver que nuestros hijos que salen a la escuela pero no sabemos si van a regresar creo que ya es hora que verdaderamente el estado ponga un freno a todo esto.