[Originalmente publicado en In Defense of Marxism, el 24 de agosto del 2024, por Zvonko Dan]
Recientemente, las calles de Serbia han sido nuevamente sacudidas por protestas en masa conformadas por decenas de miles. Este es el segundo round de las peleas en contra de Rio Tinto, una compañía reconocida y multinacional minera, tratando de comenzar sus operaciones en el oeste del país. Además, esta es la sexta vez en los últimos años en los que las protestas en masa en contra del régimen de Aleksander Vučić han sido organizadas en Serbia.
Dos años y medio han pasado desde que las masas en Serbia lograron su primera victoria contra Rio Tinto. Protestas en contra de la compañía, provocada por opresores del régimen, llevó a decenas de miles de personas en las calles a instalar barricadas
Alarmados por el apoyo a las protestas de masa y el creciente sentimiento militante de los manifestantes, los cuales pelearon contra los opresores de la decisión del Partido Progresista Serbio, el presidente Aleksander Vučić y la Primera Ministra Ana Brnabić, decidieron parar el proyecto ‘Jadar’ de Rio Tinto para mantener las cosas bajo control.
Esto pausó las protestas, pero aunque fue una victoria, no había euforia entre las masas, solo un sentido de que fue una retirada temporal del enemigo. Y efectivamente, no tomó mucho tiempo para la clase dominante para hacer una ofensiva otra vez.
El memorándum de Vučić-Scholz
El 11 de julio, citando una base legal endeble, la Corte Constitucional de Serbia anularó la decisión del gobierno de detener el proyecto ‘Jadar’ en Rio Tinto, el cual había empezado a extraer mineral de litio en la región del río Jadar en el oeste de Serbia. La farsa demuestra que la corte es leal, por sobre todo, a las grandes compañías, y no al gobierno que fue elegido, aparentemente, democráticamente. Pero Vučić se molestó bastante por las noticias. Al final, ambos, el gobierno y la no electa Corte Constitucional sirven al mismo maestro: capitalismo.
Solo ocho días después de que fue anulada esta decisión, Serbia recibió una visita del Canciller de Alemania, Olaf Scholz, líder de la economía más fuerte de la Unión Europea. Scholz y el presidente Vučić firmaron un documento con el vanidoso título de ‘Memorándum de entendimiento entre la Unión Europea y la República de Serbia en una estratégica unión de materiales crudos y sostenibles, cadenas de valor de baterías y vehículos eléctricos.’
Sin darle tanta vuelta, la Unión Europea, debería beneficiarse de este acuerdo al hacerse más fácil el extraer la riqueza mineral de Serbia. El texto está plagado de tópicos sobre el medio ambiente, a pesar de que Rio Tinto es una de las compañías mineras más notorias, conocida por destruir la naturaleza y violar derechos a los trabajadores, especialmente en países pobres como Indonesia, Papúa Nueva Guinea y Namibia.
El documento también hace referencia al Acuerdo de Estabilización y Asociación con la Unión Europea, aludiendo al hecho a que si Serbia quiere unirse a la Unión Europea. Para que esto sea posible, debe poner sus preocupaciones ecológicas de lado por el bien de la competitividad económica de Estados Unidos. No es de extrañar que muchos en Serbia han llegado a la conclusión de que estamos entrando a una posición colonial en relación con la Unión Europea.
El documento también menciona que el estado de Serbia debería facilitar la implementación de los deseos de compañías venideras, y a cambio, que la cooperación entre la industria de Estados Unidos y Serbia se intensifique. Este guiño a la clase obrera de Serbia que tendrá su parte del pastel en formas de procesamiento, transporte, y tal vez en la forma de propiedad de acciones. Esto es lo que recae detrás del intento de Vučić para traer a Rio Tinto de vuelta.
¿Porqué la minería es un problema?
Uno de los sentimientos encontrados entre la población es la mina siendo planeada en Serbia debido a que países de la Unión Europea tienen estándares que prohíben la apertura de minas que dañan al medio ambiente en su territorio, y además porque temen la respuesta de sus propios ciudadanos.
Los pequeños países ya están han sido utilizados siempre como materia prima para la explotación por parte de poderes imperialistas, y Serbia es perfecto para la Unión Europea por varias razones. Tiene una fuerza de trabajo barata, pero productiva, algo que el régimen ha usado para atraer a varios inversores extranjeros en la década pasada. Está ubicada en la periferia de la Unión Europea, algo que le conviene a los capitalistas europeos, quienes quieren una fuente de materia prima cercana, pero fuera de sus estados miembros.
Además, el marco legal de Serbia es bastante flojo, y se sabe que las compañías extranjeras no tienen respeto alguno sobre el medio ambiente y otros estándares. Como gran ventaja, los inversores extranjeros también recibes beneficios en forma de subsidios y reducciones de impuestos, consagrados en el memorando.
El régimen de Aleksander Vučić es conocido por sus excepcionales medidas de austeridad, donde el sistema de salud, educación y cultura han sido diezmados a favor de los subsidios a inversores extranjeros. El Partido Progresista Serbio no duda en usar asesinos y el crimen organizado para mantener vigiladas a las masas. Vučić se jacta del crecimiento del PIB de Serbia, pero no menciona por ninguna parte el costo humano. Además, la clase dominante de Serbia ha sido la mayor beneficiaria de este crecimiento, mientras la clase trabajadora solo recibió migajas.
La nueva mina exportará, principalmente, boro y litio, con la clase alta de Serbia tomando su parte del botín. Esto significa que el potencial crecimiento económico de la mina dependería primero en los movimientos del mercado mundial. Considerando la profunda crisis capitalista, con la inflación, las guerras, las crecientes medidas proteccionistas entre los países, y las montañas de deudas, las predicciones optimistas de la Unión Europea sobre el crecimiento del mercado de vehículos eléctricos son dudosas.
En caso de que el mercado de vehículos eléctricos no crezca como se ha proyectado, Serbia podría terminar con una mina sin trabajadores, y con un ambiente destruido. En caso de un desastre ecológico, Serbia no puede obligar a ninguna compañía o entidad extranjera a reparar los daños, porque no existe un mecanismo que obligue a las compañías internacionales a pagar una compensación, o que les impida que se vayan del país.
¡No cavarán!
Las masas en Serbia actuaron rápidamente ante la subordinación de la clase dominante. Incluso antes de la corte fallara en contra de la decisión del gobierno para detener el proyecto ‘Jadar’, se llevó a cabo una protesta el 28 de junio en contra de Rio Tinto en Loznica, una ciudad que sería una de las más afectadas en cuanto la mina comenzara operaciones.
Luego del memorando, se organizó una protesta en Valjevo el 22 de julio, que tuvo una gran afluencia y un ambiente energético. Después, el 30 de julio, se realizó la protesta más grande del año al punto de organizar a más de 7 mil personas que estuvieron presentes en Šabac. Loznica, Valjevo y Šabac formaron un triángulo alrededor del río Jadar, y la respuesta en estas ciudades demuestra la gran determinación de los locales para oponerse al proyecto.
El movimiento también estuvo marcado por un largo número de protestas en ciudades más pequeñas, como Aranđelovac, Mionica, Ljig, Ub, Mali Zvonik, Bajina Bašta y muchas otras. La solidaridad también fue demostrada por las masas en los centros más grandes, como Kragujevac, Niš y Novi Sad, los cuales no serían afectados directamente por el proyecto. Esto demuestra el estado público de enojo y resentimiento que corre más profundo que solamente la cuestión de esta mina.
La culminación de la protesta, bajo el eslogan “No habrá mina”, tomó lugar el día 10 de agosto en Belgrado, con una movilización general de las masas provenientes de toda Serbia. Según los cálculos, al menos 30 mil personas asistieron a la protesta.
Entre los manifestantes, había un disgusto especial hacia el servilismo colonial de la clase dominante serbia, la cual permite a los inversores extranjeros a hacer lo que quieran con el país. Los hablantes en la protesta presentaron a Vučić como un comprador bajo el control del canciller Scholz, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el embajador estadounidense en Serbia, Christopher Hill, pero también al presidente de Rusia, Vladímir Putin.
Vučić afirmó el viernes en un discurso nacional que los servicios de seguridad rusos le dijeron que las protestas encubrían un golpe de Estado patrocinado por el occidente. ¡Sólo podemos reírnos! ¡Él fue quien firmó el pacto de Fausto con Scholz! En todo caso, es Vučić quien traicionó a su país al capital europeo. Los oradores de la protesta claramente no tuvieron piedad contra el imperialismo desde ningún punto de vista, y ninguno de ellos son miembros de partidos políticos. Esos rumores cínicos provenientes de Vučić están hechos para difamar al movimiento, el cual emergió espontáneamente.
La protesta terminó en marzo, y finalmente con un bloqueo del puente Gazela, e incluso un bloqueo en las vías férreas. Estas tácticas exigen una limitada presión en la clase dominante. ¿Qué les forzará a ellos a retractarse de nuevo?
Radicalización: ¿Pero de qué tipo?
Una de las ventajas de la protesta en contra de Rio Tinto en 2021 fue que las elecciones próximas serían en tres meses. Vučić sentía que aquella energía, si fuese prolongada, podría amenazar su mandato, entonces decidió complacer a las masas con el reemplazo de los ministros, la prohibición en Rio Tinto y otras concesiones. Esta vez, ha elegido la ofensiva en un tiempo en el cual las elecciones no están a la vista.
Esto no significa que las protestas no puedan amenazar su gobierno, y los protestantes están conscientes de esto. La energía en Serbia demuestra que esta protesta en Belgrado no significa el final, sino medir fuerzas. Nuevas, pequeñas protestas y luchas continúan, lo cual debe ser construido y expandido al mismo tiempo.
El corazón de la batalla ciertamente será en las ciudades alrededor del río Javar – Loznica, Valjevo, y Šabac. Esto no significa que Vučić no intente empezar proyectos en otras ciudades de Serbia solo para medir la energía de los locales una vez comiencen las operaciones. En el caso de que esto suceda, los locales deben sabotear el trabajo y desarrollo de dichos proyectos, así como sucedió en luchas anteriores contra la instalación de mini centrales hidroeléctricas.
Pero si el objetivo de estas protestas es golpear los bolsillos de los inversores extranjeros y gobernantes locales, no hay mejor fuerza equipada que la organización de la clase trabajadora. Este movimiento debe conectar con sindicatos, especialmente en el área alrededor del Jadar. La cuestión de la mina debe ser conectada a otras demandas, formando la base para las huelgas de solidaridad.
Solo basta imaginar el efecto que tendría una huelga política y ambiental si tuviera lugar en la fábrica de armas de Krušik en Valjevo, con lo cual el régimen de Vučić está profundamente conectado, y al mismo tiempo donde Serbia está exportando armas masivamente a Israel y otros campos de batalla. ¿O una huelga en alguna compañía local o extranjera?
Es suficiente con recordar la huelga en FIAT en Kragujevac, lo cual inspiró a muchos trabajadores en Serbia a unirse a sus propias huelgas. La primera ministra, Ana Brnabić, tuvo que negociar directamente con los trabajadores para complacer a los jefes extranjeros. Esto muestra el camino a seguir. El mismo escenario puede ser repetido ahora en Loznica, Valjevoy Šabac, y eso inspiraría al resto de la clase trabajadora de Serbia a involucrarse en la lucha.
Así como fue dicho en la protesta, el Jadar es nuestro. La mayoría, que es la clase trabajadora, debe defenderlo usando nuestros métodos de luchas de clase y solidaridad.
¡No cavarán!
¡Serbia no es una colonia!
¡Salimos de esta una vez, y saldremos de nuevo!
Rio Tinto – ¡fuera de Serbia!