Por Vladimir E. Montes
Trabajador de la educación
Luego de conocerse los primeros resultados de las pruebas del “Concurso Especial de Plazas Vacantes por Ley de Salarios” como le han denominado las autoridades del MINEDUCYT a la vulneración de la Ley de la Carrera Docente para el ingreso al magisterio nacional. La reacción en el gremio no se ha hecho esperar, en un primer momento han inundado las redes y publicaciones de la actual ministra y la institución que rige con sus puntos de vista, combatiendo de ese modo las conclusiones completamente retorcidas a las que ha llegado la señora Carla Hananía con respecto a la escolarización en el país y el trabajo de los docentes en general.
De acuerdo con las autoridades, los docentes que aspiran a ser parte del magisterio nacional no llenan los requisitos necesarios para poder estar a cargo del proceso educativo de los discentes. Los resultados de acuerdo con la ministra son desastrosos y se “ha encendido la luz roja” de alerta, ya que esto es el reflejo de la poca preparación y conocimiento con el que cuentan los profesores aspirantes. El día 19 del corriente, el Ministerio de Educación dio a conocer en las RRSS y en conferencia de prensa los primeros resultados a nivel de conocimientos generales en el área pedagógica: sólo el 18% aprobaron la prueba, el 77% reprobó, y hubo un 5% de los que habían iniciado proceso que no la realizó.
Esto no sólo demuestra que los docentes poseen carencias en cuanto a sus conocimientos en el área pedagógica, demuestra también que la educación bajo la economía de mercado no sirve a los intereses del ser humano y a la sociedad, sino a la demanda de ciertas áreas de una fuerza de trabajo o mano de obra que requiere un nivel bajo de cualificación para ser contratada. Las deficiencias son a nivel general, la ministra claramente está ignorando a conveniencia que la formación académica tiene graves vacíos desde los primeros niveles, no sólo a nivel superior, por lo cual ha criticado fuertemente por ello a las universidades a quienes culpa de no tener el suficiente rigor para formar profesionales de la educación. El hecho de que se promuevan a los estudiantes con escasas competencias se vuelve un problema mucho mayor a medida que se avanza a los siguientes niveles, se arrastran deficiencias que en la práctica son insuperables ya que no hay interés por el conocimiento más que por aprobar con el mínimo esfuerzo, un aspecto cultural que se ha visto reforzado en los últimos años y que descansa sobre bases materiales concretas, ¿qué joven aspira hoy a superarse cuando ve a youtubers o “influencers” ganar dinero por decir sandeces en la web o que su trabajo será vender celulares en la calle como quien vende frutas maduras?
Un proceso viciado de principio a fin
Desde que inició el proceso para los docentes que aspiran a una plaza por ley de salarios dentro del sistema educativo, se denunció desde nuestras páginas como una maniobra que intentaba beneficiar a un grupo específico de docentes que estaban fungiendo como interinos y con los cuales había acercamientos por medio de diputados de la fracción legislativa del partido de la ministra. Este decreto, leer más aquí, en esencia fue diseñado para tal fin, pasando por alto lo estipulado en la Ley de la Carrera Docente, la cual le otorga este procedimiento al Tribunal Calificador, quienes por no gozar de la confianza de las actuales autoridades fueron hechos a un lado.
Una vez definido esto, se comenzó a ejecutar un proceso de selección por medios digitales de lo más engorroso que puede haber existido en nuestro medio. Donde en muchos casos por no contar con recursos tecnológicos apropiados para tal fin o una conexión de internet de buena calidad, el proceso se estancaba o no llegaba a feliz término. O por el simple hecho de que un documento no tuviese una firma se debía recurrir a las oficinas departamentales de educación quienes son muy conocidos precisamente por no proveer la asistencia requerida en los tiempos que se necesita. Esto representó un primer filtro para los aspirantes quienes fueron notificados que quedaban fuera del concurso por presentar currículos incompletos o fuera de tiempo. El seguimiento y las notificaciones vía correo electrónico a los aspirantes decían poco o nada del estado en que se encontraba cada proceso particular.
Las irregularidades el día de la primera prueba estuvieron presentes desde el inicio, la poca capacidad de la plataforma para mantener a miles de docentes evaluándose en tiempo real quedó demostrado con desconexiones continuas, y retrasos en la reconexión para continuar, a lo que se agregaba la inestabilidad que presentaron las compañías proveedoras de internet con la señal, por lo que muchos docentes perdieron tiempo valioso y otros no pudieron terminar la prueba satisfactoriamente. Otros habiendo pasado a la siguiente fase nunca recibieron el correo con el vínculo y contraseña para realizar la prueba, esto fue otro filtro al que se enfrentaron vulnerándoles claramente el derecho de continuar, a algunos que lo lograron fue después de tanta insistencia que se les facilitó el vínculo y contraseña en horas tardías logrando ingresar ya avanzado el tiempo de la prueba, y por consiguiente con resultados decepcionantes.
Las pruebas por especialidades técnicas que continuaron a las generales se caracterizaron por ser cuestionarios que reflejaban poca relación entre las preguntas y el área de especialización de los que la realizaron. Es muy claro que, quienes hayan sido sus creadores, desconocían áreas como mecánica industrial, agricultura, informática o enfermería por mencionar algunas. El hecho de elaborar test generales para las diferentes especialidades indica que los burócratas del MINEDUCYT no pusieron al frente de las evaluaciones a docentes conocedores del tema o fue un acto adrede. Esto representó otro filtro para la selección de docentes ya que si no se lograba la nota de aprobación requerida el proceso terminaba allí, a falta de realizar una prueba más con un claro enfoque psicológico, con la cual creemos, terminaría de bloquear a cualquier aspirante dado el poco profesionalismo y claridad en la redacción de los ítems que fue denunciado desde un principio por los participantes.
Los objetivos de las evaluaciones
Todo indica que los que dirigen la educación en el país en la actualidad quieren lograr los fines que al principio se establecieron con el decreto transitorio. En las RRSS se hicieron virales las imágenes de documentos con las respuestas de algunos exámenes que coincidían con las que se realizaron. No es descabellado pensar que se filtraron las respuestas a ciertos grupos desde el MINEDUCYT, por tanto, era imperativo asegurar la plaza de un número específico de personas bajo la fachada de un método de selección legal y equitativo que borrara cualquier sombra de fraude o duda y fuese transparente, lo cual aduce la Sra. De Varela, ha sido la característica principal del proceso.
Cuando se anuncian los resultados de las pruebas de conocimiento general, la ministra no pierde tiempo en culpar a las universidades, tanto públicas como privadas, junto a los mismos docentes a quienes ha tachado continuamente de irresponsables, ebrios, que no saben escribir bien ni expresarse o de poder usar una computadora correctamente. Su tendencia de generalizar aspectos conductuales o de falta de conocimiento, consideramos que es la piedra de toque para iniciar un ataque sistemático y depurar al gremio en los siguientes meses. Si los aspirantes están mal, los que tienen una plaza fija deben estar igual o peor, deberá estar razonando la ministra y demás autoridades. En sus declaraciones argumenta que con docentes así no se está “transformando la educación”, habla de que se vulneran los “derechos de la niñez” enfocados nada más en el poco nivel profesional del personal docente; pero no habla de las deficiencias generales del sistema donde el docente continuamente pone de su bolsillo para hacerse de los recursos necesarios para ejercer su labor.
Las declaraciones recientes de esta señora, donde pide ayuda a los honorables diputados de la asamblea, léase de Nuevas Ideas, para “arreglar esto» bien pueden interpretarse como el inicio de agresiones más certeras contra el magisterio en el sentido de reducir personal o jubilar por decreto a los docentes que aún permanecen activos a pesar de haber cumplido tanto su tiempo de servicio como la edad requerida. Esto, como ya hemos explicado, obedece más a la incertidumbre que brinda el sistema de pensiones, el alto costo de la vida y el endeudamiento de los docentes que a la propia voluntad de los implicados de mantenerse ejerciendo la profesión.
Otro factor que forma parte de la problemática es la baja matrícula de los años recientes debido tanto a la pandemia del COVID, la violencia y criminalidad que acecha en los centros escolares por parte de las pandillas o simplemente por la poca o nula motivación que se está presentando en amplios sectores de la niñez y la juventud. La caída en la matrícula está tomando índices alarmantes de casi medio millón de estudiantes menos en la última década. Si la matrícula es baja en las instituciones, la conclusión más lógica para la señora Hananía será la reducción del personal. En términos generales el Estado necesita reducir gastos debido al alto nivel de la deuda externa que tiene éste y la que heredaron los anteriores gobiernos. Por otro lado, ellos pueden hablar de inversión en educación o de aumento en el presupuesto para esta cartera de Estado al 6 o 7% del PIB, para luego simplemente reorientar fondos para otros gastos como lo ha venido haciendo últimamente el gobierno de Bukele, sólo este año le quitó a Educación $15 millones.
La clave de la ministra y este gobierno para llevar a cabo sus reformas está en la mayoría de diputados que tienen en la actualidad en la Asamblea Legislativa, quienes son dóciles y serviles no al pueblo como mencionan a cada momento, sino a Bukele y a un sector empresarial con el que se ha fusionado el Presidente. Al tener mayoría pueden perfectamente elaborar los decretos que quieran o reformar totalmente la Ley de la Carrera Docente y de ese modo establecer los mecanismos necesarios para reducir la “grasa del Estado” como siempre recomiendan los organismos financieros internacionales.
Organizar y prepararnos para responder
El gremio docente ha sido muy combativo y cuenta con décadas de tradición en las luchas contra los gobiernos de turno. Si esto se ha diluido con el tiempo no es culpa de los docentes, sino más bien de sus dirigentes gremiales de todo color y denominación. Tener muchos sindicatos pequeños no se ha traducido en el lenguaje de los hechos en una mayor capacidad de respuesta, todo lo contrario. El aspecto débil y la desconfianza en sus propias fuerzas dice mucho del periodo de desmoralización y reflujo por el que estamos atravesando. Muestra de ello fue la poca afluencia y convocatoria que se tuvo a finales de junio para defender el proceso de selección que dicta la Ley de la Carrera Docente y la prioridad por la antigüedad de los egresados.
Con todo y eso, una cierta cantidad de afectados conscientes del derecho por el que luchaban se manifestaron sin el abrigo de los sindicatos tradicionales o de mayor peso, quienes aún no asumen como propia las reivindicaciones de los desempleados y se definen intereses comunes con los que poseen ya un empleo.
De continuar los sindicatos con el quietismo y el poco protagonismo ante las afrentas del actual gobierno, no habrá mayor respuesta al llamado en el momento de querer contrarrestar estas medidas, el movimiento de los trabajadores no es un grifo como al que se le puede controlar el flujo de agua, si hay momentos donde los afectados están dispuestos a iniciar el combate, aunque no haya garantías de victoria pero tampoco de salir derrotados se debe acuerparles, explicar la situación y prepararse mejor y de manera constante, sólo así se le logra torcer el brazo a la patronal. Los docentes que ya son parte del Estado deberían mostrar toda la solidaridad con sus hermanos de clase, y si no se pueden lograr nuevas conquistas, por lo menos se deben defender las posiciones ya ganadas que es una herencia de nuestros luchadores y mártires del pasado.
No basta la protesta virtual de los nuevos tiempos en las RRSS como le gusta afirmar a algunos dirigentes, donde se puede decir cualquier cosa, se trata de canalizar toda esa rabia y descontento para darle una expresión definida y concreta en las calles y centros laborales. Las sendas movilizaciones de septiembre y octubre de este año demuestran la inconformidad creciente con el gobierno de turno, un espacio de expresión y organización donde el magisterio ha estado ausente o su presencia ha sido escasa.
San Salvador 20 de octubre de 2021