El panorama de las elecciones para la presidencia y vicepresidencia 2019-2024, de parte del partido de derecha Alianza Republicana Nacionalista ARENA y su electo candidato para la presidencia: Carlos Calleja, resalta no solo por el absurdo de su campaña ya sea utilizando símbolos patrios como la bandera de El Salvador (algo prohibido según la Ley de Partidos Políticos[1]), sino también por su actitud pública haciéndose destacar como “católico”, pieza milagrosa para salvar el historial de corrupción de su partido, o bien adoptando una personalidad de “salvadoreño de a pie” conocedor de las necesidades de la clase trabajadora (lo cual viniendo de un candidato de derecha y empresario no podría reflejar más que la hipocresía característica de tal contexto electoral).
No sorprende, sin embargo, cualquier posible táctica en la campaña de Carlos Calleja en un punto de la historia donde la población ya no cree ni se queda pasiva ante las falsas promesas de progreso tales como: “Trabajo para Todos”, su disfraz de candidato altruista para salvar del abandono a los sectores más pobres del país y poner en su agenda la agroindustria, apoyar a los emprendedores e impulsar el talento nacional, abastecer de medicamentos toda la red hospitalaria, y la más risible “limpiar” el nombre de su partido ARENA.
Si dichas propuestas no tuvieran nombre y apellido no cabe duda de que serían de ayuda para la población, pero, al tener en cuenta: 1) La procedencia del candidato (empresario y explotador de la clase trabajadora como dueño de la cadena de supermercado “Súper Selectos”), 2) El partido político (artífice de hechos inhumanos como el asesinato del Monseñor Óscar Arnulfo Romero entre otros crímenes perpetrados por grupos paramilitares vinculados a ARENA durante la guerra civil, más la racha de robos de los fondos públicos que ascienden a millones desde Alfredo Cristiani hasta el presidente Elías Antonio Saca), y 3) Los intereses de clase para mantener el poder político y continuar la acumulación de capital en manos de la minoría oligárquica del país, mientras el resto de la población sobrevive con un insignificante salario mínimo, matándose horas extras, pagando 8 veces más impuestos que el sector de la empresa privada, y en general la eterna condición de miseria en que se mantiene al proletariado reflejo de un sistema que solo vela por los intereses de la clase burguesa.
Con la permanente ambición política y demagogia de los adeptos a este partido, no descartamos que Carlos Calleja gane votos utilizando como es costumbre el juego ideológico de ARENA con la ayuda de la desbordante publicidad en medios de comunicación como TCS, periódicos como El Diario de Hoy o La Prensa Gráfica (cómplices todos de la doctrina opresora derechista del país). No obstante el ánimo de las masas por desechar lo podrido del sistema y buscar nuevas alternativas está vigente, a pesar de que el nivel político de la población aún es incipiente, una dirección y organización consciente del pueblo será la única solución para lograr un cambio total del sistema capitalista opresor actual. Como dijo el poeta salvadoreño Roque Dalton: “Bajo el capitalismo nos duele la cabeza… El comunismo será entre otras cosas, una aspirina del tamaño del sol”.[2]
[1] Normativa electoral. Tribunal Supremo Electoral. En línea: https://www.tse.gob.sv/documentos/normativa-electoral/Ley-de-Partidos-Politicos-de-El-Salvador.pdf
[2] Poema “Sobre dolores de cabeza” Roque Dalton, tomado del poemario Taberna y otros lugares.