El capitalismo ha llegado a una de sus crisis más severas, según los mismos economistas burgueses, deberán pasar cerca de 50 años para que dicho sistema económico logre ver una nueva estabilidad. Esto ha significado una serie de recortes sociales y ajustes fiscales que han golpeado fuerte a la clase trabajadora internacional y le han hundido más en la miseria. Estas fluctuaciones entre leves auges, tardías recesiones y crisis agudas en la economía de la sociedad repercuten de manera sintomática en la conciencia de las masas. Quienes durante años pueden aguantar los duros golpes que el capitalismo da a sus condiciones de vida, pero tarde o temprano se produce una explosión que rompe con el statu quo, y miles de personas se echan a las calles para exigir lo que les corresponde.
El capitalismo ha llegado a una de sus crisis más severas, según los mismos economistas burgueses, deberán pasar cerca de 50 años para que dicho sistema económico logre ver una nueva estabilidad. Esto ha significado una serie de recortes sociales y ajustes fiscales que han golpeado fuerte a la clase trabajadora internacional y le han hundido más en la miseria. Estas fluctuaciones entre leves auges, tardías recesiones y crisis agudas en la economía de la sociedad repercuten de manera sintomática en la conciencia de las masas. Quienes durante años pueden aguantar los duros golpes que el capitalismo da a sus condiciones de vida, pero tarde o temprano se produce una explosión que rompe con el statu quo, y miles de personas se echan a las calles para exigir lo que les corresponde.
En Latinoamérica, desde la entrada del nuevo milenio, hemos visto una serie de luchas, procesos revolucionarios y revoluciones que han marcado la historia de una serie de países como Venezuela, Chile, Bolivia, México, El Salvador, Honduras, etc., en ellos, los estudiantes han jugado un papel protagónico, y en algunos casos, han sido el ala más radicalizada y consecuente.
Desde el año pasado, los estudiantes de la Universidad Autónoma de Honduras (UNAH), se han manifestado y llevado a cabo movilizaciones y huelgas en contra de la administración de Julieta Castellanos y su política y programa como rectora de esta institución, el cual prosigue tras una lógica privatizadora. En los últimos dos meses se han movilizado cerca de 10 mil estudiantes exigiendo al Congreso de Honduras la no intromisión en los asuntos de la UNAH y la convocatoria a elecciones internas para acabar con el régimen de Julieta. Sin embargo, la dirección del movimiento estudiantil ve ambiguo su futuro y no traza perspectivas claras.
Los marxistas partimos, para explicar las orientaciones que los movimientos estudiantiles deben seguir, del entendido de que los estudiantes de educación pública, en su mayoría son hijos de trabajadores, y serán trabajadores finalizando sus estudios, por tanto, estos deben educarse en las tradiciones y métodos de lucha de la clase trabajadora, y enrumbar sus luchas en torno a los intereses de dicha clase.
Esto implica comprender que la lucha estudiantil posee poco o nulo futuro, sino articula esfuerzos con el resto de la clase trabajadora hondureña y demás capas oprimidas, es decir, no aislar la lucha, sino conectarla con la lucha por el derrocamiento del sistema capitalista en Honduras y en el mundo.
Por consiguiente, ante la lucha estudiantil que llevan a cabo los camaradas hondureños como Bloque Popular Juvenil, sección salvadoreña de la Corriente Marxista Internacional, nos pronunciamos y agitamos en los siguientes aspectos:
1- Condenamos abierta y enérgicamente la represión que el aparato estatal de Honduras ha llevado en contra de la justa lucha de los estudiantes, nos referimos a la criminalización de la protesta y del movimiento.
2- Exigimos la liberación de los compañeros apresados, y la derogación total de quienes ya han sido condenados y el reingreso inmediato de los expulsados de la universidad.
3- Exhortamos a nuestros camaradas estudiantes a vincular su lucha con los sindicatos más consecuentes de la clase trabajadora hondureña, pues solo de esta manera la lucha tendrá alcances significativos y duraderos.
¡No a la criminalización del movimiento estudiantil!
¡Unidad con la clase trabajadora hondureña!
¡Vivan los estudiantes revolucionarios!