Este 24 de febrero se cumplen 164 años del Manifiesto Del Partido Comunista, escrito por Marx y Engels. En ese momento Marx tenía 29 años y Engels 27, prácticamente eran 2 jóvenes quienes utilizando el método científico del materialismo dialéctico y su aplicación a la historia, El Materialismo Histórico, comprendían a cabalidad el funcionamiento del capitalismo y su desarrollo posterior basado en el análisis de sus propias contradicciones internas.
Este 24 de febrero se cumplen 164 años del Manifiesto Del Partido Comunista, escrito por Marx y Engels. En ese momento Marx tenía 29 años y Engels 27, prácticamente eran 2 jóvenes quienes utilizando el método científico del materialismo dialéctico y su aplicación a la historia, El Materialismo Histórico, comprendían a cabalidad el funcionamiento del capitalismo y su desarrollo posterior basado en el análisis de sus propias contradicciones internas.
Cualquier documento escrito en esa época, tiene en el mejor de los casos una importancia meramente histórica, en cambio, el Manifiesto del Partido Comunista es uno de los documentos que tiene una gran aplicación práctica actualmente y por lo tanto es muy importante para comprender la situación caótica que estamos viviendo en todo el mundo en estos días. Veinticinco años después los mismos autores en el prólogo que escribieron para la edición de 1872 nos explican que aunque hayan cambiado las circunstancias, los principios generales del manifiesto siguen siendo en lo fundamental exactos y sólo habría que retocar alguno que otro detalle. Nos expresan que el propio manifiesto advierte que la aplicación práctica de estos principios dependerá de las “circunstancias históricas existentes”.
Hoy en día los autores del manifiesto se sorprenderían por el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas y como esto ha llevado a que las tendencias más importantes del capitalismo se desarrollen a un nivel increíble. Nos referimos a la concentración de capital y el mercado mundial. En la época de escritura del manifiesto no existían las grandes empresas transnacionales de ahora que forman monopolios de alcance mundial con una gran concentración de capital. En los EUA donde se ve este proceso de una forma mas clara, 500 Grandes monopolios controlaban el 92% de los ingresos totales en 1994. El 1% más rico de la población estadounidense aumento su porcentaje de la riqueza nacional del 17,6% en 1978, a un asombroso 36,3%, en 1989. El proceso de centralización y concentración de capital ha llegado a niveles nunca vistos, las fusiones y adquisiciones de empresas en los países capitalistas desarrollados ha llegado a niveles increíbles. Estas fusiones no llevan como objetivo invertir más y contratar más gente, sino todo lo contrario, significa cierre de plantas y despidos de trabajadores para aumentar los márgenes de ganancias sin aumentar la producción.
Podríamos seguir dando más datos que comprueben sin ninguna duda el acierto de Marx y Engels en el proceso de concentración de capital. Hace unos años los economistas burgueses comenzaron a hablar del fenómeno de la globalización como si fuera algo inventado por ellos, ya en el manifiesto se advierte que el capitalismo tiende a cubrir todo el planeta a través del mercado, dándole un carácter “cosmopolita” (mundial) a cada lugar donde llega. Ningún rincón del planeta escapa hoy a la poderosa influencia del mercado mundial, todos sin distinción deben participar en él o morir.
La idea central del manifiesto es en palabras de Engels: “…el régimen económico de la producción y la estructuración social que de él se deriva necesariamente en cada época histórica constituye la base sobre la cual se asienta la historia política e intelectual de esa época, y que, por tanto, toda la historia de la sociedad –una vez disuelto el primitivo régimen de comunidad del suelo- es una historia de luchas de clases, de luchas entre clases explotadoras y explotadas, dominantes y dominadas, a tono con las diferentes fases del proceso social, hasta llegar a la fase presente, en que la clase explotada y oprimida –el proletariado- no puede ya emanciparse de la clase que la explota y la oprime –de la burguesía- sin emancipar para siempre a la sociedad entera de la opresión, la explotación y las luchas de clases; esta idea cardinal fue fruto personal y exclusivo de Marx” (Prólogo de Engels a la edición Alemana de 1883).
La lucha de clases
Frecuentemente leemos en los editoriales de los periódicos burgueses ataques a los marxistas en el sentido que nosotros promovemos la lucha o el odio de clases, como si esta no hubiera existido desde que surgió la sociedad dividida en clases. Basta con mencionar por ejemplo el levantamiento de los esclavos en la antigua Roma dirigido por ese gran líder llamado Espartaco y que estuvo a punto de derribar al imperio más poderoso de esa época.
La crisis actual
El capitalismo esta pasando por una de sus peores crisis actualmente. Sus efectos catastróficos se sienten en todas partes. En España, por ejemplo, el nivel de desempleo llega a los 10 millones, en Grecia estamos viendo huelgas generales y un rechazo total de la clase trabajadora griega al último paquete de recortes aprobado por el congreso bajo presión de la llamada Troika, formada por La Comisión Europea, El Banco Central Europeo y el FMI. Hasta en los Estados Unidos hemos visto muchas acciones de protesta con bastante apoyo popular. Estas acciones muestran el rechazo a la tendencia burguesa de que la crisis caiga sobre las espaldas de nosotros, los trabajadores. Como nos explica el manifiesto, esta crisis se debe a la “epidemia de la superproducción”. Increíblemente la crisis se da por la superabundancia, resulta que hay demasiadas computadoras, demasiados automóviles, demasiadas casas, demasiado de todo. En el capitalismo las crisis no se dan por la escasez sino todo lo contrario. Resulta paradójico que en un mundo donde hay tantas necesidades, la abundancia cause estas crisis que ocasionan mucho dolor y sufrimiento en el seno de la sociedad. Como dice el manifiesto: “las crisis comerciales, además de destruir una gran parte de los productos elaborados, aniquilan una parte considerable de las fuerzas productivas existentes”.
Es necesario que leamos el Manifiesto del Partido Comunista y lo discutamos entre la base de nuestro partido: el FMLN. La dirección actual del frente debe promover el debate de los clásicos del marxismo, ya vemos que tienen mucha vigencia y el conocimiento de la teoría marxista es indispensable para la práctica revolucionaria. Como dice el manifiesto “…teóricamente, llevan de ventaja a las grandes masas del proletariado su clara visión de las condiciones, los derroteros y los resultados generales a que ha de avocar el movimiento proletario”.
¡Por el estudio de la teoría marxista en el FMLN!
Lee en la web el Manifiesto Comunista o adquierelo físicamente pidiendolo a los miembros del BPJ.