¡La llama del futuro comunista está ardiendo!
El ejemplar que tienes en tus manos es el primer número del sucesor del periódico Militante, que durante más de una década organizó a los comunistas revolucionarios de la Corriente Marxista Internacional CMI. Durante años nos presentamos bajo este nombre a la clase obrera y la juventud en general; sin embargo, en este momento en que el capitalismo se tambalea al borde del abismo, expresando su podredumbre en crisis alimentaria, climática, sanitaria y constantes guerras, las ideas del comunismo han tomado más protagonismo alrededor del mundo.
En Gran Bretaña, Canadá y los Estados Unidos, las ideas comunistas son recibidas con entusiasmo por capas cada vez más numerosas de jóvenes radicalizados que ven al capitalismo como un sistema podrido sin nada más que ofrecer. En muchos de los países en los que en el pasado no hubiéramos creído que alguien podría denominarse comunista, millones de personas creen ser comunistas, ¡sí, millones! y decenas de miles han llenado solicitudes para unirse a la CMI en 2023.
El Salvador no es una excepción. Durante el 2023, podemos decir que las fuerzas del marxismo se mantuvieron firmes solo gracias a la campaña «Eres Comunista». Una veintena de jóvenes llenaron solicitudes declarándose comunistas, y algunos de ellos ya forman parte de nuestra organización, reafirmando su convicción por las ideas del comunismo revolucionario. Contrario a lo que puedan pensar nuestros adversarios, la juventud tiende cada vez más a sacar conclusiones revolucionarias, y en su búsqueda de una alternativa que pueda sacar a la sociedad de la miseria, recurren a las ideas del comunismo.
A pesar de toda la campaña monstruosa de la burguesía por desprestigiar el comunismo, la farsa se vuelve cada vez más insostenible cuando hablan del comunismo. Más parece que hablan de su propio sistema. Te dicen: el comunismo crea pobreza, pero el 90% de la población en el capitalismo es realmente pobre; la pobreza sigue aumentando. El comunismo es guerra, el mundo capitalista actual está en medio de decenas de guerras por todo el planeta. En el comunismo te quitan tus propiedades, miles de personas están siendo desalojadas de sus hogares para construir centros urbanísticos y turísticos en el país ¿De qué propiedad se puede hablar en este mundo capitalista? si no podemos ni adquirir una casa digna donde vivir. El comunismo es un régimen opresivo y militar; se puede decir más cuando vivimos en una sociedad militarizada. Nuestras cárceles rebasan y decenas de personas mueren como nada en estos centros de reclusión. En el comunismo racionan tu comida; cientos de personas en el primer país imperialista del mundo hacen fila para recibir alimento porque no tienen cómo comprarse un plato de comida. ¡Cómo parecen arcaicas estas afirmaciones en la actualidad! En el pasado, las personas podían tragarse estas mentiras, pero hoy quien diga esto frente a un joven inteligente quedará como un ridículo mentiroso.
La revolución comunista realmente busca acabar con la explotación y opresión a la que nos somete el capitalismo, planificar la producción para satisfacer las necesidades de la humanidad. Para eso hace falta acabar con esa pequeña lacra de la sociedad que controla los medios de producción, es decir, las fábricas, el comercio, los bancos, la riqueza producida por los trabajadores, y pasarla a manos de la organización obrera de la sociedad. Lo que hoy los ricos despilfarran en lujos y extravagancias, a condición de aniquilar el planeta, puede ser usado para elevar el nivel de vida de la sociedad, para acabar con el hambre y garantizar los derechos plenos a toda la humanidad y reparar el daño al medio ambiente por la absurda e irracional producción capitalista. El comunismo busca un mundo sin opresores, un mundo planificado y organizado en armonía con la naturaleza y la humanidad, en pocas palabras, un mundo realmente racional y humano. Y para eso es preciso una revolución comunista.
Comunistas en El Salvador
Aun en medio de la reacción que vivimos, ya sea por la crisis y los golpes de esta a la calidad de vida o al régimen represivo que se agudiza cada vez más en el país, los jóvenes buscan organizarse y no se conforman con las viejas recetas del pasado. Algunos, erróneamente, confunden esa inconformidad de la juventud, confundiendo la apatía hacia las formas del pasado y no hacia el contenido. Claro que la juventud es apática, pero es apática al reformismo y al sinsentido de la posmodernidad actual que no conduce a nada. Buscan en vano una alternativa real que pueda significar un cambio verdadero y radical; nosotros creemos firmemente que esa búsqueda puede ser satisfecha sólo con las ideas del comunismo.
Por eso, hoy presentamos a todos nuestros lectores y seguidores una nueva imagen y una reforzada propaganda de las ideas comunistas. Esta es una respuesta a la búsqueda de la juventud por ideas revolucionarias. El Comunista busca ser el periódico que aglutina a esas decenas de jóvenes que hoy se declaran comunistas y que buscan integrarse seriamente a una organización revolucionaria que les muestre el camino a la lucha por un futuro distinto al capitalismo.
La aparición en enero del 2024 del nuevo periódico de la CMI en El Salvador no puede ser más que apropiada. Conmemoramos el centenario de la muerte de Lenin, el gran revolucionario ruso y uno de los más grandes teóricos del marxismo. Así también, enero es memorable por nuestra historia de lucha revolucionaria en el país. El 22 de enero también es un aniversario más de la insurrección del 32, donde miles de obreros, indígenas y campesinos decidieron insurreccionarse contra el régimen opresivo y luchar por una vida diferente, luchaban por la tierra y la vida. Lamentablemente, la insurrección fue aplastada por el dictador Maximiliano Hernández Martínez. Fueron 30 mil los que murieron; sin embargo, su legado hoy, 92 años después, sigue latente en nuestros corazones, y reivindicamos su lucha con nuestra abnegación a la causa revolucionaria.
El Comunista es el heredero de la lucha de los obreros del mundo, del legado de Lenin y Trotsky en Rusia, de los indígenas y campesinos del 32, de los campesinos y obreros de los 70 y 80. Somos la llama que mantiene viva la revolución y que arderá para vengar sus muertes, abriendo el camino para una sociedad comunista en El Salvador. Donde todos podamos gozar de una vida sin opresores, explotadores y asesinos del pueblo. Si quieres luchar por una sociedad diferente a la miserable sociedad capitalista, únete hoy a nuestras filas y contribuye a fortalecer nuestra prensa revolucionaria: El Comunista. Si eres comunista, únete a nosotros ahora.