Por: Ana Guevara
Soy una joven egresada de la Escuela de Ciencias Sociales de la Universidad de El Salvador. En mis años de estudios recuerdo que en el salón de clases se discutía mucho sobre las desigualdades sociales, las contradicciones del sistema capitalista, y el aporte que podemos hacer como profesionales para la transformación de la sociedad a favor de la clase trabajadora. Con las mejores intenciones participé en un cargo de elección popular con el FMLN en 2018 donde salí electa, mi objetivo era conocer y explicarme a través de la práctica las situaciones de la clase trabajadora y participar en sus luchas.
Al momento de enfrentarme con la realidad desde una institución del Estado, identifiqué diferentes cuestiones que no lograba comprender por qué eran de esa manera, por ejemplo: si el gobierno anterior le apostó a diferentes programas sociales, avanzando en temas de salud, educación, juventud, entre otros, ¿por qué muchas personas que recibían éstos beneficios estaban inconformes? ¿Por qué la clase trabajadora no se identificaba con un gobierno que se suponía que representaba sus intereses? ¿Por qué un partido que nace revolucionariamente ya no habla de hacer la revolución, sino más bien de conciliar entre las clases y de gobernabilidad?
Cuando se reflexionaba con algunos dirigentes del partido sobre dichos temas la respuesta que nos daban era que las personas no sabían aprovechar todo lo que el gobierno hacia por ellos, o que no se comunicó de una manera masiva todos los logros, agregando que la derrota electoral del 3 febrero de 2019 fue una estrategia imperialista para derrocar los gobiernos revolucionarios.
Confieso que en algunos momentos consideré aceptables los argumentos de algunos dirigentes, llegando a sentirme impotente, y pensando que la revolución era tema del pasado, que la ideología de izquierda ya no era aplicable en nuestra sociedad.
En ese contexto conocí a una compañera del BPJ, la cual me invitó a los círculos de estudio marxista que se realizan en el campo central de la UES, conocido como FAU (Fuerza de Acción Universitaria), inmediatamente acepté y compartimos contactos. Mi pensamiento inmediato fue: “A lo mejor me expliquen qué está pasando políticamente en El Salvador”.
Empecé a asistir regularmente a las discusiones, a leer los documentos que se reflexionaban en los círculos, a leer más sobre teoría marxista, ayudada por libros como El Estado y la revolución de Lenin, el cual considero que es un gran libro para comprender la esencia de la teoría marxista del Estado, el cual me aclaraba cómo se debe analizar el Estado desde una perspectiva revolucionaria. Así mismo, comencé a leer otros documentos entre ellos El manifiesto comunista de Marx y Engels, Qué es el marxismo, Qué es el socialismo, entre otros. Los militantes del Bloque se han interesado en mi aprendizaje y crecimiento político, puedo decir que en un corto tiempo he conocido cuestiones básicas de la teoría marxista y me motivan a la lucha por la conquista del poder por parte del proletariado. Quiero comentar que muchas personas me han criticado por unirme al BPJ, me hicieron advertencias y advertencias falsa, incluso me dieron órdenes que me saliera inmediatamente, argumentando que son Nayilibers, entre otras falacias más.
Decidí unirme al BPJ por diferentes razones: primero, porque a partir de los debates y reflexiones he comprendido que la revolución no solo es urgente en nuestro mundo sino que también es factible, y el marxismo científico es el camino; mientras haya desigualdad siempre habrá lucha de clases, y para hacer la lucha hay que prepararnos, formarnos política e ideológicamente.
Segundo, conozco el programa del BPJ. Es importante saber qué se defiende, qué se quiere lograr, qué es lo que se propone a favor de la clase trabajadora en las diferentes áreas: sociales, políticas y económicas. He aprendido que como jóvenes no podemos solo repetir consignas sin sentido, o hablar en abstracto, debemos aterrizar ideas y luchar colectivamente por ellas.
Tercero, considero que la forma de organización que se aplica en el BPJ es muy buena, se practica el centralismo democrático para tomar decisiones, las rendiciones de cuentas internamente, cada militante sabe cómo se manejan las finanzas, y es importante mencionar que el Bloque no recibe financiamiento de ningún grupo externo, eso da independencia política e ideológica al momento de tomar una postura. La comunicación entre los militantes es fluida y respetuosa, en un ambiente de camaradería, hay espacios para las críticas, para aportar desde nuestra perspectiva a la construcción del partido revolucionario que necesitamos.
En éste sistema capitalista la clase trabajadora solo sobrevivimos, es por ello que con un gobierno revolucionario se esperan transformaciones revolucionarias, sin embargo, desde un Estado burgués las instituciones no están diseñadas para solventar las necesidades más sentidas de la clase trabajadora, es por ello que necesitamos una dirigencia valiente y leal que comprenda que humanizar el sistema capitalista y su Estado burgués no es lo que se debe hacer, es necesario romper con las estructuras de dominación. Solventar la situación de explotación de la clase obrera no fue un punto fuerte de actuación en los anteriores gobiernos de izquierda, esto fue un error fatal puesto que es la causa principal de desigualdad en el marco del capitalismo.
Me uní al Bloque porque he logrado comprender que la liberación de la clase trabajadora es por lo que se debe luchar, y para participar de una manera consciente y propositiva se debe tener claridad política.
Una de las tareas de la clase trabajadora es la toma del poder político, en el proceso de formarme con el Bloque he comprendido que ese poder debe tomarse no por unos pocos, no por privilegios personales, no por sentimentalismo, si no por derechos humanos y otras reivindicaciones necesarias. Conquistar dicho poder no es un fin último, es el medio para crear el verdadero poder popular, que sean las personas trabajadoras quienes administren los bienes y recursos sociales, que tomen el destino de sus vidas en sus propias manos.
Mis aspiraciones son seguirme formando teórica y políticamente para sacar conclusiones prácticas que me den elementos para participar en luchas inmediatas y futuras, así mismo adquirir las habilidades para explicar a las personas por qué aún son vigentes y necesarias las luchas revolucionarias y la toma del poder para las verdaderas transformaciones de la clase trabajadora.