Para la historia general de la lucha de clases 35 años resulta ser un ínfimo fragmento de tiempo. Podríamos decir que el FMLN como partido tradicional de la clase trabajadora salvadoreña es relativamente joven. El periodo de nacimiento y desarrollo del FMLN ha estado marcado por acontecimientos importantes para los trabajadores y la lucha por su liberación.
Desde su fundación con la unificación de las 5 organizaciones guerrilleras más representativas de la clase trabajadora y los campesinos en 1980; el periodo de guerra civil, donde vimos un auge revolucionario y donde asimismo el FMLN jugó un papel fundamental en: la firma de los Acuerdos de Paz y con ello su paso a formarse como un partido político electoral; el proceso de lucha en contra de las privatizaciones de los gobiernos areneros en 2001; las dos últimas elecciones presidenciales que han estado marcadas por un carácter de polarización en la sociedad entre izquierda y derecha. Todos estos escenarios de lucha aguerrida han ubicado al FMLN como el único instrumento con el que cuenta el proletariado para transformar sus miserables condiciones.
El partido y su relación con los trabajadores
Los trabajadores a pesar de todo tipo de traiciones y engaños que puedan desarrollarse por parte de las direcciones deformadas de sus organizaciones, no desechan de la noche a la mañana a los partidos que han estado en períodos anteriores al frente de la lucha por sus intereses, y es que la construcción de estas herramientas requiere mucho sacrificio e incluso sudor y sangre, el FMLN lleva peso en su espalda de cientos heroicos revolucionarios que fueron asesinados durante la guerra, es éste uno de los factores que genera tanto arraigo en la clase trabajadora. Los trabajadores han llevado al FMLN al poder ejecutivo en dos veces, muy a pesar de lo que puedan decir algunos “intelectuales de izquierda pura” la última votación en las que quedó como presidente Salvador Sánchez Cerén las masas no giraron hacia un voto nulo, o al abstencionismo, sino más bien salieron a defender las pocas reformas que se implementaron en el pasado. No estamos haciendo una defensa total de lo que ha hecho el FMLN en el gobierno, porque sabemos que hay errores y muchos. A lo que queremos llegar es a que debemos comprender la relación directa, entre la clase trabajadora y su partido, y lo que hemos visto hasta la última elección es que la clase trabajadora sigue apoyando al FMLN. ¿Qué nos dice esto? un trabajador no desecha su herramienta de trabajo cuando se descompone, éste intentara ajustarla una y otra vez cuantas veces sea necesario. Caso similar ocurre con sus instrumentos de lucha (partido y sindicatos), el periodo actual es un periodo donde los trabajadores están poniendo a prueba a sus dirigentes, y en todo este proceso como un cuenta gota, están sacando conclusiones sobre la verdad de las cosas.
Los periodos de relativa calma, o sea, ciclos donde no hay manifestaciones, ni luchas reivindicativa y donde se cree que dejando todos nuestros problemas en manos de los dirigentes se resolverán las cosas, estos periodos se prestan para que el partido que representan nuestros intereses sucumban en determinados momentos ante las presiones de la clase dominante, lo cual genera apatía en las bases, producto de la falta de democracia interna y el debate serio de las ideas, todas estas condiciones hacen posible el aflore del burocratismo y el oportunismo, receta acabada para el fracaso. Pero esto no dura para siempre, en el curso de los acontecimientos todo lo que un día tiene razón de ser, se le llega el momento en que se vuelve irreal y pierde su razón de ser, nada permanece perenne en el tiempo. En el proceso de la lucha de clases son los grandes acontecimientos los que hacen posibles los cambios bruscos en las organizaciones tradicionales. Esos acontecimientos son las guerras y las revoluciones, estas suelen ser como tsunamis dentro de las organizaciones, en períodos revolucionarios las masas de trabajadores pueden sacar conclusiones mucho más rápido que en periodos normales. Hasta aquí cualquiera puede sacar la conclusión de que debemos esperar muy cómodamente a que esto pase, pero no debe ser esa nuestra conclusión, el periodo que actualmente atravesamos debe de servirnos, para formarnos políticamente y luchar dentro del FMLN para eliminar el burocratismo y el oportunismo, la única forma de acabar con el estancamiento es a través de la democracia interna y el debate de las ideas revolucionarias. Para los marxistas un partido es en primer lugar: ideas, programa y tradiciones y solo en segundo lugar un aparato -para llevar nuestras ideas a las masas trabajadoras-. A 35 años de existencia pareciera que las cosas se están haciendo al revés en el FMLN, los miembros de los comités de base, y la base en general debe de luchar para desarrollar e impulsar el debate de las ideas, debemos analizar los errores cometidos y enmendar cuanto antes.
El FMLN y las luchas de los trabajadores
Si bien es cierto el FMLN hasta hoy no ha jugado un papel reaccionario de ataques directos a la clase trabajadora, no obstante estamos viendo ya las primeras luces de querer hacer intentos de hacer contra reformas, el impuesto a la telefonía es uno ellos, -ya hemos hablado en anteriores ocasiones de esta medida y no, nos detendremos aquí-. En los periodos de crisis las reformas se vuelven contra reformas, esto es así porque en estos tiempos “difíciles” la burguesía presiona porque el Estado mantenga la austeridad, en este panorama no hay margen de acción para las demandas de los trabajadores. Lo antes planteado es una cuestión muy concreta sin embargo no es una justificación para dejar de luchar por las demandas de los trabajadores, en absoluto, el partido revolucionario debe de emprender la lucha más aguerrida y combativa por las demandas de los trabajadores, luchar y agotar todos los métodos que sean posibles para asestar golpes a la burguesía, mientras se prepara el camino para el golpe final: la toma del poder.
Creemos que el FMLN debe de celebrar sus 35 años, preparándose arduamente para librar y sobre todo llevar a cabo las tareas fundamentales que impulsen el camino a la revolución. Las tareas fundamentales pasan por formar a sus bases y ligarse al movimiento de los sindicatos, con luchas como: 1. Nacionalización de las pensiones y todas las instituciones estatales privatizadas 2. Reactivación del agro 3. Nacionalización de la banca. 4. Aumento al salario mínimo a $400 y la congelación de los precios de la canasta básica 5. Nacionalización de la industria, para generar empleo y desarrollo. Éstas deben de ser las principales medidas que se deben de impulsar para poder resolver los problemas más acuciantes de los trabajadores.
Las condiciones para lanzar una lucha revolucionaria
Los reformistas siempre ponen una serie de condiciones, trabas y excusas para no emprender la lucha revolucionaria con consignas claras y de clase, apelan ignorantemente, al nivel de conciencia de las masas suelen decir que “la gente no está preparada” que “se pueden solucionar los problemas de los trabajadores, si se concilia con la burguesía” y una sarta de mentiras más. Sin embargo y muy a pesar de todas estas excusas, la historia reciente ha demostrado que no ha sido el factor de que “la gente no está preparada” sino el factor de la determinación y la claridad de la dirección del FMLN lo que ha estado ausente en todo el proceso. La conmemoración de estos 35 años debe de servir para detenernos y repensar nuestro programa, que debe de estar encaminado en la lucha por el socialismo, aplicando las tácticas adecuadas y correctas.
Volver al marxismo para reorientar la lucha
Creemos firmemente que el proceso revolucionario puede avanzar, y que el problema fundamental, no es un problema objetivo sino claramente subjetivo, el papel de la dirección revolucionaria es muy importante para llevar a cabo el proceso de la revolución socialista. Lenin hace más de 90 años planteaba, en base a la experiencia del partido bolchevique, una lista de condiciones de cómo se mantiene la disciplina el partido que lleva sobre sus hombros la tarea de desarrollar la revolución socialista, decía:“Primero por la conciencia de la vanguardia proletaria y por su fidelidad a la revolución, por su firmeza, por su espíritu de sacrificio, por su heroísmo. Segundo, por su capacidad de vincularse, aproximarse y hasta cierto punto, si queréis, fundirse con las más grandes masas trabajadoras, en primer término con la masa proletaria, pero también con la masa trabajadora no proletaria. Tercero, por lo acertado de la dirección política que lleva a cabo esta vanguardia; por lo acertado de su estrategia y de su táctica política, a condición de que las masas más extensas se convenzan de ello por experiencia propia. Sin estas condiciones, no es posible la disciplina en un partido revolucionario, verdaderamente apto para ser el partido de la clase avanzada, llamada a derrocar a la burguesía y a transformar toda la sociedad.” Sin duda nuestro partido debe de estudiar estas ideas que muy a pesar del tiempo siguen manteniendo una enorme vigencia, esta será y debe de ser la mejor forma de celebrar los 35 años de lucha del FMLN.