Por una juventud revolucionaria para luchar por el socialismo

En El Salvador solo el 43.6 % de los jóvenes salvadoreños están empleados, mientras que el 26 % de ellos son ninis, según Fundaungo. El desempleo no es una elección en El Salvador sino una cruda realidad. “La tasa de desempleo entre los jóvenes es de un 13.3 % y uno de cada tres está subempleado…” “…La tasa de desempleo juvenil casi duplica a la tasa de desempleo nacional, que se ubica en un 7.1 %”(2).

Este problema que no solo es un problema económico como tal, sino un problema político, deviene de la aplicación de un sistema explotador, donde un puñado de empresarios busca el mayor de los beneficios a través de la explotación rapaz de los que no poseemos medios de producción, sino solo nuestra fuerza de trabajo. A un problema de amplia envergadura como este, se le responde con un programa amplio de lucha revolucionaria, he aquí la primera tarea del proletariado en cualquier país: armarse de un programa socialista. El capitalismo desarrolla la acumulación de riqueza en pocas manos, en periodos de boom puede otorgar, hasta cierto punto, niveles de empleo relativamente aceptables, sin embargo en periodos de crisis toda la prosperidad se vuelve su contrario, se recortan todos los beneficios sociales adquiridos y los despidos y reducciones salariales vuelven al orden del día.

¿Pero que puede hacer la juventud que se encuentra nadando en el fango del capitalismo? No hay salidas bajo el sistema capitalista, esta es una verdad elemental, y la juventud debe de tenerlo bien claro, la única salida a esta incertidumbre es a través de la lucha revolucionaria en favor del socialismo, estableciendo esta idea central surge nuevamente otra incógnita ¿Cómo desarrollamos esta lucha? Durante décadas la juventud a nivel nacional ha carecido de una verdadera representatividad organizativa y política. Una organización capaz de aglutinar a toda esta amplia capa de la sociedad, que ha estado marginada y olvidada. La alienación constante del sistema a través de distractores como las drogas, televisión, etc., fomentan la disgregación y la falta de interés por la política, el espíritu de la individualidad que el capitalismo impone desde la niñez son los factores fundamentales de la ausencia de una organización juvenil para librarnos de las perversidades del sistema.

Pero a medida que el tiempo pasa y los ataques a la juventud aumentan (desempleo, falta de oportunidades en educación, salud, recreación, etc.) la acumulación de descontento se desarrolla y se expresa por momentos esporádicamente en organización y lucha. Es así como algunos sectores, principalmente en el sector estudiantil, los jóvenes buscan una alternativa a la opresión, sin embargo, la crisis que no solo es una crisis del sistema sino también una crisis de la dirección del movimiento obrero, en algunas veces estas direcciones contrariamente a dar una orientación correcta suelen ser un freno para el espíritu revolucionario de la juventud. Esta contradicción latente en la sociedad juega un papel totalmente contraproducente con los objetivos generales del proletariado.

Desde el FMLN debe de fomentarse una organización juvenil permanente, desde las juventudes municipales que ya están establecidas, una organización que se forme políticamente, no podemos acomodarnos a la falta de interés y alineación de la sociedad, ese no debe de ser un argumento para no impulsar una herramienta juvenil, vinculada orgánicamente a la lucha del proletariado en general. La política de la juventud debe de ser una política adulta, una política leninista y revolucionaria, dejemos de lado todo tipo de deformaciones ideologicas para atraer a la capa atrasada de la juventud, debemos basarnos en los elementos más avanzados de la juventud y estos solo los atraeremos con un programas claro de ideas y métodos, a estos debemos formarnos en la ideas del socialismo científico que son las únicas que nos muestran claramente como construir el instrumento para acabar con el capitalismo, cuando logremos una organización firme y disciplinada en la teoría y en la práctica, los demás elementos atrasados de la juventud se irán incorporando en nuestras filas, no hay atajos ni fórmulas mágicas para esto. Esta es por hoy nuestra gran tarea dentro de las juventudes del FMLN, librarnos de malas prácticas y desarrollar esa capa de cuadros que arrastraran tras de sí a todos los mejores elementos de la vieja generación para luchar en un solo ejército contra la explotación del capital y por la consecución del socialismo.

• Por la participación democrática de los jóvenes en el FMLN por medio de instancias juveniles estables a nivel nacional, departamental y municipal