Perspectivas para la lucha de clases en El Salvador 2017(Segunda y última parte)

PERSPECTIVAS POLÍTICAS

El año 2016 ha sido un año de algunas luchas esporádicas del sector sindical así como también de la base del FMLN, aunque no podríamos catalogarlo como convulsivo y marcado por un ascenso de la lucha de clases dentro del movimiento obrero, tampoco podemos dejar de afirmar que dentro de la sociedad se gesta un descontento en la clase obrera, la percepción de que todo va mal, sigue creciendo cada día más en la cabeza de los trabajadores, ahora es menos fácil para los demagogos engañar a las masas trabajadoras, estamos pasando pues una etapa nueva, distinta donde la clase obrera está poniendo a prueba a sus dirigentes y ve frente a sus ojos la banca rota de la expresión política de la burguesía: los partidos de la derecha. 

PERSPECTIVAS POLÍTICAS

El año 2016 ha sido un año de algunas luchas esporádicas del sector sindical así como también de la base del FMLN, aunque no podríamos catalogarlo como convulsivo y marcado por un ascenso de la lucha de clases dentro del movimiento obrero, tampoco podemos dejar de afirmar que dentro de la sociedad se gesta un descontento en la clase obrera, la percepción de que todo va mal, sigue creciendo cada día más en la cabeza de los trabajadores, ahora es menos fácil para los demagogos engañar a las masas trabajadoras, estamos pasando pues una etapa nueva, distinta donde la clase obrera está poniendo a prueba a sus dirigentes y ve frente a sus ojos la banca rota de la expresión política de la burguesía: los partidos de la derecha. 

Ha sido un año muy crudo para el gobierno comandado por el FMLN, sin duda maniobrar entre las clases es cada vez más difícil, se cierne sobre la espalda de los funcionarios una presión inmensa para aplicar ajustes presupuestarios, esto no es más que la agudización de la crisis mundial del capitalismo, que no ha podido levantarse desde el 2008 y que ataca los derechos de los trabajadores a nivel mundial, sin excluir a todos esos países que se jactaban de tener un “Estado de derecho”. La política de conciliación de clases aplicada en épocas de bonanzas que consiste básicamente en mantenerse sin atacar a la clase obrera a la vez que se establece una relación de no agresión con la burguesía, se ha terminado. El periodo post crisis lo ha demostrado, ha empezado la época de los recortes.

En el plano sindical vimos un pequeño ascenso de la lucha revolucionaria a favor del incremento salarial. Lo que impulsaba la lucha era que la economía salvadoreña había crecido en 2015 un 2.5 % algo que daba una esperanza a los sindicatos revolucionarios que se incorporaron en la lucha por un aumento digno y justo para la clase obrera. 

Es normal que en los periodos inmediatos de crisis donde los despidos y reducciones de salarios están en el orden del día, los trabajadores en los sindicatos, se encuentre apáticos a iniciar una ofensiva de lucha, hay razones claras en esto, las crisis ponen en estado de shock a los trabajadores lo que menos se quiere es perder su empleo por salir a luchar. Sin embargo, cuando la economía muestra síntomas de recuperación, la clase obrera puede estar más presta a combatir para conquistar nuevamente todo lo que en el periodo de crisis se perdió o avanzar hacia nuevas conquistas. Esto no es mecánico, pues tanto en períodos de crisis como de auges económicos, las masas suelen estar dispuestas a luchar si existe un programa claro que en verdad les ofrezca una alternativa para mejorar sus condiciones de vida.        

 

La propuesta del gobierno esta vez ha sido una de las mejores propuestas en la historia, incluso mejor que la propuesta de Mauricio Funes en 2013, este solo proponía un aumento salarial del 10 %  comparado con la nivelación salarial de $300 en la ciudad y $250 en el campo que hiciera el gobierno de Sánchez Cerén a finales del 2015, hay una amplia diferencia, esta diferencia no se debe solamente al monto sino también a la voluntad de mantenerlo muy a pesar de toda la ofensiva de la ANEP por rebajar la propuesta y no apoyarlo después de decretado. 

 

Después toda la lucha por llevar a cabo esta reivindicación sobre todo en los primeros 6 meses del año pasado, debemos de analizar todo el proceso, con la intención de sacar las conclusiones necesarias de este proceso, es idóneo tener un balance de este proceso. 

Esta lucha estimuló algunos de los músculos de la clase obrera, sin duda hubo momentos en que existía un buen ánimo dentro del sector más combativo de la clase trabajadora, esa que está organizada principalmente en la CSTS, el Frente Sindical, Comphas y otras pequeñas federaciones de sindicatos. Las constantes movilizaciones a las reuniones de negociación del consejo del Salario Mínimo, estimulaban la participación de los trabajadores y surtieron efecto en determinados momentos; sin embargo, uno de los errores de la burocracia sindical fue confiar demasiado en las instancias legales, no había una voluntad de extender la lucha a otros sectores claves de la clase obrera, esta se redujo al sector de la burocracia sindical con un reducido núcleo de trabajadores. Era un momento donde se hacía muy factible vincular algunas reivindicaciones concretas de la clase trabajadora, entre ellas la nacionalización de las pensiones y la reducción de la jornada laboral, que sin duda podría tener algún eco dentro de los sectores más pesados de la industria, como el sector eléctrico.

Por el lado del partido lo que vimos fue un poco o nulo apoyo en la lucha de calle, si bien es cierto el sector de los sindicatos que salió a luchar es el sector vinculado al FMLN y recibió líneas tácticas de los dirigentes, eso no consideraba en ningún momento que se tenga que dejar abandonado y a su suerte al movimiento, sin el apoyo concreto de las bases del partido mismo. La perspectiva de la lucha por el aumento salarial debió ser un tema principal en los debates del congreso pasado; sin embargo, este tema ni tan siquiera estuvo presente en el congreso, esto no fue por ignorancia del tema, muchos de los dirigentes del partido sabían que esta lucha se iba a desarrollar y que había frenos que se tenían que superar. Pero como desgraciadamente el congreso no fue un proceso que tenía como fin impulsar la lucha revolucionaria sino al contrario el fin del congreso era apaciguar la lucha revolucionaria, utilizándolo como una válvula de escape ante la presión que se venía concentrando en la base y no menos importante como un requisito de la nueva ley electoral.

El acompañamiento del FMLN se remitió, como es casi habitual dentro del partido, al discurso dentro de los límites de la democracia burguesa, pronunciados desde el palco legislativo o en los medios de comunicación, apelando a cuestiones morales más que a planteamientos de clase, como si se tratase de “empresarios malos e irresponsables” contra “empresarios buenos”, en todo el proceso de lucha jamás hubo un llamado serio para movilizar a las bases del FMLN en favor de un aumento digno a la clase obrera. La lucha del aumento salarial no era ni es una lucha exclusiva de los sindicatos, también es una reivindicación que debe de ser defendida por el partido de los trabajadores en primera instancia y no dejar que los sindicatos sustituyan el papel del partido revolucionario, sino mantenerlos como los aliados más estratégicos de dicho partido en los diversos frentes de lucha de la clase trabajadora. Pero si se escuchaba los discursos de los dirigentes del partido pareciera que no era así. Absurdamente muchos de los dirigentes del FMLN argumentaban que era estratégica la no vinculación del partido con el movimiento y se limitaron a hacer trabajo “clandestino”. Este tipo de tácticas erróneas que solo expresan el arraigo a los beneficios que la democracia burguesa brinda a los principales líderes de la izquierda, hacen un terrible daño al movimiento revolucionario. Con estas actitudes lejos de ser una herramienta para la revolución los dirigentes del partido suelen ser un freno para la revolución. 

Cuando todo parecía que la burguesía terminaría ganando en la negociación del Salario Mínimo imponiendo desde la tripartita (controlada por ellos mismos) un salario miserable, el gobierno encontró la forma de poder cambiar la representación laboral deshonesta, y así el 14 de diciembre se logra establecer un aumento salarial significativo a la clase trabajadora. Esto significa una clara victoria para las trabajadoras, sobre todo para el sector del campo y la maquila que serán las más beneficiadas. Sin embargo, tal y como sucede en la mecánica, en la política cada acción tiene su reacción. Tarde o temprano la burguesía buscara cobrase este golpe, por ahora solo se han remitido a hacer campaña en contra del aumento, anunciando despidos y cierres de fábricas.

La medida del aumento salarial, si bien es cierto es una victoria que la atribuimos a la clase trabajadora, no deja de contener ciertos vicios reformistas, y si no sabemos explicarlos puede que haya confusión en la clase trabajadora y se cree la percepción errada de poner sus esperanzas en las instituciones burguesas. Como ya mencionábamos arriba en casi todo el proceso, el gran ausente fue el pueblo trabajador, todo se remitió a reuniones entre funcionarios, patronos y la dirección de los sindicatos. Años de aislamiento y relativa calma, con periodos donde la lucha de clases parece haberse extinguido y es posible llegar a acuerdos mediante el dialogo, dan la impresión de que estos métodos son los únicos con que cuenta el movimiento y tienden a mantenerse casi como los únicos válidos para los dirigentes del movimiento.

En concreto solo hubo una movilización masiva para apoyar y presionar en las discusiones sobre el salario, podemos asegurar que las nueve décimas partes de la clase obrera que se beneficiaria del aumento no participo en esta batalla y estuvieron como meros espectadores. El objetivo de la organización de la clase trabajadora que participa en la democracia burguesa, es siempre el de utilizar estas instancias para elevar el nivel político de las masas, de pregonar sobre la necesidad de la revolución, de desenmascarar a la burguesía y su representantes, esto se consigue a través del involucramiento de las masas en los procesos de lucha, en la lucha por conseguir decretos a favor de los más desposeídos, de llevar a la democracia burguesa hasta sus última instancia y demostrar en la práctica frente a los ojos de los trabajadores su incapacidad de solventar sus necesidades.

El actual ambiente entre los trabajadores es de incertidumbre, pues las amenazas de despidos son constantes, así como también el alza de los precios de la canasta básica. Todo este proceso de reacción entra en contradicción con la satisfacción del aumento salarial. Sin embargo hay medidas que se pueden tomar para detener este ataque, debemos pasar a luchar por un decreto que permita la congelación de los precios de la canasta básica y una mayor cuota sancionatoria de las empresas que no quieran aplicar el aumento salarial y amenacen con cerrar sus instalaciones, entonces se debe proceder a la toma de estos medios de  producción por parte de comités de trabajadores elegidos entre los representantes sindicales, trabajadores de planta y representantes del gobierno en una relación de un tercio por cada una de las partes. Estas consignas son las que debemos de agitar dentro del movimiento obrero.

El plan desestabilizador y la amenaza de golpe de Estado

En julio se inició un plan desestabilizador en contra del gobierno del FMLN utilizando las instancias del Estado burgués que aún tiene bajo su poder. El bloqueo iniciado por ARENA con respecto a la aprobación de 900 millones de dólares en Eurobonos, significaron un serio problema a las finanzas del Estado. Más que financiar los planes de seguridad en los primeros meses del año, las ultimas noticias sobre cómo se ha desarrollado las finanzas del Estado, nos hace concluir que estos 900 millones de dólares eran clave para mantener estables las arcas del Estado. La estrategia y los bloqueos de la derecha inician con esta primera negativa de aprobar este préstamo. Pero antes de hablar sobre este punto debemos dejar algo claro. ¿Cuál debe ser nuestra postura con respecto a los préstamos?

Sin duda nos oponemos a cualquier tipo de sumisión hacia los organismos financieros. Nuestra postura con respecto al endeudamiento del país ha sido la misma durante años, sabemos que la deuda externa que se mantiene con el imperio, sigue teniendo su carácter colonialista, como lo manifiesta Salvador Arias en uno de sus análisis sobre la deuda “Si sumamos el servicio de la deuda de $37,152 millones entre el periodo 2000- 2021 y la evasión y elusión fiscal de $50,622 millones entre el año 1989 y 2019, tenemos que el Estado producto del neoliberalismo está en la ruta de perder ingresos fiscales y ser saqueado por la banca internacional por un total de $87,774 millones en todo el período del modelo neoliberal si este continúa hasta el año 2021; estas cifras son difíciles de digerir pero lamentablemente es la realidad de nuestra economía como producto del neoliberalismo y la corrupción de ARENA. Aunado a lo anterior, hay que señalar que entre el año 2000 y 2014 las transnacionales se han llevado alrededor de $14 millones, es decir que el país ha sido saqueado con más $101 millones, y este monto se seguirá incrementando si no cambiamos el modelo neoliberal imperante , es decir, si seguimos haciendo ajuste a partir de emitir letes para pagar deuda de corto plazo y seguimos pidiendo deuda externa para pagar intereses y principal de la deuda ya acumulada, esta trampa de la deuda no tiene salida en la ruta que se sigue negociando”[1]

Detrás de sus “buenas” intenciones de ayudar a los países en crisis, se vienen una serie de planes de ataques para la clase trabajadora, el objetivo principal, es mantener la economía y el Estado burgués de estos países en pie, pues para el mercado internacional no es conveniente que incluso las economías tan pequeñas se declaran en crisis, esto puede generar una serie de consecuencias adversas para la economía mundial, así como también no es factible una declaración de quiebra estatal, esto desembocaría inevitablemente en una lucha de clases más desarrollada y el peligro inminente de revoluciones contagiosas entre los países vecinos. Por eso evitan a toda costa este tipo de crisis, a través de estos préstamos mantienen toda la injerencia en la política nacional de los países dependientes, dictan los lineamientos a seguir e incluso quitan y ponen presidentes en algunos casos.

La única forma de financiar el Estado es a través de lo que se le pueda ir ganando a la clase dominante en materia de recurso, ya sea a través nacionalización y de la aplicación de impuestos en momentos donde las perspectivas de la revolución no estén en el orden del día, o a través de la expropiación de las palancas fundamentales de la economía en un periodo revolucionario. Estas dos cuestiones dependen de la correlación de fuerzas en el movimiento revolucionario.

Pero la actitud oportunista de las direcciones de los partidos que ganan las elecciones en la democracia burguesa, hacen de la correlación de fuerzas toda una distorsión, para ellos la correlación de fuerzas se basa solamente en la consecución de más curules en los parlamentos burgueses y más puestos en las instituciones burguesas, negando así todo el poder de lucha de los explotados organizados en los sindicatos y en la base del partido que son la fuerza fundamental de la que tendría que echar mano un partido revolucionario para ganarle las batallas a la burguesía, mientras se preparan las condiciones para la revolución, agitando sobre esta necesidad.    

Sin embargo, a muchos dirigentes y funcionarios del partido les parece que esta postura política (la aplicación de medidas revolucionarias en contra del gran capital) quedó en el pasado, toda la lucha en contra del endeudamiento en los gobiernos de ARENA se debía en ese entonces a cuestiones de “honradez y buena administración de los recursos” la negativa de impulsar medidas revolucionarias lleva a los dirigentes y funcionarios del FMLN a sucumbir vergonzosamente ante el imperio y pedirle favores a los diputados de la derecha para mantener los programas sociales.

Resoluciones de la Sala

La baja en los precios del petróleo que este año (2016) se mantuvieron cerca de los 50 dólares por barril, ha generado una crisis en la CEL, esta tuvo que bajar los precios de la energía eléctrica, debido a que la generación y distribución de la energía eléctrica está controlada por las leyes del mercado, esta sufre variaciones en sus  costos de producción, teniendo como resultado que el precio de la electricidad como toda mercancía  tenga que regularse a través de la ley del valor, de la oferta y la demanda, el abaratamiento de la energía producida con base de Bunker (petróleo) propició una rebaja de los precios de la energía eléctrica producida en gran parte por la CEL. Esto inmediatamente generó una crisis en la autónoma y se hacía necesario una medida para equilibrar las finanzas y llevar a cabo programas de inversión para generar energías alternativas, más lo primero que lo segundo.

La respuesta del Gobierno fue presentar un impuesto del 13 % sobre el consumo eléctrico. No estamos en contra de que se puedan aplicar algunos impuestos; sin embargo, muchos de los que ha llevado a cabo el gobierno son impuestos regresivos, es el mismo caso del impuesto a la telefonía que término recayendo en los hombros de los consumidores finales, o sea, para ser claros una medida progresista que tenga como base la implementación de un impuesto estatal, debe de estar enfocada hacia el gran capital sin que tenga efecto sobre los ingresos de las masas trabajadoras. Con este impuesto al consumo de energía, aun cuando el gobierno insistía en que este impuesto era una medida en contra de las grandes empresas, no era tan así, pues el mayor beneficiado de la reducción del costo de la energía eléctrica ha sido para la gran industria, que bien pudieron asumir este impuesto, hablamos aquí del reducido grupo de la empresa privada de El Salvador. Esta medida tal como estaba planteada afectaba directamente a la pequeña burguesía, esto acarrearía un aumento a los costos de producción de sus mercancías, limitando su capacidad de competencia con las grandes empresas. Por tanto, la gran empresa no se opuso a este aumento porque en realidad afectara sus intereses, sino porque se oponen a cualquier medida que pueda solventar los problemas financieros del Estado, para propiciar caos e incertidumbre. 

En este ambiente hostil, el 13 de julio la Sala de lo Constitucional hizo pública tres resoluciones que empalmaban perfectamente con el objetivo de desestabilización emprendido por la derecha. Las resoluciones eran: a) El acuerdo de inconstitucionalidad de la votación para los $900 millones en Eurobonos para financiar los planes de seguridad; b) la derogación de la Ley de Amnistía; c) la inconstitucionalidad al impuesto del consumo eléctrico. ¿Qué se pretendía con esto? Con respecto a la emisión de los 900 millones de Eurobonos y la inconstitucionalidad del impuesto era un claro golpe a la financiación del Estado y por supuesto a los programas sociales, que afectarían directamente a las clases desposeídas, esto sin duda generara un ambiente de descontento e incertidumbre en la sociedad, ya lo hemos visto de manera distorsionada con los escalafones sobre todo en el sector salud y de seguridad y también con la financiación de Ciudad Mujer. Con respecto a la derogación de la Ley de Amnistía no dudamos de que en cualquier momento se pensó con el propósito de destituir al presidente Sánchez Cerén, utilizando de manera hipócrita la acusación de crímenes de guerra cometidos en la década de los 80 por ser uno de los autores intelectuales, debido a que era el comandante general de las FPL.

La burguesía fue midiendo paulatinamente las condiciones para lanzarse de manera decidida a la aplicación de todo su plan. Sin embargo, hay un elemento muy claro dentro del movimiento obrero salvadoreño, podríamos afirmar con mucha seguridad de que por lo menos hay una buena capa de la generación pasada de la clase obrera, que tienen muy reciente el recuerdo de los golpes de Estado, y esto lo tiene muy claro la burguesía que se mantuvo muy cautelosa con sus planes golpistas. Este fue el principal obstáculo con el que se encontró la burguesía para llevar a cabo su plan de destitución del gobierno de Sánchez Cerén; sin embargo, el plan desestabilizador no ha terminado. 

 

Ante todos estos ataques, la respuesta del gobierno fue pasiva. Pues a pesar de la amenaza latente del golpe de Estado no hubo una convocatoria seria a la defensa del gobierno en las calles. Las dos únicas convocatorias que hubieron carecieron de un carácter de lucha ofensivo, en lugar de explicar claramente a los trabajadores concentrados, el plan desestabilizador, se recurría a gritar consignas y dar declaraciones a los medios por parte de los dirigentes, sobre los actos de la Sala. Una defensa férrea de las conquistas de la clase trabajadora, obtenidas hasta hoy, pasaba por la convocatoria urgente de todas las instancias orgánicas del partido y los sindicatos más combativos para discutir un plan de lucha que venciera los intentos del golpe de Estado. 

 

Este plan de lucha debería de incluir discusiones sobre los beneficios que han traído los programas sociales, y la imposibilidad de continuar con su financiación bajo el Estado burgués, la negativa a los préstamos por parte de ARENA y la Sala, explicando una necesidad urgente de nacionalizar aquellas empresas que fueron privatizadas en los gobiernos de ARENA que podrían solventar algunos de los actuales problemas financieros del Estado acompañándolo con la necesidad de acabar progresivamente con el Estado burgués, obstáculo fundamental para llevar a cabo la transformación de las condiciones de vida de los trabajadores, todas estos argumentos que se pudieron explicar en cada comité de base, ampliadas, consejos comunales, sindicatos y organizaciones de izquierda, hubiesen animado el ambiente de las masas, para defender al gobierno, pero las masas no se movilizarán si no hay claridad sobre el porqué de la movilización.

Un plan de movilizaciones, de toma de plazas y piquetes en las fábricas hubiese aguado rápidamente el constate bloqueo de la Sala y los planes golpistas. Muy a pesar de que el FMLN no respondió de manera agresiva, la burguesía fue incapaz de gestar el golpe, en este caso no fue la actitud del partido sino la timidez de la burguesía para llevar a cabo su plan golpista la que impidió la posibilidad de un golpe y la instauración de un régimen reaccionario. 

Después de junio y julio y de pasar por una aparente calma en el plano político, se venía una fecha clave para las finanzas del Estado, el día 07 de octubre se vencían los plazos para pagar la deuda de 77 millones de dólares generada por el actual sistema de pensiones, que no incluye el pago de pensiones de los jubilados en 1990, lo cual acarrea una deuda de 400 millones de dólares anuales que no puede ser autofinanciadas, porque el Estado no tiene en sus manos el sistema general de pensiones, para solventar este impase los gobiernos de ARENA en 2006 crearon un fideicomiso, que consistía en establecer un fondo denominado: Fondo de Obligación Provisional FOB, que obliga a las AFP a comprar títulos de deuda llamados: Certificados de inversión Previsional CIP, hasta septiembre, el máximo de los fondos que se podía utilizar para comprar CIP era del 40 %, más un 16 % las AFP habían invertido en los llamados CIP. En resumen, de cada dólar ahorrado por los salvadoreños para las futuras pensiones, $0.56 estaban invertidos en estos títulos, que pagan una rentabilidad baja, del 3 % anual.

 

Esta situación de impago represento un grave problema para el gobierno en su momento; sin embargo, la Asamblea aprobó el día 26 de septiembre, una reforma para superar el máximo de emisión de CIP y además se eliminó la condición de que este dinero se utilizara solamente para pagar los servicios previsionales sino además las obligaciones generadas por este, o sea la deuda.

Como dicen pan para hoy, hambre para mañana, esta reforma solventó en su momento la crisis que se pudo originar, sin embargo, esto no significa que en el futuro no se tenga más problemas con la deuda, ya que este sistema generará una burbuja insostenible de deuda. 

Estamos claros que la única salida para solucionar la crisis de las pensiones es a través de la renacionalización de las pensiones y la aplicación de un control, entre sindicatos, funcionarios del Estado y representantes de la clase obrera que no está organizada en sindicatos, esta es la única forma en que las pensiones, pueden autofinanciarse y también aumentar cuantitativamente su monto, sin embargo esta es una medida que debe de estar enfocada en la agitación de la necesidad imperante de acabar con las instituciones tradicionales del Estado burgués para sustituirlo por un Estado obrero. Desde la implementación de los ajustes estructurales, ha sido la burguesía la única que se ha lucrado de las ganancias de las pensiones, invirtiendo dinero de los trabajadores, que el mismo Estado le ha facultado para usarlo y generando así constantes ganancias. Las AFP hasta ahora suman más de $400 millones de utilidades obteniendo ganancias del 100% de su patrimonio cada año.  

Es ilógico tener que prestar a las AFP para poder pagar pensiones en el sector publico esa es una trampa que abona a la burbuja de la deuda año con año.  La propuesta del gobierno sigue siendo insuficiente para solucionar estos problemas, por lo contrario, la propuesta del sistema mixto, sigue manteniendo la facultad de generar ganancias a través de los fondos de pensiones, con tan solo una pequeña concesión para el Estado de poder utilizar un mínimo de dinero del fondo de pensiones. Es absurdo creer que los privados, trabajan por los intereses de los trabajadores y apoyaran esta medida, se oponen principalmente a esta medida porque saben que esto tocaría, aunque mínimamente, todas sus jugosas ganancias. 

La lucha por la nacionalización de la administración de las pensiones solo puede llevarse a cabo si se cuenta con el apoyo de las masas en las calles, esta batalla no se ganará desde la aritmética parlamentaria, será necesario en el próximo periodo hacer un llamado serio para esta medida, ya que con el actual sistema es poco probable de que pueda mantenerse en el tiempo, esto representa en si una camisa de fuerza para el gobierno de turno. Un gobierno que quiera beneficiar a los trabajadores tendrá que poner en marcha la nacionalización, por lo contrario tendrá que aplicar medidas draconianas como: la reducción de las pensiones y el aumento a la edad de jubilación, medidas que el FMI ha propuesto para varios países que han caído en crisis, ante esta perspectiva la única salida favorable para las pensiones es su nacionalización, cualquier experimento que no contemple esto terminara en un fracaso. 

Casos de corrupción

Este año también ha sido marcado por la revelación de muchos casos de corrupción, como decimos, Centro América y en específico EL Salvador debería de establecer la corrupción como un deporte nacional. Después de la muerte de Flores, se han descubierto más casos de corrupción y era obvio el Estado burgués es una máquina que se presta para este tipo de prácticas, que se ven casi como normales en la sociedad, las primeras revelaciones fuertes que se hicieron fueron la del enriquecimiento ilícito del expresidente Mauricio Funes, un enriquecimiento de más de 700 mil dólares, aunque muchos defensores de Funes han dicho que todo ha sido un show por parte de la fiscalía, al acusar a Funes de corrupción. No negamos que de alguna forma pudo haber corrupción en el gobierno de Mauricio, pues el Estado burgués como ya lo decíamos se presta para este tipo de prácticas, debido a que no hay elementos de control por parte del partido para los presidentes, no hay forma de como las bases del FMLN puedan supervisar el trabajo de los electos a cargos de elección popular y demás funcionarios no electos a través del voto directo.

Nuestra postura fue clara en este caso, no metemos las manos al fuego por Mauricio Funes, sin embargo dejábamos claro que todas las acusaciones que se podían hacer contra este tipo, llevaban implícito un fin político determinado, minar la imagen del FMLN, de los funcionarios del FMLN para ser más claros. La única medida que puede ayudar a que este tipo de situaciones no vuelva a suceder, es mediante la democratización del partido y a través de esto lograr un control directo de los electos a cargos de representación popular. Solo esto puede eliminar todo tipo de ganguerismo y arribismo en el movimiento. 

A principios de noviembre del presente año también sale a la luz, la acusación de malversación de fondos por parte del expresidente Antonio Saca, implicados también 6 exfuncionarios del gabinete de gobierno. El monto esta vez es de por lo menos 219 millones de dólares de la famosa partida secreta, la cual tenía la facultad de utilizar fondos en el gobierno sin dar mayores explicaciones. Ahora resulta que los principales fondos de esta partida secreta han ido a parar a las cuentas de los Saca, en Egipto, Dubái y Costa Rica según las investigaciones de la fiscalía. 

Al parecer Saca no ha contado con la misma ayuda que le brindaron la burguesía a Francisco Flores y se encuentra solo, en el banquillo de los acusados, sin duda esto también es parte del ajuste de cuenta por no ser un fiel defensor de la burguesía criolla del país, hay que recordar que Saca fue el encargado de dividir los votos del partido Arena en el pasado, pero incluso antes ya se mantenía en conflictos con la cúpula del partido ARENA. El futuro de Saca es incierto y posiblemente sea condenado por los delitos que se le imputan.

¿Qué hay detrás de todo esto? Toda esta cacería de brujas también tiene un fin político bien marcado, no es en realidad la percepción de que por fin se está haciendo justicia, sino más bien esta operación consiste en darle un revestimiento a las instituciones del Estado para mostrarlas ante el público como instituciones al servicio del pueblo, cuando de por si el prestigio de estas instituciones ya está por los suelos, hay una presión por parte de los organismos financieros y los Estados Unidos para “combatir la corrupción y el narcotráfico” con esto según ellos evitar levantamientos en contra del Estado burgués, operaciones similares se han llevado a cabo en Portugal y recientemente pasó también en Brasil, este fenómeno se está dando sobre todo en Centroamérica principalmente en todo el triángulo Norte que es el que más financiamiento recibe del imperio norteamericano. 

Detrás de estos procesos esta también el mantenimiento de la inversión del imperio en los llamados Fondos del Milenio, los senadores del congreso de los Estados Unidos que han presionado por estos fondos necesita justificar este tipo de inversión—y  al mismo tiempo asegurarse que estos fondos tengan el destino final propuesto, algo que siempre fue incierto bajo la bandera de los gobiernos de ARENA—que  es muy necesaria para mantener la dominación de los mercados en Centro América, entre esos el rentable mercado de la droga. Por esta razón la injerencia a través de la embajada gringa se ha visto más pronunciada desde el año 2014.  

Es extraño ver también que después de la acusación de Flores, ninguno de los grandes líderes del partido Arena ha sido más acusado por corrupción, hay muchos exfuncionarios del gobierno de Saca y que aún son de ARENA que están involucrados en estos casos de corrupción como Ana Vilma de Escobar quien fungiera como vicepresidenta en su gestión. Esto solo refleja quiénes son los que están moviendo sus tentáculos para eliminar las trabas que impidan la vuelta al poder a la burguesía.

La lucha en contra de la corrupción debe de estar acompañada de una explicación seria y concreta del por qué bajo el Estado burgués es imposible lograr completamente la eliminación de la corrupción, porque es algo inherente en el capitalismo.   

El presupuesto 

En septiembre fue presentado el presupuesto general de la nación para el año 2017 el cual fue rechazado por el pleno de la Asamblea Legislativa por no tener en cuenta según los diputados un plan de ahorros y la aplicación completa de los escalafones de Salud y Educación, esto último ha servido como caballito de batalla para oponerse completamente a la aprobación del presupuesto presentado por el gobierno, el gobierno ha retrocedido aceptando incluir escalafón a todos los trabajadores de la salud que ganan menos de $2,000 que sería el 92% con un costo alrededor de $15 millones. La discusión del presupuesto ha traído reacciones populistas y demagógicas por parte de la derecha, diputados como Guillermo Gallegos han declarado estar en contra de todos los gastos excesivos de las instituciones del Estado, Gallegos quien últimamente ha sido vinculado a toda una red de corrupción comandada por su esposa, ¡qué hipócritas suenan ahora todos esos discursos de este tipejo!

La reducción de los suntuosos gastos del Estado burgués, es una consigna que nosotros también enarbolamos, pero bajo el capitalismo es imposible reducir los excesivos gastos innecesarios del Estado, para la clase dominante se hace factible, a pesar de los costos financieros que implica, mantener la mayor cantidad de burócratas dentro del Estado para mantener así también la dominación sobre la clase obrera. 

La salida más rápida para poder financiar el Estado en periodos de crisis es recortando el gasto social, medidas draconianas que también han empezado a aplicarse en el país bajo el mandato del FMI, una de ellas ha sido las ultimas focalización de los subsidios al gas y a la energía, medida que no resuelve el problema de financiamiento del Estado, sabemos que el mayor problema para poder financiar al Estado lo presenta la elusión y la evasión fiscal, el servicio a la deuda y la crisis de las pensiones. 

Salvador Arias dice “En concreto, el servicio de la deuda más la elusión y la evasión fiscal son los verdaderos problemas que debe enfrentar el Estado salvadoreño, para poder atender su papel como promotor del desarrollo y de atención a los problemas sociales del país. Entre el año 2000 y el 2015, esta carga se ha duplicado, así actualmente alcanza los  4,903 millones de dólares, cifra superior al presupuesto general de la nación de este año 2015, que es de 4,823 millones de dólares. Indiscutiblemente esta es la razón de que el Estado esté quebrado financieramente, por lo tanto, urge que se ataque la elusión y evasión fiscal.”

Hasta este punto necesitamos aclarar una serie de cuestiones teóricas sobre la política del FMLN, para poder tener una táctica adecuada en nuestra lucha por el socialismo. El movimiento revolucionario ha retrocedido enormemente hasta el punto en que los programas de las organizaciones de la clase obrera a nivel mundial, ni tan siquiera contemplan la lucha por el socialismo, y en el caso de que alguno de estos partidos se declare a sí mismo socialista, no elimina que hayan abandonado todas las posiciones teóricas del marxismo, con respecto a las formas de lucha y nuestra posición frente al Estado burgués. Como marxistas sabemos que la única forma de acabar con la barbarie capitalista es a través de la revolución socialista, una revolución que le dé el poder a la clase obrera y que ésta bajo su propia conducción, empiece a reorganizar toda la vieja sociedad transformándola en una nueva, esto es ABC para los marxistas. Sin embargo hacen falta muchísimos factores que debemos considerar, para intervenir de manera adecuada en el movimiento vivo de los trabajadores, que hoy se encuentra a merced de los oportunistas reformistas. Combatir todas las desviaciones teóricas de estas direcciones, es nuestra tarea en la actualidad. 

Veamos el caso concreto de la dirección del FMLN, qué posiciones ha tenido en el curso de las últimas luchas y cómo estas contrastan con una política de clase. El FMLN es el partido tradicional de los trabajadores, su constitución se basa en la capa más avanzada de las clases explotadas, en estos periodos la capa avanzada de la clase trabajadora puede resumirse en todo aquel trabajador que haya sacado conclusiones de la necesidad de luchar en contra del capitalismo. La mayoría de personas que integran el FMLN se mueven por esta premisa, habrá casos de oportunismo, pero en esencia lo que mueve al partido son las amplias aspiraciones de los trabajadores para cambiar la sociedad, esto no lo podemos negar.

Sin embargo su dirección, así como las direcciones sindicales que se encuentran a merced de la dominación de este, son direcciones pequeño burguesas oportunistas que no están interesadas en la construcción del socialismo, los periodos de reflujo revolucionario han permitido su total degeneración oportunista, lo hemos podido ver en los periodos de lucha, y en el desempeño en el Estado burgués. 

Para nosotros los marxistas, ¿qué significa participar en el Estado burgués? Nosotros no despreciamos ningún método de lucha, a no ser que este no ayude a elevar el nivel político de la clase o peor aún, sea impotente para impulsar los objetivos del socialismo. La participación en el Estado ha sido una discusión bastante vieja dentro del movimiento socialista, incluso Marx combatió estas tendencias de acomodamiento en las instituciones del Estado burgués, Lenin también combatió la degeneración Kautskiana sobre la lucha en el parlamento en periodos no revolucionarios.  

Como lo han dicho ya muchas veces los viejos marxistas y lo mantenemos nosotros ahora, la lucha en los parlamentos burgueses es válida, mientras no se tenga la fuerza, o sea cuando las condiciones para una revolución no estén presenten, nuestra intervención debe de consistir en hacer usos de estas instancias para agitar en cuanto a la necesidad del socialismo, la oportunidad de participar en elecciones y no se diga tener curules e incluso el Ejecutivo, nos abrirá infinitas oportunidades para explicar de manera más clara la imposibilidad del modo de producción capitalista, pero en el último análisis esto debe verse como un medio, no como el fin último de toda la lucha revolucionaria por transformar la sociedad.

¿Pero ¿qué ha hecho nuestra dirección en todo este tiempo desde la llegada al poder ejecutivo hace siete años?  Nuestra dirección se ha dedicado a hacer una defensa férrea del Estado burgués, esto es típico de las direcciones oportunistas, que ha abandonado por completo la posición del marxismo respecto al Estado.

El Estado—dice Engels, resumiendo su análisis histórico—“no es, en modo alguno, un Poder impuesto desde fuera a la sociedad; ni es tampoco ‘la realidad de la idea moral’, ‘la imagen y la realidad de la razón’, como afirma Hegel. El Estado es, más bien, un producto de la sociedad al llegar a una determinada fase de desarrollo; es la confesión de que esta sociedad se ha enredado con sigo misma en una contradicción insoluble, se ha dividido en antagonismos irreconciliables, que ella es impotente para conjurar. Y para que estos antagonismos, estas clases con intereses económicos en pugna, no se devoren a sí mismas y no devoren a la sociedad en una lucha estéril, para eso hízose necesario un Poder situado, aparentemente, por encima de la sociedad y llamado a amortiguar el conflicto, a mantenerlo dentro de los límites del ‘orden’. Y este Poder, que brota de la sociedad, pero que se coloca por encima de ella y que se divorcia cada vez más de ella, es el Estado". así mismo llega un momento donde el Estado asume una independencia relativa de las clases, equilibrándose entre clases hostiles y arbitrando entre ellas, a esto le conocemos como Estado Bonapartista o “el dominio de la espada sobre la sociedad” como planteaba Marx, pero que sigue siendo un instrumento sobre todo de los grandes capitalistas. Esa es la esencia del bonapartismo: una dictadura policiaca militar, desnuda, el “arbitro” con la espada. Lenin dice: “EI Estado es el producto y la manifestación del carácter irreconciliable de las contradicciones de clase. El Estado surge en el sitio, en el momento y en el grado en que las contradicciones de clase no pueden, objetivamente, conciliarse. Y viceversa: la existencia del Estado demuestra que las contradicciones de clase son irreconciliables.”

“En torno a este punto importantísimo y cardinal comienza precisamente la tergiversación del marxismo”[2] los dirigentes del partido se muestran como unos claros tergiversadores de este punto de vista necesario para la construcción del socialismo y debido a este punto vemos una total vacilación en su política. 

Sabemos cómo marxistas que el Estado actual es un reflejo vivo de la sociedad burguesa dividida en clases, o sea un elemento fundamental para la dominación de una clase por otra, que mantiene toda su estructura intacta, para mantener la explotación. La llegada al poder por parte del FMLN desde un punto de vista marxista, tendría que haber significado en su defecto, una agitación más constante en cuanto a los objetivos de la eliminación del Estado burgués, pero lo que el FMLN ha hecho es tratar de administrar el Estado con todas sus leyes reaccionarias, solo aplicando de manera tímida algunas cuantas reformas, en favor de los asalariados.

Esto es lo que en concreto prometía el programa del FMLN en 2009 despartidizar las instituciones del Estado, promover una Fiscalía fuerte, tener un respeto irrestricto a la Constitución… "Vamos a construir un nuevo El Salvador”. 

Como si se tratase nada más de cambiar la dirección de las instituciones burguesas, cuando los vínculos entre el gran capital y las instituciones del Estado no estuvieran unidos por miles de hilos. ¿Respetar la constitución? Cómo se puede respetar una constitución que avala y mantiene el actual sistema de explotación, eso es obediencia y sumisión total a la constitución burguesa. Y más adelante dice: “Superar el lento crecimiento de la economía, acelerando y diversificando la generación de la riqueza país, de las empresas y de las familias”. O sea, en pocas palabras mantener la acumulación de la riqueza por parte de unas pocas familias.  

Lo lógico que hubiese pasado, es que después de la experiencia de Funes se hubiesen sacado conclusiones revolucionarias y enmendar el camino. Sin embargo, se siguió manteniendo la misma política conciliadora y oportunista, fruto de esto, son los problemas por los cuales el gobierno ha tenido que pasar estos años: acoso constante, desfinanciamiento, bajo crecimiento económico y el estancamiento de la eliminación de la pobreza ¿podría mejorar la situación con una política como esta? Creemos que no, y nosotros éramos sabedores de esto, pero ¿Por qué defender al FMLN entonces? Como decimos arriba, el movimiento ha retrocedido muchísimo, mantenernos en el FMLN es una cuestión táctica, ¿dónde más podríamos defender y proponer un programa revolucionario? si la construcción de cuadros y un partido revolucionaria fuera tan sencilla, nada más proclamándola a los cuatro vientos sin importar si construimos un partido de dos o tres hombres y un perro, hace mucho lo hubiésemos hecho, abandonando todas las enseñanzas del movimiento obrero mundial. 

Nuestra actitud de mantenerlos en las organizaciones burocráticas y degeneradas parte de la necesidad de explicar a los elementos avanzados del movimiento las ideas del marxismo. El momento que atraviesa el movimiento, es un proceso necesario de la lucha de clases, donde los dirigentes son sometidos a todas las pruebas de la lucha de clases en curso y donde están siendo analizados  por sus bases, las contradicciones entre los intereses de la clase y su dirección se visualizan con mayor claridad a medida que suceden grandes acontecimientos, estos acontecimientos suelen ser las guerras y las revoluciones, es ahí cuando las bases de las organizaciones encuentran diferencias marcadas entre su dirección y sus intereses como clase. 

En un proceso como ese las bases suelen ser más revolucionarias que su dirección e intentaran cambiar su dirección si no les es útil, sin embargo, una dirección revolucionaria no puede surgir de la nada y al calor de los acontecimientos, esta debe de prepararse con años de antelación en medio de la encarnizada lucha de clases, en periodos previos. La explicación y el acompañamiento en cada una de las luchas del proletariado, va galvanizando a esa capa de cuadros que tendrá que asumir las tareas de la eliminación del Estado burgués y las instauración de la dictadura del proletariado, la instauración de una herramienta para la dominación de los explotados contra los explotadores, para así y a través de la expropiación de los grandes medios de producción se pueda ir transformando la sociedad hasta llegar al punto donde el Estado como ente de dominación sea superfluo, esto solo puede suceder a merced de la desaparición de las clases, y esto solo puede lograrse a través de la construcción de un partido con una verdadera dirección revolucionaria, que guíe a las masas explotadas hacia el establecimiento de dicha sociedad.

La eliminación del Estado burgués solo puede darse a través de una revolución violenta, es imposible que suceda de manera pacífica, pues ningún demonio se deja cortar las garras, la burguesía no entregará de manera pacífica todos sus privilegios. Debemos insistir y explicar de manera paciente en todos los espacios donde estén los trabajadores más avanzados, que el actual Estado no podrá financiarse, debido a los bloqueos de la derecha, además que el Estado es una camisa de fuerza que obstaculiza la conquista de más reivindicaciones, inevitablemente los funcionarios tendrán que dar pasos atrás en el futuro, la única forma de que ese Estado pueda financiarse, no es solamente a través políticas de austeridad en los funcionarios, esta que es una consigna que nosotros también defendemos es insuficiente, pues lo que genera la crisis del actual Estado no son solo estos gastos, sino los miles de burócratas en cada una de las instituciones burguesas, el mantenimiento de las fuerzas coercitivas que no están al servicio del pueblo, sino al servicio del Estado burgués y la propiedad privada, por tanto si se trata de financiamiento este solo será posible a través de la eliminación del Ejército y la policía como fuerzas represoras y la sustitución del armamento del pueblo, o sea una milicia obrera que defienda los intereses del pueblo, y la eliminación de todas las tareas e instituciones innecesarias del actual estructura burguesa, sin embargo, esto sería el inicio de la destrucción del Estado burgués como tal y la instauración del Estado proletario.

Las fuerzas productivas han llegado a un nivel de desarrollo nunca antes visto, esto podría propiciar que las tareas del Estado puedan hacerse de manera más eficiente y con pocos recursos, a la par de esto tendrían que aprobarse medidas concretas como la reducción de las horas laborales para propiciar que los trabajadores organizados tengan tiempo para asumir las tareas del nuevo Estado.

Creer que las condiciones de los trabajadores van a cambiar solo reformando al Estado burgués, cambiando a sus funcionarios malintencionados y degenerados por unos que se presenten ante el pueblo como angelitos hijos del señor es una tergiversación política absurda. Esta tergiversación política es la que hace que la dirección de nuestro partido solamente recurra a préstamos y a negociaciones incluso con los representantes de la burguesía en el parlamento, no hay salida bajo esta política, lo más probable es que el FMLN de continuar en este reflujo gane solo una vez más las elecciones presidenciales, la candidatura de Nayib Bukele puede propiciar esta momentánea victoria, aunque sería una continuación de lo mismo, sin embargo nuevas condiciones se gestarán en este proceso, será mucho más difícil balancearse entre las clases y debido a que Nayib no es un marxista como tal, es muy difícil que pueda girar hacia una política socialista, la candidatura de Nayib solo puede triunfar de la mano del FMLN,  sino fuese por este instrumento sus sueños de ser presidente no se podrían cumplir, así que hay una buena posibilidad de que Nayib sea postulado como candidato, muy a pesar de que no tiene el visto bueno al parecer de la dirección, y esto se debe a una cuestión concreta: el FMLN no tiene una propuesta que pueda salir triunfante por ahora. 

El próximo periodo será un periodo muy crítico dentro del FMLN y para el gobierno, la amenaza del golpe de Estado seguirá latente, no dudamos que los organismos internacionales y la burguesía continuaran su plan desestabilizador, debemos estar con las masas en cada una de estas luchas decisivas, pues un golpe instauraría un régimen reaccionario que acabaría con todas las conquistas del pasado de la clase trabajadora y si es posible con sus mismas organizaciones que se han construido por años, por estas razones debemos mantenernos atentos y explicar constantemente la necesidad de aplicar medidas revolucionarias que desafíen el poder de la burguesía.

El FMLN no se mantendrá intacto y estos periodos de crisis en el gobierno, generan fisuras dentro de la dirección que pueden desembocarse en tendencias al interior del partido, las cuales tendremos que aprovechar para agitar con nuestras ideas, incluso Nayib puede de manera distorsionada representar una de esas posibles fricciones dentro del partido, un desarrollo de una tendencia centrista no es descabellada. 

Es vital mantener todas nuestras posiciones revolucionarias, expandir nuestra propaganda y tratar de formar una dirección que esté preparada para las batallas decisivas del futuro, un proceso revolucionario ya sea por procesos internos o por influencia externa puede darse en cualquier momento, debemos de saber medir el ambiente de las masas con la mayor precisión que podamos, y eso solo lograremos vinculándonos con las organizaciones tradicionales de la clase obrera: los sindicatos y el FMLN.



[1] Salvador Arias, Carta Económica, Una reflexión de izquierda para el pueblo salvadoreño y el FMLN sobre lo impostergable de declararnos en incapacidad de pago.

 

[2] El Estado y la revolución, Capítulo I, Lenin

 

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