El sábado 20 de junio, las manifestaciones Terminemos con la Austeridad Ahoradesafiaron todas las expectativas. Antes de estos eventos, los organizadores de la protesta, la Asamblea Popular contra la Austeridad – una coalición nacional de campañas locales de comunidades, sindicatos y grupos de activistas – habían estimado que la asistencia en Londres sería de entre 50.000 y 100.000. Al final, las estimaciones de la policía para la manifestación de Londres dieron una cifra de alrededor de 250.000, con un número probablemente superior.
El sábado 20 de junio, las manifestaciones Terminemos con la Austeridad Ahoradesafiaron todas las expectativas. Antes de estos eventos, los organizadores de la protesta, la Asamblea Popular contra la Austeridad – una coalición nacional de campañas locales de comunidades, sindicatos y grupos de activistas – habían estimado que la asistencia en Londres sería de entre 50.000 y 100.000. Al final, las estimaciones de la policía para la manifestación de Londres dieron una cifra de alrededor de 250.000, con un número probablemente superior.
Miles de personas más, salieron a las calles en Liverpool y Glasgow. Desde el título de la protesta, a los carteles que se exhibían y las consignas que se gritaban, el mensaje era claro: ¡Rechazamos su austeridad!
Una nueva generación
La organización de la protesta por la Asamblea Popular, fue la culminación de semanas de manifestaciones espontáneas y protestas locales que han estallado a raíz de la victoria por sorpresa de los conservadores en las elecciones generales del 7 mayo. De hecho, la característica que define al período posterior a las elecciones ha sido el ambiente combativo y radical de ira de todo el mundo – acumulado bajo la superficie durante años – que ha estallado a la luz pública, con miles protestando fuera de Downing Street (la residencia del primer ministro), en el período inmediatamente posterior a la elección, y miles más manifestándose en ciudades de todo el Reino Unido contra los conservadores y la austeridad.
La protesta del 20 de junio -que comenzó simbólicamente en la ciudad de Londres en el Banco de Inglaterra y terminó al lado del Palacio de Westminster, en la Plaza del Parlamento- fue una muestra potente y visible de la radicalización que se ha abierto a raíz de la victoria electoral de los conservadores. Lejos de desmoralizarse y acobardarse en la sumisión, la gente común se ha mantenido desafiante. Esto se reflejó claramente el sábado en el festival, en la atmósfera de la manifestación, donde había un estado de ánimo particularmente jubiloso pero desafiante.
Más notable fue el entusiasmo y dinamismo de decenas de miles de estudiantes de secundaria en las manifestaciones del sábado, muchos de los cuales habían venido por su propia cuenta (a menudo desde lejos) para asistir a su primera gran protesta. Está claro que una nueva generación se ha volcado a la actividad política sobre la base de los acontecimientos, y esta fue su primera oportunidad de expresar su ira y el deseo de un cambio radical. Su entrada en la escena del activismo político ha aportado un soplo de aire fresco, ayudando a impulsar al movimiento y proporcionando nuevos vientos.
Estas últimas manifestaciones fueron, con mucho, las más grandes de los últimos años – sólo superadas en términos de tamaño por la manifestación de la central sindical, el TUC "Marcha por la Alternativa" en 2011, con un millón de manifestantes. Desde entonces, con poco que mostrar durante años en huelgas y manifestaciones, las protestas dirigidas por el TUC han disminuido de tamaño, y, a veces, se han deslizado a un cierto sentimiento de resignación. Muchos se sentían como los soldados del Viejo Gran Duque de York que marchaban de un lado a otro sin ninguna estrategia o plan.
Por el contrario, Terminemos con la Austeridad Ahora fue una manifestación increíblemente vibrante, debido – en su mayoría – a la gran presencia de jóvenes radicalizados y combativos. Son estos mismos jóvenes radicales quienes habían mostrado el camino en las protestas locales semi-espontáneas que habían estallado en todo el país en el período reciente.
En gran número, estuvieron presentes el sábado sindicalistas y sindicatos como Unite, PCS, RMT, FBU y otros, que llevaban columnas importantes en la manifestación, al igual que muchas organizaciones y movimientos sociales nacionales, sobre temas como la vivienda y el Sistema de Salud. El Partido Verde y la Asamblea Laborista Contra la Austeridad – que promociona la candidatura de Jeremy Corbyn a la dirección del Laborismo – también eran muy visibles. Pero fue la extraordinaria participación de los jóvenes no organizados la fuerza más dinámica detrás de la protesta del sábado.
El sistema no funciona
Los militantes de Socialist Appeal tuvieron una presencia fuerte y notable en Terminemos con la Austeridad Ahora. El último periódico, con su portada "EL SISTEMA NO FUNCIONA: ¡NECESITAMOS UNA REVOLUCIÓN!" fue recibido con entusiasmo en la protesta, al igual que consignas como "¡Echar a los conservadores! ¡Echar al capitalismo! "
De particular interés fue la participación de los Estudiantes Marxistas en la columna de la Juventud y los Estudiantes Revolucionarios. Agrupados delante de la manifestación tras una pancarta con el mismo lema que la portada de Socialist Appeal, un gran grupo de jóvenes marcharon juntos desde el Banco de Inglaterra al Parlamento, gritando consignas revolucionarias durante el camino, tales como "¡Los recortes conservadores no son la solución – Gran Bretaña necesita una revolución!"Sin duda, esta fue la más enérgica y vibrante de todas las columnas en la protesta, como muchos comentaron. De hecho, tan visible y animada era la columna que muchos otros de la multitud que la rodeaba se sumaron durante el transcurso de la marcha.
Al mismo tiempo, hubo un gran interés entre toda la multitud por las octavillas que distribuyeron los compañeros de Socialist Appeal para un acto este fin de semana: REVOLUCIÓN 2015 – un festival de las ideas marxistas y el socialismo revolucionario organizado por la Corriente Marxista Internacional, y auspiciado por los marxistas de la asociación estudiantil de la University College London.
En definitiva, la protesta demostró que mientras cientos de miles se unieron detrás de la demanda de "Terminemos con la Austeridad Aora", hay muchos miles – en particular de la nueva generación de activistas – que están sacando conclusiones explícitamente revolucionarias y están queriendo luchar por una transformación fundamental de la sociedad.
¿Y ahora qué?
El ambiente radical y militante de la protesta también se reflejó en la respuesta al final de los discursos, con los mayores aplausos y ovaciones reservados para aquellos – como el candidato de izquierdas a la dirección laborista Jeremy Corbyn y a la actriz de Coronation Street, Julie Hasmondhalgh – que mencionaron la palabra socialismo. Mientras tanto, Mark Serwotka, el secretario general del sindicato PCS, obtuvo una respuesta entusiasta a su sugerencia de una huelga general.
Estos ejemplos demuestran claramente que los trabajadores y los jóvenes están buscando una alternativa audaz; una respuesta clara a la pregunta ¿qué camino seguir? Pero mientras todos los oradores fueron claros haciéndose eco del sentimiento anti-austeridad, pocos dieron alguna pista acerca de una alternativa o de cómo luchar por ella. Con la excepción de las sugerencias de Mark Serwotka – para una acción sindical conjunta, y un llamamiento a todos para inscribirse como miembros oficiales del Laborismo con el fin de votar a Jeremy Corbyn – muy poco fue ofrecido por cualquiera de los principales oradores, aparte de decir a la multitud lo que ya saben: a saber, que la austeridad es mala, etc.
El hecho de ver una protesta tan grande y dinámica, por supuesto, debe ser celebrado y no ser olvidado. El movimiento ha salido claramente fortalecido, y la tremenda participación y el estado de ánimo del sábado, sin duda, han dado a la gente la confianza para organizarse y luchar contra los conservadores. Pero con el fin de seguir adelante, se necesita una dirección clara. Si no se da esa dirección, entonces hay un claro riesgo de que la confianza sea socavada, conforme la gente vea que poco más se hace más que una manifestación tras otra, o una huelga parcial después de otra, sin una estrategia global de cómo vencer realmente.
La pregunta clave para los líderes del movimiento es que expliquen cuál es la alternativa a la austeridad. Estaba claro en los discursos que todo el mundo está en contra. Muchos se refirieron a la necesidad de oponerse a los recortes, frente a la desigualdad y redistribuir la riqueza en la sociedad. Pero nadie explica, en primer lugar, por qué estos recortes se están haciendo; por qué la desigualdad ha aumentado a niveles tan altos; o cómo podemos garantizar que la riqueza en la sociedad sea utilizada para el beneficio de la gente común.
En última instancia, la crisis económica no fue causada solamente por los banqueros codiciosos, y tampoco es la austeridad una creación ideológica de los conservadores. Tanto la crisis como la austeridad fluyen como resultado de las leyes y de la lógica del sistema capitalista y de la anarquía del mercado. La única alternativa es derrocar este sistema basado en la propiedad privada y reemplazarlo con un plan racional y democrático de producción. Sólo con la transformación socialista de la sociedad podemos realmente poner fin a la austeridad. Todos hablan de reformar el capitalismo pero eso está condenado al fracaso.
Este es el programa socialista audaz que se necesita. Este es el programa que debemos exigir a los líderes del movimiento. Este es el programa revolucionario por el que los marxistas luchamos. Hacemos un llamamiento para que te unas a nosotros en esta lucha. No tenemos nada que perder más que nuestras cadenas. Tenemos, en cambio, un mundo que ganar.