¿Existe libertad de prensa en el capitalismo?

Toda clase que ostenta el poder económico, domina a su vez el poder político, y por consiguiente sus medios de expresión, léase medios de comunicación orales, escri­tos y digitales oficiales. Quien tiene el poder material de una sociedad debe crear mecanismos ideológicos en defensa de ese poder. Dentro de la sociedad capitalista, la burguesía como clase explotadora en el poder, domina la mayoría de los medios de comunicación que informan al proletariado, la clase explotada, de su situación social. Es decir, que la burguesía no solo explota y domina, por medio del capital, a la fuerza de trabajo del proletario, sino también controla y domina, por medio de sus órganos de di­fusión oficiales, su forma de pensar y actuar.

Toda clase que ostenta el poder económico, domina a su vez el poder político, y por consiguiente sus medios de expresión, léase medios de comunicación orales, escri­tos y digitales oficiales. Quien tiene el poder material de una sociedad debe crear mecanismos ideológicos en defensa de ese poder. Dentro de la sociedad capitalista, la burguesía como clase explotadora en el poder, domina la mayoría de los medios de comunicación que informan al proletariado, la clase explotada, de su situación social. Es decir, que la burguesía no solo explota y domina, por medio del capital, a la fuerza de trabajo del proletario, sino también controla y domina, por medio de sus órganos de di­fusión oficiales, su forma de pensar y actuar.

¿Cómo debe la clase trabajadora combatir esta dominación ideo­lógica? Lenin en varios textos criticó que la libertad de prensa e imprenta dentro del capitalismo es la libertad de los ricos para comprar y falsear la opinión pública. Por ello, no es extraño que los escándalos recientes que La Prensa Gráfica ha realizado, en los que se han visto involucrados diputados del FMLN como Lorena Peña y otros, posean información sesgada y manipulada con el fin de desacreditar a dichos diputados en particular, y al partido de los trabajadores salvadoreños en general. Esto seguirá siendo así, mientras quienes tienen los medios de producción material en sus manos, controlen también los medios de difusión ideológica. Y mientras que La Prensa Gráfica, El Diario de Hoy y sus derivados sigan siendo propiedad de un puñado de capitalistas y, por ende, sigan controlando la opinión pública en contra de los movimien­tos progresistas y revolucionarios; además de que sigan evadiendo y eludiendo impuestos y acumulando ganancias no sólo a costa de la explotación de los trabajadores de sus proveedoras de materias primas, y de la opresión de sus trabajadores de planta, sino tam­bién a costa de engañar, manipular y sesgar la información de lo acontecido en nuestro país. Lenin completó su crítica a la libertad de prensa en la sociedad burguesa planteando su erradicación por medio de la expropiación de los grandes medios de imprenta, edi­ción y distribución de los capitalistas. Se debe liberar a la prensa del yugo del capitalismo y esto solo es posible a través de poner a funcionar los grandes medios prensistas bajo la dirección ideoló­gica de la clase trabajadora. Solo esto puede asegurar la libertad de prensa para la clase trabajadora.

Actualmente, los trabajadores salvadoreños tenemos un partido revolucionario que ha sido construido e instruido sobre la base de luchas, sangre y sudor de miles de hombres y mujeres por décadas, que hoy ostenta el poder ejecutivo, y que consideramos debe ser la plataforma para desenmascarar a los medios de comunicación burgueses, y para agitar en torno a lo que Lenin planteó. Los me­dios de comunicación que el FMLN ya edita y difunde son un paso adelante y debe mantenerse a toda costa. Sin embargo, conside­ramos muy limitado este material y su forma por dos cosas: por un lado, el poco conocimiento de la militancia sobre su financia­miento y, por otro lado, las pocas directrices y preparación para la lucha revolucionaria de la clase obrera en contra de los grandes empresarios.

Ante ello, exhortamos a nuestro partido a que el financiamiento de nuestros órganos de difusión sea obra de las mismas cotizacio­nes de la militancia de todas las instancias, la venta y distribución sea masiva y con un alcance considerable para las masas trabaja­doras en las fábricas y centros de trabajo; además, que dichos me­dios de difusión sean espacios para la explicación de la situación política de nuestro país, que la línea política de nuestros órganos sea debatida en los comités de base, así como sus consignas y pro­puestas, que no solo alabe lo conseguido, sino que incite a man­tenerlo e ir por más. En síntesis, que sean órganos de formación política para los trabajadores que les dote de armas ideológicas ba­sadas en el marxismo revolucionario para combatir a la burguesía, y para empujar hacia medidas radicales que orienten el rumbo de nuestro Gobierno hacia la revolución socialista en nuestro país. A su vez hacemos el llamado a las organizaciones revolucionarias y sindicatos tradicionales de la clase trabajadora salvadoreña a mantener órganos de difusión que expliquen constantemente la necesidad de construir el socialismo científico como única salida a la barbarie material y mental en la que el capitalismo nos hunde cada día más.

 

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