Desde sus inicios en París, el 31 de marzo, el movimiento “Noche de Pie” (#NuitDebout) ha sido un gran éxito que rápidamente se ha extendido a otras ciudades francesas.
Desde sus inicios en París, el 31 de marzo, el movimiento “Noche de Pie” (#NuitDebout) ha sido un gran éxito que rápidamente se ha extendido a otras ciudades francesas.
La masiva ocupación de espacios públicos es una clara referencia al movimiento de los Indignados en España, a “Occupy Wall Street” en los Estados Unidos y a la ocupación de la plaza Syntagma en Atenas. Todos estos movimientos tuvieron lugar en 2011, siguiendo los pasos de la explosión revolucionaria en Egipto, donde la ocupación de la plaza Tahrir jugó un papel central.
La radicalización de la juventud
Cuando estos movimientos tuvieron lugar, en Francia hubo un intento fallido de ocupar la explanada de La Défense. Cinco años más tarde, durante las protestas contra la Ley Laboral, “Nuit Debout” se ha expandido con un carácter masivo. Este movimiento tiene las mismas características básicas que aquellos que se dieron en 2011. Principalmente, aunque no en su totalidad, se apoya en la juventud. Una juventud radicalizada por la crisis del capitalismo y las políticas de austeridad. Cada tarde la Plaza de La República de París se transforma en un gran punto de encuentro para expresar el rechazo a un sistema en bancarrota que sólo beneficia a una pequeña minoría de la población (“el uno por ciento”).
“Nuit Debout” expresa también un profundo rechazo a todo el sistema político y a sus partidos tradicionales, incluyendo por supuesto el gobernante PS (Partido Socialista). La “democracia” burguesa está hecha pedazos. Este movimiento ha llegado como una sorpresa para los “observadores” y “expertos” de los medios de comunicación tradicionales, quienes han interpretado la masiva abstención de la juventud en las pasadas elecciones como un síntoma de su “apatía” política, o incluso de su “individualismo”.
Muchos de los participantes de estos encuentros carecen de experiencia en formar parte de partidos políticos. Sin embargo, muchos de ellos están involucrados en asociaciones o movimientos que luchan contra diversas injusticias. Comparten sus experiencias, explican sus dificultades y hacen un llamamiento a quien quiera unirse a ellos. La retirada de la reforma laboral es una de sus demandas, pero en realidad el movimiento se opone al sistema en su conjunto. Las implicaciones revolucionarias son obvias. La movilización de la juventud es una señal clara de que en Francia se están preparando mayores acontecimientos de carácter político y social.
Perspectivas
Aunque en gran medida el movimiento “Nuit Debout” ha tenido un carácter espontáneo, activistas e intelectuales prepararon la noche del 31 de Marzo durante semanas. Y formularon dos ideas correctas:
1) El problema no es solamente la Ley Laboral, sino lo que hay detrás; el orden económico y social que provoca este tipo de contrarreforma.
2) La lucha contra esta ley es esencial, pero el gobierno no claudicará en su decisión por unos “días de acción” sin ningún plan concreto. El profesor universitario Fréderic Lordon fue ampliamente aplaudido cuando explicó, en la Plaza de La República, que una huelga general es la única oportunidad para lograr la victoria.
Esta es la misma idea que discutimos en un artículo reciente sobre las fortalezas y debilidades del movimiento contra la ley laboral. El gobierno no va a retractarse a menos que sea vea enfrentado por una huelga indefinida “renovable” (en Francia esta es una tradición militante en la que la decisión de continuar la huelga se vota en asamblea diariamente), que incluya a diversos sectores económicos.
Este es el motivo por el que el gobierno reprime brutalmente la movilización de la juventud, por temor a que incite a los trabajadores a unirse la acción. Sin embargo, los dirigentes confederales de las centrales sindicales no tienen la más mínima intención de prepararse para la acción. No ofrecen al movimiento otro horizonte que otro día de lucha el 28 de Abril. ¿Y qué vendrá después de eso? ¿Otro “día de acción”? ¿Y después de ese…?
El movimiento “Nuit Debout” no puede sustituir la organización de una huelga renovable en cada lugar de trabajo. Pero puede avanzar en esta dirección asociándose con el movimiento obrero. “Nuit Debout” constituye una experiencia política formidable para las decenas de cientos de jóvenes y trabajadores que participan en el movimiento. Pero sobre todo muestra el camino al conjunto del movimiento obrero –un camino que conduce hacia la ruptura con el “sistema”. Esta idea que los líderes de los partidos de izquierdas tradicionales y los sindicatos han abandonado, y que debe desarrollarse en la forma de un programa revolucionario. Debemos dejar a un lado el “mundo de la Ley del Trabajo” y sustituirlo por otro mundo, un mundo donde la juventud y los trabajadores controlen democráticamente la economía y el Estado, de forma que éstos estén al servicio de los intereses de la mayoría, y no de unos pocos millonarios. Un mundo socialista en el sentido marxista del término.