¿Qué es Revolución Comunista?
Revolución Comunista es la organización núcleo que trabaja por organizar a los elementos más avanzados de la juventud y la clase trabajadora para luego convertirlos en cuadros revolucionarios del futuro Partido Comunista Revolucionario. Realizamos propaganda y agitación entre las luchas de la clase obrera y en todos los espacios donde está la juventud con el objetivo de entrar en contacto con los elementos más radicalizados de este sector. Ahora mismo, nuestro objetivo no es llegar a las amplias masas de trabajadores, sino sólo a los elementos más politizados, aquellos que por ahora se declaran comunistas. Educamos y formamos en las ideas marxistas para que luego se conviertan en grandes organizadores y agitadores por la causa comunista. Por ahora, esta es nuestra principal tarea.
Una vez construyamos un núcleo fuerte dentro de la juventud, nuestro siguiente paso será fundar el Partido Comunista Revolucionario. Este partido será un partido de cuadros de combate. Su arena de lucha estará en los centros de trabajo, las universidades y las comunidades.
Sus demandas serán las demandas elementales de la clase obrera y la juventud. A la par que luchamos por estas demandas democráticas, explicamos a la clase obrera la necesidad de luchar por un cambio radical en la sociedad. Porque solo luchando por nuestras demandas elementales (educación, empleos, salarios, vivienda, salud, etc.) no vamos a acabar con todos nuestros problemas. Un aumento salarial, el derecho humano al agua, luchar contra los despidos, etc., son solo soluciones a los problemas sintomáticos de un sistema decadente que debemos derrocar, si acabamos con un problema aparece otro, o surgen nuevamente como plaga.
Es importante impulsar a los luchadores de hoy a sacar conclusiones revolucionarias a través de sus demandas inmediatas para luchar por un futuro donde podamos construir una sociedad totalmente diferente, libre de explotación, opresión y miseria. Este es el fin último del partido que queremos construir.
¿Socialismo y comunismo?
Durante años, la bandera del socialismo ha sido manchada con un sinfín de partidos reformistas en el mundo. La juventud que se está radicalizando no se siente identificada con estos partidos traidores a la clase obrera. Buscan una alternativa diferente a esto. Los líderes de la izquierda hace décadas abandonaron la bandera comunista. Sin embargo, ha sido la juventud la que ha sacado al comunismo del fango del cuál los dirigentes traidores que se vendieron al sistema la dejaron. Nosotros, junto a esa juventud, queremos alzar nuestra bandera comunista y luchar por un sistema socialista que nos conduzca al comunismo mundial.
Nuestro programa se plantea la revolución, y eso no es otra cosa que la expropiación de todas las grandes riquezas del país, es decir poner la industria, la tierra, la banca y la riqueza acumulada de la clase dominante en manos de un gobierno de la clase obrera. Así, con las altas ganancias que hoy obtienen los capitalistas. Con este dinero que hoy está en manos de un puñado de ultra ricos, podríamos solventar rápidamente los problemas más acuciantes de la clase obrera.
La instauración de una democracia proletaria que otorgue control sobre la tierra, la banca y la industria, junto con la abolición del Estado burgués en favor de instituciones nuevas, democráticas y eficientes, representa el derrocamiento del sistema capitalista y su reemplazo por un Estado obrero.
Este Estado se caracteriza por la planificación racional de la producción, orientada hacia las necesidades de la población en lugar de los intereses del mercado y la ganancia. En síntesis, esto es lo que define al socialismo. En una sociedad donde ya no exista la desigualdad y la explotación para generar riqueza para unos pocos multimillonarios, donde por fin las clases sociales sean cosa del pasado y la sociedad se auto-organice sin la necesidad de un Estado opresor, entonces podemos hablar de una sociedad comunista.
En el capitalismo, los empresarios usan el Estado para oprimirnos, en el socialismo, la clase obrera organizada usará un semi estado para defenderse y mantener a raya a sus enemigos, pero una vez acabadas las clases y la gran propiedad privada porque sus causas que son la miseria y la explotación desaparecen, el Estado tendrá que desaparecer y el mundo podrá finalmente vivir en comunidad. Eso es a lo que nosotros aspiramos, a una sociedad comunista.
En resumen, el socialismo es un sistema transitorio entre el capitalismo y el comunismo. En el socialismo, la clase obrera, valiéndose de su propio Estado y utilizando toda su riqueza, tecnología y fuerza de trabajo, acaba con las desigualdades, las clases sociales y la gran propiedad privada en aras del futuro de la humanidad para dar paso al comunismo donde no existe la propiedad privada, el Estado ni las clases. Marx los denominó como comunismo inferior y comunismo superior, socialismo y comunismo respectivamente.
¿Somos parte del FMLN?
En 2018 salimos del FMLN después de luchar entre las bases por un programa revolucionario y socialista durante una década. Posteriormente nos hemos mantenido haciendo trabajo independiente entre la clase obrera y la juventud, sin vincularnos a ningún partido político. Ahora no somos parte de ninguna tendencia del FMLN.
A nivel internacional, desde el 2008, somos parte de la Corriente Marxista Internacional, organización que en junio pasó a denominarse Internacional Comunista Revolucionaria, cuyo objetivo es construir las bases de los partidos comunistas del mundo.
¿Cómo nos financiamos?
La Internacional Comunista Revolucionaria y Revolución Comunista rescatan las tradiciones históricas del movimiento obrero. Nuestras actividades, gastos de propaganda y funcionamiento son obra misma de la clase obrera, de los militantes alrededor del mundo y de nuestros simpatizantes.
Una de las condiciones para poder ser parte de la RC y de la ICR es que debes pagar una cuota mensual. La revolución debe ser obra de la clase obrera misma. Por eso nunca hemos pretendido financiarnos con dinero de personas ricas, ni de cooperación internacional, ni mucho menos del Estado. Esto último sería absurdo.
Durante más de dos décadas, nuestra organización mantiene unas finanzas independientes lo que nos da la total libertad de hacer una política totalmente independiente. Todo lo que hacemos, defendemos y publicamos está aprobado democráticamente por todos nuestros miembros y los recursos con los que trabajamos son el producto del esfuerzo, sacrificio y dedicación de cada uno de nuestros miembros comunistas. Cuando nos convirtamos en partido, nos seguiremos financiando de la misma manera.
¿Qué tipo de partido estamos construyendo?
Cuando los comunistas hablamos de partido no estamos hablando de la concepción convencional y común que se tiene de partido, nosotros queremos construir un partido de lucha. Sabemos que la arena electoral es importante, pero no es la única arena de lucha. Queremos tener células y agitadores, luchadores comunistas en todos los centros de trabajo, centros de estudios, barrios y comunidades, ahí es donde se organizan y se dan las grandes luchas. Solo a partir de tener presencia en estas luchas podremos convencer de que la única solución definitiva a nuestros problemas es la revolución.
En el caso de la arena electoral, no la descartamos, estamos dispuestos a entrar a esta lucha, pero con objetivos completamente diferentes a los que tienen los reformistas. Los reformistas entran a la lucha electoral para construir una bancada legislativa significativa, crean ilusiones en las masas que a partir de esto se resuelvan sus problemas. Suelen decir necesitamos tal cantidad de diputados para aprobar esto y esto, pero cuando los tienen, resulta que no aprueban nada, y esto es así porque el parlamento burgués está diseñado para estafar y engañar a la clase obrera, sembrar ilusiones que desde ahí se deciden las cosas, cuando los que deciden son los ricos. El gobierno de los diputados y del presidente no son más que títeres de los poderosos.
Nuestro objetivo al entrar al parlamento será demostrar esto a las masas trabajadoras, entramos para denunciar que ahí no se discuten nuestros problemas y que quienes deciden son los ricos, quienes compran la voluntad de los funcionarios. Ninguna propuesta medianamente revolucionaria pasará sencillamente por el parlamento. A excepción de que esta sea acompañada por la movilización de la clase obrera en las calles, pero en esencia no es la democracia parlamentaria la definitiva para tal reforma, sino la movilización de masas. La arena electoral utilizada de forma revolucionaria se vuelve una oportunidad para elevar el nivel de conciencia de las masas.
Y para evitar cualquier proceso de oportunismo de gente que entre al partido para ganar los salarios que ofrece la democracia burguesa, tal y como está establecido en nuestros estatutos ahora y estará en el futuro Partido Comunista Revolucionario, haremos una lucha porque todos los funcionarios del Estado se reduzcan sus salarios, al nivel de un obrero cualificado ($900), demostrando así nuestra política de representante obrero, salario obrero. Si esta lucha no triunfa como muy posiblemente pase, al menos los diputados comunistas tendrán que tomar una parte de su salario para vivir y la otra será donada a la lucha revolucionaria.
¿Por qué necesitamos un partido?
En palabras de Marx, sin organización la clase obrera es materia prima para la explotación. Durante décadas en El Salvador, el que fuera el partido de la clase trabajadora traicionó los intereses de esta, abandonó sus principios y vendió la revolución por un par de lentejas. Este oportunismo creó los fenómenos ultraizquierdistas como el sectarismo y el anarquismo. Lo cierto es que el fracaso del FMLN no debe significar el fracaso de la idea de partido.
Los últimos años hemos visto cómo un estallido tras otro en Latinoamérica y en el mundo termina disolviéndose por sí solo o siendo traicionado por su dirección. Para nosotros, la razón de este lamentable desenlace de la voluntad y la determinación de las masas es la ausencia de un partido revolucionario.
El partido es el transmisor de la memoria colectiva de la clase obrera. Solo a través de la construcción de un partido, los mejores elementos que sacan conclusiones revolucionarias, antes que las saquen las masas en general, pueden aprender las lecciones y aciertos de la lucha histórica de la clase obrera. El partido es, por tanto, un ente formador que tiene por objetivo preparar a los revolucionarios del futuro.
Por otro lado, el partido es un elemento organizador porque desarrolla a los mejores organizadores revolucionarios del futuro en la medida en que estos se foguean de batalla en batalla, pulen sus cualidades y desarrollan otras en medio de las luchas esporádicas de la clase obrera, las batallas que fraguan el camino de la revolución social. Pero sobre todo, el partido es la herramienta teórica. Sin teoría revolucionaria no hay movimiento revolucionario, apuntó Lenin. El partido es el formador de los cuadros teóricos de la revolución. Para ser revolucionario es necesario entender cómo funciona el mundo. Debemos comprender lo que queremos transformar. Para el partido, esa comprensión no puede venir más que de las ideas del marxismo revolucionario.
Sin todos estos elementos es imposible construir un partido. Y sin un partido preparado previamente con años de anticipación que desarrolle un programa, métodos y tradiciones y que además se vincule y fusione con la clase obrera, es imposible que la revolución pueda conducirse al socialismo.
La función del partido es como la función de un cirujano en el quirófano en una cirugía de corazón abierto. El cirujano se ha preparado con años de antelación de manera teórica y práctica para poder salvarle la vida a las personas y sabe perfectamente cómo cortar y en qué momento intervenir cada capa de las arterias y la piel del paciente. De la misma forma, el partido debe tener esa claridad teórica y práctica para saber cuándo atacar, cuándo hay que hacer la retirada y cuándo dar el golpe final para tomar el poder. Esto solo se puede lograr con una ardua, minuciosa y disciplinada preparación previa. La revolución no se puede improvisar, debemos prepararnos para ella. Por eso únete hoy a Revolución Comunista y construyamos las bases del Partido Comunista Revolucionario.
Es muy claro, objetivo y concreto, este analisis; me llama la atencion, un articulo anterior, donde se pide a los miembros actuales del partido comunista revolucionario actual, pronunciarse, a favor de los presos politicos en Venezuela, y sutomaticamente, en contra del presidente Maduro…como podria comentarse, esta situacion????
Hola, el caso de Venezuela, es porque la mayoría de presos políticos son de los barrios populares, la represión y el encarcelamiento recae sobre las protestas de la clase obrera y no sobre la derecha y la burguesía. Como dice la declaración: El objetivo de tal ofensiva represiva es claro: disuadir nuevas protestas de los sectores populares y un nuevo levantamiento. La derecha se ha desmarcado reiteradamente de la iniciativa popular, mostrando su absoluto temor a las masas pobres. La declaración de la campaña puede leerse ingresando al siguiente enlace: https://luchadeclases.org.ve/?p=12551 . Como verán la declaración deja claro la oposición tanto a la represión del gobierno como a la oposición reaccionaria pro-imperialista. Espero aclarara sus dudas, gracias por comentar.