En la editorial del día de hoy, escrita por Julián Andrade, el diario La Razón dice sobre la huelga de la UNAM de 1999-2000 que: “Entró la policía y lo hizo en un operativo bien hecho, que evitó que se generara violencia y abrió de nueva cuenta sus puertas”. Esta es la forma en que se expresan del levantamiento violento de la huelga por parte del ejército vestido de policía, que derivó en la aprensión de más de mil estudiantes que por defender la educación gratuita fueron a parar a los reclusorios del país. Esto se dio porque ese movimiento, que era impulsado por miles de universitarios, solo podía ser derrotado golpeando a los dirigentes, que eran los compañeros elegidos por las asambleas de sus escuelas. La Razón culpa de esto, no al Estado, sino a los grupos radicales del CGH. Su distorsión y cinismo de los hechos se puede notar en su señalamiento de que en la lucha actual del IPN ya fueron resueltas todas las demandas. Algo falso pues el gobierno Federal maniobra para impedir la democratización real del IPN y se niega a aumentar al 2% del PIB el presupuesto a la Educación (mientras que sí lo hace para los distintos cuerpos policiacos que han matado a estudiantes normalistas y que ayer atacaron a estudiantes del Tecnológico de Monterrey)
En la editorial del día de hoy, escrita por Julián Andrade, el diario La Razón dice sobre la huelga de la UNAM de 1999-2000 que: “Entró la policía y lo hizo en un operativo bien hecho, que evitó que se generara violencia y abrió de nueva cuenta sus puertas”. Esta es la forma en que se expresan del levantamiento violento de la huelga por parte del ejército vestido de policía, que derivó en la aprensión de más de mil estudiantes que por defender la educación gratuita fueron a parar a los reclusorios del país. Esto se dio porque ese movimiento, que era impulsado por miles de universitarios, solo podía ser derrotado golpeando a los dirigentes, que eran los compañeros elegidos por las asambleas de sus escuelas. La Razón culpa de esto, no al Estado, sino a los grupos radicales del CGH. Su distorsión y cinismo de los hechos se puede notar en su señalamiento de que en la lucha actual del IPN ya fueron resueltas todas las demandas. Algo falso pues el gobierno Federal maniobra para impedir la democratización real del IPN y se niega a aumentar al 2% del PIB el presupuesto a la Educación (mientras que sí lo hace para los distintos cuerpos policiacos que han matado a estudiantes normalistas y que ayer atacaron a estudiantes del Tecnológico de Monterrey)
Su línea de argumentación es que este movimiento ya tiene respuesta satisfactoria, que se corre el peligro que el ala radical (CLEP, La Izquierda Socialista y Morena) haga que la lucha se prolongue, que si esto pasa el movimiento se va a pudrir. El comparativo con el CGH es claro, si esto pasa el Estado debe intervenir y, de ser necesario, actuar “pacíficamente” como en la huelga de la UNAM, rompiendo la huelga por la fuerza policiaca y hasta encarcelando a los estudiantes.
La Razón trata a los estudiantes en lucha como borregos
Tenemos que dejar claro que el movimiento actual del IPN se rige a través de asambleas por escuela que eligen a sus representantes que se reúnen en la Asamblea General Politécnica (AGP), ellos son los dirigentes de este movimiento. La lucha del IPN ha mostrado ser legítima y está siendo llevada adelante por los estudiantes, nadie puede poner en duda esto. Es el movimiento estudiantil el que decidirá los pasos a seguir con la lucha y si la huelga se prolonga o no.
El periódico de hoy de la razón se menciona a compañeros egresados y miembros del CLEP, alguno de ellos también trabajador del IPN. Su argumento de que el estudiantado está siendo manipulado desde fuera, no es más que la forma en que la derecha y sus infiltrados tratan de actuar en este movimiento, pero nada tiene que ver con la expresión sana de esta lucha, donde compañeros consientes debate democráticamente, analizan y sacan conclusiones.
La Razón es un medio vendido que semana tras semana recibe cuantiosos cheques del gobierno Federal y del Gobierno del DF de Miguel Ángel Mancera para, coordinadamente con ellos, desprestigiar, atacar y golpear al movimiento de los jóvenes y trabajadores. Llamamos a los participantes de la lucha del IPN a no caer en su trampa que solo quiere dividir y desviar su atención.
Una calumnia orquestada que intenta debilitar y dividir al movimiento
Es claro que hay una coordinación entre el Estado, las autoridades del IPN y la prensa vendida, como La Razón. La derecha impulsa una campaña en redes sociales contra la huelga estudiantil, mientras grupos de porros de filiación priísta juntan una docena de firmas (nada comparado con las asambleas que en varias escuelas se han contado por miles y decidieron impulsar esta lucha) pidiendo se levante el paro (aun sin esperar a la respuesta de la SEP sobre el pliego petitorio) y que salga Morena que según ellos está ingiriendo en el movimiento. En diversas escuelas los infiltrados de Osorio Chong y las autoridades dan la lucha por levantar la huelga en algunas escuelas y así debilitar y dividir al movimiento. A la par de esto, diarios como La Razón acometen con el sector de izquierda del movimiento y se suman a la campaña de levantar la huelga y desarticular la lucha.
El Comité de Lucha desde el año 1969 ha desarrollado luchas por el derecho a la educación, el Movimiento de Estudiantes No Aceptados solo busca que se cumpla la Ley Orgánica que dice que el IPN tiene como finalidad ampliar y garantizar la educación a estudiantes de escasos recursos. Esta lucha nunca ha buscado un fin individual, las autoridades siempre nos han combatido férreamente. En el año 2007 8 compañeros del CLEP y del MENA fueron al reclusorio norte y uno más al tutelar de menores, por el delito de defender la educación pública. Ahora las autoridades, dentro de este plan orquestado, están difundiendo infamias contra egresados como Adrián Alvarado que falsamente dice que obtuvo su plaza de trabajador en el IPN vendiendo lugares en el IPN e insinúa que nuestro compañero Pedro Cruz de UPIICSA hará lo mismo. Rechazamos tajantemente estas acusaciones, denunciamos que son una calumnia contra compañeros que han demostrado en el día a día de la lucha su disposición de defender la educación pública.
¿Huelga prolongada?
El problema no es huelga sí o huelga no, sino democracia sí o democracia no en el IPN. La cuestión es si el Estado dará una solución satisfactoria al movimiento del IPN o el movimiento, ante la cerrazón de un gobierno que quiere mostrarse con una falsa cara democrática, tiene que continuar con la lucha y acciones de protesta que hagan que el pliego se resuelva en sus puntos fundamentales.
El CLEP no ve a la huelga como un fin en sí mismo, sino como una herramienta importante de lucha. Si el Estado da una respuesta satisfactoria hay que regresar a clases, pero eso no significa que la lucha deba terminar, porque aun consiguiendo todos los puntos habrá que asegurar que los acuerdos se cumplan y habrá cuestiones que mejorar en nuestra institución y sociedad, por lo que la lucha deberá continuar.
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En una de sus notas del día de hoy, sobre la lucha del IPN, La Razón dice: “Los Alumnos reprochan la falta de transparencia; asimismo, afirman que por el vocero Daniel Antonio Rosales el movimiento ha perdido credibilidad”. Eso dice La Razón, pero la asamblea de su escuela, la ESIA Zacatenco, ha hecho un llamado a no dividir al movimiento con esta campaña contra Daniel, mostrando su respaldo al compañero y resaltando su valentía al encarar al Secretario de Gobernación.
Es necesario que la AGP tenga una política más clara de vinculación con el pueblo
Pero para ser francos también tenemos que hacer críticas fraternas a esta lucha. Este movimiento ha obtenido sus primeras victorias (caída del reglamento, de algunos planes de estudio o eliminación de sueldos vitalicios de los ex Directores generales) gracias a la disposición y lucha del estudiantado y ante el miedo que el Estado tiene de que este movimiento contagie y unifique a otros estudiantes y a otras luchas de los trabajadores. Escuelas de la UNAM han ido a paros de solidaridad, sin embargo la AGP no marchó el 2 de octubre lo que hubiera significado una mayor confraternización con otras universidades, es decir, extender las muestras de solidaridad. Con la lucha de Ayotzonapa, el movimiento ha dado algunas declaraciones de apoyo como en el discurso de la Plaza de las Tres Culturas del pasado 10 de octubre o frente al mismo Osorio Chong, sin embargo, éstos han sido limitados ante la gravedad del caso. Esto ha restado simpatías y apoyo de otros sectores, que es justo lo que quieren las autoridades y el Es
tado, por eso la AGP debería de ser más clara y contundente al hacer llamados a unificar la lucha y llamar al resto de estudiantes y trabajadores a una jornada de lucha en defensa del IPN, en apoyo a Ayotzinapa y en defensa del conjunto de la educación pública. Estas son las ideas que los estudiantes miembros y simpatizantes del CLEP han defendido en las distintas instancias del movimiento, por eso no nos parece raro que los diarios al servicio del gobierno de Peña Nieto nos ataque con tanta rabia.
La Asamblea General Politécnica, después de la respuesta que dio el gobierno federal, se encerró 3 días a discutir, analizando cada punto y coma, una respuesta al gobierno federal, además de tener una posición de mucho hermetismo en la información. Pensamos que la AGP debería haber sacado de inmediato sacado un plan de acción, llamando a sacar brigadas a las otras universidades, a sumarse a la marcha en defensa de Ayotzinapa y a preparar la siguiente movilización dada la ambigüedad e insuficiencia de la respuesta del gobierno de Peña Nieto. La parálisis y desinformación generadas, han tenido un costo que se muestra en una baja en la pasada movilización.
¿Manipulación de Morena?
Pero también ha jugado un efecto el boicot abierto de un sector del movimiento, donde infiltrados difunden todo tipo de intrigas y temores, donde incluso se han generado burocracias locales que frenan de manera conscientemente las acciones de la AGP, en oposición de la decisión democrática de las asambleas. Son los infiltrados del PRI, de Osorio Chong y las autoridades politécnicas quienes están tratando de frenar y desarticular la lucha en contra del sentimiento de la comunidad que ha salido a las calles en defensa del IPN y su futuro.
Es completamente normal que en esta lucha los compañeros rechacen a partidos políticos. El PRI, el PAN y hasta el PRD, que reciben millonarios subsidios y sus gobernadores y parlamentarios cuantiosos suelos, se han dedicado a golpear los derechos de los trabajadores y caer en todo tipo de prácticas corruptas. Por desgracia Morena sigue albergando en su interior a algunos burócratas y su política no ha sido firme en defensa de los intereses de los trabajadores, lo cual genera desconfianza entre la juventud.
Hay que decir que Morena no está interviniendo dentro de la lucha del IPN http://regeneracion.mx/morena/sobre-el-movimiento-del-ipn-sria-nal-de-jo… y, como ya explicamos, son las instancias designadas por el propio movimiento quienes deciden. Ahora bien, en un movimiento tan amplio, puede haber compañeros de diferentes opiniones y pensamientos políticos siempre y cuando estos vayan acordes con los intereses de la comunidad y el proyecto histórico del IPN. Cada compañero debe tener el derecho de dar sus puntos de vista y ser elegido o no por su base para representarlos. Los miembros y simpatizantes del CLEP han participado en esta lucha, defendiendo las decisiones de las asambleas, aun a pesar de que no siempre estemos de acuerdo con ellas. En varias escuelas han sido nuestros compañeros electos para representar a las escuelas, porque han mostrado en la práctica ser congruentes y preparados para las tareas, esto se ha logrado pese a una campaña permanente de intriga y difamación.
Sabemos que esta campaña puede generar dudas, confusiones y hasta una idea distorsionada de lo que es el CLEP y defiende. ¿Está el CLEP ligado a Morena? No, el CLEP somos una organización estudiantil independiente de las autoridades, el Estado y los partidos políticos. En nuestras filas se respeta la libre militancia política en organizaciones que defiendan los intereses de los trabajadores y nosotros sus hijos. Hay compañeros del CLEP que participan en Morena de una manera crítica, pues sabemos en primer lugar que dentro de este partido hay miles y miles de trabajadores, amas de casa, estudiantes, etc. que están luchando contra los ataques del régimen y por un cambio profundo en la sociedad y creemos un deber luchar hombro con hombro con el pueblo en lucha, no solo el que se agrupa en Morena, sino con los estudiantes, con los sindicatos, y en muchas otras trincheras.
En el CLEP no somos ajenos a la problemática general que vive nuestro país e incluso el mundo, donde se están arrebatando derechos históricos conquistados. Nos hemos opuesto a la privatización de la energía eléctrica y el petróleo, nos hemos opuesto a que se les haya eliminado el empleo a los trabajadores de Luz y Fuerza del Centro, nos hemos solidarizado con los maestros a quienes se les quiere arrebatar sus derechos laborales, luchamos junto a los sindicatos para oponernos a la reforma laboral, porque sabemos que todo derecho perdido hoy, serán menores derechos para nosotros mañana.
Somos críticos con Morena, porque pensamos que su política se ha ligado mucho a la línea electoral, cuando de lo que se trata es de derrotar los proyectos del régimen en las calles, nos parece que Morena debería de vincularse más al movimiento social (por ejemplo a la lucha de los maestros contra la reforma educativa) y aplicar métodos de lucha más contundentes. Si Morena siguiera el ejemplo del IPN y trabajara para impulsar un Paro Nacional contra los ataques fundamentales contra nuestro pueblo, por ejemplo contra la reforma energética, podríamos no solo frenar los ataques sino además tener la fuerza necesaria para ir a la ofensiva. Imaginemos una huelga, no sólo de estudiantes, sino también de trabajadores, realmente podríamos paralizar al país, pues nada funciona, nada se mueve, ninguna rueda gira, ningún foco se enciende, ninguna mercancía se produce, sin el amable permiso de la clase obrera. El verdadero miedo del régimen es que la lucha del IPN sea un ejemplo que contagie a la clase obrera y la anime a luchar.
No nos critican por ser de Morena, nos atacan por tener una política de unidad entre obreros y estudiantes, nos critican porque queremos que la lucha del IPN triunfe, pero que también se cristalice en mayor conciencia y organización del estudiantado, que nos de ánimos para ir más lejos y luchar no solo por democracia en el IPN, sino en todo el país, que nos anime no solo a cambiar la educación sino también la sociedad.
La lucha de los hijos de trabajadores no tiene fronteras
En el CLEP varios de nuestros compañeros militan en La Izquierda Socialista, la sección mexicana de la Corriente Marxista Internacional. Es evidente que no buscamos acomodarnos de diputados, que no buscamos cubrir intereses personales, sino solucionar los intereses colectivos de los estudiantes y trabajadores.
En La Razón, se dice:
“Es su página de internet, que se llama La Izquierda Socialista, estos personajes presumen sus viajes a Venezuela, El Salvador, Grecia, Suiza, Cuba y España, entre otros, en el marco de diversos foros de esta organización mundial que forma parte de la Corriente Marxista Internacional, capítulo México”.
En su línea de distorsionar todo se nos trata de ver como turistas que nos gusta presumir de nuestros viajes. Somos revolucionarios y sabemos que el problema, en última estancia es este sistema capitalista que no nos brinda alternativas. La lucha de los estudiantes del IPN es en esencia una lucha por nuestro futuro, después de tanto esfuerzo y sacrificio para estudiar y concluir una carrera no hay seguridad de un futuro digno. Este movimiento es similar al de los jóvenes indignados de España, al de los jóvenes del mundo Árabe, al de la juventud griega… Creemos que nuestra lucha no se debe limitar en el IPN, ni siquiera en México, por eso varios compañeros egresados y militantes del CLEP participamos en la Corriente Marxista Internacional luchando por una sociedad más justa e igualitaria en líneas socialistas a nivel global.
El estado y sus periódicos panfletarios le temen a que lo mejor del estudiantado politécnico se politice, saque conclusiones avanzadas para continuar la lucha y peor aún se acerque a las ideas del marxismo, las únicas ideas científicas que nos ayudan a comprender esta sociedad para transformarla. Por eso nos atacan con tanta rabia