Una serie de acontecimientos dramáticos se desarrollaron a nivel mundial en el 2015 estos reflejan los síntomas de un mundo y una economía enferma que lucha afanadamente de escapar de un estrepitoso colapso económico y por consiguiente político. Crisis y confusión en la clase dominantes es lo que reina actualmente, una serie de movimientos diplomáticos que buscan absurdamente no acelerar un caos mundial. La guerra en Oriente Medio sigue siendo un caldero de preocupaciones para el imperialismo estadounidense.
Una serie de acontecimientos dramáticos se desarrollaron a nivel mundial en el 2015 estos reflejan los síntomas de un mundo y una economía enferma que lucha afanadamente de escapar de un estrepitoso colapso económico y por consiguiente político. Crisis y confusión en la clase dominantes es lo que reina actualmente, una serie de movimientos diplomáticos que buscan absurdamente no acelerar un caos mundial. La guerra en Oriente Medio sigue siendo un caldero de preocupaciones para el imperialismo estadounidense.
En el continente europeo ha habido una serie de movimientos que son el preludio de una serie de acontecimientos revolucionarios en el futuro, los movimientos anti-austeridad están teniendo cada vez más eco en varios países del continente, las masas se están divorciando del reformismo y de las viejas organizaciones obreras. En América Latina ha sido palpable también el colapso del reformismo, países que han aplicado programas reformistas han sufrido grandes reveces, Argentina ha perdido las elecciones presidenciales , Brasil se encamina a un colapso eminente bajo el PT, Venezuela ha sufrido un duro golpe en las recientes elecciones parlamentarias, la derecha ha ganado la mayoría de diputaciones, sin embargo a diferencia de los demás países antes mencionados, en Venezuela se aproxima un escenario de revolución y contrarrevolución. La revolución bolivariana deberá girar a la izquierda en el próximo periodo apoyándose en las capas de trabajadores honestos o se verá en serios problemas.
El ambiente económico a nivel internacional no es para nada alentador, la caída de los precios del petróleo debido a la sobre producción de los países árabes junto con la desaceleración de la economía China y la contracción de 4.5% de la economía brasileña, mismas que se presentaban como economías emergentes y poderosas, ahora nadan en un mar de incertidumbre. Estos resultados envuelven en preocupación a las economías del mundo. El Wall Street Journal informó: «Creemos que estamos propensos a dirigimos hacia un año agitado de bajos rendimientos, y sospechamos que muchos otros piensan lo mismo». Esto solo refleja la inestabilidad y la volatilidad de la economía mundial.
La economía Salvadoreña no está desconectada de toda la economía mundial, es propensa a sufrir golpes en el próximo periodo, pero parece que algunos analistas de izquierda no pueden visualizar este peligro y se dedican a celebrar el crecimiento que se ha registrado en el último periodo, los dirigentes de izquierda no podemos levantar falsas expectativas en las masas trabajadoras, nuestra tarea es clarificar todo lo engorroso de los procesos complejos de la economía, para dar una perspectiva clara hacia a dónde avanzar en el movimiento revolucionario.
Este crecimiento económico ha sido el más importante desde hace 6 años ¡No lo negaremos! Pero veamos por qué se ha dado. Muchos factores estimularon la economía como por ejemplo el crecimiento económico de la economía estadounidense en el II trimestre del 2015, lo que permitió incrementar las exportaciones de nuestro país, estas crecieron en 4.8%, las exportaciones que reportaron mayor crecimiento han sido la industria de la manufactura y los productos tradicionales. Las remesas crecieron en 6.2%, esto y el pequeño aumento salarial estimularon el consumo interno. Por primera vez en muchos años la balanza comercial se inclinó a favor de las exportaciones, debido a que se reportaron más exportaciones que importaciones de mercancías. Y la inversión estatal jugo un papel importante en el crecimiento.
La inversión extranjera se estimuló y creció en 275 millones, la inversión privada se duplicó con respecto al año pasado. Las importaciones de bienes de capital crecieron en 5.3% (herramientas y equipos) lo que significa que las empresas renovaron su maquinaria. En el caso de las industrias manufactureras, las importación de bienes de capital crecieron en 17.4%. Así la economía experimentó un crecimiento de 2.5%, siendo realistas no es que sea una gran recuperación, hay que explicar aquí que todo esto lejos de estar cimentado en concreto, esta cimentado sobre arena y pronto puede desplomarse catastróficamente. No debemos olvidar que gracias a la dolarización y los tratados de libre comercio no estamos exceptos de las fluctuaciones de la economía mundial, un estornudo de EE.UU. puede significar un grave resfriado para nuestro país. La derecha a través de Fusades ha tratado de ensombrecer todo este avance mínimo de la economía y esto responde a un objetivo político claro, la negativa de aprobar un aumento salarial acorde a la canasta básica y con esto reprimir cualquier intento de intensificación de la lucha de clases, pues si un aumento salarial como el que propone el gobierno se aprobara, animará inexorablemente a un amplio sector de trabajadores y puede a futuro desarrollar una lucha más intensa por reivindicaciones económicas. Esto es algo que la derecha tiene muy claro.
Sin embargo el FMLN no ha sabido aprovechar hasta ahora este crecimiento económico para empujar la lucha revolucionaria. Cesar Villalona (economista) por ejemplo se ha dedicado solamente a cantar alabanzas al crecimiento logrado en este año, pero no advierte del peligro que se puede venir. No criticamos lo que dice en sí sino lo que no dice, por ejemplo declara: “se puede mantener el sendero de crecimiento por varios años” y continua “CEL anunció inversiones hasta por 3 mil millones de dólares en producción de energía, el ISSS y el Ministerio de Salud invertirán en la construcción de hospitales y policlínicos y el sector construcción tendrá mucho trabajo con la inversión del Fomilenio II”. No menciona que todas sus ilusiones están sobre la base de préstamos, algo que nunca ha sido seguro y nunca lo será, sin estos fondos nada podrá hacer el Estado, debido a que no posee en sus manos las palancas fundamentales de la economía, esas están en manos privadas para desgracia nuestra. Trotsky en una ocasión comentó que la teoría es la superioridad de la previsión sobre la sorpresa. No vemos un plan más claro de lo que debería de hacer el gobierno para no verse afectado por las fluctuaciones económicas. Lo que hace falta es una serie de medidas revolucionarias y socialistas que nos hagan menos vulnerables.
Debido al crecimiento económico también se ha intensificado el debate sobre el aumento del Salario Mínimo y Medardo Gonzáles ha comentado “Como FMLN esperamos que esta vez los sectores laborales puedan ponerse de acuerdo, de tal manera que procuremos dejar aislado, por decirlo de esa manera directa, esta posición de la ANEP; sigue con las mismas propuestas de mantener un salario mínimo raquítico” debemos ser muy cuidadoso de no caer en lo que Marx denomino “cretinismo parlamentario” ya que lo que está planteando es dejar en las manos de una comisión apéndice del Estado burgués la posibilidad de decidir o no, un aumento salarial el cual ya sabemos que puede ser posible, cuando desde hace meses se debió convocar a movilizaciones al parlamento para proponer un aumento salarial sustancial y no esperar a las reuniones infructíferas de la Consejo del Salario Mínimo, esto solo confirma que para la dirección del FMLN el papel de la lucha de clases está descartado y la dirección solo espera de brazos cruzados desde sus posiciones, sin mover a las amplias capas de trabajadores, a que se llegue a un acuerdo favorable para los trabajadores, esto en el mejor de los casos.
El FMLN debe de tomar los datos económicos para agitar entre las bases de los sindicatos y del partido, discutir ampliamente en asambleas y animar a los sindicatos para que también se discuta en los centros de trabajo la necesidad de impulsar una ofensiva revolucionaria. El aumento al salario mínimo debe de ser solo la plataforma para darle ímpetu a la lucha revolucionaria, además esta medida debe de estar acompañado con reivindicaciones como: la congelación de los precios de la canasta básica y la reducción de las jornadas laborales sin reducción de salarios, el cubrimiento completo de todas las prestaciones sociales, empresa que no cumpla debe ser nacionalizada, con este programa mínimo de reivindicaciones podemos saltar a un programa máximo que incluya, la nacionalización de las industrias claves del país bajo control obrero, para fomentar la productividad estableciendo relaciones comerciales con países consecuentes, la nacionalización de la banca para evitar el sabotaje y un llamado a la revolución en C.A. Ya que solo de esta forma se podrán ir resolviendo los problemas acuciantes de la clase obrera, no hay fórmulas mágicas ni una tercera vía, debemos ver los ejemplos de Grecia, Argentina y Venezuela para sacar las lecciones correctas de estas experiencias.