Después de las elecciones del 3F ha habido ciertas reacciones en el principal partido de oposición, y su Consejo Ejecutivo Nacional (COENA) ha tomado la decisión de adelantar las elecciones internas de sus dirigentes. Esto como una estrategia para combatir el descredito generalizado que tienen ante las masas obreras, y transmitir un ambiente de renovación en la dirección del partido.
ARENA recibe su tercera derrota electoral en elecciones presidenciales de forma consecutiva, lo que demuestra la pérdida de credibilidad que tiene dicho partido entre los trabajadores, quienes sufrieron en carne propia los efectos de las políticas neoliberales implementadas durante dos décadas por parte del partido derechista en el Gobierno.
Luego de la elección inicia el tormentoso proceso interno de buscar culpables y justificaciones de la derrota, las diferentes fracciones se disputan el control de la dirección del partido. Entre sus dirigentes hay quienes reconocen que su fracaso está ligado a las constantes prácticas de corrupción por las que se ha caracterizado el partido ARENA, frases como “devuelvan lo robado” y “ARENA nunca más” se popularizaron durante esta campaña electoral.
Esta derrota ha sido una de las más desmoralizantes para el partido que juró acabar con la causa comunista en El Salvador. Después de recibir más de 1.4 millones de votos en la elección presidencial pasada, hoy se ven ante la abrumadora noticia de recibir menos de 800 mil votos. En lugar de aumentar sus simpatías y demostrar –como ellos alardeaban– que los defensores del libre mercado predominarían por siempre, la realidad muestra lo contrario, y deja en evidencia que las clases explotadas buscan alternativas políticas a la crisis.
Si bien es cierto, Bukele no es una alternativa de izquierda, lo que estamos presenciando es el cansancio y la decepción de las masas ante tanta mentira, robo y precarización de las condiciones de vida para las clases explotadas del país. Todo el caudal de votos recibido por el actual presidente electo, nos indica que la gente si está interesada en participar en política y probar diferentes programas y candidatos, pero si éste no soluciona las necesidades más urgentes de la gran mayoría, será desplazado como el FMLN en estas elecciones pasadas, muy a pesar de lo que hizo en el área social.
La derecha por su parte siempre responde a grupos de poder económico, a la presión de sus financistas. Durante los últimos años después de cada derrota presidencial o legislativa ha habido recomposiciones internas que lejos de fortalecer el partido han dejado más fisuras en el aparato político, al cual han tratado de maquillar estéticamente para darle un mejor aspecto. Sin embargo, aquellos que ya no ven futuro en al viejo cascaron desgastado, van y emprenden solos su propia aventura política, como es el caso de Johnny Wright y su nuevo partido Nuestro Tiempo, quien pretende desarrollar una “nueva forma de hacer política”.
Otros como Juan valiente, exdiputado de ARENA, intentan rescatar el partido, haciendo sus críticas para corregir lo que a su juicio contribuyó a la derrota electoral, y señala que de los 1153 empleados públicos de la planilla de la Asamblea Legislativa, 382 están contratados al servicio de ARENA, y de éstos, tres son también miembros del COENA, y otros más que son de la estructura de este partido a nivel nacional; lo que considera, es una falta de ética.[1]
Prácticas como la señalada por Valiente, solo son la punta del iceberg, ya que todo el pueblo salvadoreño conoce de la larga tradición de corrupción con la que carga dicho instituto político. Electoralmente, por ahora, le depara una tendencia a la baja, y su ocaso dependerá del surgimiento o no de una verdadera alternativa política que se convierta en una herramienta de lucha de la clase trabajadora, que abandere como propias las luchas del movimiento social organizado, defienda los intereses de los explotados y oprimidos y no claudique ante la burguesía oligárquica.
Como marxistas alzamos la bandera del socialismo y la defendemos con orgullo como la única capaz de sacarnos de la crisis y el atraso al que nos ha encadenado el capitalismo dependiente de la deuda y de las potencias imperialistas. Solo la organización consiente nos permitirá sacar provecho de este periodo de confusión política que ha llevado a derechistas y reformistas a la derrota presidencial.
[1] Focos TV Juan Valiente – ARENA tras la derrota electoral: ¿qué futuro le espera?