“Los capitalistas y sus defensores probarán la ‘imposibilidad’ de materializar estas reivindicaciones. Los pequeños empresarios, especialmente si están casi arruinados, se remitirán además a sus libros de cuentas. Pero los trabajadores deben rechazar categóricamente tales argumentos. No se trata de un conflicto ‘normal’ de intereses materiales contrapuestos; se trata de salvar al proletariado de la degradación, la desmoralización y la ruina; es una cuestión de vida o muerte para la única clase creadora y progresiva y, por tanto, para el futuro de la humanidad”
Programa de transición, León Trotsky
“Los capitalistas y sus defensores probarán la ‘imposibilidad’ de materializar estas reivindicaciones. Los pequeños empresarios, especialmente si están casi arruinados, se remitirán además a sus libros de cuentas. Pero los trabajadores deben rechazar categóricamente tales argumentos. No se trata de un conflicto ‘normal’ de intereses materiales contrapuestos; se trata de salvar al proletariado de la degradación, la desmoralización y la ruina; es una cuestión de vida o muerte para la única clase creadora y progresiva y, por tanto, para el futuro de la humanidad”
Programa de transición, León Trotsky
El crecimiento económico de nuestro país ha sido bajo, pero nadie en su sano juicio podría argumentar que no ha habido por muy mínimo que sea, así en los últimos cinco años el PIB ha incrementado de la siguiente forma: 2010 1.37%, 2011 2.22%, 2012 1.88%, 2013 1.85%, 2014 1.95% y este recién 2015 cerró con un crecimiento del 2.6% y un aumento de las exportaciones hacia Latinoamérica en un 6 %.
¿Qué beneficio le ha acarreado al obrero?
el verdadero productor de las riquezas ha sido “beneficiado” con un miserable aumento del 12% al salario mínimo, un aumento todavía más irrisorio si se toma en cuenta que este fue “dividido” en tres aumentos del 4% cada uno: el primero en julio de 2013, el segundo en enero de 2014 y el último en enero de 2015.
Cualquier trabajador honesto comprobó que este aumento fue una burla, más que un triunfo para la clase obrera fue una victoria para los empresarios que lograron proteger sus ganancias, utilizaron los mismos argumentos que utilizan ahora para frenar nuevamente un aumento digno.
Es por ello que los trabajadores revolucionarios debemos prepararnos ahora que hay un nueva posibilidad de mejorar los salarios, ante nosotros se antepone la oportunidad histórica no solo de mejorar nuestras condiciones de vida sino además de asestar un duro golpe a los explotadores y sobre todo preparar a nuestra clase para las futuras batallas.
Y prepararnos para la lucha implica que discutamos este tema en nuestros centros de trabajo, conocer a profundidad cuales son las propuestas, discutir qué intereses defienden y reconocer aquellos que realmente nos benefician, somos los trabajadores y los jóvenes los que podemos salir beneficiados o perjudicados y somos a quienes se nos intenta sacar del debate, con estos artículos pretendemos brindar nuestra perspectiva de que sucede y hacia dónde se dirige esta situación.
¿Qué propuestas se han presentado?, ¿Qué hacer?
Diciembre del 2015 cerró con las primeras propuestas de aumento y hasta la fecha se han presentado once, en una entrevista al canal Genteve la Ministra de trabajo Sandra Guevara las sintetizó de la siguiente forma:
a) La propuesta del Movimiento laboral salvadoreño quienes proponen un aumento del sector agropecuario del 30%, el sector comercio y servicio, Industria, maquila y textil del 25%, este debe realizarse de manera inmediata.
b) La propuesta de la empresa privada representada por la ANEP y la MIPYMES de un aumento del 9%, repartida de manera similar al último aumento, es decir 3% de manera anual finalizando en 2017 ($7.51 cada año).
c) La propuesta del gobierno de un aumento inmediato a $300.00 del salario mínimo urbano y de $250 en el sector rural, cabe destacar que esto significaría unificar las tablas salariales es decir, pasar de tener 9 salarios mínimos diferentes a solamente dos.
Se supone que para cada propuesta se ha realizado un estudio “técnico y de factibilidad” y a pesar que hay propuestas que deben ser impulsadas (como la del gobierno de eliminar la actual tabla diferenciada de salarios y como primer paso reducirla de 9 a 2) es necesario que nuestro debate no se centre únicamente en estas tres, hay propuestas a las cuales no se les da la misma propaganda, como la de la CSTS que propuso el pasado 16 de diciembre que para el sector comercio, servicios, industria y maquila fueran $407.18 y para el sector agrícola $298.84 mensuales respectivamente.
Podemos notar la diferencia que existen entre una “mesa formal de trabajo” y las organizaciones obreras, claro está que los sindicatos también tienen algunas limitantes pero en lo esencial demuestran una verdad fundamental: solo en espacios de discusión obreros pueden salir las mejores propuestas para nuestra clase.
Camarada trabajador, sabemos que en ninguna empresa se nos permitirá tomar una hora laboral para que podamos discutir temas como estos, también reconocemos que aquellos que de buena fe convoquen a los trabajadores para una reunión fuera del trabajo pueden sufrir de acoso laboral, sin embargo no podemos quedarnos sin discutir esto, recomendamos que de ser necesario y como primer paso se organicen reuniones aunque estas sean pequeñas y sin que la patronal se entere para comenzar a elaborar una propuesta propia, acercarnos a los sindicatos revolucionarios, comités de base del FMLN así como organizaciones de izquierda y preparar la lucha en dado caso se nos quiera dar un salario mínimo irrisorio como sucedió en 2013.
Los argumentos de la ANEP
La propuesta de la ANEP no es ningún candado cerrado con siete llaves: esta va encaminada a la defensa de sus intereses, hace tres años se escudaron bajo el argumento que las pequeñas empresas no podrían hacerle frente a un aumento inmediato y que era necesario que este fuera segmentado, este año la excusa es que aumentar los salarios ¡Incrementaría el sector informal!, es decir generará desempleo e inflación, he incluso se han atrevido a decir que después de “estudios rigurosos” con un aumento del 3% anual (el equivalente a $0.11 diarios) los problemas de los salvadoreños se solucionarían.
Al parecer los señores Cardenal y Dabou, voceros de la empresa privada comprenden muy bien su papel de perros guardianes de los intereses del capital, lastimosamente para estos señores cada vez sus argumentos van siendo más estúpidos y por ende más fáciles de combatir por los revolucionarios.
¿Qué significaría entonces un aumento al salario mínimo y cuál es su viabilidad en cuanto a montos e introducción inmediata?
Veremos entonces los argumentos de la empresa privada.
Inflación y desempleo
La burguesía salvadoreña tiene metida sus manos en toda Centroamérica y los salarios que se pagan tienen niveles distintos, así por ejemplo, mientras en nuestro país el salario del sector Comercio es de $252.00 en Honduras es de $448.00. En Guatemala es de $359.00, en el caso de la Industria, del sector maquila así como del trabajo agrícola.
¿A qué se debe esto?, ¿Es por qué en Guatemala o en Honduras la conciencia de nuestros explotadores cambia?, ¿el clima los hace más susceptibles a las necesidades de los trabajadores? Verlo como la simple voluntad de los empresarios no aclara las cosas, de hecho podría jugar un papel contraproducente, ya que en el fondo son circunstancias materiales concretas las que hacen que se emplee tal o cual “voluntad”.
Ahora bien, si decimos que las alzas de los salarios (así como sus reducciones) no son decisiones exclusivas de la moral de los explotadores sino que también estas decisiones están subordinadas a la realidad concreta debemos a su vez reconocer que el aumento a los precios o más bien las variaciones de los precios de las mercancías también están subordinadas a leyes económicas.
En ese sentido, habrá que comenzar recordando que la producción nacional de mercancías es variada, por lo tanto, ante un aumento de salarios seria falso suponer que todas las mercancías serán adquiridas por los trabajadores, creemos que en un primer momento este aumento salarial será destinado a la compra de artículos de primera necesidad.
Es decir, aumentaría la demanda de ciertos productos, conllevando a un inicial pero no eterno aumento de precios de estos, por lo que cierto sector de capitalistas se vería beneficiado con un aumento a los salarios, ¿pero qué hay de los demás productos? Acaso no se verían afectados por esta variación de la oferta y demanda, o lo que es lo mismo: ¿Qué pasará con los capitalistas que están en el resto de las ramas de la producción nacional?
Si el aumento a los salarios representa una baja en la cuota de ganancia de los capitalistas en un primer momento solo un grupo de capitalistas podría verse beneficiado: Los que puedan culminar el proceso de explotación en el intercambio de mercancías, el resto no podrá elevar el costo de sus mercancías ya que la demanda de estas no aumentaría, pero no solo eso, al no verse beneficiados y al tener que acceder a las mercancías que si han aumentado de precio se verían en la situación de invertir más en estas, dejando de lado la inversión en otro tipo de mercancías, por ejemplo, en artículos de lujo, a consecuencia de esto el resto de mercancías no solamente estaría excluido del aumento de precio sino que en un momento los precios de estos se verían a la baja.
Podrán juzgarnos y decir que lo que le importa a los obreros es únicamente los artículos de primera necesidad, que de nada sirve que bajen los precios de las demás mercancías, pero esto no le haría justicia a la realidad, sobre todo cuando al haber una baja de los demás precios de las mercancías estas podrán ser adquiridas lo que tendría un efecto nuevamente sobre los anteriores productos que elevaron su precio, llevándolos a una nueva baja, es decir regulando nuevamente los precios al nivel al que se encontraban antes del aumento.
La verdadera oposición de los empresarios no es la inflación, sino que es precisamente a la reducción a la cuota de ganancias.
¿Generaría desempleo aumentar el salario?
Esto no es solo un grito de guerra de parte de los empresarios, los despidos masivos ya han sido utilizados en distintos momentos para “castigar” a la clase obrera, pero se han utilizado bajo circunstancias en las que el movimiento de los trabajadores ha estado apagado, es decir, no es exclusivamente una respuesta económica sino también política, en ese sentido, los despidos no están subordinados al aumento de los salarios sino más bien al estado de animo de lucha de los trabajadores y más importante: el de sus dirigentes.
Ahora bien, bajo el contexto específico ni siquiera se plantea un aumento general a los salarios, sino únicamente al salario mínimo, es decir, a un sector de los trabajadores.
Sin embargo no se trata exclusivamente del porcentaje de trabajadores que pueden resultar directamente beneficiados sino más bien del impacto que este aumento tendrá en la producción de mercancías, tomando el ejemplo anterior, supongamos que “X” sector de la producción se ve “beneficiado” con un aumento de su precio en el mercado es de suponer que este sector será más atractivo para explotarlo por lo que la producción de este tipo de mercancías aumentará y con ello también habrá un movimiento de las fuerzas productivas hacia estas ramas. Por otra parte un sector de los trabajadores se verá desplazado de los sectores menos rentables a los que sí están teniendo rentabilidad y al igual que mencionamos antes este desplazamiento duraría en lo que dura el cambio de oferta y demanda de las diferentes mercancías, llegando en un punto a nivelarse.
Por otra parte un sector de los trabajadores se verá desplazado de los sectores menos rentables a los que sí están teniendo rentabilidad y al igual que mencionamos antes este desplazamiento duraría en lo que dura el cambio de oferta y demanda de las diferentes mercancías, llegando en un punto a nivelarse.
Ahora bien, para que no se nos acuse de no cubrir otras posibilidades si aceptamos que los empleos son una decisión tomada al arbitrio de los empresarios también debemos reconocer que al igual que pueden llevar a cabo una acción de manera voluntaria, también pueden ser obligados a no llevarla, pero esto dependerá en última instancia en la preparación que las organizaciones de los trabajadores hagan a su clase y a la juventud para defender sus conquistas.
El CNSM y la tarea de los sindicatos revolucionarios
El CNSM surge luego que el foro de Concertación Económico y Social no funcionara, a base de medidas burocráticas (como la exclusión de los sindicatos del sector público y de municipalidades en la toma de decisiones) el espacio destinado para la representación laboral ha sido secuestrado por representantes de la patronal.
De esta forma los sindicatos del sector informal jugaron un papel determinante a la hora de elegir a quienes debían representar a los trabajadores en el CNSM, cabe aclarar que no estamos en contra de los sindicatos de este sector y mucho menos de su participación, pero si reconocemos que muchos de estos han sido creados con el único objetivo de “votar” y así ganar estos espacios, es decir, son cascarones patrocinados en muchos casos por la misma empresa privada para proteger los intereses de la patronal y no el de los trabajadores.
La forma en la que se escogen los delegados de los trabajadores es una farsa, donde no solo han sido excluidos sindicatos consecuentes sino que además se permite votar a sindicatos fantasmas, actualmente la representación de los trabajadores está más cercana a la patronal que a nuestra clase, es muy probable que se repita el fiasco de hace tres años, un aumento miserable, dejando evidenciado que sin un control directo y democrático de los trabajadores a estas instancias no se logrará nada.
Creemos que los sindicatos y organizaciones consecuentes así como el FMLN deben realizar un llamado más enérgico a rechazar un aumento que sea menor a $300, los trabajadores y la juventud debemos prepararnos para lo que se viene: un periodo en el que si no luchamos abiertamente seremos pisoteados por los empresarios y sus políticos.