“El cinismo es la brutalidad en estado puro”
En este primer debate del día domingo, rumbo a las elecciones presidenciales de México, observamos tres aspectos fundamentales:
Por un lado un ataque constante a AMLO por parte de los demás candidatos, que son la voz de los diferentes sectores de la burguesía y el imperialismo que han hundido a este país en la barbarie.
El segundo aspecto a resaltar es el cinismo de los candidatos de la derecha, a los cuales les importa poco lo que hoy sufre sobre todo la clase obrera y demás sectores empobrecidos, afirman que lo que han hecho hasta ahora (la vorágine de sangre, los ataques a toda la población, la corrupción, la violencia y el robo descarado de los políticos, etc.) son la base para “un nuevo país”.
Por último, dentro de la clase dominante existía la intención de escoger un candidato “fuerte” de la derecha, al cual comenzar a brindar todo su apoyo, hacerle frente a AMLO y para que gane a como de lugar las elecciones; sin embargo, parece que no se ha encontrado al “delfín” pues todos son unos corruptos, inútiles, cínicos y grises. La bancarrota del capitalismo se refleja en la mediocridad de sus representantes.
La forma
El Instituto Nacional Electoral (INE) organizará 3 debates a lo largo de estos meses. Supuestamente la idea es que los candidatos puedan dar a conocer sus ideas, que toda la gente los conozca y así tenga una mejor visión para decidir su voto. Podemos decir que el método en que se organizan no permite el conocer las propuestas de ninguno de los candidatos, pero si son utilizados para atacar y decir mentiras tan escándalosas o jactarse cínicamente de su política anti obrera y corrupta.
Cada uno de los candidatos tenía un fin para este primer debate. AMLO, como puntero de todas las encuestas electorales, tenía como principal objetivo, el esquivar lo mejor posible todos los ataques, sabía que todos se le irían a la yugular y que sería el centro de las críticas. Su estrategia le funcionó a medias, usó su tiempo en responder a los ataques, prácticamente no hizo propuestas; el tiempo de sus participaciones se terminaba con sus defensas. Mientras esto sucedía, los demás contrincantes se quedaban con tiempo suficiente para enumerar propuestas –algunas hubieran sido mejor no ser dichas, como la del Bronco, de cortarle la mano a los rateros-. Tampoco del lado de la derecha hubo propuestas claras y sólidas.
La estrategia de los otros 4 tenían puntos de encuentro: atacar con todo a AMLO, esto es lo que los unió durante todo el debate. No obstante, entre ellos hubo ciertos ataques violentos –que los periodistas a sueldo de la burguesía recriminaron “en lugar de atacarse entre ellos, deberían atacar a AMLO”.
Los dos “independientes” (una panista y el otro priista, ambos continuadores de una política de terror y ataques) saben que no tienen ninguna posibilidad de ganar las elecciones, están ahí con la finalidad de robar algunos cuantos miles de voto a AMLO, su papel es de paleros del régimen.
Los otros dos candidatos de los partidos y coaliciones de la derecha, Meade y Anaya, estaban peleando algo más y por eso su estrategia los llevó a la confrontación. No sólo están pugnando por el segundo lugar en las encuestas, sino que, de alguno de ellos tiene que salir el “delfín” que escoja la burguesía para que sea su candidato fuerte para enfrentarse a AMLO. La gente del poder sabe perfectamente que si continúan las divisiones en los partidos de la derecha no tienen ninguna posibilidad de ganarle a Andrés, incluso con su fraude que a todas luces están preparando. Esto hizo que la estrategia de Meade y Anaya no sólo se centrara en querer aplastar a AMLO, sino en dar buenos golpes entre ellos para demostrar quién es el menos corrupto, el más hábil y mejor “posicionado” frente a los indecisos. Ninguno de los dos jugó un papel decisivo en este debate, algunos comentaristas dicen que Anaya ganó el debate y que ganará, en los próximos días de 4 a 6 puntos y Meade se hundirá, otros dicen que será lo contrario.
El fondo
En general las campañas electorales son un gran circo donde la mayoría de los candidatos dicen mentiras y prometen grandes cosas con el fin de que la gente vote por ellos. Si esto no funciona siempre hay otra opción, imponer por la fuerza el triunfo (ya sea la fuerza del dinero comprando la elección –cosa que el PRI sabe hacer muy bien, se puede decir que ese es su mayor virtud- o por la fuerza de las armas o instituciones armadas, las leyes facciosas y las instituciones tendenciosas).
En este gran circo, las sombras que te ofrecen o que puedes ver son reflejo de una realidad. Lo que vimos ayer es un reflejo, entre sombras, de lo que cada uno de los candidatos y bloques partidarios proponen. Tanto Anaya como Meade, Margarita y el Bronco proponen seguir manteniendo la política de “confrontación”, militarización y violencia. Alguno de ellos dijo que la estrategia no había funcionado porque sólo se ha descabezado a los carteles, que lo que se trata es de aniquilar las estructuras, hay pequeñas diferencias que intentaron explicar, pero todos mantienen que se tiene que seguir la ruta.
¿Cuál es el camino que proponen? El que ha costado más de 300 mil muertos en 12 años, más de 30 mil desaparecidos y desplazados de guerra; el camino de los feminicidios y ataques sexuales, el del despojo y la muerte. Ellos cínicamente dicen que esto tiene que seguir. Que la guerra civil que se inició hace 12 años, contra el pueblo desarmado, tiene que seguir adelante.
Meade acusó a AMLO de hacer un pacto con los mafiosos, con los malos y los violentos, se olvidó comentar que el ejército encabezado por Peña Nieto es el que ha asesinado en Tlatlaya, Ayotzinapa, etc. que es el PRI y el PAN quienes han hecho alianzas con los carteles de la droga para ganar elecciones, para imponer candidatos, para lavar dinero, etc. Actualmente más de 20 ex gobernadores del PRI, PAN y PRD acusados de vínculos con el crimen organizado.
Lo mismo sucede con el combate a la corrupción. El Bronco, Margarita, Ríos Piter (que ahora anda del brazo con Meade apoyando su campaña) fueron acusados por el propio INE de haber falseado más de la mitad de sus firmas para conseguir el registro como candidato, también de utilizar fondos de procedencia desconocida. Anaya fue acusado, hace un mes y medio, de lavar dinero y no se sabe la procedencia de dinero para mantener sus gastos corrientes, Meade es el candidato del partido más corrupto del país, representante del presidente más odiado en la historia reciente.
Estas propuestas de los candidatos, sus posiciones con respecto la corrupción, la forma en que argumentan sus políticas y la forma en que atacan a AMLO (no estamos de acuerdo con todas las propuestas que él defiende) son un insulto a la inteligencia de cualquier persona mínimamente enterada de lo que sucede en el país.
Conclusión
Dice un refrán que “el pez muere por su boca”, este primer debate puso a hablar a los candidatos y a decir verdad, la mayoría perdieron por sus propuestas. Como alguno de ellos dijo: “se trata de dos proyectos”, el de seguir igual y profundizar la barbarie que hoy se tiene o intentar un cambio tímido como el que propone AMLO.
Lo más importante que quería la burguesía y el imperialismo no lo pudieron cumplir, que era atacar y hundir a AMLO. Esto no funcionó del todo, porque quien lanza las acusaciones no tiene ninguna autoridad moral, son unos sinvergüenzas y cínicos que muchas de las personas ya no no les cree.
Lo segundo, era sacar el elegido para apostarle y hacerle frente a AMLO. Tanto Anaya como Meade están elevando ese puesto pero ninguno de los dos se ha visto claramente como el más fuerte o el más listo. Esto no puede continuar por mucho tiempo. Hay muchos intereses partidistas particulares que están presentes en la elección y esos políticos y burócratas no están dispuestos a que su candidato decline por alguien más, o por lo menos que sea la sombra del verdadero contrincante de AMLO.
La burguesía tendrá que presionar y zanjar este problema lo antes posible, algunos piensan que ser´s Anaya el designado. Es probable que se apueste por él, pero con el detalle de que ya iniciada la campaña la burguesía no tenga un “candidato fuerte” habla de las contradicciones que existen en su interior y sus dificultades para poder ponerse de acuerdo.
Digno es de mencionar que antes de comenzar el debate hubo movilizaciones de algunos grupos en la Ciudad de México, que se manifestaron en contra de AMLO, después se supo que habían sido citados por el Sindicato del Gobierno de la Ciudad de México, un sindicato priista, así como por la agrupación de choque del PRI Antorcha Campesina. Este también es el sello, con el cual este partido presionará para ganar las elecciones y posicionar a su candidato frente a los dueños del dinero, “si no se puede a la buena, pues a la mala”. Estas provocaciones deben ser respondidas firmemente con la movilización de masas.
Por nuestra parte seguimos insistiendo que la única forma es que se puede terminar con la violencia, los asesinatos, la pobreza y la corrupción, es con una lucha frontal contra el capitalismo y su régimen actual, los cuales traen intrínseco el germen de la descomposición que hoy vivimos.