Las elecciones 2018 y el voto nulo

Escrito por: Juan de la Cruz /@juandelacruzcmi 

Las elecciones a alcaldes y diputados se dan en medio de una crisis casi generalizada de las instituciones del régimen burgués, la pobreza y marginación, el desempleo, la delincuencia y la criminalidad son consecuencias de la crisis de la sociedad de clases y su sistema productivo que se reflejan en el mismo Estado. La crisis social actual se expresa de forma nítida en los partidos del régimen, no hay ningún partido en la actualidad que pueda hacer gala de unidad y fortaleza. En todos los partidos, sin excepción, se han cristalizado y se están cristalizando fracciones y camarillas burocráticas, tendencias contrapuestas, desde ARENA hasta el mismo FMLN. Todo esto parte de las amplias contradicciones de clase en la sociedad y las alternativas que se desarrollan para superarlas.

La política de exclusión de los cuadros más revolucionarios que aplica la dirección del FMLN a nivel Legislativo y Ejecutivo ha orillado a muchos en particular y a la clase trabajadora en general al escepticismo y la incertidumbre, y a otros tantos a los brazos de la derecha , la expresión de esto es el nivel de abstencionismo que se estima para las próximas elecciones de alcaldes y diputados, que se espera sea alto comparado con elecciones pasadas de diputados y alcaldes; esto marca un nivel de decepción y apatía sobre todo en la juventud que no se identifica con las propuestas del programa del FMLN el cual no rebasa los límites del reformismo de su política actual. En publicaciones anteriores hemos criticado y discutido los errores políticos que ha tenido la dirección del partido, no vamos a negar que han habido avances, pero en esta época critica de la sociedad la única alternativa real que pudo haber aplicado el FMLN era un programa revolucionario que partiera de las reivindicaciones más sentidas de las masas y no las políticas erradas cometidas en el pasado reciente.

Políticas como la de seguridad, que se enfoca más que todo en la represión policial y no en atacar la causas materiales, la pobreza, la acumulación de riqueza y la exclusión; la continuidad de la ley SAP (Ley del Sistema de Ahorro Para Pensiones) impuesta por ARENA al privatizar el sistema de pensiones; los recortes a los subsidios para darle continuidad al pago de la deuda externa y el financiamiento del Estado a través de más deuda sin tocar los intereses de los empresarios elusores y evasores; la aprobación de la reciente ley de Asocio Público y Privado; el distanciamiento de procesos revolucionarios como el de Venezuela, la pasividad para posicionarse ante estas causas y el vergonzoso reconocimiento del gobierno ilegitimo de Honduras, de esta manera toda la pasividad y flexibilidad que se tiene con la clase dominante local se ve reflejada ante el imperialismo Yankee, parafraseando a Lenin: la política exterior es solamente la continuación de la política interior. Todo esto le está dando un enorme empuje a la campaña de Nayib Bukele basada en el voto nulo, nos atrevemos a decir que los verdaderos culpables de la apatía y la decepción al voto es la dirección misma del FMLN.

Sin embargo, sobre el voto nulo tenemos algo que decir. Desde la experiencia de la lucha de clases en la historia, creemos que mientras la clase obrera no tenga la fuerza para pasar por encima o sustituir la Asamblea Legislativa o el parlamento burgués con la toma del poder, no podemos descartar la vía electoral. En tal sentido, creemos necesario votar por los candidatos del FMLN de manera crítica, votar por ellos pero exigir a través de las movilizaciones hacia el parlamento que apliquen una política revolucionaria apegada a los intereses de la clase obrera. La campaña del voto nulo si se generaliza en la mayoría de la población debe estar condicionada a la construcción de una alternativa real para la clase obrera.

Los peligros del voto nulo

La táctica del voto nulo sin más, está lejos de solucionar nuestros problemas, al contrario los complicaría más, pues los niveles de abstencionismos solo benefician a los partidos de la derecha, el ejemplo de esto lo pudimos ver claramente en las elecciones del 2012, donde los porcentajes de votos decrecieron significativamente en su mayoría por el lado de la izquierda, lo que significó tener menos diputaciones en comparación con años anteriores.

Además una posible Asamblea Legislativa dominada por la derecha seria brutal para la clase obrera, pues tendría la facilidad para poder aprobar reformas que han sido detenidas a través de la presión de la base del FMLN y los movimientos revolucionarios de los trabajadores hacia sus diputados en el parlamento. Como lo apunta claramente la editorial de ARPAS del día 16 de enero de este año:

“Es necesario alertar al electorado sobre -al menos- tres cosas que ARENA va a hacer si gana mayoría legislativa el próximo 4 de marzo.

“La primera es continuar con su perversa estrategia de asfixia financiera contra el Ejecutivo. Es decir, ARENA no va a aprobar fondos para programas sociales, reactivación productiva y otras medidas que beneficien a la gente y generen réditos políticos a la izquierda gobernante.

“La segunda es seguir bloqueando propuestas de leyes urgentes promovidas por organizaciones sociales: ley de agua, de soberanía alimentaria, de despenalización del aborto, de prohibición de agrotóxicos, etc. Bloqueará cualquier medida para combatir la evasión y elusión tributaria, e impedirán la reforma fiscal progresiva “donde paguen más quienes tienen más”. Y podemos hacer más larga la lista una asamblea con absoluta mayoría de la derecha podrían atreverse a reformar nuevamente la Ley SAP y hacerla aún más reaccionaria de lo que es, aumentando las edades de jubilación y bajando los montos de las pensiones, controlar la Corte Suprema de Justicia y la Sala de lo Constitucional y bloquear toda propuesta en favor de la clase obrera, controlar completamente el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y desarrollar reformas reaccionarias al Código Electoral, a nivel internacional una campaña en contra del gobierno de Sánchez Cerén -o incluso en el dado caso de que el mismo Nayib Bukele ganara las elecciones del 2019- tendría más respaldo legal de peso ante los organismos internacionales, propiciando las condiciones para un posible golpe de Estado para recuperar todo el poder. En todo caso el semi boicot bajo estas condiciones se vuelve un auto boicot. Si queremos más argumentos que demuestren que esta táctica solo beneficia a los partidos de la burguesía, preguntémonos porque la prensa burguesa no emite ninguna crítica sobre esta campaña del candidato de Nuevas Ideas, ¿no les parece raro el silencio de los medios de comunicación?

Estas son implicaciones que deberían ser evaluadas por el alcalde de San Salvador y su movimiento Nuevas Ideas. Pero sobre todo por el FMLN, la única forma de combatir el abstencionismo es radicalizando el programa de gobierno y legislativo, dejando de lado el programa “progresista” actual, sustituyéndolo por un programa revolucionario y socialista que incluya las demandas más sentidas de la clase obrera: renacionalización de las empresas del Estado que fueron privatizadas en el pasado, combatir la evasión y la elusión fiscal, aumento salarial acorde  al coste de la canasta básica, reducción de la jornada laboral sin reducción de salarios, combatir los ataques al derecho a la libre sindicación, nacionalización de la banca, la tierra y la industria estableciendo el control y la gestión obrera progresivamente, etc. A las tácticas y políticas incorrectas se les combate con tácticas y políticas correctas.

La solución es el movimiento de masas

La única alternativa que puede superar el poder de la Asamblea Legislativa, es la organización del pueblo, en cada barrio, en cada fábrica, en cada escuela, en cada universidad. Llevando a la práctica que la sociedad a través de la organización directa decida el rumbo de la sociedad, lo que siempre ha buscado el movimiento revolucionario. Mientras no exista un movimiento de tales magnitudes, que se encuentre unificado y promueva una huelga general para derrocar el régimen de los capitalistas, no podemos dejar que los políticos reaccionarios burgueses ganen la mayoría de las diputaciones, ya que estas se aprueban a partir de la mayoría que participa con su voto. La tarea de los revolucionarios es llamar a votar por los candidatos de la izquierda que aun tengan cierta simpatía con las masas, para que estos en el próximo periodo sean sometidos y puesto a prueba, de tal manera que si sus aspiraciones no son cumplidas, los oídos de las masas puedan ser abiertos a través de las ideas comunistas, que aspiran a una democracia obrera y no a una democracia representativa, es la única forma en que las amplias capas explotadas pueden sacar la lección de la vacuidad del parlamento. Entre los obreros y la juventud somos muchos los que ya hemos sacado la conclusión de lo obsoleto que es el parlamento burgués, pero aun no somos la mayoría, cuestión fundamental para nuestra política y táctica. Sólo los acontecimientos profundos y la gran experiencia de la vida misma pueden generalizar esta idea, lo cual será el preludio de la revolución social. En este sentido nuestra táctica no se remite al boicot sino a la puesta a prueba de los partidos, sus dirigentes, las elecciones burguesas y el parlamento, explicando con hechos y cifras de manera paciente sobre la necesidad de desechar y superar el orden burgués con la acción directa de las masas siendo parte activa de la solución de sus problemas.

La actitud de los revolucionarios de la base del FMLN debe ser exigir la vuelta a los métodos revolucionarios, democracia interna, elecciones abiertas, libres y democráticas, volver al  programa revolucionario y socialista, no más alianzas con políticos gangueros y oportunistas burgueses, no más altos salarios en el Estado, puesto político salario obrero, ningún privilegio para los dirigentes y funcionarios, por una juventudes revolucionarias con derecho a formación política con textos marxistas, etc.

La lucha revolucionaria no se puede reducir al tema electoral pero tampoco se puede pasar por alto; no podemos ser indiferentes, mientras no tengamos la fuerza para superar la Asamblea Legislativa a través de la toma del poder, o sea sustituyéndola con la organización del pueblo trabajador, contraponiéndola a aquellos que tendrán en sus manos la posibilidad de elegir y aplicar políticas que nos competen, debemos votar por los candidatos del FMLN, al mismo tiempo que luchamos contra esa misma dirección reformista a la que someteremos a prueba exigiéndoles un programa socialista. Nosotros creemos que los trabajadores no solo tienen el potencial de derrocar al capitalismo sino incluso de someter a prueba a sus dirigentes y transformar de arriba abajo sus propias organizaciones. Esta es la única forma de construir el partido revolucionario de la clase trabajadora.

¡Votar al FMLN de manera crítica!

¡Voto y movilización revolucionaria!

¡No permitamos la posibilidad de darle la mayoría absoluta a la derecha! 

 

 

 

Deja un comentario