Entendemos por migración la movilidad de individuos o pueblos de un país o región a otra para establecerse en ella, las migraciones pueden ser forzadas si los factores que la determinan no dependen del sujeto, o voluntaria, cuando quien toma libremente la determinación es el propio individuo. La migración indocumentada o irregular de personas centroamericanas en dirección hacia Estados Unidos es un fenómeno a grandes escalas que se ha incrementado considerablemente en las últimas décadas, la vía más común para desplazarse es por tierra y obedece a causas, económicas y de seguridad entre los que sobresalen los motivos de reunificación familiar y por mejores condiciones económicas.
Al inicio de los noventa la región recién estaba pasando el umbral de los conflictos armados, sin embargo la precariedad laboral, la pobreza, la violencia, la caída de los precios del café, los desastres ocasionados por fenómenos naturales y la inestabilidad política en los países llamados del triángulo norte de Centroamérica fueron un semillero activo para consolidar el fenómeno de las migraciones.
“El análisis de la información obtenida muestra que el volumen del flujo de migrantes centroamericanos en tránsito irregular por México hacia Estados Unidos presentó una tendencia incremental desde mediados de los noventa hasta 2005, año en que alcanzó el máximo histórico, con un volumen entre 390,000 y 430,000 migrantes. Entre 2006 y 2009, hubo una caída pronunciada de cerca de 70%, mientras que en 2010 y 2011 se observó una estabilización. Las estimaciones preliminares para 2012 evidencian un repunte de los flujos de cuando menos un 40%”[1].
El pasado 13 de octubre el fenómeno de la migración volvió a estar en la palestra, debido a que una caravana conformada por miles de centroamericanos comenzó su marcha hacia EEUU desde el norte de Honduras. En el camino se unieron miles de migrantes más de El Salvador y Guatemala, según fuentes oficiales como la ONU se estimaba que la caravana estaba compuesta por unas 7.000 personas. Estados Unidos no tardó en reaccionar y envió a sus agentes del servicio de inmigración a suspender todo el tráfico en dirección norte en los cruces de frontera en California para instalar barreras de seguridad adicionales ante la llegada de los migrantes.
Donald Trump, actual presidente de EE.UU, expresó su rechazo hacia la caravana de los migrantes situación que lo llevo a confrontar con México, Guatemala, Honduras y El Salvador. Sus amenazas fueron fuertes y directas exigiendo a las autoridades correspondientes no permitir el tránsito de inmigrantes o de lo contrario congelaría la ayuda económica que su país les da, estimada en más de 2.6 mil millones de dólares desde 2015.
En el 2011 la Asamblea aprobó la “Ley Especial para la Protección y el Desarrollo de la persona migrante Salvadoreña y su familia” conocida por sus siglas como LPDM. Como parte de esta ley se creó el “COMIGRANTES” que es el Consejo Nacional para la Protección y Desarrollo de la Persona Migrante y su Familia que es una entidad encargada de velar por el respeto de los derechos humanos de las ciudadanas y ciudadanos que residen en el exterior, como de aquellos que se encuentran en ruta hacia un país de destino, o aquellos que deseen retornar al país; los ejes de acción trazados por el COMIGRANTES, se relacionan al fortalecimiento jurídico e institucional; la prevención de la migración irregular; la protección a la persona migrante en tránsito y su familia, así como la atención a la persona migrante deportada o retornada, entre otros[2]. Las personas inmigrantes generalmente enfrentan discriminación, falta de oportunidades y aislamiento debido a la estigmatización que representa ser un migrante o retornado, irónicamente el Estado es otro violentador más.
La migración es una consecuencia más del nefasto sistema capitalista que oprime a nuestros países centroamericanos. Estamos marcados por una historia de dominación, somos una región que es parte de un botín repartido entre fuertes grupos económicos nacionales e internacionales, esto implica analizar la incidencia del gran capital transnacional en las políticas de nuestros países centroamericanos, y cómo estas responden a los intereses de aquellos. Es patético darse cuenta que es el mismísimo imperialismo yanqui el que ha robado y degradado nuestras economías centroamericanas, lo cual lleva a un caos económico político y social del cual muchos compatriotas buscan huir y establecerse en el anhelado sueño americano, que no es más que nuestra peor pesadilla como Centroamericanos.
[1] Estimaciones de Rodríguez, et al. 2011 y 2013; Berumen, et al. 2012, con base en SEGOB, Boletín de Estadísticas Migratorias de México.
[2] https://diaadianews.com/comision-de-relaciones-exteriores-conoce-avances-de-la-ley-especial-para-la-proteccion-y-desarrollo-de-la-persona-migrante-salvadorena.