El pasado 4 de marzo las masas dieron una lección abrumadora al FMLN y su programa reformista, cientos de miles de personas se abstuvieron de participar en las urnas, como es común en las elecciones legislativas y municipales, pero esta vez para dar un voto de castigo hacia la política reformista del FMLN a lo externo y su régimen burocrático a lo interno, incluso una buena parte de quienes si ejercieron el derecho al sufragio y que simpatizaban o militaban en el FMLN decidieron anular su voto en señal de protesta.
Y es que la crisis de direcciones ha desprestigiado tanto al órgano legislativo y sus funciones que las masas no se sienten representadas por los políticos tradicionales, existe por contraste una crítica fuerte hacia los grandes salarios, bonos, préstamos, etc., que los funcionarios se atribuyen o realizan con frecuencia. Esto es toda una crisis de desprestigio hacia el Estado burgués y sus instituciones que ya hemos explicado en otros escritos y que no profundizaremos aquí.
Este voto de castigo ha significado una brutal derrota del FMLN frente a los demás partidos de derecha en los gobiernos locales. Por ejemplo, hasta el día de ayer lunes, con el escrutinio preliminar del Tribunal Supremo Electoral, se visualizaba que ARENA había conquistado 9 de las 14 cabeceras departamentales del país, mientras el FMLN solo 2. Es interesante observar también como los datos arrojaban, en un inicio, como mejor votados a las capas más jóvenes del FMLN, a excepción de dos o tres mujeres de la vieja guardia, lo cual representaba también una señal de protesta hacia aquellos dirigentes que ya están desprestigiados en las bases, y hoy son relegados por el poder de las mismas dejándoles fuera de sus curules legislativos. Sin embargo, esta mañana el TSE anunciaba un cambio repentino y misterioso para las elecciones a la Asamblea Legislativa, la balanza se torna siempre hacia la derecha, ARENA conseguiría entre 39 y 40 diputados y el FMLN entre 21 y 24, la mayoría de ellos votados por una mínima cantidad de salvadoreños y escogidos tras un desprestigio total de sus funciones, y en el caso del FMLN incluyendo a toda la vieja guardia de la CP.
Los argumentos y los dirigentes del FMLN
Los compañeros que llevan años en las filas del FMLN no podrán olvidar que tras las derrotas electorales que ha sufrido el partido, y que han significado un gran conflictico en sus filas (como en el 2004 con la perdida de Schafick, como en el 2012, etc.), los argumentos de los dirigentes suelen ser los mismos: “la gente es tonta” “la gente se deja engañar y le hace el juego a la derecha” “la gente cree que nos ha castigado, pero se castigan ellos mismos”, etc. Su visión diminuta desde los privilegios que le cede sus puestos burocráticos, no les deja ver más allá de la situación, no les permite analizar sus errores, pues el voto de castigo propiciado por las masas es una consecuencia de dichos errores, por contraste, esto les encierra más en una burbuja de falsos argumentos en la que cada vez son menos quienes quieren entrar en ella. Esto generalmente les lleva a decidir “la rectificación del partido” sobre las mismas bases reformistas, de la misma manera burocrática “desde la CP hacia las bases”, a utilizar métodos de purgas internas o expulsiones con el fin de “limpiar el partido”, y otras artimañas comunes de los partidos estalinistas al verse en una crisis.
Consideramos que el principal error del FMLN, en el externo, es no haber cumplido las expectativas de los trabajadores que le votaron desde el 2009, el dedicarse a administrar la crisis del capitalismo, en lugar, de derrocarle de raíz ha derivado en una serie de políticas y claudicaciones ante el sistema bastante vergonzosas, como el reconocimiento del gobierno ilegítimo de Honduras. Y es que en estos tiempos del capitalismo tardío de nuestros países y su crisis actual, promover la reforma o humanizarlo es imposible y lo que se necesita es una revolución socialista que transforme desde sus cimientos la sociedad actual.
Dentro del programa del FMLN nada de esto ha existido, han planteado durante años que es mediante un cambio gradual y la conquista gradual de las elecciones como se construye el socialismo, que creando “empresas alternativas” como el ALBA combatiremos a los grandes empresarios y monopolios, que faltan 50 años y 10 elecciones presidenciales para comenzar con el socialismo, y otras cuestiones de este tipo que carecen de una perspectiva revolucionaria y que más bien se acoplan, de manera nefasta para el proletariado, al capitalismo mundial.
Toda esta series de políticas conciliadoras entre clases, le ha llevado a un impase al partido, gobernando el país se ha visto en una balanza, si beneficiar a los trabajadores o a los empresarios, y ha tambaleado de un lado a otro queriendo complacer a los dos, y lo que ha logrado es un desprestigio total frente los trabajadores revolucionarios que anhelan conquistar una nueva sociedad, esa nueva sociedad porque la que cayeron tantos camaradas en las décadas anteriores, que derramaron su sangre para construir el proyecto político del FMLN, que con el sudor de su frente y la fuerza de su espalda lucharon hombro a hombro por el socialismo, lucha que los actuales dirigentes no solo olvidaron sino que abandonaron al acoplarse al sistema, en lugar de combatirlo desde dentro.
Como Lenin decía “la política exterior solo es la continuación de la política interior”, esto se aplica no solo a los gobiernos y países, sino a también a los partidos del proletariado, su programa político que se defiende en la política nacional deviene de la ideología, condiciones y régimen interno. La mayoría de organizaciones que construyeron al FMLN luchaban por la democracia pero también por conquistar el socialismo a través de la lucha armada, por tanto, la ideología que el partido ha defendido desde sus inicios es revolucionaria y socialista, como lo reza su primer estatuto “El FMLN es un partido revolucionario y socialista”.
Las condiciones del régimen internos del partido si bien han sido cambiantes durante todos estos años desde la entrada de la democracia en el 92´, la tendencia de elección de representantes y la toma de decisiones siempre ha seguido una misma línea burocrática, la Comisión Política decide todo sin previa consulta de las bases, se cierra a no escuchar las críticas internas y lanza línea de cómo se deben hacer las cosas, y a su vez, quienes son aptos para ostentar tales cargos, y generalmente los más aptos son quienes se acoplan a sus posturas sin cuestionamiento, esos seguidores ciegos representan para ellos “los mejores militantes del partido”, quienes realizan criticas e invitan a tomar una postura más revolucionaria, a menudo son tildados de “agentes de la derecha” o “incapaces de comprender el contexto político”, entre otros.
El partido que necesitamos
Ante la actual crisis interna y externa del FMLN, los militantes más consecuentes y honestos, quienes están conscientes de luchar por una nueva sociedad, debemos cuestionarnos ¿Qué partido necesitamos para rectificar el rumbo hacia el socialismo?
Los marxistas del BPJ siempre hemos explicado en las filas del partido que si el FMLN quiere mostrarse como una alternativa revolucionaria para las masas trabajadoras y sostenerse en el tiempo debe defender un programa revolucionario y socialista que trastoque los intereses y beneficios del gran capital de nuestro país.
Este programa debe contemplar una serie de expropiaciones y nacionalizaciones de las grandes palancas económicas del país, para ser manejadas desde comités de trabajadores junto con el Estado, para poder tener la capacidad de brindar servicios sociales gratuitos para toda la población, la nacionalización de la banca, de la tierra, de las grandes propiedades permitiría un desarrollo sin igual de la clase trabajadora. El combate a la elusión y evasión fiscal junto a la cárcel contra los políticos corruptos, la nacionalización del sistema de pensiones, el combate al crimen organizado, etc., dotaría al Estado de fuentes de ingresos suficientes para sostener y ampliar los programas sociales bajo preceptos socialistas, consideramos que lo más sano sería explicar y debatir todas y cada una de estas cuestiones en el seno del partido y realizar un programa coherente con la realidad nacional, pero que en líneas generales se proponga, exija y luche por derrocar al capitalismo, no por reformarle.
Por supuesto, que construir este programa pasa por crear condiciones de debate y democracia interna en el partido, se debe luchar porque los representantes del partido sean electos por voto directo desde las bases, que sean revocables en todo momento, y que no ganen más que un obrero cualificado, ya sean elegidos para el régimen interno o para funciones públicas. Debemos luchar porque las bases tengan toda la autoridad de decidir el rumbo del partido, por una amplia libertad en el debate y una firme unión en el acción, es decir, por un verdadero centralismo democrático que cohesione al partido, que recupere el proyecto político de la lucha revolucionaria por el socialismo, que sepa combinar la lucha parlamentaria con la lucha callejera de las masas, etc.
La actual debacle del FMLN se debe a los grandes errores de la dirección burocrática del partido, pues son ellos quienes han decidido el rumbo del proyecto “revolucionario” y que ahora chocan con cuatro paredes de concreto que impone el capitalismo para encerrar a quienes le intentan reformar. Solo saldremos de ahí si la dirección reconoce los errores y abre al partido hacia tendencias más revolucionarias, de lo contrario el FMLN dejara de representar una alternativa para las masas y estas girarán a crear otras herramientas de lucha como lo han hecho históricamente, y los dirigentes del partido tendrán su muerte política encerrados en el cuarto sin salida del reformismo.
Es necesario luchar hasta las últimas consecuencias por rectificar el rumbo del FMLN. Hacemos un llamado a todas las bases militantes del FMLN a reunirse en sus comités de bases, a convocar a ampliadas en sus sectores y municipios para debatir los errores que han llevado al partido a esta crisis, y sacar resoluciones exigiendo el reemplazo de la actual dirección por elementos más consecuentes, para exigir una democracia interna donde las bases puedan decidir por el partido, para debatir el programa político que el FMLN debe defender, y que se saquen resoluciones exigiendo medidas socialistas para sacar de la miseria a la clase trabajadora.
¡Por un FMLN revolucionario y socialista que rectifique el rumbo!
¡Por la revolución proletaria en El Salvador!
Me parece correcto y claro lo sucedido y que gente de voto duro no voto, esta claro el partido fmln tiene que desaparecer y debe crearse un nuevo movimiento que tenga la capacidad de arrasar a sus contendientes en la primera vuelta, el partido fmln ya paso a la historia y quienes quieren mantenerlo vivo es por sus intereses economicos que estan arraigados a los origines de la creacion de este partido que no ha traido nada para el pueblo, solo que algunos dirigentes entraron pobres y ahora ya son muchos millonarios, y entonces porque quieren seguir enganando a la gente para que los mantengan en posicion privilegiada.