Durante una hora gritamos frente a las puertas de la embajada entre discursos y consignas reivindicativas, que hicieron pasar algún momento incomodo al embajador, que después de un largo rato, bajo la presión de la misma protesta, un trabajador de la embajada habló con nosotros diciendo que recibiría una comisión. Luego de unos minutos entró una comisión de tres compañeros.
Durante una hora gritamos frente a las puertas de la embajada entre discursos y consignas reivindicativas, que hicieron pasar algún momento incomodo al embajador, que después de un largo rato, bajo la presión de la misma protesta, un trabajador de la embajada habló con nosotros diciendo que recibiría una comisión. Luego de unos minutos entró una comisión de tres compañeros.
El embajador se mostró muy amable (típico de los burócratas hipócritas), cuando se le dijo que veníamos a exigir una pronta respuesta y solución a los hechos de Ayotzinapa respondió: “Estamos consternados por esta situación, y el gobierno federal ha dispuesto todo lo necesario para solucionar este problema, estamos trabajando con la fiscalía y la Procuraduría General de la República para dar una pronta respuesta…. Ustedes deben comprender que México está cambiando y que esto es un hecho que ya no es común y nos sorprende” (como si no supiéramos nada de México). Cuando le planteamos que también veníamos en apoyo a la lucha estudiantil del IPN nos contestó: “Eso es una cuestión que ya prácticamente está resuelta, nuestro gobierno se ha abierto al diálogo y hemos dado respuesta a las peticiones” interrumpimos preguntando por la petición del aumento presupuestario para el IPN y la democratización del mismo; respondió: “Eso ya no está en nuestras manos, el IPN busca autonomía y por lo tanto es un problema interno…”. Nos manifestó que informaría de esta actividad y que haría todo lo posible porque se hiciera justicia.
Después de salir de la embajada mencionamos al pleno que no nos había satisfecho dicha conversación, que todo fue palabrería, ya que este es también un ministro público de Peña Nieto y que por ende es responsable de todos los actos criminales del gobierno burgués mexicano; y dejamos claro que si la situación no se resolvía volveríamos a manifestar nuestro reproche al gobierno mexicano y nuestra solidaridad con los estudiantes politécnicos y los normalistas en este mismo lugar.
El movimiento de los estudiantes en México es por hoy una de las luchas más trascendentales a nivel nacional e internacional, su capacidad organizativa y su aguerrida lucha pero sobre todo la forma en cómo ha hecho temblar al gobierno de Peña Nieto -hasta el punto de utilizar métodos infantiles y estúpidos a través de sus periódicos sensacionalistas para desprestigiar el movimiento- todo esto es muy inspirador y lo vemos como un despertar de la juventud mexicana, esto ya lo hemos podido notar, muchos revolucionarios en el mundo sabemos que un triunfo del movimiento estudiantil en México animará a muchos trabajadores que en luchas pasadas han sido derrotados y, no sólo en las estrechas fronteras de México sino a nivel de toda América Latina y el mundo.
No sólo condenamos al gobierno de Peña Nieto sino también desde aquí condenamos al imperialismo estadounidense que no ha dicho ni pío sobre los problemas de los estudiantes mexicanos, a diferencia de cómo ha metido sus narices en Venezuela, Ucrania y Siria es claro el carácter reaccionario. Por otro lado condenamos la actitud pasiva que están teniendo los partidos de izquierda en Latinoamérica, no hay un pronunciamiento claro ni decisivo en solidaridad con los acontecimientos mexicanos; mantener esa actitud también significa por desgracia su total complicidad con estos actos criminales.
En El Salvador hemos sido los marxistas los que hemos hecho el llamado a la solidaridad y no sólo el llamado a la solidaridad si no también el llamado a combatir al mismo enemigo que hoy ataca a los estudiantes mexicanos, desde estas tierras decimos que no estaremos en paz hasta no acabar con la burguesía nacional y el imperialismo, la lucha de los estudiantes mexicanos es nuestra lucha, si los estudiantes triunfan será un triunfo para la clase obrera en toda Latinoamérica; los ojos de los revolucionarios del mundo están hoy sobre México, ánimos a preparar nuestra futura victoria. Nosotros desde acá seguiremos combatiendo al enemigo, que es también su enemigo.
¡Vivos se los llevaron!
¡Vivos los queremos!
¡Justicia para Ayotzinapa!
¡Proletarios del mundo unidos!