La masacre de 300 amazónicos en Bagua, Amazonas, ha generado un sentimiento de rabia generalizada en el pueblo peruano, contra el régimen de García. Esto se ha manifestado contundentemente en la Jornada de Protesta unitaria del 11 de Junio con una movilización de cientos de miles de trabajadores a favor nuestro. De esta manera, la crisis del régimen, que se aperturò con el levantamiento de masas del 2000, se profundiza alcanzado un nivel de características prerevolucionarias.
La masacre de 300 amazónicos en Bagua, Amazonas, ha generado un sentimiento de rabia generalizada en el pueblo peruano, contra el régimen de García. Esto se ha manifestado contundentemente en la Jornada de Protesta unitaria del 11 de Junio con una movilización de cientos de miles de trabajadores a favor nuestro. De esta manera, la crisis del régimen, que se aperturò con el levantamiento de masas del 2000, se profundiza alcanzado un nivel de características prerevolucionarias.
El régimen aprista y la derecha, trataron de bajarle la temperatura a la lucha de clases, a través de la suspensión (por 90 días) del anti amazónico DL 1090, pero no lo logró, porque los pueblos originarios exigen la derogatoria. Además, los amazónicos, acordaron la radicalización de la huelga a partir de hoy 11-J.
Y frente a la táctica derechista de “suspensión del DL”, la bancada nacionalista, se declaró en huelga en el Parlamento, demandando la derogatoria del DL 1090, y expresando la profunda crisis política que vive el Perú.
Durante estos 06 días de crisis de gobernabilidad, la respuesta del gobierno fue muy contradictoria. Dimes y diretes entre oficialismo y oposición, ha sido el lugar común. Y es así porque en el fondo, García, está decidido ha aplicar, a sangre y fuego, su política neoliberal de privatización de la selva. Y es que justamente, rematando nuestra Selva, es la única manera que tiene García para darle sostén real a su política del perro del hortelano.
Esta situación manifiesta la división de la derecha en como enfrentar la arremetida de las masas. “La suspensión de los decretos legislativos 1090 y 1064 —aprobada en el Congreso— debe ser la válvula que disminuya la tensión y abra el camino para una solución racional, consensuada y definitiva a la grave crisis de la Amazonía”, dice el Editorial del diario El Comercio (11-06-09), expresando al sector de la burguesía más inteligente.
Mientras que por otro lado, el lado más ultra, señala, “A estas alturas, nada justifica que continúe la agitación en la Selva si ya se suspendieron los cuestionados decretos… Ya es hora de poner orden totalmente en la Selva y mostrar que en el país impera la ley y no los berrinches violentos con lanzas y flechas que acaban con policías degollados. Si quieren hacer un paro, pues que lo hagan como es su derecho, pero el Ejército y la Policía deben reprimir implacablemente, sin ningún miramiento…”, (Correo, 11-06-09).
Lenin señaló que una situación revolucionaria tiene las siguientes características: 1) la clase dominante debe estar dividida y en crisis, 2) la clase media debería estar vacilante entre la burguesía y la clase obrera, 3) las masas deberían estar preparadas para luchar y hacer los mayores sacrificios para tomar el poder y 4) un partido y dirección revolucionaria que estén preparados para dirigir a la clase obrera hacia la conquista del poder.
Y estos factores, con la excepción de la dirección (que al retrasar injustificablemente hasta el 8 de Julio la convocatoria de un nuevo Paro Nacional demostró no estar a la altura que las necesidades del pueblo trabajador requiere), se dan en el movimiento de la lucha de clases peruana. Si existiera una dirección realmente marxista en la CGTP y demás sindicatos, la caída del régimen, sería una cuestión de días. Pero lamentablemente, esa dirección está por construir. Nosotros somos un embrión de esa dirección.
La perspectiva sigue siendo explosiva. El régimen tiene dos salidas. O deroga los DL antiamazonicos (la suspensión es ya una concesión, la derogatoria implica una victoria del movimiento de masas)), y revierte su crisis política (lo que aconseja El Comercio), para salir luego a la ofensiva (aunque la Jornada de hoy lo debilita más), o mete más mano dura, y polariza más a las clases en contienda conllevándonos a una crisis revolucionaria, que puede acabar con García y cía. Y según las últimas declaraciones del gobierno, pues, parece que está escogiendo la última (debido al oxígeno que le dan las direcciones del movimiento social).
En este sentido, hay que señalar que la convocatoria al Paro Nacional para el 8 de Julio es un paso adelante, pero se ha fijado para una fecha muy tardía. En tres semanas pueden pasar muchas cosas. Con esta fecha, la FDVS (CGTP, CONACAMI, CCP, CNA, etc.), va permitir un reordenamiento de las fuerzas del régimen que en este momento está en caos.
Además, en tres semanas, nuestros hermanos amazónicos, pueden desmoralizarse. Ya van 2 meses en huelga. Y el gobierno los puede reprimir o dividir. La convocatoria del Paro para el 8 de Julio no se condice con las condiciones de rebelión que viven las masas trabajadoras peruanas.
Por tanto, los marxistas de la corriente Perú Militante, proponemos a la FDVS, que convoque a una Asamblea de los Pueblos en los próximos días para realizar un balance de la Jornada del 11 y decidir democráticamente (con todas las bases a nivel nacional), las próximas medidas de lucha y la Marcha de los Pueblos hacia Lima (en el sur se está hablando de la Marcha del Collasuyo).
Desde la corriente Perú Militante, volvemos a proponer, como hicimos en nuestra última declaración, el siguiente programa que ponemos a la consideración del movimiento obrero, campesino y popular:
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Derogatoria de los DL antiamazónicos
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Aumento de salarios general a 2500 soles (para enfrentar la crisis)
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Reposición de despedidos, auditoria a las empresas que despidan obreros.
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Reducción de la jornada laboral sin reducción del salario
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Reforma urbana. Plan de construcción urgente de viviendas para el pueblo pobre, de calidad y a precios asequibles. Plenas infraestructuras para los barrios (Cloacas, iluminación, centros culturales y deportivos, etc.)
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Reforma universitaria. Democratización de la Universidad.
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Revolución agraria, expropiación sin indemnización de los latifundios y su entrega en usufructo a las comunidades campesinas y cooperativas agrícolas.
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Nacionalización sin indemnización del gas y de las minas, bajo el control de los trabajadores
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Nacionalización sin indemnización de monopolios de alimentos como ALICORP (del mafioso Dionisio Romero)
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Nacionalización sin indemnización, y bajo control de los traajadores, de la banca (que permitiría otorgar créditos baratos para los campesinos), además de todas las empresas privatizadas en las últimas décadas para que sean puestas a funcionar bajo el control obrero y popular (como sucede en la mina de Huanuni, Oruro, en Bolivia, que genera superávit y da trabajo a 5.000 obreros).
Comenzando por la nacionalizando la Amazonía y de las minas, y llevando a cabo los demás puntos de este programa, podremos dar una solución a la crisis nacional en su conjunto.
Este movimiento debe desembocar en un gobierno socialista de la Asamblea de nuestros Pueblos.
O ganan ellos o ganamos nosotros.
¡FUERA GARCÌA! ¡PARO NACIONAL Y MARCHAR SOBRE LIMA!
¡Nacionalizar la Amazonía y las Minas!
¡Patria, Socialismo o Muerte…Venceremos!
12 de junio de 2009
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