Boko Haram[1] ha llevado a cabo una serie de ataques suicidas con bombas, como la que tuvo lugar en Maiduguri, en el norte de Nigeria a principios de esta semana, en el que 78 personas perdieron la vida. Durante los últimos cuatro años, los atentados suicidas se han convertido en una de las armas reconocidas en la campaña insurgente del derechista Boko Haram en Nigeria, especialmente en la parte norte del país. Musa Atiku explica el trasfondo de todo esto.
Boko Haram[1] ha llevado a cabo una serie de ataques suicidas con bombas, como la que tuvo lugar en Maiduguri, en el norte de Nigeria a principios de esta semana, en el que 78 personas perdieron la vida. Durante los últimos cuatro años, los atentados suicidas se han convertido en una de las armas reconocidas en la campaña insurgente del derechista Boko Haram en Nigeria, especialmente en la parte norte del país. Musa Atiku explica el trasfondo de todo esto.
En el pasado, hemos tenido terroristas suicidas que detonan bombas atadas a su cuerpo en Abuja, la capital federal, Níger, y los estados de Borno, Adamawa, Yobe, Plateau, Kaduna y Kano, matando a cientos de personas inocentes con estas acciones. Mientras que en la mayoría de los casos en los que las bombas fueron detonadas de forma esporádica, la coloración política y las intenciones percibidas eran vagas en contenido así como contra quienes eran dirigidas, el 23 de julio de 2014 los dobles atentados suicidas en los estados de Kaduna y el 27 a 28 julio de 2014 en Kano parecían tener una intención diferente de los atentados suicidas habituales.
El 23 de julio de 2014 en el estado norteño de Kaduna, atentados suicidas simultáneos fueron dirigidos contra el general Muhammadu Buhari, un ex jefe de Estado y político de la oposición con un seguimiento masivo, y contra un prominente clérigo islámico, Sheikh Dahiru Bauchi. Los dos hombres sobrevivieron ilesos, pero al menos 40 personas perdieron la vida, mientras que varios otros resultaron heridos en las explosiones que se produjeron separadas por alrededor de una hora de diferencia.
Cuatro días más tarde, Boko Haram lanzó una serie de ataques en otro estado norteño de Kano comenzando con un ataque en el barrio cristiano de Sabon Gari, donde los explosivos fueron lanzados dentro de una iglesia, mientras se realizaba un servicio religioso. Esto fue seguido por múltiples atentados suicidas el día siguiente. Los atentados suicidas tenían una novedad, en el sentido de que los insurgentes utilizaron mujeres suicidas menores de edad. Los objetivos incluyeron una reunión de mujeres que compraban queroseno en una estación de combustible, un centro comercial y un grupo de estudiantes que revisaban la lista del servicio nacional obligatorio para post graduados.
Ataques similares también ocurrieron en ambas ciudades en septiembre de 2014, particularmente cruel fue el bestial bombardeo y ataque con disparos indiscriminados en el Colegio Federal de Educación en Kano, donde murieron muchos estudiantes.
¿Cuál es el significado de estos ataques?
Los atentados contra la vida del líder de la secta sufí y el líder político de oposición en Kaduna tenían la obvia intención de precipitar una crisis etno-religiosa y dividir a los trabajadores nigerianos y los jóvenes en los temas étnicos y religiosos. Hay que decir que esto no es una táctica nueva de Boko Haram. Los insurgentes habían utilizado anteriormente este tipo de líneas de división creada por la burguesía nigeriana con anterioridad. Los conflictos de asentamientos indígenas y de minoría-mayoría vienen fácilmente a la mente.
A lo largo de 2011 y más allá, los insurgentes habían hecho de las poblaciones de minorías cristianas en el norte del país, uno de sus objetivos principales. Esto tomó la forma de bombardeos y ataques de francotiradores en los servicios religiosos del domingo al que asisten, en su mayoría, mujeres y niños. Los insurgentes también atacaron iglesias en zonas con poblaciones de minoría musulmana bajo la bandera de la defensa del Islam y las minorías musulmanas. Todos estos fueron intentos de crear una mayor división entre las masas nigerianas y promover la simpatía por los insurgentes entre los musulmanes locales, especialmente si se daban ataques de venganza por los fundamentalistas cristianos contra musulmanes inocentes.
Los ataques a Buhari y Sheik Dahiru Bauchi deben verse también desde esta perspectiva. Algunos políticos burgueses del norte de Nigeria han estado reforzando durante algún tiempo la noción intolerante de que Boko Haram fue la creación del Gobierno Federal liderado por los cristianos para destruir la región norte, de mayoría musulmana. La eliminación de un líder religioso musulmán y Buhari, que tiene una congregación multitudinaria que le sigue, especialmente en el Norte, reforzaría tal mensaje de intolerancia. Esto podría incluso sumir a la región norte en una guerra etno-religiosa. Boko Haram tenía este escenario en mente cuando planearon los ataques.
El uso de chicas terroristas suicidas en Kano indica un intento desesperado por los insurgentes para demostrar su alcance y capacidad después de la derrota decisiva que sufrieron a manos de los grupos de autodefensa en Borno, popularmente conocidos como las JTF Civiles (Fuerzas Civiles de Tarea Conjunta – FTC). La ausencia de apoyo de hombres armados en esos atentados suicidas llevados a cabo por pequeñas niñas bien puede indicar la muy limitada capacidad de los insurgentes.
Esto contrasta notablemente con los ataques de la secta en enero de 2012 en Kano, que estaban destinados a extinguir la tormenta revolucionaria de la insurrección desencadenada por la eliminación del subsidio de combustible, un levantamiento cuyo centro fue desplazándose a Kano para entonces.
¿Qué camino seguir?
La Alternativa Obrera siempre ha sostenido que la única manera de derrotar a los insurgentes es a través de una resistencia popular organizada a través en comités de autodefensa democráticas en barrios, escuelas y lugares de trabajo con la ayuda de la organización laborista organizada (NLC / TUC) posicionándose a la cabeza. El fenómeno de las FTC Civiles (a pesar de las limitaciones) y su notable éxito en Borno revela cómo la autodefensa puede surgir espontáneamente.
Pero no nos rendimos ante la espontaneidad; el hecho de que las unidades FTC civiles se enfrentan a la posibilidad real de ser utilizadas por los mismos políticos burgueses responsables de la creación de Boko Haram. Este hecho pone de manifiesto los límites de la espontaneidad.
Sin embargo, mientras que los partidarios de este Periódico (workersalternative.com) siguen siendo sólo una fuerza modesta y no lo suficientemente fuerte como para provocar la formación de comités de autodefensa de forma consciente, nuestra fortaleza ideológica puede proporcionar el liderazgo ideológico necesario, a pesar de la falta de fuerzas para proporcionar una ventaja organizativa.
Es por ello que ponemos la responsabilidad sobre los hombros de los dirigentes de los sindicatos, el NLC / TUC (Congreso Nigeriano del Trabajo, NLC y el Congreso de Sindicatos, TUC). Los comités de autodefensa han comenzado a brotar ya en los talleres, iglesias, mezquitas y mercados en Kano. Los dirigentes sindicales deben fortalecer fuertemente y proporcionar una clara conciencia de clase a y tomar la responsabilidad de liderar este proceso espontáneo.
En las instituciones de enseñanza superior, que parecen ser los principales objetivos de los insurgentes, los estudiantes y los sindicatos de docentes deben, con carácter de urgencia, crear comités de autodefensa democráticos. Estos comités de autodefensa no sólo proporcionan la forma más eficaz de derrotar a los insurgentes, sino que también enseñan a los trabajadores las tareas de autogobierno democrático, independientes del Estado burgués. Esto también plantea la necesidad de una transformación radical de la sociedad.
Mientras Nigeria sigue siendo un país capitalista bajo la dominación imperialista, fenómenos como Boko Haram seguirán existiendo porque son una herramienta en manos de la élite burguesa para dividir a la sociedad en lo referente a asuntos étnicos. Sin embargo, la división fundamental real es la división de clases y la única manera de poner fin a esto es planteando la necesidad de un Estado Socialista, un Estado auténticamente democrático donde los trabajadores armados sustituyan al ejército burgués actual. Sólo entonces terminará esa pesadilla.
[1] Nombre de un grupo terrorista de carácter fundamentalista islámico activo en Nigeria
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