El gobierno de Bukele está profundizando la crisis social en todos sus niveles, no hay ni un sector de la sociedad, a excepción de las clases más acomodadas del país, que no sientan la asfixia económica y social que se nos impone. Las movilizaciones del mes de septiembre (7S, 15S y 30S) son la respuesta de lucha de sectores de la sociedad que buscan defenderse de los ataques y condiciones miserables a las que están siendo sometidos cada vez más. Esta es una respuesta combativa de trabajadores y trabajadoras, las mujeres oprimidas y la juventud en general que poco a poco van llegando a la conclusión que solo a través de la lucha organizada en las calles se puede hacer frente al régimen opresivo que nos impone el clan Bukele. Vemos el principio de una larga lucha en favor de arrancarle al régimen las demandas más inmediatas de la clase trabajadora, esas que tienen que ver con estabilidad laboral, empleos y salarios dignos, derechos a educación, salud, y vivienda.
Por ahora, el movimiento aunque heroico y combativo está limitado por su fuerza numérica, claridad política y determinación, el análisis de esta situación no debe ser desplazado del debate de las organizaciones en lucha, todo lo contrario. El movimiento en la lucha contra el gobierno de Bukele debe avanzar, en primer lugar, en definir sus objetivos principales y, en segundo lugar, la definición de sus aliados más determinantes, qué programa defender y qué sectores suman a la lucha de los interés colectivos de las clases oprimidas y explotadas. Solo a partir de discutir y poner sobre la mesa estos aspectos el movimiento podrá avanzar hacia la conquista de sus demandas y por supuesto a la construcción de un gobierno de las clases explotadas y oprimidas.
A la fecha todos los sectores, excluyendo a la clase capitalista, está sometida a la opresión y explotación cada vez más desesperante de esta sociedad impuesta por la dictadura de los ricos a través de Bukele. Partiendo de está afirmación debemos luchar por medidas inmediatas para acabar con esta asfixia económica y social, la tarea inmediata del movimiento debe ser la defensa de nuestros puestos de trabajo, la defensa de las libertades sindicales y el alto al acoso laboral en todos los centros de trabajo públicos y privados. Esto debe combinarse con una exigencia de creación de más puestos de trabajo y mejores salarios, durante la pandemia la riqueza de los 110 ultra ricos salvadoreños aumentó considerablemente, esto quiere decir que mientras millones nos empobrecemos al extremo, unos cuantos se enriquecieron obscenamente a costa de nuestro sufrimiento.
Además el gobierno ha estado publicando, a través del Banco Central de Reserva, datos de una recuperación económica, que es a su vez una consecuencia de una recuperación de la economía mundial. Esto saca a la luz que los capitalistas están volviendo a la estabilidad económica pre pandemia y por consecuencia, deberían recuperarse los ingresos estatales. También debería verse reflejado en un aumento o recuperación del empleo. Sin embargo, esto no está pasando, al contrario, lo que vemos es un estancamiento del empleo y la amenaza constante de despidos en el sector público. Los datos no se corresponde con la realidad económica, y sólo puede explicarse a condición que entendamos que mientras los capitalistas recuperan sus ganancias, los trabajadores asalariados están siendo explotados a niveles extremos a costa de que decenas de miles no tengamos un empleo y que, por otro lado, el gobierno aunque tenga mayores ingresos que en años anteriores priorice el pago de la deuda externa, a costa de recortar empleos por mandato de los organismos financieros, sin tener en cuenta que condenan a cientos de familias a la pobreza extrema.
Como primeros afectados debemos oponernos férreamente a los despidos en todos las áreas económicas y gubernamentales, ni un desempleado más, a su vez debemos luchar por una política de nivelación salarial acordé al coste de la vida y topes a los precios de la canasta básica para hacerle frente a la inflación, la reducción de la jornada laboral de 44 a 36 horas, plan de obras públicas necesarias (escuelas, hospitales, y universidades) para reactivar la economía y el empleo. Nacionalización bajo el control democrático de los trabajadores de todas las instituciones estatales privatizadas en el pasado, incluyendo principalmente el sistema de pensiones.
Solo bajo estás medidas el movimiento que hoy se moviliza contra la crisis económica y las políticas del régimen podrá encontrar el apoyo de la juventud y todos los sectores oprimidos y explotados de la sociedad. Estas medidas aquí esbozadas a grandes rasgos deben servir como base para la construcción de un programa que garantice la unidad de la clase trabajadora frente al régimen de Bukele. Solo la unidad de los sectores claves y protagónicos de la economía nacional podrá frenar el avance de la agenda capitalista de este gobierno. Los oprimidos y explotados de esta sociedad no pueden confiar más que en sus propias fuerzas y en sus organizaciones tradicionales como los sindicatos, organizaciones comunitarias y campesinas para construir una sociedad distinta, no igual a la del pasado con Arena y el FMLN, sino distinta a esa y al actual régimen del gobierno de Bukele.
Como organización marxista luchamos por estas demandas inmediatas y por una sociedad diferente dónde todos y todas vivamos dignamente y tengamos garantizados nuestros derechos y solventadas nuestras necesidades vitales.
Luchamos por una sociedad que garantice la democracia para quienes crean la riqueza, para los que con sus manos garantizan el funcionamiento económico de la sociedad y por lo tanto deben decidir sobre cómo y para qué se usa la riqueza que se produce. Rechazamos la actual sociedad dónde los banqueros, terratenientes, empresarios y políticos de los ricos son los que deciden el rumbo de nuestras vidas, tales decisiones condenan a millones al hambre, la violencia y la miseria social.
Si quieres luchar por una sociedad distinta únete a nuestra lucha y organízate con nosotros, la opresión aumenta constantemente, solo organizados y formados políticamente podremos cambiar esta realidad. Mujer, joven, trabajador únete a nuestra organización y luchemos por el socialismo internacional.