Elecciones internas en el FMLN ¿Hacia dónde se dirige el partido?

La política errónea del FMLN en los últimos años ha marcado casi irreversiblemente su futuro hacia la derechización, una situación muy difícil de revertir y que se definirá en las próximas elecciones internas. Para nosotros, como hemos señalado desde hace muchos años, solo una política revolucionaria socialista y consecuente puede hacer que el FMLN vuelva a ser funcional a los intereses de la clase obrera, de lo contrario, seguirá siendo un instrumento indirecto de la burguesía, tal y como lo ha sido con su política conciliadora en los últimos años.

En las Elecciones Legislativas del 2018, el FMLN fue sacudido por la caída estrepitosa de su voto duro a menos de la mitad. Una expresión del descontento de su base y una señal de alarma que la dirección no supo interpretar. Al contrario, la dirección a pesar de su desprestigio no sometió a votación una dirección y un programa revolucionario de forma democrática en un congreso nacional extraordinario, que se convocara también para debatir los resultados electorales, esto con el fin de salvar lo que quedaba del FMLN.

En este estado, se convocó a elecciones internas para elegir el candidato presidencial. Cabe mencionar que las elecciones internas no son una herramienta que los dirigentes utilizaran para hacer procesos abiertos y democráticos, sino han sido una condición que la Ley de Partidos Políticos mandata y que ellos tienen que cumplir. Ya sabemos que las direcciones estalinistas no son amigas de las decisiones democráticas, al contrario, tienen una relación similar al agua y el aceite con la democracia interna, argumentan que estos procesos lejos de fortalecer al partido lo dividen y que la Ley de PP es una estrategia de la Corte Suprema de Justicia y los Estados Unidos para acabar con el FMLN (?) vaya razonamiento anti dialéctico.

De las elecciones internas a las elecciones presidenciales 2019 ¿Quién ganó?

En las elecciones internas pasadas, las bases participaron masivamente lanzando al cesto de la basura al candidato Gerson Martínez, que en el pasado la dirección de Medardo había promocionado, esto fue una clara señal de protesta contra el régimen burocrático impuesto por Medardo y su camarilla. Al no haber una alternativa revolucionaria de izquierda al interior, las bases terminaron votando por el ala de derecha del partido representado por Hugo, Merino y Ortiz, esto no significó un giro a la derecha de las bases sino un voto en contra de la dirección actual, en contra de su política errada y la búsqueda de la base de una alternativa, de ninguna manera fue un voto por la política derechista que han defendido Oscar, Hugo y Ramiro durante años al interior del partido.

Cuando Hugo gana la candidatura a la presidencia, se dio un giro radical a un discurso capitalista y empresarial, lo contrario de dar un vuelco al programa anticapitalista y socialista, que sería lo realmente coherente con la rectificación del rumbo del FMLN, entendiendo que los oprimidos y explotados ya no quieren más ya los males del capitalismo, violencia, delincuencia, pobreza, desempleo, etc., cuando la política de conciliación de clases, servir a los empresarios y al pueblo a la misma vez ha fracasado porque al final se termina sucumbiendo a las presiones de los poderoso y olvidándose del pueblo. Lo lógico para un cambio de timón en el interior del partido  sería girar a posturas revolucionarias y socialistas que es la única vía que puede realmente acabar con todos estos males. Absurda y paradójicamente hicieron campaña bajo la bandera de la supuesta izquierda, pero vendieron propuestas capitalistas como: los polos de desarrollo y las despreciables Zonas Económicas Especiales.

En las Elecciones presidenciales del pasado 3 de febrero, los electores votaron masivamente a Nayib Bukele debido al hartazgo de la política incorrecta del FMLN, en cambio la dirección en casi un año, después de todas las señales de las bases y los votantes el FMLN no rectificó sus errores, de esto ya han obtenido su recompensa, vieron disminuido su voto con respecto a las pasadas elecciones presidencial en un 74 %; ¡el voto que alcanzó el FMLN ha pasado a ser el peor de su historia en elecciones!

Pareciera que en toda esta catástrofe no puede haber algún beneficiado, sin embargo, debemos reconocer que hay tipos inteligentes que saben mover sus piezas oportunamente. Hugo no hizo campaña tanto para fuera como si lo hizo hacia dentro del partido, él visitó maratónicamente todas y cada una de las bases en cada municipio del país, animando a la gente que estaba olvidada y desconcertada, escuchando las demandas y comprometiéndose con el cambio.

Hugo era la carta que Oscar endosó, su caballo ganador,  durante la campaña la percepción de la gente sobre Hugo se fue haciendo cada vez más positiva en la medida en que no se hacía acompañar con la vieja guardia desacreditada. Se vendió como el mejor candidato de todos los tiempos dando la impresión que llegó en el momento inapropiado y que eso se debía al autoritarismo de la dirección, era demasiado tarde para ganar la elección presidencial pero nunca demasiado tarde para agenciarse la dirección del partido posiblemente en el futuro próximo, que es el siguiente capítulo de la historia.

Por eso el día de la derrota electoral él aparece como el héroe valiente en medio de la turbulencia generada por los villanos de la Comisión Política del partido, que irónica y cobardemente se escondieron y no dieron la cara en el mejor momento de la crisis, les tomó más de 24 horas salir de su escondite, supuestamente con la solución definitiva a la crisis del partido: adelantar las elecciones con la condición de que ningún miembro de la CP participe más, pero, ¡sorpresa! tras el telón siguen moviendo sus hilos con sus peones burocráticos, la devolución de favores está en juego ahora.

Todo esto a quien benefició es a Oscar quien había maquinado todo los sucesos de manera premeditada y que ahora, inteligentemente, ha manifestado no someterse a los mandatos de la CP. Paulatinamente ha ido haciendo declaraciones importantes, incluso la decisión de participar para secretario general del partido bajo la bandera de la renovación, como si esto fuese una sorpresa para el mundo. ¿De qué renovación nos hablará? Está claro que no es otra que sucumbir a las mieles del sistema, y así, acabar con lo poco revolucionario que queda del partido.

En las próximas elecciones internas para elegir cargos de dirección, lo más seguro es que la militancia se quite de encima a la vieja dirección que ha estado durante más de 10 años reeligiéndose indefinidamente, pero no se puede garantizar que por fin el cáncer que consumió el partido haya sido eliminado por completo. Al contrario, lo que queda del partido está en grave peligro. Por ahora, al interior no hay realmente una corriente organizada que pueda canalizar el descontento y transformarlo en un voto por la democracia interna, por el centralismo democrático y por un programa revolucionario y socialista. Ante esta perspectiva lo que ha hecho la dirección estalinista de Medardo con sus errores políticos, es entregar en bandeja de plata el partido al sector empresarial de Oscar Ortiz y José Luis Merino que serán los grandes triunfadores en las próximas elecciones internas y posiblemente los sepultadores de los resquicios de un FMLN combativo.   

Las corrientes del futuro del FMLN

Después de las elecciones presidenciales empezó un proceso convulsivo al interior del FMLN, varias corrientes e individuos manifestaron sus opiniones sobre el colapso del partido. Esto era una situación previsible, el autoritarismo de la dirección llegó a su punto álgido y es imposible que pueda, por la vía democrática mantenerse al mando.

Algunas de estas tendencias e individuos tienen buenas intenciones, no negamos que hay sectores del FMLN honestos y revolucionarios, que realmente creen que el FMLN tiene un objetivo histórico con el pueblo salvadoreño y sabemos que intentarán con todas sus energías hacer que el FMLN rectifique su rumbo hacia la persecución de ese objetivo con el pueblo, saludamos estas iniciativa, pero también advertimos que las corrientes de derechas y los estalinistas se comparten el aparato burocrático que sin duda utilizarán para aislar y aplastar a sus competidores, hay una lista de maniobras burocráticas que se han utilizado en el pasado para acabar con los rivales politicos en el interior del partido, los mismos reformistas han sido victimas de eso. En estas condiciones es sumamente difícil direccionar el rumbo del partido hacia una postura revolucionaria la mejor apuesta para vencer estos metodos gansteriles es ganándose a las bases con un programa claro y revolucionario. Así como en la sociedad el verdadero poder esta en los oprimidos que son mayoria, en el partido el poder esta en sus bases que tambien son la mayoria.

La única forma de lograr un triunfo es siendo audaces con el contenido político y las consignas agitativas para ganarse a las bases del partido, en el fondo no es un problema de relevo generacional, sino un problema profundamente político, una dirección puede cambiar de personas pero si no cambia su política seguirá en el fracaso de sus antecesores, tampoco se trata de cambiar la cuota de hombres por cuotas de mujeres, o la cuota de viejos por jóvenes, esto es una cuestión secundaria.

Lo fundamental por ahora es girar a un programa que se identifique con las necesidades de la gente. Hay que tener claro que no bastara con decir “hay que volver al programa histórico”, o al “rumbo socialista y revolucionario”, lo que está afirmando Medardo González en los medios de comunicación, que suena a pura demagogia después de que en años no hizo nada por ir hacia el socialismo y no habló de esto durante el tiempo en el que el FMLN estuvo en el poder. Como revolucionarios no hacemos uso de estas consignas de manera oportunista o abstracta, como lo hace hoy Medardo, debemos conectar el programa del socialismo y sus consignas con las necesidades actuales de la gente, explicar en palabras sencillas al oido de los oprimidos y conectarlas con las tareas máximas del programa socialista solo esto puede garantizar la victoria a los revolucionarios dentro del FMLN.

Ese programa revolucionario debe estar en contra del capitalismo, en contra de la deuda externa, en contra de las privatizaciones, por mejores salarios y contratos colectivos, por aumentos salariales, por la reducción de la jornada laboral sin disminución de salarios, congelación de los precios de la canasta básica, por la nacionalización de todas las empresa privatizadas por ARENA, por acabar con los privilegios de los funcionarios del Estado, en contra de la elusión y la evasión fiscal, ningún acuerdo con la derecha, ni con la burguesía[1].

Y al interior defender las consignas por elecciones internas libres y democráticas, con padrones reales de militantes que cumplan con todos los requisitos de militancia, no más acarreados para decidir por los verdaderos militantes, puesto político dentro del Estado con salarios no mayores a tres salarios mínimos, que se vayan los vividores y gangueros del partido, depuración revolucionaria del partido, por el autofinanciamiento del partido, no más empresarios y corruptos financiandolo, porque la revolución debe ser obra de la clase obrera misma, cuota partidaria y finanzas abiertas a toda la militancia, no más secretos financieros. Por un FMLN revolucionario y socialista comprometido con la juventud, las mujeres explotadas y oprimidas, los trabajadores y campesinos. Por un FMLN del pueblo y para el pueblo.

Creemos que lo escrito anteriormente es la única forma que el FMLN resurja de entre las cenizas, de lo contrario cualquier tendencia o corriente al interior que no se plantee la crítica y el cambio a la política defendida durante años por la dirección fracasada, esta también condenada a fracasar en peores condiciones y estaría marcando el camino del FMLN hacia la derecha y la desaparición del FMLN como partido de los trabajadores.


NOTAS:

[1] Programa del BPJ: medidas revolucionarias y socialistas – ¿Por qué luchamos los marxistas?

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