El día de ayer, fuentes oficiales del gobierno venezolano denunciaron un intento de magnicidio contra el presidente Nicolas Maduro. Jorge Rodríguez, actual ministro de información aclaró que se trataba de drones con carga explosiva que se dirigían al presidente. Todo esto, mientras se trasmitía en cadena de radio y televisión un acto en conmemoración del aniversario de la Guardia Nacional.
La versión oficial de los hechos es que se trataría de varios drones cargados con explosivos, los cuales habrían sido derribados por francotiradores, frustrando así el atentado.
Por su parte, entre miembros de la oposición se siguen demostrando profundas divisiones. Por un lado, hay quienes señalan que se trata de un “plan del G2 cubano” para desviar la atención del conflicto social inminente y para iniciar una ola de persecuciones a lo interno, por otro, señalan que se trató de un atentado desde dentro de las fuerzas armadas, operación cuyo comunicado fue leído por la periodista venezolana Patricia Poleo desde los EE.UU. y que se denominaría “Fénix”.
Maduro, quién salió ileso del atentado, acusa a la derecha venezolana, al imperialismo norteamericano, a la oligarquía colombiana y a la derecha “mayamera” de planificar el hecho en el que además resultaron varios oficiales heridos.
Desde la Corriente Marxista, rechazamos categóricamente el atentado fallido contra Maduro. Cualquier golpe militar sería catastrófico para la clase obrera que se vería frente a un estado de excepción en el cual sus luchas serían aplastadas de forma sangrienta por un gobierno de “transición democrática” como el que se intentó imponer en 2002. Es obvio que tanto desde Bogotá, como desde Miami y Washington han estado complotando desde hace veinte años, y en el último ,sin embargo, el hecho de que a estas alturas todavía hayan complots militares responde al hecho de que la revolución no se completó. El aparato del Estado sigue siendo en su esencia burgués.
El atentado, viene a confirmar nuestro análisis de la situación, y uno de los escenarios que discutimos en nuestro VII congreso, como señalamos en nuestra página el 31 de julio:
“La inminente situación de inestabilidad política y social que nos espera, creará condiciones inéditas para que un sector de la oficialidad militar decida emprender un golpe de Estado”[1]
La oposición ya ha demostrado su total incapacidad de conducir a las masas, sus profundas divisiones y su desmoralización, a lo que se suma su programa entreguista, no son alternativa para las masas trabajadoras, es por ello que recurre a conspiraciones con sectores reaccionarios dentro de las Fuerzas Armadas para promover una salida rápida del gobierno, sea a través de un golpe o por medio de actos terroristas como el magnicidio. Por su parte, el gobierno sólo ha logrado darle larga a la crisis, implementando políticas de liberalización de la economía para intentar congraciarse con los sectores empresariales, descargando el peso de la misma sobre los trabajadores.
Como vemos, ante la ausencia de alternativas de masas que logren movilizar el descontento popular, no faltarán aventureros que, desde dentro y fuera de las Fuerzas Armadas, intenten tomar el poder por cualquier medio para poner “orden” en la situación, mientras combaten a la izquierda chavista y se apoyan en la “comunidad internacional”, es decir, en el imperialismo y sus lacayos.
Para los marxistas, no hay tiempo que perder. Este atentado es una advertencia que demuestra el retraso que tienen las fuerzas socialistas en la construcción de una verdadera alternativa revolucionaria y el alto grado de inestabilidad de la situación. No se puede descartar un estallido social, así como tampoco la continuación de conspiraciones a lo interno de las FF.AA. ante la ausencia de organizaciones políticas fuertes.
Nosotros, rechazamos contundentemente las vías aventureras que de espaldas al pueblo pretenden hacerse con el poder para beneficio de los sectores burgueses pro-imperialistas. En Venezuela, lo que hace falta es una dirección revolucionaria que sea capaz de conducir a las masas al poder y llevar a cabo una revolución socialista, expropiando a la burguesía y a los terratenientes, y liquidando el Estado burgués. Las condiciones objetivas se pudren de maduras, la conciencia del pueblo ha sido demostrada en diversas oportunidades. No tenemos excusas, o nos organizamos y tomamos el poder nosotros, o lo hará la derecha por las vías que ha venido ensayando.
Para salir de la crisis, ¡construir una alternativa revolucionaria!
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Notas:
[1] Romero, L. (2018). La lucha de clases en Venezuela: perspectivas para la revolución bolivariana – Lucha de Clases. Retrieved August 5, 2018, from https://luchadeclases.org.ve/?p=6439