La juventud guatemalteca que se encuentra en resistencia es consciente que para lograr un cambio hay que luchar por él en un sistema que nos tiene tan sumergidos y acostumbrados en la miseria. Cualquier salida de la línea que el sistema nos marca, es vista como “radicalismo” aun entre nosotros mismos como izquierda.
El cansancio se acumuló en los compañeros de lucha luego de los “Acuerdos de Paz”, en los que ellos pusieron sus esperanzas de un verdadero cambio dentro de la vía burocrática y legal en el sistema capitalista discriminador y opresor, en el cual vivió Guatemala durante el Conflicto Armado interno. Pero mientras los excombatientes entregaban las armas en busca del apoyo a su lucha y al pueblo que defendieron, la firma de los Acuerdos de Paz fue únicamente la pantomima perfecta para dejar ver el verdadero “Manto de Transparencia” que cubría las gestiones públicas y el actuar de los gabinetes que se encontraban en turno.
Mientras se confiaba en el cambio, lo que sucedió realmente fue la consolidación del sistema capitalista en Guatemala y también la consolidación del imperialismo Yankee, demostrando que Guatemala es un aliado estratégico geopolíticamente para EE.UU. Los gobiernos que han pasado por la silla presidencial, algunos curules del hemiciclo (en su mayoría aquellos que llevan años echando raíces en el congreso) y el mismo sistema de justicia han aprovechado esto a conveniencia de sus intereses individuales y por ello han dejado en el limbo, existencial y mediático, el verdadero sentido de “Guatemala, el país de la eterna primavera”.
Una eterna primavera donde las transnacionales desvían ríos, hacen minería a cielo abierto, contaminan ríos y ecosistemas, a tal punto que dejan estéril los suelos más fértiles y prósperos de lugares donde los pobladores ya están cansados de las violaciones que se realizan a los pueblos y a los pueblos mayas, quienes han hablado de articulación para que se les escuche y así irle poniendo freno a la degradación tan violenta a la cual esta siendo expuesta un país con gran biodiversidad en fauna y vegetación.
Lastimosamente, el sistema político y de justicia en Guatemala, ve a los defensores de derechos humanos y naturales, como una amenaza a los intereses capitalistas de la burguesía y la oligarquía pudiente. Ejemplo de ello, es el caso del compañero Bernardo Caal, cuyo delito es la movilización de masas en Cahabón, Alta Verapaz, en defensa del rio Cahabón y el abuso que realiza el Grupo Cobra, que es una transnacional donde radican intereses de la familia Gutiérrez de Guatemala y el mismo Florentino Pérez (presidente del equipo de futbol de la Liga Española, Real Madrid). El compañero Bernardo es uno de los tantos presos políticos a los cuales el sistema de justicia ha decidido intimidar por la vía legal, sin embargo, ante toda esta intimidación como compañeros de lucha y defensores de derecho humanos y naturales no estamos dispuestos a callar las injusticias y mucho menos los intereses capitalistas de personas como Jimmy Morales y su gabinete en función, desde los ministros, hasta los diputados que ahora pretenden blindarse con reformas o iniciativas de ley que no permiten apresarlos por sus acciones corruptas es en este momento.
La decadencia del modelo capitalista de producción es tan perceptible a flor de piel en Guatemala, que solo la resistencia de los pueblos puede frenarla. Así, una de las áreas que nos dieron un gran ejemplo del rompimiento que le debemos dar a los esquemas y paradigmas que nos oprimen como pueblo fue Casillas, Santa Rosa, donde ”Mina San Rafael” se encontraban explotando con minería a cielo abierto, la cual sin piedad alguna destruyó el ecosistema de la región y desalojó a varios pobladores del lugar. Las personas cansadas de la espera de un sistema de justicia que solo apoya al mejor postor, tomó la postura de la Resistencia y con esa determinación han logrado el cierre de la mina desde hace nueve meses, con tal esperanza puesta en el futuro de los oídos y los ojos que se abran a ser receptores de la realidad, ya que en su momento la mina ofreció “Progreso y Desarrollo”, aunque lo que no especificaron fue que nada de lo prometido seria para las comunidades aledañas a la mina.
Mientras tanto como pueblos en lucha buscamos la defensa de nuestros derechos, sabemos que el camino es largo dentro de un sistema que solo nos criminaliza y nos cohíbe de vivir a plenitud nuestros Derechos Humanos y Constitucionales.
Por ello “La Vida es Lucha y se Lucha Siempre”.