El día jueves 20 de agosto, un grupo absolutamente minoritario, conformado por algunos miembros de la dirección del partido Patria Para Todos, se dirigieron hasta la sede del Tribunal Supremo de Justicia, para introducir un recurso legal ante la Sala Constitucional, mediante el cual el TSJ podría intervenir en la vida interna del partido para nombrar una junta ad hoc, conformada por Ilenia Medina, miembro de la secretariado nacional; Liset Sabino, Secretaria General del Edo. Anzoátegui y Beatriz Barráez, Secretaria General del Edo. Portuguesa.
Esta junta, pasaría a constituir una dirección de facto del partido. En palabras de Carlos Martínez, miembro del secretariado nacional, su función sería reordenar y reorientar el debate político mediante el método del consenso dentro del PPT, y no de las órdenes ejecutivas, a fin de que todo el partido inicie un proceso de discusión caracterizado “por la democracia interna”.
En realidad, la intención de este sector es mantenerse a la cola del PSUV, subordinando su propio programa político a la política del gobierno, con tal de recibir unos cuantos curules en la próxima Asamblea Nacional.
En efecto, en los meses previos a la fecha límite para la inscripción de candidatos, se ha desarrollado un rico debate político dentro de un marco ampliamente democrático.
La última reunión de la dirección nacional del partido fue el pasado 29 Julio, y allí, la mayoría de los miembros de la dirección nacional decidió apoyar a la Alternativa Popular Revolucionaria, lanzando candidaturas independientes al gobierno en conjunto con otros partidos y organizaciones.
Uno de los argumentos que esgrime este sector minoritario, por demás totalmente inconsistente y repetido hasta la saciedad, es que la república se encuentra en un momento muy complejo, y ante la posibilidad de una amenaza imperialista es necesario la unidad de los revolucionarios.
Sin embargo, en realidad el imperialismo norteamericano se encuentra en la etapa de mayor debilidad en toda su historia, y una intervención militar en el país no es una perspectiva muy plausible, ni en el corto, ni el mediano plazo.
Por lo tanto debemos preguntarnos, ¿unidad con quién? ¿Con un gobierno que destruye las conquistas de los trabajadores, abriéndole paso así al avance de la derecha y el imperialismo? ¿Con un gobierno que pacta con sectores de la derecha y llama al diálogo al imperialismo hasta el cansancio?
Un golpe de Estado desde el gobierno contra el ala izquierda del PPT
En realidad, de lo que se trata es de un golpe por parte de un sector minoritario de la dirección del partido, que en la práctica se ha constituido en el ala derecha del partido, contra el resto de la dirección nacional y de las direcciones regionales, e incluso contra el partido mismo en su conjunto, contra su militancia de base y contra los principios políticos revolucionarios bajo los que se fundó el PPT.
Un golpe que este sector lleva a cabo con el apoyo del aparato del Estado burgués y con el propio gobierno de Nicolás Maduro, que cada vez más desplaza su política hacia la derecha, deviniendo en un gobierno marcadamente reaccionario, y cuya política es claramente neoliberal, antiobrera, de recortes fiscales, privatizaciones, congelación de salarios, congelación de las contrataciones colectivas, acompañada, por supuesto, de cada vez más palo contra el movimiento obrero, campesino y popular, a fin de poder contener las reacciones naturales de las masas ante tales políticas económicas y sociales.
Esta acción, de controlar desde el aparato de Estado a las organizaciones políticas que le hacen oposición, ya ha ocurrido en el pasado, incluso con partidos de derecha, como fue el caso de los partidos Primero Justicia, Voluntad Popular y Acción Democrática, durante los meses de junio y julio, y más recientemente, con partidos de izquierda, a saber, el Movimiento Revolucionario de los Trabajadores, conocido popularmente como Tupamaros, y la Unidad Popular de Venezuela, UPV.
La posición de Lucha de Clases ante estas acciones, y el meollo del debate
Los marxistas de Lucha de Clases, sección venezolana de la Corriente Marxista Internacional, hemos apoyado totalmente a la Revolución Bolivariana desde sus inicios, así como también apoyamos al camarada Hugo Chávez, sobre todo cuando éste planteaba políticas audaces para avanzar contra el capitalismo y el imperialismo.
Pero, de la misma forma, también hemos alzado nuestra voz en más de una oportunidad, expresando nuestras críticas firmes y honestas, aunque de forma compañera, cuando el gobierno de Chávez daba pasos atrás y otorgaba concesiones a los capitalistas, a los terratenientes o incluso a los capitales imperialistas.
En ése mismo orden de ideas, debemos señalar que, si bien la dirección del chavismo jugó un papel progresivo y revolucionario durante una primera etapa en la revolución bolivariana, hoy por hoy, no juega ningún papel revolucionario, ni progresivo, ni de izquierda, en lo absoluto.
La dirigencia bolivariana se ha degenerado en líneas totalmente burocráticas y capitalistas, y ha roto con los intereses históricos de los trabajadores venezolanos y de las masas oprimidas de nuestro país, hace tiempo ya.
No es un cliché decir que este gobierno ha devenido en una fuerza reaccionaria.
El carácter progresivo, de izquierda y revolucionario de Hugo Chávez, consistió precisamente en tomar medidas a favor de la organización de los trabajadores y del pueblo pobre, de contribuir a elevar su nivel cultural y político, así como de lograr reivindicaciones sociales de importancia para éstos, aún y cuando ello significara entrar en contradicción abierta con las clases dominantes, contra los capitalistas y terratenientes.
Sólo podemos hablar de un gobierno revolucionario cuando éste toma medidas a favor del empoderamiento de los trabajadores contra el capital, pero nunca, cuando un gobierno toma medidas a favor de capitalistas y terratenientes, contra los trabajadores, campesinos y el pueblo pobre, como ocurre hoy con el gobierno Maduro.
Por lo tanto, una organización política genuinamente de izquierda, que realmente se reivindique como socialista, no puede apoyar a un gobierno que toma políticas abiertamente pro capitalistas, anti populares, y que además las acompaña con una oleada de represión política, administrativa, judicial e incluso armada, cada vez más abierta, tanto contra la izquierda, como contra las masas amplias del pueblo trabajador.
Hacer esto, es realmente traicionar los propios principios que deben caracterizar a una organización de izquierda revolucionaria y socialista.
El debate interno del PPT y la lucha que se avecina
Reconocemos además, porque de forma compañera se nos ha permitido participar, que durante los últimos 3 años ha venido surgiendo un rico debate dentro del PPT, desde sus órganos de dirección hasta su base, sobre la necesidad de reconstruir a la izquierda venezolana a partir de principios y prácticas realmente clasistas y revolucionarias, genuinamente antiimperialista, con independencia política ante el gobierno, y con vínculos reales hacia el movimiento de masas en el país.
Apoyarse en una medida del TSJ para resolver una cuestión interna de un partido de izquierda, que cuenta con una base de apoyo entre los trabajadores, campesinos y sectores populares del país, es a todas luces una medida bastarda, absolutamente antidemocrática y que atenta contra todos los principios revolucionarios bajo los que se fundó en sus inicios el PPT.
Una medida, que además es defendida por un grupo minoritario de la dirección del partido, con el fin de no perder los privilegios individuales que han conquistado a lo largo del la Revolución bolivariana.
Como hemos visto, no hace falta esforzarse mucho para demostrar que el actual gobierno no representa los intereses del pueblo trabajador.
El camarada Alfredo Maneiro jamás avalaría una acción tan nefasta como esta, de poner en bandeja de plata al partido en manos del aparato de Estado burgués, a fin de que la tarjeta del partido apoye las políticas burguesas, antipopulares y represivas de un gobierno que, vestido del ropaje del legado de Chávez, y hablando en su nombre, ha venido destruyendo todas y cada una de las conquistas históricas de la Revolución Bolivariana.
A partir de las acciones del día 20 de agosto, es posible que el TSJ tome medidas en un breve lapso de tiempo contra el partido, puede ser incluso una cuestión de días. Una intensa lucha política sobrevendrá en las próximas semanas y meses.
Las bases del partido, y los sectores revolucionarios en las distintas instancias de dirección a nivel regional y nacional deben dar un paso al frente y organizarse en comités locales, regionales y a nivel nacional, para la defensa del partido, de sus principios políticos históricos, así como del proyecto de la Alternativa Popular Revolucionaria.
Cuenten con todo el apoyo y solidaridad de las y los camaradas de la CMI en Venezuela, América y el mundo.
Asimismo, hacemos un llamado al movimiento obrero y a la izquierda latinoamericana y mundial, a respaldar la lucha de los compañeros del PPT por la reconstrucción de una izquierda socialista genuina en Venezuela.
¡Armémonos con las ideas, programa y métodos del socialismo científico, y preparémonos para la batalla que se avecina! ¡Luchar hasta vencer!