Desde el pasado 3 de abril, Soyapango amaneció con un reordenamiento del transporte colectivo, esta medida fue tomada por el Vice Ministerio de Transporte, con el fin de que las rutas que tiene convenio con el gobierno funcionen como alimentadoras del SITRAMSS, es decir, harán su recorrido hasta la estación de Plaza Soyapango, mientras tanto en un intento de reordenar el centro de Soyapango las demás rutas han sido desviadas por la zona de la Pila Seca para incorporarse al Boulevard del Ejército.
Desde el pasado 3 de abril, Soyapango amaneció con un reordenamiento del transporte colectivo, esta medida fue tomada por el Vice Ministerio de Transporte, con el fin de que las rutas que tiene convenio con el gobierno funcionen como alimentadoras del SITRAMSS, es decir, harán su recorrido hasta la estación de Plaza Soyapango, mientras tanto en un intento de reordenar el centro de Soyapango las demás rutas han sido desviadas por la zona de la Pila Seca para incorporarse al Boulevard del Ejército.
A raíz de esto, se han manifestado diferentes sectores: el cierre de calles por parte de la comunidad residente en la colonia Guadalupe protestando bajo el argumento que la medida interfiere con su comodidad y le generan muchos peligros como por ejemplo que las rutas llevan pandilleros a bordo, cometiendo delitos en esta zona, cuando anteriormente esto no era común en ese lugar. El cierre de las calles en las horas más transitadas ha obligado a las autoridades a asignarles el mismo recorrido anterior a las unidades de transporte mientras el paso por la nueva ruta era habilitado. El pasado jueves, comerciantes ambulantes del mercado central de Soyapango, se manifestaron bloqueando el paso hacia el Boulevard del Ejército bajo el argumento que el reordenamiento les afecta su venta. Esta manifestación fue desalojada por elementos de la UMO.
Guerra entre empresarios: la necesidad de nacionalizar el transporte público
Todo lo anterior le ha atribuido el mote a los personajes del SITRAMS y el gobierno de “los malos”, y el mote de “los buenos” a “los buses pobres” (como les llama la población) pertenecientes a la camarilla de Genaro Ramírez aglutinados en la AEAS (Asociación de Empresarios de Autobuses Salvadoreños). Pero consideramos que la raíz de la cuestión no reside en que si se nos obliga o no a usar el SITRAMSS, o que si los buses pobres son mejores, o que en dónde se paga menos, la raíz del problema es la guerra que se desarrolla tras bambalinas entre los empresarios que controlan el transporte colectivo en nuestro país.
Por un lado, tenemos a la empresa “publico privada” del SITRAMS respaldados por el gobierno y en el otro bando los personajes de la AEAS, quienes se pelean entre sí las ganancias del jugoso negocio del transporte colectivo, a ellos no les interesa si las calles son aptas o no para el tránsito, si la población viaja hacinada, si las horas más transitadas perciben un congestionamiento asfixiante, para nada, lo único que les importa son sus ganancias. Todo esto es una guerra por quién percibe más ganancias y es la inmensa mayoría de la población del municipio la que está en medio de esta guerra, sufriendo y viéndose afectada por una u otra medida, somos quienes viajamos hacinados, quienes sufrimos el congestionamiento estresante a diario, y si esto a ellos no les interesa, ¿Por qué tiene que interesarnos a nosotros el ganador de esta guerra? Esta realidad expresa la necesidad de nacionalizar el transporte colectivo para no vernos sometidos a estos efectos colaterales de guerras empresariales. Por eso exhortamos a la clase trabajadora a manifestarse, agitar y generar presión a nuestro gobierno en pro de la nacionalización inmediata del transporte colectivo a nivel nacional.
¿Por qué la nacionalización es la única medida viable?
No se puede controlar lo que no se posee, si bien es cierto que el gobierno respalda al proyecto SITRAMSS, no está del todo en sus manos, las ganancias que perciben son en mayor porcentaje para los empresarios y accionistas que para el gobierno. Respecto al transporte colectivo, aquí el gobierno no puede exigir nada, está del todo fuera de sus manos, este gran negocio pertenece a los señores de la AEAS y a los grandes empresarios. La nacionalización consiste en apropiarse de los medios del transporte colectivo por parte del Estado y dar una pequeña indemnización a los empresarios. La nacionalización puede ser por vías legales o por ilegales, legales por medio de propuestas aprobadas parlamentariamente e ilegales por la fuerza de las masas en las calles, esto sería uno de los pasos para avanzar hacia la transformación socialista de la sociedad.
El FMLN, como gobierno de turno debe plantearse seriamente retomar y poner en práctica esta medida si quiere evitarse acontecimientos como los ocurridos últimamente en Soyapango, al nacionalizar el transporte público el Estado sería el garante de la tranquilidad en las rutas, de proponer horarios adecuados, de depurar unidades de transporte caducas sin desemplear motoristas, tendría la facultad de proponer recorridos alternos viables para todas las rutas del país, de modernizar los medios de transporte, etc., se percibirían grandes beneficios, incluso se podría reducir en cierta forma la tarifa del pasaje, las ganancias que el transporte público genere al Estado, deben invertirse en innovación, incluso podría invertirse en otros rubros sociales. Esta medida debe ir acompañada de otras políticas socialistas para que se sustente y sea respaldada a capa y espada por las masas en las calles.
¡Orientemos la lucha por la nacionalización del transporte colectivo!