El 01 de octubre el gobierno de Lenín Moreno anunció un paquetazo de contrarreformas por un por valor de US $ 2.200 millones las cuales golpearían severamente el bolsillo de la clase trabajadora ecuatoriana. Estas reformas son una exigencia del Fondo Monetario Internacional, como parte de los requisitos que se necesitan para un nuevo préstamo multilateral por 10 mil millones de dólares, donde el FMI aportará $ 4,2 mil millones. Incluyen la eliminación de los subsidios al combustible que vendría a elevar significativamente los precios de estos, por ejemplo, el costo del diésel pasó inmediatamente de $1,03 por galón a $ 2,27, y la gasolina subió de $ 1,85 por galón a $ 2,30, lo que por consecuencia eleva el costo de la vida (granos básico y movilidad) a niveles inalcanzables para las masas empobrecidas.
Entre otras medidas, también se ha pedido reducir los días de vacación de 30 a 15 para los empleados públicos, una contribución especial de un día de salario y la renovación de contratos temporales con una pérdida salarial del 20%, un plan para despidos masivos en el sector público y una contrarreforma integral de los contratos de trabajo.
La respuesta de las masas trabajadoras y campesinas, la juventud y los indígenas en estos últimos 5 días ha sido enorme, en consecuencia Lenín Moreno decretó el Estado de excepción, suspendiendo todos los derechos civiles y ha militarizado el país, sin embargo, no ha podido detener el movimiento insurreccional de las masas. El ejército ha reprimido violentamente a los manifestantes, en muchos vídeos se puede ver como los aparatos estatales utilizan métodos represivos para romper las movilizaciones y se habla ahora mismo de por los menos dos muertos en las manifestaciones.
Lenín Moreno argumenta que las movilizaciones de los últimos días, es provocada por un complot del régimen de Maduro y Correa contra su gobierno, una ridiculez total, la principal razón por la que las masas están alzadas es la defensa de sus condiciones de vida, las contrarreformas son un golpe directo a las ya miserables condiciones de vida que este pueblo tiene. Por tanto, es totalmente absurdo acusar a elementos externos, el despertar se debe a que miles de trabajadores e indígenas están hartos de las condiciones de pobreza producto del sistema capitalista y la concentración ostentosa de la riqueza en manos de la burguesía ecuatoriana.
El discurso de Lenín Moreno ha sido respaldado en primer lugar por la derecha Venezolana, Julio Borges ha declarado en su cuenta de Twitter: “Lo que está ocurriendo en Ecuador es una muestra del plan de desestabilización regional de Maduro y Castro. Buscan generar focos de violencia y perturbar la vida democrática de los países libres. ¡La comunidad internacional no puede permitir la consolidación de este proyecto!”; a estas declaraciones absurdas se han sumado organismos internacionales reaccionarios como la OEA y algunos gobiernos latinoamericanos de derecha recalcitrante.
La OEA encubriendo a los represores del pueblo
La OEA que frente el fraude electoral en Honduras (2017) y la criminalización de las protestas y los asesinatos selectivos de la dictadura mantiene un ensordecedor silencio, ha emitido un comunicado que reza de la siguiente manera:
“La libertad de expresión y de protesta pacífica son derechos fundamentales protegidos por la normativa interamericana. En tal sentido, es deber del Gobierno del Ecuador garantizarlos en el marco de la Constitución y la ley. No obstante, es injustificable que algunos actores los conviertan en un derecho a la violencia, al saqueo y al vandalismo”. Ignorando que Lenín Moreno ha declarado Estado de excepción y ha sacado al ejército con todo su poderío a las calles para reprimir a un pueblo que para ellos no son más que vándalos violentos que alientan saqueos. Vaya que si están bien informados estos señores y señoras defensores de las libertades democráticas.
A este comunicado se ha unido otro, firmado por siete gobiernos latinoamericanos: Argentina, Brasil, Colombia, El Salvador, Guatemala, Paraguay y Perú, y en esencia no cambia las falsedades y abstracciones vacías que plantean los títeres de la OEA, desconocen los derechos de los trabajadores y respaldan las acciones violentas del gobierno represor de Lenín Moreno. El texto escuetamente en dos párrafos dice:
“(Los países) manifiestan su rotundo rechazo a todo intento desestabilizador de los regímenes democráticos legítimamente constituidos y expresan su firme respaldo a las acciones emprendidas por el presidente Lenín Moreno para recuperar la paz, la institucionalidad y el orden, utilizando los instrumentos que le otorgan la Constitución y la ley, como lo ha venido haciendo”.
“Así mismo, rechazan toda acción encaminada a desestabilizar nuestras democracias por parte del régimen de Nicolás Maduro y de los que buscan extender los lineamientos de su nefasta obra de gobierno a los países democráticos de la región”.
El club de los gobiernos títeres de Latinoamérica
Para los gobiernos decadentes de estos países todo es obra de una provocación muy bien planificada, tan planificada que ha logrado mover a millones de personas. Esto ya no es absurdo sino totalmente ridículo. No dicen nada de los graves riesgos a los niveles de vida de millones de ecuatorianos con las reformas que se quieren implementar, ni tampoco de las acciones violentas y represivas del Estado, de los manifestantes heridos y asesinados por los militares en estos días. Aquí lo único que interesa es la libertad (la libertad de los ricos para explotar), la democracia (la democracia que te permite tener un gobierno que ataca tus niveles de vida) y la paz (la paz de la burguesía y sus fieles servidores burócratas del Estado).
Como marxistas del BPJ rechazamos que la Canciller de El Salvador por órdenes del presidente Bukele -marioneta de Trump- haya firmado este comunicado respaldando un gobierno traidor y represivo. El pueblo debe observar que Bukele ha terminado alineándose a los países que defienden a los gobiernos más reaccionarios de la región, defendiendo los intereses de los EE.UU., apoyando el bloqueo y boicot a la economía de Venezuela y Cuba, esto es ponerse de lado de los intereses del imperialismo, de las grandes empresas y los bancos, para pasar por encima de los intereses de los más pobres.
No es extraño que el gobierno reaccionario de El Salvador se sume al coro de gobiernos títeres de la región latinoamericana, pues en el futuro necesitarán que respalden las acciones que ya ha empezado a desarrollar, acciones como los despidos en las instituciones del Estado, la reducción del gasto social por mandato también del FMI, el acoso al movimiento sindical y a la prensa, etc., y todas las contrarreformas que el FMI en el futuro le exigirá. Los ataques de Lenín Moreno tendrán también una versión chilena, peruana, guatemalteca, salvadoreña en el futuro.
Solidaridad con la lucha revolucionaria del pueblo de Ecuador
Como revolucionarios nos solidarizamos con la lucha heroica del pueblo de Ecuador y la asumimos también como una lucha nuestra, bajo la bandera del internacionalismo proletario, pues nos unen los hilos de la explotación, la opresión y la miseria que el capitalismo nos impone a través de sus gobiernos. Animamos a los trabajadores a tomar las riendas de la sociedad en sus propias manos, a organizarse en todos los rincones del país y a confiar solo en sus propias fuerzas, no más oportunistas y traidores en los procesos revolucionario, por la construcción de un Ecuador socialista que expropie las grandes transnacionales y ponga todos los recursos del país al servicio de las clases más pobres de la sociedad. La lucha revolucionaria avanza nuevamente en toda Latinoamérica, construyamos la Federación de Repúblicas socialistas de América Latina. ¡El pueblo unido jamás será vencido!
San Salvador, 09 de octubre del 2019