Esta consigna o grito de batalla que representa el internacionalismo que caracteriza la política marxista hacia el movimiento obrero, dice mucho de lo que podría hacerse si el proletariado a nivel mundial estuviera unido, organizado y dirigido hacia un fin consciente como señalaba Marx: ¡La lucha por la transformación socialista de la sociedad, o dicho de otra manera el derrumbe de una vez y para siempre del capitalismo mundial! En el marco de la celebración de otro 1° de mayo podemos ver que ha habido auge sindical que se ha experimentado últimamente; esto demuestra cómo la clase obrera resurge después de años de bloqueos y persecución sistemática de los gobiernos areneros quienes eran y son adversos a la organización sindical y por tanto llevaban a cabo ataques desde los mismos centros de trabajo despidiendo trabajadores que quieren organizarse y comprando directivos pasando por las autoridades del Ministerio de Trabajo para que, el peso y el accionar que deben que tener los sindicatos nos les sea perjudicial a sus intereses como empresarios.
Esta consigna o grito de batalla que representa el internacionalismo que caracteriza la política marxista hacia el movimiento obrero, dice mucho de lo que podría hacerse si el proletariado a nivel mundial estuviera unido, organizado y dirigido hacia un fin consciente como señalaba Marx: ¡La lucha por la transformación socialista de la sociedad, o dicho de otra manera el derrumbe de una vez y para siempre del capitalismo mundial! En el marco de la celebración de otro 1° de mayo podemos ver que ha habido auge sindical que se ha experimentado últimamente; esto demuestra cómo la clase obrera resurge después de años de bloqueos y persecución sistemática de los gobiernos areneros quienes eran y son adversos a la organización sindical y por tanto llevaban a cabo ataques desde los mismos centros de trabajo despidiendo trabajadores que quieren organizarse y comprando directivos pasando por las autoridades del Ministerio de Trabajo para que, el peso y el accionar que deben que tener los sindicatos nos les sea perjudicial a sus intereses como empresarios.
Mauricio Funes dijo que estaría cada primero de mayo con los trabajadores en lo que durara su mandato en la celebración de esta fecha en la Plaza Cívica acompañando a los que según nuestro presidente son el motor de la generación de la riqueza del país; habría que estar pendientes y ver si Funes no tendrá presiones de los sectores de derecha del gobierno que lo alejen de los obreros que lo acompañaron el año pasado.
Mas que celebrar el 1° de mayo año con año con grandes demostraciones de fuerza en nuestro país y en el mundo entero, que no está mal; debería además ponerse sobre la mesa el debate por la unidad total del movimiento obrero en momentos en que el capitalismo tiene ratos de estar convulsionando, si la clase obrera no es consciente de esto y no asesta estocadas finales y determinantes por medio de una dirección con las ideas claras y la aplicación de un programa revolucionario proletario, a través de la lucha continua; entonces seguiremos celebrando el 1° de mayo con grandes manifestaciones, sintiéndonos orgullosos de ser obreros; pero sin tener claridad de a dónde tenemos que dirigirnos, y por consecuencia el capitalismo tarde o temprano se recuperará nuevamente y la burguesía y la oligarquía nuevamente se fortalecerán, mientras nosotros seguiremos en las calles gritando que somos combativos y que tenemos en nuestras manos el poder y la capacidad de paralizar el país y cambiar las cosas; pero que no podemos utilizar toda esta fuerza en beneficio de nuestra clase.
El Día Internacional de los Trabajadores o Primero de Mayo, es la celebración por tradición del movimiento obrero mundial y en nuestro país no es la excepción. Desde su establecimiento en la mayoría de países (aunque la consideración de día festivo fue en muchos casos tardía) por acuerdo del Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, celebrado en París en 1889, es una jornada de lucha reivindicativa y de homenaje a los Mártires de Chicago. Estos sindicalistas anarquistas fueron ejecutados en Estados Unidos por su participación en las jornadas de lucha por la consecución de la jornada laboral de ocho horas, que tuvieron su origen en la huelga iniciada el 1 de mayo de 1886 y su punto álgido tres días más tarde, el 4 de mayo, en la Revuelta de Haymarket.
El 21 de junio de 1886 se inició el juicio contra 31 responsables, que luego quedaron 8, acusados de los actos de la revuelta de la plaza de Haymarket, donde estalló un artefacto y murió un policía. Las irregularidades en el juicio fueron muchas violándose todas las normas procesales de forma y de fondo, tanto que ha llegado a ser calificado de juicio farsa. Los juzgados fueron declarados culpables. Tres de ellos fueron condenados a prisión y cinco a la horca.
En este primero de mayo, a casi un año del gobierno del cambio la clase obrera salvadoreña debemos luchar porque Funes y el FMLN apliquen un programa de gobierno a favor de los trabajadores, el mejor homenaje a los mártires de Chicago y a los millones de trabajadores que han luchado a lo largo de la historia es retomando su ejemplo combativo y buscando en la práctica mejoras para las condiciones de nuestras vidas.
¡Por nuestros mártires lucha incesable contra el capitalismo mundial!
Abril de 2010