El pasado 7 de abril, nuestro Gobierno del FMLN se encontró en una situación de impago, esto ante la negativa del partido ARENA de brindar sus votos para un nuevo préstamo con valor de 282 millones de dólares, lo cual permitiría evitar el impago y sus consecuencias, aunque esto al final solo sería un calmante a la aguda crisis fiscal que atraviesa el país. La cual en ningún momento afecta los intereses de la burguesía, pero sí lacera cruelmente los bolsillos de los trabajadores, generándoles cargas más difíciles de soportar. Las consecuencias de dicho impago se hicieron sentir en la calificaciones de las casas acreedoras, lo cual generará un efecto especulativo en la banca que terminará por acrecentar los intereses de los préstamos al por menor en los bancos del país; esto aumentará considerablemente la deuda de todos aquellos que poseen créditos, que en su mayoría pertenecen a la clase trabajadora y a la pequeña burguesía.
La crisis fiscal es un problema que el Gobierno heredó de los 20 nefastos años de los gobiernos de ARENA, en donde el Estado funcionaba para suplir sus ambiciones de lucro. No obstante, la complicación más grande que enfrenta el FMLN se trata principalmente en la dificultad de administrar un Estado burgués como tal, pues en los periodos de crisis es casi imposible maniobrar favoreciendo a la clase dominante y a la clase obrera, como se ha hecho tradicionalmente, situación que se profundiza en plena crisis mundial, esto lo podemos visualizar en los constantes fallos de la Sala de lo Constitucional. Los marxistas hemos sido enfáticos en que el partido de la clase trabajadora debe responder a los intereses de esta, no obstante el Gobierno se topa con obstáculos muy escabrosos dentro de la lógica de las instituciones del Estado que responden a los intereses de la burguesía, por tanto es necesario empezar una agitación política en favor de la revolución socialista, que cambiaría la situación crítica para bien de la clase obrera.
El impago que se generó por la falta de fondos para pagar a los pensionados del IPSFA (impago que se seguirá dando por el déficit fiscal), se debe entender como el efecto o el resultado de la política del manejo de las pensiones privatizadas que sacó a flote la condición deficiente de las arcas del Estado. El Gobierno solicitaba de urgencia 282 millones[i] para poder salir con la obligación de los pensionados, pero en un principio ARENA ha negado sus votos, afortunadamente se ha resuelto momentáneamente, pero al no tener una alternativa revolucionaria al problema, el colapso será para el próximo periodo siempre una alarma latente, pues claramente el endeudamiento no es la solución, sino todo lo contrario es el problema de fondo. Todo esto pasa mientras la gran empresa elude y evade impuestos, dinero que se podría utilizar para garantizar algunas pensiones.
Obstáculos del Gobierno
El Gobierno del FMLN siempre tendrá problemas para administrar un Estado en el que todo su marco legal esta en favor de los capitalistas, mientras no se imponga más impuestos a la gran empresa para resolver una parte del déficit fiscal y se nacionalicen las pensiones, será el pueblo quien estará pagando las duras consecuencias. El partido ARENA esta consiente de cuáles son los intereses que debe defender, es por eso que apoya todas las medidas cuya finalidad sea dar un empuje al gran capital; las apoya decididamente, por ejemplo, una de ellas es el incremento al IVA. Las elecciones legislativas y municipales del próximo año están a la vuelta de la esquina, por lo que, sin dudar, toda medida de bloqueo por parte de ARENA es para desprestigiar al FMLN frente a la clase trabajadora y los más desfavorecidos. Los trabajadores no son indiferentes ante todo esto, siguen de cerca y ponen a prueba al partido que eligieron para que velara por sus intereses.
Por lo tanto esta lógica enfermiza -deuda, préstamo; préstamo, deuda- que es consecuente al razonamiento de la derecha, pero totalmente contradictoria para un Gobierno que debe responder a los intereses de los trabajadores y trabajadoras pasará una factura enorme en las elecciones. Constantemente el FMLN es puesto a prueba sobre cuáles son los intereses que debe defender: si los del FMI y la burguesía nacional, o los intereses de los trabajadores. Los marxistas del BPJ no nos cansaremos de decir que el FMLN debe defender un programa revolucionario que responda a los intereses de la clase trabajadora, y no uno que busque conciliar con el gran capital.
La hipocresía de ARENA no conoce límite, se atreven incluso a decir, por un lado, que abogan por el pueblo; pero por el otro, hacen constantes llamados a la austeridad del Gobierno, respecto a los beneficios (subsidios, programas sociales, etc.) que este impulsa en favor de la clase trabajadora. Sin embargo, no alzan la voz cuando el Gobierno destina 300 millones de dólares a los grandes terratenientes ¡ahí olvidan su tan promulgada austeridad!
A nosotros ya no nos asombra tanta hipocresía de parte de ARENA, está demostrando en la práctica el porqué los acuerdos del 10 de noviembre del año pasado, fueron una hoja de parra. ARENA está dispuesta a sabotear completamente al Gobierno del FMLN, su objetivo es volver a poner el Estado a su servicio, para que este pueda volver a ser saqueado.
Los areneros también denuncian que nuestro Gobierno es el más endeudado a pesar de ser el que más acceso a fondos ha tenido. Pero parece que olvidaron que parte de la deuda que paga el Gobierno es deuda adquirida en los años de Cristiani, y que la actual crisis fiscal y de pensiones son producto de las privatizaciones que se realizaron en los gobiernos areneros.
¿Qué debemos hacer?
Creemos que el FMLN es el partido de los trabajadores, no obstante, también creemos que ha llegado a un punto de prueba crítico, donde sus decisiones deben estar orientadas para el bienestar de los trabajadores y no al mandato de las directrices del FMI, si se quiere mantener en el poder, en otras palabras, debe renunciar al pago de la deuda externa y llevar a cabo una reforma fiscal que logre ingresos a partir de las ganancias de la gran empresa, y no de los bolsillos de los trabajadores como proponen los organismos internacionales y como está diseñado todo el sistema fiscal. No dudamos que el FMLN tiene muchos elementos consecuentes dentro de sus filas, pero también tiene todo tipo de oportunistas y parásitos que solo velan por sus intereses y, por lo tanto, apoyan las medidas que atentan contra los trabajadores. La tarea de todo militante honesto y del partido en general debe ser identificar en sus filas a todo miembro oportunista que apoya las medidas del FMI y luchar implacablemente contra esta tendencia perniciosa. Los dirigentes de nuestro partido deben confiar en el potencial histórico de las bases revolucionarias, impulsar un programa consecuente que permita velar por los intereses de los trabajadores, un programa que no siga los dictámenes del FMI, que responda a la clase trabajadora de manera revolucionaria. El FMLN posee la capacidad de llevar a cabo dicha apuesta, medidas que permita salir del impase de esta crisis fiscal, y de los obstáculos que pone el Estado burgués junto con sus lacayos, ARENA principalmente.
Es decir, debemos comenzar a defender un programa que vaya en la búsqueda del socialismo. La lucha debe ser consecuente y abierta, el doble discurso de ARENA debe ser desenmascarado y los trabajadores deben ser preparados para la lucha revolucionaria.
La crisis de las pensiones cada vez se agudiza más, y no se plantean alternativas que solventen el problema. Creemos que la única salida a dicha crisis es la nacionalización del sistema de pensiones, regresando así al sistema solidario. Nuestra consigna es: ni mixto, ni privado, por la nacionalización de las pensiones. En este caso tajantemente no compartimos la idea de un sistema mixto como sugiere el Gobierno, por el hecho de que se mantiene la participación de las AFP en dicho sistema, ya no podemos permitir eso, el sistema debe ser completamente nacional. La farsa que el INPEP no funcionaba en el pasado es parte de los argumentos de la burguesía para ocultar la realidad, si bien es cierto que el INPEP necesitaba algunos ajustes en cuanto a formas administrativas, seguramente de haber seguido dicho sistema no nos encontráramos en la crisis que estamos ahora: al borde de que los trabajadores no puedan tener acceso a su pensión mínima.
El capital jamás velara por los intereses de los trabajadores. ¡Solo el pueblo salvará al pueblo! Por eso el proletariado tiene la gran tarea de eliminar este sistema opresor que lleva a la humanidad al borde de la extinción. El FMLN debe tomar de partida al proletariado junto a la pequeña burguesía arruinada y demás capas explotadas, nacionalizar aquellas empresas que fueron privatizadas en el pasado y a las que se niegan a pagar impuestos e implementar el control obrero de estas, para evitar la burocratización cancerígena.
Solo el despertar de la conciencia y la organización decidida de la clase trabajadora será garantía de que la lucha por un mundo diferente triunfe. No podemos seguir soportando que los capitalistas, que evaden y eluden impuestos, se sigan dando grandes vidas a costa de nuestro sufrimiento, con nuestra lucha organizada no tenemos nada que perder excepto nuestras cadenas.
¡Hacia la nacionalización de las pensiones!
¡Cárcel para los elusores y evasores fiscales!