El 8 de noviembre, alrededor de la 1:30 a. m., hombres en dos jeeps, de los que suelen utilizar las agencias de seguridad para los secuestros, junto con tres autos de policía, secuestraron al camarada Amar Fayaz en Jamshoro, Sindh (Pakistán). Estaba sentado cerca de la puerta de la Universidad Médica Liaqat en Jamshoro cuando ocurrió este incidente.
Nadie sabe su paradero desde entonces. ¡Hacemos un llamamiento a todos nuestros compañeros y simpatizantes para que luchen por su liberación!
Fayaz está afiliado a Alianza de la Juventud Progresista (PYA por sus siglas en inglés) desde hace algunos años y está involucrado en la lucha por la educación gratuita para todos, la restauración de los sindicatos de estudiantes, el empleo para todos y por el derrocamiento del capitalismo. También ha estado traduciendo libros marxistas al idioma Sindhi. El 16 de noviembre, su traducción del libro La relevancia del marxismo hoy, de Alan Woods se presentará en una conferencia sindical en el Hyderabad Press Club.
Hasta ahora, la policía no ha podido explicar este secuestro y no ha presentado ningún caso registrado contra Fayaz. La impotencia de la policía de Sindh se puso de manifiesto hace unas semanas cuando el propio jefe de policía fue secuestrado a altas horas de la noche por los Rangers y los servicios secretos, y se le ordenó registrar un caso sobre algunas figuras políticas de partidos de oposición. El caso del secuestro del jefe de policía aún no ha sido registrado y tampoco ha aparecido una investigación ordenada por el Jefe del Ejército de Pakistán sobre el asunto. Esto muestra claramente la realidad de los tribunales, los procesos legales, la policía y otros métodos para mantener la ley y el orden en este país.
En los últimos meses, los secuestros de activistas políticos se han convertido en una rutina, donde las víctimas son brutalmente torturadas durante los secuestros y mantenidas en condiciones inhumanas sin ninguna autoridad legal. Muchos han muerto durante esta terrible experiencia, por la que nunca nadie es castigado. Condenamos severamente esta barbarie de los servicios secretos de Pakistán, a los que se les permite actuar impunemente.
Exigimos que, si Amar Fayaz ha cometido algún delito, sea presentado ante un tribunal de justicia y se registre un caso judicial en su contra. Exigimos medidas similares para todos los activistas políticos secuestrados en Sindh y en todo el país. Condenamos esos secuestros por parte de los servicios secretos y exigimos que todos estos activistas políticos secuestrados sean presentados ante los tribunales si hay algún caso en su contra o sean puestos en libertad de inmediato.
Delitos del Estado
El Estado paquistaní no ha logrado satisfacer las necesidades básicas de la vida de una gran mayoría de la población. En los últimos dos años, decenas de millones se han visto sumidos en el desempleo y la pobreza extrema, mientras la clase dominante vive en un estado de lujo y abundancia. Ocasionalmente se filtran historias de las orgías que tienen lugar en los hogares de las élites gobernantes, mientras que millones de personas solo pueden permitirse una comida durante dos o tres días.
Los informes de suicidios debido a la pobreza se han vuelto comunes, en los que los padres matan a sus hijos para después suicidarse debido a la pobreza extrema. Mientras tanto, el botín y el saqueo de la clase dominante ha llegado a nuevos extremos, acumulando y contrabandeando con artículos básicos como la harina de trigo, el azúcar y la gasolina, creando una escasez artificial de estos artículos que lleva a precios disparados. Nadie es castigado ni responsabilizado por estos delitos brutales, que conducen a la masacre económica de la población. El precio de los medicamentos ha sido elevado hasta un 500 por ciento por el gobierno actual en los últimos meses, debido a lo cual el número de personas que mueren innecesariamente ha alcanzado nuevas alturas en todo el país.
En esta situación, los servicios secretos están siendo utilizados para aplastar brutalmente cualquier forma de disenso o esfuerzo para organizar a la clase trabajadora. El secuestro de Amar Fayaz también es parte de este proceso que se desarrolla en el país. La PYA se compromete a luchar contra esta brutalidad y barbarie, y desde hoy está organizando protestas en todo el país para su liberación inmediata. Apelamos a todo ser humano con conciencia para que nos apoye en nuestra lucha.
¡Condena a los secuestros estatales en Pakistán!
¡Condena a las políticas anti-obreras del Estado paquistaní!
¡Condena a las políticas anti-estudiantes!
¡Liberen a todos los presos políticos!
¡Viva la unidad de la clase obrera!