Durante las protestas del 21N en contra del presupuesto nefasto que el congreso y el presidente Giammattei querían aprobar, la policía desató la represión contra los manifestantes que ejercieron su derecho democrático de protesta, derecho que está amparado por la Constitución de Guatemala.
Mientras miles de personas se pronunciaban pacíficamente en la plaza de la Constitución en contra de los recortes, el endeudamiento agresivo y los privilegios de los ricos del país, otro grupo de manifestantes se dirigieron contra el Congreso donde la rabia y el hastío detonó en la quema del edificio, las imágenes transmitidas por redes sociales, rápidamente se convirtieron en un símbolo de la rabia y el descontento, no de unos jóvenes furiosos, sino de un pueblo entero, pueblo que se identificó con la lucha contra los políticos del sistema que esconden y protegen a los capitalistas organizados en el Cacif.
Uno de esos jóvenes hastiado y decidido a luchar por sus derechos y los de sus clase ha sido el compañero de lucha Alexander Paiz, estudiante de la facultad de Medicina de la Universidad Nacional San Carlos, activista entregado a la defensa de los derechos e intereses de los trabajadores y la juventud.
El compañero fue capturado el 21 de noviembre en horas de la tarde noche y fue brutalmente golpeado, causándole heridas graves en la cabeza debido a los golpes que recibió de la policía.
En total han sido más de 43 detenidos por las manifestaciones del sábado, pero este lunes tras algunas audiencias fueron puestos en libertad la mayoría de ellos.
Lastimosamente el compañero Paiz junto a otros 17, siguen siendo retenidos por las autoridades y se conoce que, hay fuertes presiones sobre el Ministerio Público de Guatemala para que se les atribuyan todos los cargos posibles a los detenidos.
Todas las detenciones son completamente ilegales y van en contra del derecho democrático a la protesta, es evidente que el hartazgo de la juventud y la clase trabajadora es insoportable en un país tan desigual y pobre, en contraposición de los grandes beneficios de los grandes ricos del país.
Desde la Corriente Marxista Internacional exigimos la libertad inmediata de nuestro compañero de lucha y de todos los presos políticos del régimen de Giammattei, los únicos que deberían de podrirse en las cárceles son los ricos y los políticos del régimen podrido que consume la energía y la vida de los obreros y la juventud. Y que en épocas de crisis climática, económica es incapaz de proteger a los más pobres y vuelva todo su aparato a la defensa de los más privilegiados.
Este sistema inhumano y miserable debe cambiar y eso no cambiará con solo cambiar a los presidentes, sino derrocando el sistema que protege a la clase dominante, empresarios, banqueros, ganaderos y transnacionales deben ser expropiados y echados del país para que los más pobres puedan organizar toda la riqueza que por décadas han producido, y así solventar sus problemas más fundamentales. Esta es la lucha de los 17 detenidos, esta es nuestra lucha y estamos seguros que tarde o temprano venceremos.
¡Libertad para los presos políticos del 21N!
¡Cárcel y castigo para los políticos corruptos!
¡No a la criminalización de la protesta!
¡Fuera Giammattei, Fuera Congreso, Fuera el Cacif!