El 1 de abril se emitió un dictamen favorable en la Comisión de Educación y Cultura de la Asamblea Legislativa que promueve una reforma a la Ley de la Carrera Docente, en sus artículos referentes a los derechos y beneficios de los maestros. Ello viene a compensar en parte, la ya delicada situación de una gran cantidad de trabajadores en edad de retiro o de aquellos que por motivos de fuerza mayor se ven obligados a renunciar a la labor docente sin antes haber cumplido su tiempo de servicio.
Estas y otras propuestas fueron incluidas desde el año anterior, en una lista de la plataforma reivindicativa que ha estado impulsando el sindicato más grande de docentes en el país, Andes 21 de Junio, por medio de una presión constante en las calles y propuestas en la mesa de negociación con las autoridades del renombrado Ministerio de Educación, ahora MINEDUCYT (Ministerio de Educación Ciencia y Tecnología). Pero no fue hasta en días recientes que se tuvo eco a esta petición bajo la cobertura de diputados de las bancadas de la derecha y sindicatos afines. Esto es una clásica maniobra oportunista a las que ya estamos acostumbrados por parte de estos diputados que buscan reafirmar algún apoyo de otras gremiales y que suelen presentar esto como iniciativas propias.
Los trabajadores de la educación ven de forma positiva que se dé un paso a favor del reconocimiento de los docentes en términos de compensación económica tanto para la renuncia voluntaria, como para el retiro voluntario. Los docentes que se veían forzados a abandonar su trabajo en las aulas, pero que no tenían el tiempo de servicio exigido por la ley (30 años) no eran cubiertos por ningún estimulo material por sus años de servicio; ahora se les brindará una suma económica equivalente a 15 días de salario base por cada año laborado. También los docentes que ya habían cumplido con su tiempo exigido por la ley, pero que no están dispuestos a aplicar al retiro debido a las paupérrimas pensiones que están ofreciendo las AFP, ahora pueden retirarse con 15 salarios de compensación partiendo del monto del ultimo salario devengado dentro del magisterio.
Debemos ser enfáticos que esto es solo una forma de amortiguar las duras condiciones a las que se enfrentan los trabajadores en calidad de retiro o los que se ven obligados a dejar la profesión docente por equis motivo. En el fondo el problema neurálgico continúa siendo el esquema de retiro a manos de los gánsteres del negocio de los jubilados. Desde la implementación de las AFP en el país, sólo ha habido acumulación del capital financiero a costa de los cotizantes por parte de estos mercaderes, se están ofreciendo pensiones de hambre a los que aplican al retiro, y el Estado ha sufrido una hemorragia constante en sus finanzas debido al endeudamiento que adquirió desde los gobiernos areneros con las AFP.
Andes 21 de Junio debe orientar su arsenal combativo y desatar un férreo enfrentamiento contra este sistema inhumano de retiro que está condenando no sólo a los maestros a un futuro de mendicidad e indigencia, sino a la clase trabajadora en su conjunto. El ejemplo aleccionador e instructivo de los trabajadores chilenos debe ser motivo de inspiración para los combates que se avecinan en estos años bajo el control de otro gobierno de corte neoliberal. No se debe confiar más que en nuestras propias fuerzas y el poder de organización y movilización. Un puñado de banqueros y sus lacayos no pueden ser los que decidan sobre nuestro futuro y la forma en que queremos vivirlo.
En el año del 36 aniversario luctuoso de la compañera Mélida Anaya Montes, saludamos el logro de cualquier avance que mejore las condiciones de las masas trabajadoras dentro del salvaje sistema capitalista. Los adjetivos se quedan cortos para describir a la compañera docente, camarada, luchadora, combatiente que entregó la vida por el magisterio y la revolución salvadoreña. Los herederos de sus batallas enarbolamos ahora las ideas y tradiciones de Ana Maria, su ejemplo nos sigue inspirando y rendirnos ahora equivale a negar su memoria.
“El momento histórico exige de todos nuestros esfuerzos para realizar la tarea. Los gobiernos deben dirigir sus esfuerzos para mejorar el nivel de vida del pueblo salvadoreño, las organizaciones democráticas deben presionar porque así se haga. No iniciar esta tarea es agravar el problema y significa una traición a la patria[1]”.
¡Aquí no se vende ni se rinde nadie!
¡Por la dignificación del magisterio y la clase trabajadora!
[1] Perales, Iosu. (2012). Ana María Combatiente de la Vida. El Salvador: Ocean Sur
Donde quedamostrar entonces los que llevamos años de interinos? Estamos en el olvido o acaso nosotros no contamos?