“Es una responsabilidad que hoy tiene a cuestas el gobierno de la republica el asegurar que la fuga ocurrida hace algunos años no se vuelva a repetir” (Enrique Peña Nieto en entrevista a Univision).
“Es una responsabilidad que hoy tiene a cuestas el gobierno de la republica el asegurar que la fuga ocurrida hace algunos años no se vuelva a repetir” (Enrique Peña Nieto en entrevista a Univision).
La noticia se corrió como reguero de pólvora, el sábado entre las 8 y las 9 de la noche, como si fuese guion de telenovela colombiana, se escapó del Penal de Alta Seguridad del Altiplano Joaquín “Chapo” Guzmán, en esta ocasión lo hizo a la antigüita; por un túnel que conducía a una construcción en obra negra a 1500 metros del penal. Apenas habían pasado 16 meses de la última detención, al parecer tan sólo estuvo en cárcel el tiempo suficiente para que el PRI pudiera presumirlo como trofeo de frente al proceso electoral del 2015, una vez que termina dicho proceso parece que el Chapo dijera “ya cumplí, ya me voy”.
Independientemente de lo que acontezca con su fuga, es decir sea recapturado o no existen algunos elementos que se pueden extraer de dicho acontecimiento:
1.- Guzmán Loera estaba en plena actividad y en completo control de su organización, la cual ha dado una demostración de fuerza tal que se puede afirmar sin lugar a dudas que no ha sido diezmada por la “política” antidrogas del actual gobierno. En un momento se llegó a decir que esta semi-retirado, no obstante no se desarrolla un despliegue logístico en enrome y en tan poco tiempo para alguien intrascendente. Con esta acción el cartel de Sinaloa manda un mensaje “puedo hacer lo que quiera y cuando quiera”.
2.- El gobierno en su conjunto está bajo sospecha, el túnel de kilómetro y medio se realizó en tiempo record, directo a un lugar propicio para liberar al preso supuestamente más peligroso de México. Se tuvieron que retirar toneladas de tierra, la actividad para tal construcción, dentro y fuera un penal de alta seguridad, es imposible que pueda pasar desapercibida, tanta ineptitud suena a complicidad a los niveles más altos
3.- La ausencia del propio presidente de la Republica Enrique Peña Nieto y de su Secretario de Gobernación, en una muy oportuna gira por Europa, como queriendo crear coartada, genera grandes sospechas. Por supuesto, es posible que los custodios e incluso el director del penal se conviertan en chivos expiatorios, lo cual es ya una tradición en este tipo de acontecimientos.
4.- Existe la posibilidad de que la fuga del chapo haya sido un acontecimiento en el que el gobierno federal no tuviese responsabilidad más que respecto a su ineptitud, aún en ese caso el acontecimiento demuestra que es incapaz de enfrentar seriamente el problema del narcotráfico y de las bandas criminales, ya no hablemos de la problemática de seguridad.
5.- El proceder del gobierno ante las movilizaciones sociales y sus dirigentes auténticos resulta diametralmente distinto a la displicencia con la que trata a los jefes de las bandas organizadas, claro dentro de ellas tenemos que incluir a Elba Esther Gordillo, la cual cómodamente espera los tiempos propicios para pasar a un arresto domiciliario mientras que camarilla sigue controlando tanto el SNTE como el Panal, organismo que nunca se ha deslindado de su fundadora y que cínicamente mantiene una alianza con Peña Nieto.
6.- Mientras tanto dirigentes como José Manuel Mireles, es mantenido en un penal de máxima seguridad con extrema vigilancia en condiciones de salud cada vez más deterioradas.
7.- El caso que más debe llamarnos la atención, por el embate estatal en contra de los combativos profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, ante los cuales se ha desplegado una intensa campaña mediática, se han interpuesto algunas denuncias, por cierto absolutamente absurdas, pero preparado una serie de detenciones con el fin de chantajear al movimiento.
8.- En suma, en este país se trata a los luchadores sociales peor que delincuentes, mientras que estos, en complicidad o no con el Estado, actúan a sus anchas siempre y cuando no cuestionen las relaciones de poder establecidas y por supuesto, en esto tanto narcotraficantes, como caciques sindicales y gobernantes corruptos tienen un solo Dios: el dinero.
9.- En ese sentido los trabajadores no podemos ver la fuga del chapo más que como una nueva amenaza para la seguridad y la salud de todos y tenemos que señalar directamente al gobierno como responsable de tal acontecimiento.
10.- Repitámoslo una vez más: entre narcotráfico y gobierno no hay contradicciones fundamentales y para combatir a los trabajadores organizados siempre se pondrán al final de acuerdo. La única alternativa es la organización independiente y la lucha.
11.- El movimiento de autodefensas ha sido el único que en realidad ha rendido frutos para desarticular las organizaciones de delincuentes, desgraciadamente está demostrado que si estas no se vinculan con las auténticas luchas del pueblo al final quedan bajo el peligro de ser destruidas (Mireles) o compradas.
12.- La organización y el armamento del pueblo con un programa auténticamente revolucionario es la única posibilidad real de seguridad que tenemos los trabajadores mexicanos.
Salvo eso todo lo demás es ilusión o guiones para telenovelas