La ofensiva desatada por el gobierno del empresario Macri y su gabinete de banqueros y patrones, en tan sólo 35 días, mantienen una arremetida sostenida hacia los puestos de trabajo y derechos democráticos, que costaron organización y lucha a los trabajadores durante estos últimos años.
La ofensiva desatada por el gobierno del empresario Macri y su gabinete de banqueros y patrones, en tan sólo 35 días, mantienen una arremetida sostenida hacia los puestos de trabajo y derechos democráticos, que costaron organización y lucha a los trabajadores durante estos últimos años.
Acto en Rosario el 16 de enero
Se habla de 15.000 despidos, otros ya arrojan cifras de más de 20.000 en el Estado en todos sus niveles: municipios, provincias y nación, con la burda excusa que hay que eliminar a los ñoquis políticos, que resulta un lastre tremendo al Estado y al conjunto de la Sociedad Argentina. "Ñoquis" de La Cámpora, Evita y Nuevo Encuentro, entre otros agrupamientos políticos, son la excusa perfecta para arremeter contra el conjunto de la clase obrera y sectores populares. Con este pretexto miserable, vienen desalojando de sus puestos de trabajo a miles de trabajadores de años contratados o tercerizados, que muchos fueron a último momento efectivizados.
¡¡Pero esto no queda acá!! Se extiende a la esfera privada, ya que no sólo contamos con los conflictos en Cresta Roja, Molinos San José, Nación Servicios Buenos Aires, en este caso, dejando en la calle a 330 empleados. También, los 300 trabajadores del diario Tiempo Argentino y Radio América pararon, bajo la consigna “no al vaciamiento del Grupo 23” -no cobraron el sueldo de diciembre ni el aguinaldo-, profundizándose el conflicto en el grupo de Szpolski y Garfunkel.
Se suman la caducidad del contrato de Aerolíneas Argentinas con la Aerolínea Sol, que dejó a 300 empleados en la calle; Cerámica San Lorenzo que despidió más de 100 trabajadores en la planta de Azul – Buenos Aires.
Por su lado, los trabajadores del Petróleo y Gas Privado de Neuquén, Río Negro y La Pampa, advierten que las petroleras que operan en el sur del país despedirán unos 700 trabajadores en los próximos meses debido a una "crisis profunda" en el sector.
Se suma a todo esto, el proyecto del macrismo que intenta imponer al 50% las indemnizaciones para facilitar a las patronales los despidos.
La tentativa de suspensión por decreto las paritarias Estatales en la provincia de Buenos Aires por parte de la Gobernadora Ma. Eugenia Vidal, resulta el espíritu de conjunto que empuja las medidas del gobierno macrista
Y la lista sigue en la medida que pasan los días.
En otro plano político, el avasallamiento de la Ley de Medios, el cierre del Afsca, retrotraen nuevamente la situación antes de su sanción parlamentaria. Es verdad que aún quedaba mucho por trabajar por una genuina comunicación de masas, pero estas medidas no dejan de ser un retroceso y que tuvo como corolario el despido de periodistas y trabajadores de los medios, sumándose una figura emblemática que ha jugado cierto grado de oposición al multimedio de la comunicación -Clarin y La Nación-, el periodista Víctor Hugo Morales.
“Crónica de un ajuste anunciado” (17/12/15) “Estamos ante una embestida en toda la línea. No sólo es la subordinación del AFSCA a un Ministerio de Comunicación, atomizándolo como lo han hecho, además se suma la justicia que no imparte justicia; la especulación y ofensiva de los capitalistas, gobernar sin el Parlamento a través de los DNU (Decretos de Necesidad y Urgencia). Es la propia burguesía que niega o reconfigura sus instituciones de acuerdo a sus necesidades y de la época. Por cierto, que la época es de crisis secular, estructural de un sistema que no da más y que sólo trae penurias, hambrunas y padecimientos a miles de millones en el mundo”. Cabe destacar la colaboración invalorable y las alianzas con el radicalismo y sus adláteres que prestaron una ayuda inapreciable para que el macrismo sea gobierno. Desde Sanz, Elisa Carrio con la Coalición Cívica, Margarita Stolbizer con el Gen, Martín Lousteau, jugando un papel destacado.
La economía
Ya advertimos en varios artículos que la economía Argentina venía sufriendo severos golpes ante la crisis capitalista mundial.
La burguesía ha soportado todos estos años a gobiernos como el de los ex Presidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández, sólo porque luego de la profunda recesión sufrida en los ’90, que tuvo su culminación en la rebelión popular de 2001 con las masas en la calle, se sucedió un boom de crecimiento, llamado “la década ganada”.
El kirchnerismo recompuso en aquellos tiempos la gobernabilidad, recompuso las instituciones capitalistas a cuenta de otorgar profusas concesiones a los sectores populares y a los trabajadores, así como a los capitalistas. No era posible de otra manera, ya que gobernar en aquellos años y luego entregar en 2015 al Presidente ungido en las urnas “un país normal”, cuando recibieron en 2003 uno “en crisis terminal”, en palabras de CFK; no cabía otra posibilidad en aquel contexto, ya que resultaba altamente explosivo para la burguesía de conjunto.
Esta es la base cierta y concreta donde la burguesía tuvo, a regañadientes, que soportar un gobierno ajeno a su riñón, que mostró una relativa independencia. Donde el kirchnerismo limitó los rasgos más depredadores de la burguesía más rancia. Y donde en palabras de la propia CFK “levantaron a paladas suculentas ganancias”. Hoy, ante la crisis mundial los capitalistas necesitan reconfigurar a sus necesidades al Estado.
La economía de un país como Argentina, adolece de un genuino desarrollo capitalista. La burguesía mediocre, con un marcado perfil parasitario, rentista, dependiente del mercado mundial y subordinada políticamente al imperialismo, demostró por años su falta de interés por disputar una porción del mercado.
Por otro lado, la dependencia y la falta de diversificación de la economía hacen que históricamente se presenten escenarios de profunda dependencia con Brasil, China y en menor medida Europa. Nuestro socio regional con su difícil crisis desatada en 2014 ha impactado en las exportaciones del país.
El mundo tiembla bajo la crisis mundial. El 28 de diciembre el Financial Times publicó un artículo de Gideon Rachman con el interesante título: Maltratado, magullado y asustado – el mundo entero está en el filo de una navaja. En él se lee lo siguiente:
"En 2015, pareció asentarse una sensación de inquietud y aprensión en los principales centros de poder del mundo. Desde Beijing a Washington, de Berlín a Brasilia, de Moscú a Tokio –gobiernos, medios de comunicación y ciudadanos se mostraban temerosos y acosados.
"Este tipo de ansiedad globalizada es inusual. Durante los últimos 30 años y más, ha habido al menos una potencia mundial que era disparatadamente optimista. A finales de 1980 los japoneses todavía estaban disfrutando de un auge de décadas –y confiadamente compraban activos en todo el mundo. En la década de 1990 Estados Unidos disfrutaba de la victoria en la guerra fría y de una larga expansión económica. Al comienzo del 2000 la UE estaba en un excelente estado de ánimo, con el lanzamiento de una moneda única y la casi duplicación de sus miembros. Y durante la mayor parte de la última década, el creciente poder político y económico de China ha inspirado respeto en todo el mundo.
"Sin embargo, en este momento todos los grandes jugadores parecen sumidos en la incertidumbre –incluso temerosos. La única excepción parcial que me encontré este año fue la India, donde la élite de los negocios y de la política todavía parecía impulsada por el celo reformista del primer ministro Narendra Modi.
"Por el contrario, en Japón, se está desvaneciendo la fe en que las reformas radicales, conocidas como Abenomics, puedan realmente romper el ciclo de deuda y deflación del país. La ansiedad japonesa está alimentada por las continuas tensiones con China. Sin embargo, mi principal impresión de una visita a China, a principios de año, es que este es también un país que se siente mucho menos estable que hace incluso un par de años. La época en la que el gobierno sin esfuerzo despachaba crecimientos anuales del 8 por ciento o más ha terminado. Las preocupaciones sobre la estabilidad financiera interna van en aumento, como revelaron los trastornos en la bolsa de Shanghai durante el verano" “2016: Un mundo en el filo de la navaja” Alan Woods (7/01/16).
“Todo lo sólido se desvanece en el aire, todo lo sagrado es profanado,
y los hombres, al fin, se ven forzados a considerar serenamente
sus condiciones de existencia y sus relaciones recíprocas”
Karl Marx
La excelente cita de Marx que hace referencia a la condición destructiva que la burguesía europea llevaba a delante en aquellos años, puede trasladarse a la endeblez de cualquier proyecto capitalista, también en éste momento histórico a partir de la crisis mundial instalada en 2008.
El intento de conciliar lo imposible: los intereses de los capitalistas y sus instituciones y los intereses de los trabajadores resulta simplemente utópico.
Existe una relación dialéctica entre forma y contenido: en las cosas, en las relaciones y en las instituciones políticas. Erigirse como un árbitro por encima de los intereses opuestos e irreconciliables (entre capital y trabajo), resulta posible en algunas épocas de cierto desarrollo relativo del capitalismo.
Ante la crisis, tan sólo bastó que la burguesía, en su expresión más rancia tomaran nuevamente el timón del Estado después de 12 años, para desmantelar con una cantidad de DNU, un sin número de conquistas que comenzaron en aquel diciembre caliente de 2001: el Argentinazo.
La Ex Presidenta CFK, señaló con claridad al conjunto de la burguesía, que entregaba un “país normal”, haciendo referencia al país que tomaban en 2003, con la gobernabilidad fracturada, con las instituciones del Estado capitalista sin funcionar y altamente cuestionada por las masas al grito “que se vayan todos”.
Bastó tan sólo 35 días, para demostrar la endeblez, la fragilidad de un proyecto político como el del kirchnerismo, basado en el intento de establecer un “capitalismo bueno, con rostro humano”, persistiendo en desarrollar una burguesía nacional, patriótica, que “defienda” los intereses del conjunto de la nación. Es esta misma burguesía nacional, patriótica la que hoy arremete contra las mesas obreras y sectores populares.
La idea sostenida durante doce años, que el “Estado presente” se antepone a un “Estado ausente”, parece algo tan endeble como el mismo proyecto. En el ideario nacional y popular, un "Estado presente" sería aquel que interviene regulando al mercado, entiéndase tranquilizando a los capitalistas a través de subsidios y también con una fuerte inversión social. Un "Estado ausente", como sería el caso en la década del ’90, pareciera que el mismo literalmente no existiera, que sólo el dios mercado dictaminara el destino de millones de personas; pero en realidad siempre es un "Estado presente", en el caso de los ’90 como hoy, garantizando los negocios de la burguesía nacional, patriótica y del imperialismo. Tan sólo basta ver a Estados como el de EEUU o Alemania, para echar por tierra las teorías keynesianas de Kicillof y CFK. ¿O acaso EEUU se lo puede caracterizar como un “Estado ausente”? Por el contrario, no sólo es uno “presente” sino además fuerte, intervencionista, belicista, etc. ¿O acaso Alemania no juega un papel de desmantelamiento del "Estado benefactor" post 2° Guerra Mundial en UE a través tanto de su brazo económico -Troika- como su autoridad como Estado más poderoso dentro de la UE?
Como conclusión, la política de los reformistas hoy es la contrarreforma. Por ello, la lucha por cualquier reforma inexorablemente va unida a la lucha contra el capitalismo y por el Socialismo.
Resistiendo con aguante para derrocar al capitalismo
A partir de los resultados de las elecciones del 25 de octubre un sector creciente de la sociedad se agrupó con el candidato Daniel Scioli contra el macrismo. Así pues, los resultados del balotaje del 22 de noviembre, achicó de manera notable la brecha de la primera vuelta. Este reagrupamiento estuvo a la izquierda de la direcciones que se mostraban consternados y reacomodándose -sin autocritica mediante- a las nueva etapa abierta por el advenimiento del macrismo.
Hoy las movilizaciones y actos auto convocados por esta porción creciente de la sociedad, que pone de manera contradictoria, en escena a Axel Kicillof, Wado de Pedro, Martín Sabbatella y otros políticos kirchneristas o a Víctor Hugo Morales, como así el abrazo al Congreso, etc. son el centro político de los últimos días.
Por otro lado, ha comenzado a organizarse ciertos sectores políticos sindicales como el caso de la Mesa Sindical en Rosario como también en otros lugares, en el intento de dar una respuesta ante los despidos y las negociaciones paritarias.
Desde nuestra Corriente Socialista Militante, saludamos e intervenimos en estos actos y marchas, pero con el convencimiento que hay que dar un paso más en claridad y organización. Se trata de poner en debate que las mismas se trasformen en genuinas asambleas, que participemos activamente, haciendo uso de la palabra y definiendo qué y cómo llevar adelante un plan de lucha para revertir la situación presente. Ganar en amplitud, ligarnos a los sectores obreros que han comenzado a organizar la resistencia, preparar la etapa que viene y armarnos del programa correcto es la tarea.
La necesidad política de avanzar hoy pasa por organizarnos en las ideas de la nacionalización de las palancas fundamentales de la economía bajo control obrero, discutir la necesidad de la propiedad común de la tierra, los bancos, y las principales industrias. Plantear que un plan de producción común es la única manera de movilizar el colosal potencial de la industria, la agricultura, la ciencia y la técnica en beneficio de la mayoría aplastante de la población y no para el enriquecimiento obsceno de una minoría de empresarios, banqueros y terratenientes como ocurre hasta ahora. Estas son las tareas, y el debate de fondo que demos impulsar, sumado a no ceder y defender las negociaciones paritarias anuales. Impugnar las presiones de los organismos internacionales de usura. Organizarnos por la continuidad y resolución definitiva en una mega causa de los juicios de lesa humanidad contra los represores civiles y militares. Repudiar y organizar la defensa de cualquier organización política o sectores populares que sean atacados, como es el caso de la dirigente de Tupac Amaru y parlamentaria del Mercosur, Milagros Sala; acusada por Gerardo Morales de la UCR por instigación a cometer delitos y tumultos por el acampe frente a la gobernación de Jujuy.
Se trata de construir Unidad con claridad. No podemos avanzar de marcha en marcha ya que por cierto, quienes marchamos no lo podemos hacer siempre, se trata de crear, no para el futuro sino para ayer, una Corriente anti capitalista que vaya planteando la necesidad de una nueva legalidad. Forjar este movimiento es la tarea de la hora.