Han transcurrido casi tres semanas desde que el vertiginoso movimiento en el IPN salió a las calles y comenzó con los cierres de planteles para hacer escuchar nuestras demandas. Como es sabido, las razones por las cuales seguimos en pie de lucha es por defender a nuestra institución; estamos en contra de la reducción del nivel educativo que se tradujo en la imposición de un Nuevo Reglamento Interno y la implementación de los planes de estudio para este ciclo escolar.
Han transcurrido casi tres semanas desde que el vertiginoso movimiento en el IPN salió a las calles y comenzó con los cierres de planteles para hacer escuchar nuestras demandas. Como es sabido, las razones por las cuales seguimos en pie de lucha es por defender a nuestra institución; estamos en contra de la reducción del nivel educativo que se tradujo en la imposición de un Nuevo Reglamento Interno y la implementación de los planes de estudio para este ciclo escolar.
Después del fiasco que significó la respuesta del Secretario de Gobernación, que en las formas parecía decir sí a todo pero que en el fondo no decía ni cómo ni cuándo, la SEP ha dado respuesta a la contrapropuesta que hizo la AGP, entregada el 10 de octubre, la cual buscaba establecer los mecanismo para resolver las demandas de nuestro pliego petitorio.
Hasta aquí es necesario reconocer que el movimiento ha tenido triunfos significativos. Más allá de los aspectos técnicos y puramente legales, tenemos que decir que el Nuevo Reglamento Interno y los planes de estudio aplicados durante éste ciclo escolar han sido frenados. Esto ha sido producto exclusivamente de la movilización masiva de los estudiantes; las marchas históricas han sido la mayor virtud del movimiento y fue lo que provocó la caída de Yoloxóchitl Bustamante. A pesar de ello existe un legítimo cuestionamiento de los estudiantes en torno a los demás puntos que componen el pliego petitorio; la respuesta de la SEP sigue dejando ambigua la resolución de los puntos pero, a diferencia de la respuesta de la SeGob, ésta acepta el Congreso Nacional Politécnico, demandado en el punto 1 del pliego petitorio, como una vía para dar salida al conflicto.
Hasta el momento el formato de entrega y contra entrega de los pliegos y las respectivas respuestas no ha ayudado a dinamizar el movimiento y tomar acciones contundentes. Para los estudiantes que hemos participado en las guardias da la impresión de que se discute mucho y se avanza poco. La propuesta del diálogo con las autoridades definitivamente no es ninguna panacea ni significa que nuestras demandas serán resueltas. Sin embargo consideramos que la propuesta debe ser retomada en lo inmediato bajo las siguientes consideraciones:
1) Que el Congreso Nacional Politécnico sea público tal y como se establece en la respuesta al pliego petitorio.
2) Que el Congreso Nacional Politécnico tenga un espíritu resolutivo definitivo; que no dé muestras en ningún momento de ser una mesa de diálogo donde las autoridades simplemente reciban las quejas de la comunidad para ser resueltas en un tiempo indeterminado.
3) La base estudiantil debe acompañar las sesiones del Congreso Nacional Politécnico con acciones y movilizaciones que demuestren la fuerza y vitalidad del movimiento.
4) Las escuelas en paro deben mantenerse en pie de lucha y no ceder un centímetro hasta que los puntos del pliego petitorio sean resueltos.
Desde luego nuestra consigna debe ser: ninguna confianza ciega en las autoridades. El llamado de la AGP a aceptar el diálogo público con carácter resolutivo con las autoridades debe ser acompañado con un llamado a todos los estudiantes, profesores y trabajadores a reactivar la lucha y el debate dentro de las escuelas. Es claro que las autoridades están apostando al desgaste y la división de nuestro movimiento, en última instancia la resolución de nuestras demandas está determinada por nuestra capacidad de organización; sólo en la medida en que demostremos nuestra capacidad para luchar, los buenos argumentos se convierten en un punto a nuestro favor.
En nuestra opinión, la Asamblea General Politécnica y sus voceros deberían ser los primeros en defender la idea de que nuestro movimiento es el movimiento de todos los estudiantes y el pueblo de México. Las ideas que siembran la confusión y una especie de pánico a politizar nuestra lucha y vincularnos con otros movimientos sólo les hace el juego a las autoridades.
El día de hoy amanecieron en paro miles de estudiantes de la UNAM y la UAM quienes se solidarizan con Ayotzinapa. La lucha del IPN debe combatir su aislamiento. Si nuestro movimiento da muestras claras de solidaridad y apoyo al resto de los estudiantes en lucha, podemos hacer un frente único universitario para que se resuelvan con mayor prontitud los problemas de los normalistas, de los politécnicos y universitarios.
El estudio más superficial de la historia del IPN muestra que ésta está marcada por la lucha política de sus estudiantes: 1942, la lucha por una ley orgánica; 1956, nuevamente ley orgánica y la desaparición del internado; 1968, la revuelta contra el régimen represor; 1971, el halconazo; 1987, la lucha contra el porrismo; 2002, la lucha contra la reforma privatizadora de la ley orgánica; 2006, la lucha contra la imposición del Reglamento General del IPN; 2012, la lucha por el presupuesto. Estos son sólo algunos ejemplos de las luchas que los estudiantes del IPN han desplegado a lo largo de la historia, en la mayoría de los casos luchando abiertamente contra el gobierno y vinculándose con otras escuelas y movimientos.
Y es que para defender nuestra institución no basta cerrar las escuelas y enclaustrarnos en ellas; si las autoridades están destruyendo la educación, ¿qué les importa si las escuelas se mantienen cerradas? En el momento actual el desgaste, el aislamiento y la división son peligros reales para nuestro movimiento. Estamos parados en un momento histórico y dar pasos atrás sería una tragedia para las generaciones posteriores, por el contrario debemos dar pasos decisivos hacia adelante.
Pero también sería incorrecto pensar que esta es la lucha final. Esta es sólo una batalla no la guerra. Es necesario seguir organizados y estar preparados para las luchas venideras, en lo sucesivo el ataque de las autoridades será más inteligente pero, sin duda, seguirán.
Hacemos un llamado a todos los estudiantes a no bajar la guardia y reactivar el movimiento en nuestras escuelas, potenciar el debate de ideas y buscar los lazos que nos unan entre nosotros mismos y con otras universidades. La técnica al servicio de la patria es el lema que demuestra que no nacimos solos, ni que estamos solos.
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