En marzo hemos cumplido dos años del primer gobierno ganado por nuestro partido de izquierda el FMLN, este es un paso histórico que nadie está dispuesto a rebatir. Además tenemos la situación difícil que atraviesa el partido mayoritario de la derecha, ARENA, que a pesar que en la última encuesta aparece casi 10 puntos abajo del FMLN no es descartable que se recupere y que haga un freno mayor a las propuestas del gobierno.
En marzo hemos cumplido dos años del primer gobierno ganado por nuestro partido de izquierda el FMLN, este es un paso histórico que nadie está dispuesto a rebatir. Además tenemos la situación difícil que atraviesa el partido mayoritario de la derecha, ARENA, que a pesar que en la última encuesta aparece casi 10 puntos abajo del FMLN no es descartable que se recupere y que haga un freno mayor a las propuestas del gobierno.
Este año se cerrará con la carrera electoral por los comicios de marzo 2012 para diputados y alcaldías, este será un gran momento para que el FMLN demuestre su apoyo de masas y que permita tener una asamblea con mayoría, esto es de gran importancia para terminar las promesas de campaña como un éxito, pero también debe fortalecer al partido en sus posiciones políticas dentro del gobierno.
El diputado Sigfrido Reyes asumió hace pocos días la presidencia de la asamblea, algo que fue posible solamente por la crisis del partido ARENA y que terminó con la fuga de varios de sus diputados dando nacimiento al nuevo partido GANA. La derecha nunca permitió que nuestro partido ocupara este cargo a pesar que tener la mayoría de diputados, en la última elección el FMLN tenía ese derecho. Además de que el fósil de Ciro Cruz Cepeda tampoco quería dejar ese curul que había ocupado por mucho tiempo. La pregunta ahora es ¿en que beneficia esta presidencia?
En primer lugar el FMLN es el partido de la clase trabajadora de El Salvador y su política debe defender estos intereses dentro del parlamento y utilizarlo para la lucha de clases. Esto es de suma importancia pues la máscara de la democracia burguesa hace creer a cada momento que el discurso de unidad entre ricos y pobres (distintos sectores suele llamárseles) resolverá los males de nuestra sociedad. Ante esto se debe tener cuidado pues no puede supeditarse la lucha exclusivamente al parlamento. Es cierto que desde ahí se pueden llevar a cabo importantes reformas que beneficien a la mayoría, pero también es cierto que cualquier reforma por mínima que sea siempre estará en peligro si no hemos acabado totalmente con la burguesía y el capitalismo tanto a nivel nacional como internacional.
Es muy importante tener la presidencia de la asamblea porque no será tan fácil para la derecha aprobar aquellos paquetazos que parecían salir de la nada y que de la noche a la mañana eran aprobados sin que se supiera mayor detalle del contenido y que por lo general implicaban ataques a la clase trabajadora. Por lo general leyes como las de las privatizaciones pasaban por este mecanismo en el que Ciro Cruz Cepeda ciertamente era juez y parte. Además que el FMLN tenga este tipo de información de primera mano significa que puede apoyarse en las masas para detener cualquier intento de boicot al gobierno.
UNA ACCIÓN REVOLUCIONARIA DENTRO DEL PARLAMENTO BURGUÉS
Para cualquier militante está claro que el Estado ha estado postrado al servicio de la derecha, que la mayoría de leyes y mecanismos están encaminados a distraer la atención de los problemas más serios y llevarlos a un nivel exclusivamente legal. Acá hay un objetivo claro, el mensaje más concreto es: Si ahora son diputados estas son las reglas democráticas del juego. La lucha de clases no cabe en la asamblea donde abordamos los problemas en un amplio debate y esperamos llegar a un consenso, así la izquierda debe dejar atrás la lucha en las calles etc.
Lenin dedicó mucho tiempo al estudio del estado así como a la defensa de construir una nueva estructura de representación basado en la mayoría de explotados. Pero esto no lo hacía por casualidad. Para un marxista debe estar claro que el estado burgués sirve a los intereses de los grandes empresarios y que una sociedad socialista necesita un aparato distinto para poder ejercer un control democrático, centralizado y sobre todo revolucionario sobre la vida política y económica del país.
No podemos acomodarnos dentro de los límites legales del parlamento sino provechar esos espacios ganados para desenmascarar el papel reaccionario y de freno que estas instituciones representan. La burocratización es un peligro inminente y se debe tener claridad ideológica para no sucumbir ante las presiones que este invernadero representa. El mayor delito de la burocratización no son largas filas ni atenuantes papeleos sino el detener a las masas en su ascenso a la lucha, en no tomar en cuenta la iniciativa de la militancia y reducir el método de lucha a la aritmética parlamentaria en la cual nuestro partido esáa en desventaja. Los dirigentes del partido deben estar en constante contacto con las bases así como de rendir cuentas claras y debatir ampliamente cual debe ser la aptitud del partido ante las diferentes problemáticas del país. Pero también es necesario recordar que no basta con aceptar que hay problemas, no basta con declarar que hay ricos y pobres, la lucha de clases debe trascender a la lucha por el poder y por la expropiación de la burguesía, además de luchar por instaurar un gobierno obrero en el que las palancas de la economía estén en férreo control de los trabajadores.