El pasado 16 de junio se cumplió un año de las primeras movilizaciones en contra de la privatización del agua. A partir de esta fecha histórica queremos hacer un balance de la lucha heroica que han desarrollado las organizaciones, con el objetivo de sacar las lecciones de este proceso y así avanzar hacia más victorias en el futuro próximo.
En 2018 se cumplieron 13 años desde que el Foro del Agua -conglomerado de organizaciones sociales en defensa del agua- comenzó la lucha por la aprobación de la Ley General de Aguas[1], que busca garantizar el acceso al agua y la conservación del bien hídrico en beneficio de los más desposeidos. Los puntos más destacables de esta ley se pueden resumir en los siguientes:
- Permite que las juntas locales administren la distribución del agua durante 50 años sin que las comunidades paguen por su uso
- Establece tres usos primordiales para el agua: el consumo humano, el uso doméstico y el riego para los cultivos de subsistencia
- Obliga a las empresas o instituciones a darle tratamiento a las aguas sucias que generan, lo que permitiría reducir la contaminación de ríos y mantos acuíferos y mejorar la pureza del agua que bebemos
- Fortalece la gestión pública, es decir, le da poder al Estado para que garantice el derecho al agua
- Establece un cobro por volumen de consumo y de utilidad del agua en las actividades industriales, agroindustriales y comerciales, por lo que el Estado tendría más recursos para invertir en la protección y recuperación de cuencas y así enfrentar mejor las inundaciones y sequías
- Por último, establece que el MARN y los organismos de gestión de Cuencas Hidrográficas serían responsables de prevenir y manejar los conflictos por el agua debido a los abusos de muchas grandes empresas y consumidores ricos[2]
Esta ley ha sido motivo de debate por más de tres legislaturas. A la fecha, ninguna legislatura se ha comprometido seriamente a aprobar un dictamen favorable para la aprobación de la ley, lo cual recrudece las condiciones de desabastecimiento a las comunidades, en favor de fortalecer la usura y la comercialización del agua por las grandes empresas. Hay zonas en las que no llega con regularidad el agua potable, mientras que la industria cañera, las embotelladoras y otras empresas tienen a su disposición de manera ininterrumpida el agua para sus negocios. Este orden de cosas, que prioriza el beneficio individual y no el colectivo, lo privado sobre lo público, solo es posible bajo el sistema capitalista y su economía de libre mercado.
En 2017 bajo la legislación 2015-2018, el diputado Johnny Wright Sol, empresario cañero y fundador del partido de derecha Nuestro Tiempo, introdujo el anteproyecto de la Ley Integral de Agua. Esta propuesta de Ley favorece los intereses de la industria cañera y en esencia esta diseñada para favorecer a la empresa privada. La ley Integral de Agua propone un Ente Rector totalmente privatizador, y lo establecía de la siguiente manera:
“Art. 14.- Las facultades y atribuciones que esta Ley confiere a la Institución, así como la política general de la misma, las ejercerá y determinará una Junta Directiva, compuesta por un Presidente y cuatro Directores Propietarios, todos con sus respectivos suplentes. La Junta Directiva funcionará como un ente colegiado, deliberativo, coordinador, y fiscalizador del funcionamiento interno de la Autoridad Hídrica y el cumplimiento de sus fines. Los miembros de la Junta Directiva, serán nombrados de la siguiente forma:
- El Presidente, por el Presidente de la República;
- Dos Directores electos por la Corporación de Municipalidades de la República de El Salvador por el voto favorable de las tres cuartas partes de los miembros;
- Dos Directores electos por los miembros de la Asociación Nacional de la Empresa Privada ANEP, en una Asamblea que para ese efecto convoque y presida el Ministro de Economía.
Cada asociado de ANEP deberá presentar el punto de acta en el que conste la nominación de sus candidatos”.[3]
Tal propuesta de Ente Rector significaba una privatización enmascarada, porque al final la empresa privada tendría una mayoría absoluta, en tanto COMURES -Corporación de Municipalidades de El Salvador- es una corporación con fines de lucro, como bien lo explica Julio Gutiérrez, columnista de El Faro: “Comures no es una institución pública. Comures, como lo indica su propio sitio web, es una “entidad gremial de derecho privado no gubernamental”. El hecho de que esté compuesto por alcaldes no implica que sus acciones estén en función de la población. Si bien su objetivo, según dicen ellos, es generar desarrollo local, eso no es tan distinto de cuando la ANEP dice que su objetivo principal es generar empleo. Pasando del ámbito del discurso a lo real, lo que debemos entender por “apoyar el desarrollo local” es el esfuerzo que Comures hace para atraer la inversión privada a sus municipios para incrementar los ingresos de sus respectivas comunas, pero estos no necesariamente se ven reflejados en proyectos para la población. Dada la red clientelar que existe dentro del gremio, la función real de Comures es la de facilitarle la entrada en los territorios a las inversiones privadas; usualmente inversiones de gran impacto ecológico como hoteleras y residenciales de lujo, como ocurre actualmente en la cordillera del bálsamo y en la costa de La Libertad”.[4]
Esta correlación de fuerzas en beneficio de lo privado antes que lo público, significaba una privatización en el hecho, en la toma de decisiones para tarifas, multas, permisos abastecimientos e inversiones.
En 2018, la nueva Asamblea Legislativa que asumió, con mayoría de diputados de derecha, decidió el 05 de junio, desechar los 92 artículos de la Ley General de Aguas (la ley presentada por las organizaciones sociales) que ya habían sido discutidos y aprobados por la anterior legislatura, con el objetivo de darle prioridad a la Ley Integral de Agua (la ley que contenía el Ente Rector dominado por privados, presentada por los diputados de derechas en beneficio de intereses privados). Tal situación alertó inmediatamente a las organizaciones sociales.
Dos días más tarde, el 7 de junio, la tradicional caminata ecológica de los padres Franciscanos, en su 18va edición, se dirigió hacia la Asamblea Legislativa para exigir el derecho humano al agua, de igual forma una movilización de sindicalistas se dirigió hacia el mismo punto. Ambas marchas se encontraron en el tradicional Palo de Hule de la Asamblea Legislativa, ahí la compañera Dina Argueta, diputada del FMLN, pronunció un discurso denunciando las intenciones de la derecha. La gente se alertó todavía más; reinaba la incertidumbre y la disposición de lucha se expresaba en los rostros cansados y asoleados de jóvenes, mujeres, trabajadores y campesinos que escuchaban el discurso.
La manifestación terminó en unos minutos, pero la mayoría sabía que regresarían de una u otra forma, porque la amenaza era inminente, según se había informado, y con una legislatura dominada por la derecha solo la movilización del pueblo podía detener la privatización. El ambiente siguió tenso, por todas partes se hablaba de una privatización descarada del agua, en ese momento escribiamos:
“Lo que nos espera si esta Ley se llega a aprobar es que el agua deje de ser un beneficio para la población y pase a ser una mercancía para las empresas, ya que estas [las empresas] bajo la mentira de brindar un mejor servicio aumentarán los precios del consumo de agua significativamente.
“Por esta razón hacemos un llamado enérgico a la organización, movilización y unidad de todas las organizaciones de la juventud, las comunidades campesinas y los trabajadores por la defensa del derecho humano al agua”.[5]
La movilización de la UES
La semana siguiente, en la Universidad de El Salvador, el ambiente fue muy combativo. El rector de la Universidad, Roger Arias, llamó a movilizarse para el día jueves, a suspender clases y actividades académicas, para ejercer presión frente a la Asamblea Legislativa. Los estudiantes organizados y no organizados prepararon carteles, mantas y comunicados por iniciativas propias. Se crearon comisiones de propaganda y seguridad, mientras algunos representantes de la AGU llamaban a la movilización respaldando las declaraciones del Rector.
El día jueves de la manifestación el ambiente fue electrizante. Muchos manifestaban que ese ambiente de lucha y combatividad se había perdido años atrás, pero que hoy era la oportunidad de recuperarlo luchando contra la privatización del agua. La manifestación contó con la participación de más de 4 mil estudiantes. Nosotros escribíamos en ese entonces:
“El día jueves, la fuerte lluvia a tempranas horas de la mañana en algunas ciudades de San Salvador no impidió que miles de estudiantes llegaran al punto de reunión y salieran combativamente con mantas alusivas al problema del agua y en contra de los diputados de la derecha y sus intenciones privatizadoras. La marcha recorrió toda la Calle Mártires del 30 de Julio, incorporándose al boulevard Tutunichapa para desembocar en la Alameda Juan Pablo II donde cientos de trabajadores sindicalizados de la entidad estatal, ANDA, esperaban incorporarse a la marcha de estudiantes.
“La incorporación de los trabajadores del Sindicato de Empresa Trabajadores de Anda (SETA) llenó de muchos ánimos a los estudiantes que coreaban consignas por la unidad de estudiantes y trabajadores, en el fondo los estudiantes se sabe que solo a través de esta unidad se podrá echar abajo la ley privatizadora. En ese sentido buscar la unidad del movimiento por parte de los sindicalistas y la aceptación de los estudiantes es un mensaje revolucionario, esta acción deberá ser solo el germen de lo que realmente el movimiento en general debe aspirar en las próximas jornadas de lucha”. [6]
A la llegada a la Asamblea Legislativa, el rector de la Universidad de El Salvador pronunció un emotivo discurso que encendió los ánimos de los estudiantes. El rector ha tenido mucha aceptación por apoyar la convocatoria de la marcha y sumarse junto a todas las autoridades. Fue interesante ver que después del discurso del rector, quien hablo fue el diputado Carlos Ruiz, quien al contrario del rector que fue fuertemente aplaudido, este fue fuertemente abucheado por los estudiantes. En el fondo, los estudiantes comprenden que la gestión del FMLN en el parlamento no ha revertido las privatizaciones de los años pasados y al contrario han aprobado reformas que establecen las condiciones para la privatización de los servicios vitales. Tal es el peligro de la reciente reforma, votada en diciembre pasado, que permite establecer los Asocios Públicos Privados (APP), aprobada por unanimidad en la Asamblea Legislativa.
Represión en la Asamblea Legislativa
Al llegar a la Asamblea se negoció el recibimiento de una comisión, lo cual no fue tan fácil; los estudiantes presionaban con consignas y canciones de lucha en la placita del Palo de Hule. Finalmente, se permitió entrar a una comitiva encabezada por el rector de la Universidad, quien se había propuesto como mediador en el debate del tema del agua, sin embargo, en el momento en que se abrieron las puertas para que ingresara la comisión, un custodio de la AL, roció gas pimienta a los manifestantes que intentaban entrar junto a la comitiva.
Esta acción de los custodios desató una cadena de actos violentos, la comisión fue alcanzada con gas pimienta, y un sector de los estudiantes reaccionaron tirando piedras a las puertas de la Asamblea, lo que hizo que algunos vidrios de las ventanas se rompieran e incluso hirieran a un periodista. Aunque el momento fue tenso no pasó a más, la manifestación después de este incidente se dispersó, aunque dejando claro que este solamente había sido el primer llamado.
Como es normal en todas las luchas, la manifestación se criminalizó por los medios de comunicación y muchas especulaciones salieron después de este incidente, incluso que algunos diputados de AL habían dado la orden de reprimir la manifestación si era necesario, esto último hasta ahora no ha sido comprobado.
Luego de la presión mediática ejercida y por la falta de perspectivas en el movimiento, las direcciones institucionales bajaron la guardia en la movilización, cuando lo que se esperaba era intensificar la lucha. El objetivo del Rector Arias, iba por la vía de dilatar y disipar el ánimo combativo de los estudiantes, al punto que se quedó con el discurso de volver a la Asamblea en marcha, pero en el mediano plazo no volvió a movilizar a los estudiantes.
En el momento de la evaluación de la movilización de los estudiantes, en el edificio de la AGU, muchos de los representantes estudiantiles manifestaron que se tenía que preparar una jornada intensa de movilizaciones hasta lograr la aprobación de un Ente Rector público y la Ley General de Aguas. La efervescencia era tan intensa que esta jornada hubiera tenido mucho eco, sin embargo, las propuestas cayeron en saco roto y la institucionalidad bajo la guardia.
Paralelamente a esto, las organizaciones más críticas levantaron la bandera de las asambleas estudiantiles, propuesta que se hizo antes en las reuniones de AGU y que fue descartada. La idea de las asambleas estudiantiles pretendía levantar un movimiento representativo de estudiantes universitarios en contra de la privatización del agua, sin embargo, la campaña no pudo despegar. Las organizaciones que emprendieron tal tarea no eran tan representativas para organizar un movimiento de esa envergadura. Una vez más comprobamos que no basta con tener buenas ideas, se debe tener métodos, tácticas y un aparato fuerte para llevar estas ideas a las masas de estudiantes; este factor estuvo ausente en la UES y lastimosamente sigue estando ausente a la fecha.
La movilización de la Alianza Nacional Contra la Privatización del Agua
Durante la segunda semana de junio se difundió por las redes sociales un cartel que invitaba a una caminata por el agua. Para muchos era una convocatoria muy sospechosa porque el cartel no se firmaba por ninguna organización. Aprovechando esto las organizaciones ambientalistas que habían luchado por el agua durante años decidieron reunirse y darle fortaleza a la convocatoria, haciendo el llamado a una reunión general para planificar la caminata.
Lo que no se esperaba era que la convocatoria sería atendida por una gran cantidad de organizaciones de todo tipo, organizaciones estudiantiles y comunitarias, sindicatos, organizaciones no gubernamentales, organizaciones de mujeres, etc., más de 70 organizaciones en total. El debate en esa reunión fue realmente intenso, un debate crítico y combativo. Lo anterior, fue solo el reflejo de un ambiente efervescente que advertía que la mayoría parlamentaria ganada por la derecha no tendría tan fácil implementar medidas en contra del pueblo. En medio de todo este ambiente, se constituyó la Alianza Nacional contra la Privatización del Agua (ANCPA), integrada por más de 70 organizaciones representativas de todos los sectores de la población trabajadora.
En su primera convocatoria de movilización asistieron más de 10 mil personas, una convocatoria masiva no vista en mucho tiempo. Mostrando las fuerzas revolucionarias que combatirían las intenciones privatizadoras de la derecha. Después de esta movilización la derecha pensó mejor sus pasos. La movilización fue un éxito y tuvo un gran impacto mediático a nivel nacional e internacional. La presión continuó hacia la Asamblea Legislativa con conferencias de prensa constantes, piquetes en los foros institucionales convocados por la Asamblea y también en los foros convocados por las mismas organizaciones sociales que conformaron la Alianza.
Antes de que el debate bajara de intensidad, la Alianza convocó a una jornada de acciones a nivel nacional a finales de julio. Manifestaciones e incluso pequeñas movilizaciones se desarrollaron en varios puntos del país. La actividad más fuerte se concentró en las instalaciones de la empresa Coca Cola en Nejapa, donde se cerró la calle por un tiempo y se tuvo un acto político en la entrada de dicha transnacional. Esto demostró una correlación de fuerzas favorable por parte de la organización del pueblo, no solo en contra de la privatización sino en contra de cualquier medida antipopular que quisiera impulsar la Asamblea Legislativa en ese momento.
Un ambiente favorable para la lucha
Para las elecciones del 2018 se nos advertía que estaríamos en desventaja por la mayoría parlamentaria que alcanzó ARENA, estas advertencias fueron totalmente refutadas cuando en unos pocos meses el movimiento social demostraría que esa postura formalista y obtusa no era tan real. El movimiento reaccionó de manera revolucionaria, el poder formal de la Asamblea tuvo que enfrentar durante la segunda mitad del año al poder real del pueblo en las calles, esta energía contenida en el pasado con discursos que creaban ilusiones parlamentarias estaba hoy reaccionando de manera práctica.
Durante años se le hizo creer a las organizaciones sociales que nuestros problemas serían resueltos en las cuatro paredes de la Asamblea Legislativa o en los salones ministeriales del gobierno; que quien hace la política es el diputado, el ministro, el funcionario y no el pueblo en las calles. Todo eso fue cuestionado por las acciones que el movimiento desarrolló entre junio y julio del año pasado. El pueblo defendió el agua y paró la privatización.
El desarrollo de la conciencia
Para los dirigentes revolucionarios es fundamental saber cómo se expresa la conciencia de las clases explotadas y oprimidas, de esa manera las luchas pueden llegar a victorias fundamentales. Es necesario estudiar estos procesos que suelen ser completamente dialécticos y no mecánicos. Un análisis objetivo puede prever posibles explosiones sociales contenidas en años de inactividad social. En momentos determinados la lucha puede trascender de un movimiento defensista a un movimiento ofensivo, que con un programa claro puede llegar a cuestionar todos los cimientos de la vieja sociedad. Saber cuándo se da la transformación de cantidad en calidad en el proceso de toma de conciencia de la gente es una tarea fundamental para los dirigentes del movimiento revolucionario.
Ese es el papel de la dirección, de los que se forman como líderes. En gran medida el éxito o fracaso del movimiento de lucha está condicionado por la capacidad teórica y práctica de la dirección. La experiencia ya nos ha demostrado en muchas ocasiones que los movimientos que carecen de líderes consecuentes y preparados terminan en fracasos. La horizontalidad, -un movimiento sin dirigentes-, realmente no funciona, por lo menos en la experiencia práctica del movimiento revolucionario es una propuesta que conduce al fracaso de la lucha. La lucha de clases es similar a las guerras, un buen ejército puede ganar consecutivamente batallas solo si posee buenos generales, está de más decir que de nada sirve un buen ejército si carece de generales que sepan orientarse en cada una de las batallas de la guerra; así, de nada sirve un movimiento efervescente que carezca de líderes.
Todo lo que sube tiene que bajar, los debates en la Alianza
Las manifestaciones de junio y julio sentaron las bases para que la privatización no fuera un hecho. En agosto la situación volvió a la normalidad, pero las organizaciones se quedaron discutiendo, planeando los futuros escenarios y las formas de luchar. Lo primero era llegar a acuerdos principales que nos permitieran avanzar unidos y golpear siempre juntos. Fue entonces cuando se puso en el tema de debate la propuesta sobre el Ente Rector y otras.
Después de muchos debates la posición de la Alianza se centró en defender 5 puntos centrales:
- Declarar que el agua es un bien público
- Garantizar el derecho humano al agua y saneamiento
- Gestión pública con participación efectiva de la sociedad en su conjunto
- Gestión sustentable de las cuencas hidrográficas
- Régimen económico y financiero justo y equitativo
Aunque hubo debates sobre el Ente Rector, la Alianza se centró en plantear que cualquier propuesta de Ente Rector para tomar las decisiones sobre el agua debía ser un organismo eminentemente público.
Nuestra propuesta de Ente Rector y administración de Agua
Al interior de nuestra organización el debate también se extendió, en cuanto a qué modelo de organización podría resolver los problemas fundamentales de abastecimiento de agua. En julio de 2018 hicimos público un pequeño borrador, que contenía una posición política frente a la problemática del agua y las instituciones del Estado, una propuesta organizacional de administración de agua, y una propuesta de Ente Rector. Citamos la propuesta:
“Con un sistema nacional, democrático y representativo, el agua podrá ser administrada y utilizada no para generar ganancias, sino utilizarla para lo que realmente se necesita: satisfacer las necesidades de la sociedad. Esto establecerá las bases para tener una administración planificada del agua y por qué no, de todos los recursos naturales explotables de nuestro país.
Bajo estos argumentos compartimos con todas las organizaciones en lucha nuestra propuesta de un sistema administrador del agua y un Ente Rector, de carácter comunitario y público. Con el ánimo que pueda fortalecerse a través del debate fraterno de todos los activistas en la lucha contra la privatización del agua.
Propuesta del BPJ para la administración del agua y el Ente Rector
En el caso de la administración creemos que se tiene que avanzar a un proceso paulatino de organización en las comunidades, establecer organización y gestión del agua en todos los barrios, cantones y colonias del país. Para lo cual proponemos:
- Establecer un sistema de organización a través de asambleas comunitarias representativas y democráticas que administren el agua a nivel nacional.
- El Estado debe promover este sistema nacional de asambleas poniendo a disposición infraestructura para las reuniones, técnicos, promotores y todo personal desinteresado y consciente de la necesidad del manejo racional de los recursos hídricos, técnicos y personal capacitado de la misma ANDA aglutinados en los sindicatos.
- La organización y administración del agua debe iniciar desde los cantones, pasajes, barrios, colonias, municipios, departamentos y regiones para constituir una Asamblea Nacional Administradora del Agua, la cual tendrá como objetivo definir y elegir una entidad rectora que le dé seguimiento a los objetivos y planes surgidos de la Asamblea Nacional.
- Los planes y objetivos sobre la administración y la gestión deberán ser discutidos en una Asamblea Nacional una vez cada 3 años. La discusión debe iniciar previamente desde las formas de organización más básicas, con la participación de todos los ciudadanos mayores de 18 años, de las comunidades hasta llegar a las formas más elevadas, la conformación de asambleas de delegados elegidos democráticamente de carácter municipal, departamental, regional y nacional.
Sobre el Ente Rector
Proponemos que el Ente Rector este constituido por una entidad tripartita con un tercio de representación del Estado, un tercio de representación de las comunidades organizadas y administradoras de agua; y un tercio de representación de los trabajadores sindicalizados y trabajadores no sindicalizados de la autónoma de ANDA.
El Ente Rector se constituirá por:
- 3 delegados con voz y voto en representación del Estado
- 3 delegados con voz y voto en representación de las comunidades organizadas y administradoras del agua
- 3 delegados con voz y voto de los trabajadores sindicalizados y no sindicalizados de la autónoma de ANDA
Esta propuesta está lejos de ser la solución a todos los problemas de la administración del agua, pero para nosotros representa en si las ideas centrales de la forma en cómo solucionar el problema de la administración del agua y es por lo tanto nuestro aporte al debate. Huelga decir que está orientada a establecer un poder alternativo arraigado en la administración autónoma de las comunidades, ante el defectuoso y corrupto sistema de administración que por décadas ha brindado el Estado a manos de la burguesía por medio de la ANDA. No sobrarán los calificativos de utópicos o irrealistas, pero nos respalda el amplio bagaje histórico de la experiencia de las masas oprimidas en muchas latitudes y en nuestro propio suelo que han sabido insubordinarse ante el poder estatal y han tomado en sus manos las riendas de su propio gobierno. Esto representa una ruptura con las formas de dominación y control por parte del aparato del Estado burgués existente, por lo que no dudamos que tendrá una férrea resistencia por parte de éste y la clase empresarial del país que refleja sus intereses en el mismo”.[7]
De julio a la fecha esta ha sido nuestra propuesta, la hemos planteado ampliamente en los espacios de lucha, hemos escuchados las críticas y estamos dispuestos a seguir construyendo la propuesta desde el movimiento social, cuando sea necesario. Vale decir que ha medida la lucha avanza se va concluyendo que no debemos confiar totalmente en las instancias del estado que yacen corrompidas y corruptas. Esto es un debate en desarrollo, totalmente inacabado pero sumamente necesario.
La campaña de firmas
En el mes de agosto y septiembre la Alianza en conjunto con la iglesia decidieron retomar con mucha más fuerza una iniciativa que la iglesia y la UCA habían iniciado tiempo atrás. La idea era poder presentar el total de las firmas (1 millón) el 27 de septiembre en una movilización masiva.
Las organizaciones de la Alianza se desplegaron por todo el país, en cada una de las actividades que se plantearon previamente a la movilización del 27 se recogían firmas, esto ayudó muchísimo para dar a conocer la problemática y la necesidad de una Ley General de Aguas. La campaña no se redujo a conseguir una firma, sino a la concientización de las comunidades a través de la propaganda. Allá donde cada una de las organizaciones tenía presencia se hablaba de las firmas y de la Ley General de Aguas.
El 27 de septiembre, el día de la entrega de las firmas, una movilización bastante numerosa conformada por el movimiento social y las iglesias salieron de Catedral Metropolitana a entregar las firmas que se habían recolectado. Otra movilización más pequeña salió el mismo día de la Universidad El Salvador, pero con otra intención aunque siempre abordando el tema agua, hacia la Asamblea Legislativa.
Las firmas fueron recibidas en la Asamblea Legislativa para ser revisadas. Sin embargo, el trabajo político y de concientización ya había sido realizado previamente. Sobre la Marcha el Colatino escribía:
“Rodolfo Calles, abogado de CRIPDES, expresó que la marcha es una expresión concreta de una demanda ciudadana frente a la posibilidad de que privaticen el servicio del agua de manera inconsulta y autoritaria, desde la Asamblea Legislativa. “Aquí la presión del pueblo los va a obligar a cambiar de decisión, porque ellos no han visto a este pueblo cuando se levanta y cuando lo vean en su lucha abierta, van a estar claros de esta situación y se darán cuenta quién es el soberano. Y, si la derecha legislativa no cambia de postura, en las próximas elecciones se les puede cobrar; no podemos permitir que sigan legislando para grupos que son minorías, aunque tengan poder económico”, expresó.
“Esta acción es la expresión de unidad de un pueblo”, expresó Margarita Posada, de la Alianza Nacional contra la Privatización del Agua, quien acompañó la marcha y sentenció que esta es “una sola voz” que pide la no privatización del agua. “El próximo año se viene un proceso electoral y el pueblo debe estar pendiente de quién vota contra los intereses populares; quienes voten en contra del clamor por la no privatización del agua están contra el pueblo y a favor de que conviertan un bien común en una mercancía y están contra la vida”, sostuvo.
“La marcha culminó en las oficinas de la Asamblea Legislativa, donde se entregó el documento con las 200 mil firmas, con el manifiesto de “No dejen que nuestro pueblo muera de sed””.[8]
La campaña electoral y la lucha por el agua
Se vino la campaña presidencial y la lucha por el agua no cesó. Cualquiera pensaría que esto significaría que el tema agua, que es una necesidad vital para la población ocuparía los debates de los candidatos, e incluso empujaría a tener una Ley General de Aguas desde la Asamblea Legislativa. Pero eso no pasó, al contrario, el tema se intentó silenciar. Esto reflejaba que era un tema sensible y que ningún candidato quería comprometerse seriamente y debatir el tema.
La Alianza siguió presionando porque la discusión se mantuviera en los debates presidenciales. Con esos objetivos no menos de dos veces se convocaron a conferencia de prensa, en una de ellas se manifestaba:
“La Alianza Nacional contra la Privatización del Agua hace un llamado a los candidatos presidenciales en general y en particular a los señores Carlos Calleja de la Coalición ARENA, PCN y PDC y a Nayib Bukele candidato de GANA para que demuestren su compromiso con las mayorías del país, presionando a sus respectivos institutos políticos y a sus diputados en la Asamblea Legislativa, para que abandonen la representación de los intereses oligárquicos en nombre de los cuales implementan esta estrategia de privatización del agua, y se pongan en función de generar condiciones para que antes que finalice la campaña electoral podamos tener aprobada una Ley General de Aguas”.[9]
La discusión en la Asamblea durante la campaña electoral
El martes 9 de octubre, el tema del agua fue discutido nuevamente en la Comisión de Medio Ambiente y Cambio Climático, paradójicamente y en un intento de lavarse las manos el diputado Francis Zablah, del partido GANA, presentó una propuesta de Ente Rector compuesto por mayoría pública, que estaría conformado por: el Ministerio de Agricultura y Ganadería, Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Ministerio de Salud, las municipalidades que tiene que ver con el agua y la Universidad De El Salvador.
Sin embargo, la propuesta no tuvo el visto bueno de ninguna de las fracciones legislativas de los partidos políticos. El FMLN por su parte defendió una propuesta más inclusiva donde proponían un representante del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Ministerio de Agricultura, Ministerio de Obras Publicas, Ministerio de Salud, la Universidad de El Salvador y una representación del Consejo Nacional del Agua, conformado por comunidades, administradoras de agua, organizaciones ambientalistas, entre otros.
La posición del FMLN fue correcta, en el sentido de llevar hasta las últimas consecuencias la discusión. Las intenciones de Zablah era nada más acabar con el debate porque estaba teniendo costos a la candidatura de Nayib Bukele, con esta maniobra se podían quitar fácilmente la crítica pública implacable de las organizaciones. Pero la postura de los diputados del FMLN puso al descubierto si en realidad estos diputados están dispuesto a dar pasos democráticos, más allá de la democracia representativa.
Para muchos, dejar abierta la participación de dos representantes del Consejo Consultivo (el consejo consultivo una especie de representación democrática de todos los sectores que tienen que ver con el agua, incluida en algunas propuestas de ley) representa también una amenaza, pues se cree que desde el Consejo la empresa privada se puede colar para integrase en el Ente Rector, lo cual es cierto. Pero si partimos de un juicio como este, entonces la lucha no tiene sentido. El pensamiento revolucionario, debe partir de la realidad concreta, plantear las perspectivas y las tareas concretas.
Entonces, si tenemos la posibilidad de ser representados en el Ente Rector a través de representantes del Consejo Consultivo, donde sí pudiéramos participar directamente, nuestra próxima tarea debe ser que el Consejo Consultivo funcione de manera democrática, hacer trabajo organizativo desde las comunidades y luchar porque los verdaderos representantes del pueblo estén en esos puestos. En relación con lo anterior, debemos agilizar el proceso de toma de conciencia de la gente contra el capital que amenaza con tomar nuestros recursos.
La cuestión de tener dos representantes del Consejo Consultivo presenta una oportunidad para que representantes de las comunidades y organizaciones sociales, tengan voz y voto en el Ente Rector. Esto es un paso adelante para romper la institucionalidad burguesa; esa que prioriza la participación política a los tecnócratas y burócratas que dicen representarnos, pero que al final terminan haciendo los negocios de los empresarios.
En ambos gobiernos, de derecha e izquierda, se han visto casos de corrupción y favoritismo en las instituciones que creó la burguesía para favorecerse, tal es el caso de la ANDA, donde incluso ya hay representatividad de la empresa privada en la Junta Directiva. Claro, esto no se trata de un debate sobre ideologías, de si la izquierda o la derecha ya no nos sirven; esto es un debate más largo y profundo, en este caso podemos decir que lo que ha fallado no son las ideologías, sino más bien los métodos, la izquierda quería beneficiar a los trabajadores con los mismos métodos de la burguesía y a través del Estado burgués.
Lo anterior, es algo contradictorio porque desde la izquierda revolucionaria se sabe que no basta con tomar el Estado burgués, que de lo que se trata es de transformarlo, que las instituciones que han sido creadas para los negocios de la burguesía, pasen a ser un gobierno del pueblo con instituciones en favor del pueblo. Claramente eso no se puede hacer manteniendo las viejas instituciones podridas y caducas del Estado burgués. Ahí está una de las fallas de la izquierda.
La discusión nuevamente en la comisión
La campaña electoral pasó sin más en el tema del agua, algunos de los candidatos lo incluyeron en sus programas de gobierno, pero el papel aguanta con todo. Si de verdad los partidos hubieran estado comprometidos con la defensa del agua, hubiesen presionado porque sus institutos políticos demandaran desde la Asamblea por la pronta aprobación, pero eso no fue así.
Después de las elecciones, hubo una nueva ofensiva en la Comisión de Medio ambiente y Cambio Climático. La comisión avanzaba hacia la conformación de un Ente Rector con representación privada, solo que esta vez lo harían bajo nombres muy particulares para despistar a la opinión pública.
Entre la mañana y la tarde del lunes 18 de marzo, se desentrampó por fin la discusión sobre la conformación del Ente Rector de la Ley General de Aguas, decisión que durante meses fue la piedra en el zapato de esta Comisión, al debatirse si incluir a privados o no dentro de esta instancia rectora.
La discusión llegó a su culmine ese lunes, aunque hubieron diferentes propuestas de cómo conformar el Ente Rector, al final se aprobó la siguiente propuesta:
- Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN)
- Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG)
- Municipalidades
- Universidad de El Salvador (UES)
- Sector productivo agropecuario (empresarios)
- Juntas de agua
- Sector productivo industrial (empresarios)
Esta propuesta fue votada por los diputados de la derecha ARENA, PCN y PDC, las diputadas del FMLN votaron en contra por considerar que esta era una propuesta con mayoría de privados, tomando en cuenta que las municipalidades están controladas por COMURES, y las juntas de aguas no todas responden a los intereses de las comunidades.
Los diputados de GANA se abstuvieron y no votaron en favor de esta propuesta porque no estaban de acuerdo con la incorporación del sector productivo industrial, coincidían con la propuesta que incluye a los sectores públicos y al sector agropecuario. Se abstuvieron de votar no porque consideraron que era una propuesta privatizadora, sino porque de seguro no estaba bajo el mandato de sus financistas. Francis Zablah, diputado de GANA, también manifestó que no votaría porque no quería que el FMLN tachara a su partido de privatizadores, al ver que la postura de las diputadas del FMLN, que era votar en contra, él dijo que preferiría el consenso en la votación.
Las movilizaciones de marzo
Esto abrió nuevamente el debate público y las organizaciones se prepararon para movilizarse. El día miércoles 20 de marzo, los estudiantes salieron nuevamente a las calles y se dirigieron hacia la Asamblea Legislativa, esta vez todas las entradas de la Asamblea Legislativa estaban custodiadas por antimotines.
Al finalizar el acto político de la movilización, un joven que acompañaba la marcha, en una acción individual, se enfrentó detrás de la barricada a la policía, diciendo todo tipo de acusaciones, incluso personales, algo que nada tenía que ver con la movilización. Al finalizar el joven se quedó en las cercanías de los edificios estatales, los policías de forma violenta lo capturaron. Por la forma en como fue arrestado, un estudiante de periodismo que tomaba fotos de la acción y que pedía que no se le maltratara también fue capturado por la policía.
Finalmente y tras un gran escándalo, por parte de los medios de comunicación y las redes sociales, donde se decía de todo, desde alabanzas hasta acusaciones de infiltración, fueron liberados de sus cargos y puestos en libertad. El incidente no pasó a más, pero deja grandes enseñanzas a la juventud. Primero que la lucha es colectiva y no individual, el movimiento no actúa de forma aislada, individualmente somos débiles ante el aparato del Estado, unidos somos poderosos, los métodos de terrorismo individual no abonan en nada a la lucha revolucionaria. Segundo, la lucha debe ser política y no personal, la lucha es contra el sistema no contra las personas individuales que conforman el ejército represor del Estado.
Sorpresivamente, la Comisión de Medio Ambiente en reunión especial el día jueves 21 decidió desechar todos los artículos que se habían aprobado, incluyendo el artículo 14 que incluía la conformación del Ente Rector con representantes privados en él. Esto fue una gran victoria para el movimiento. Sin embargo, la lucha no ha acabado ahí. La lucha debe continuar con una presión más fuerte por la aprobación de la Ley General de Aguas.
La Alianza continúa la batalla
El 22 de abril, Día Mundial de la Tierra, tras conocer el veredicto de la Comisión que reduciría la discusión de nuevo a cero, y que además había declarado la presidente de dicha Comisión, Evelyn Batres, que el tema agua volvería a la agenda hasta que el nuevo presidente de la república tomara funciones formalmente de su cargo, la Alianza se movilizó hacia el sector de la Cámara de la Industria Azucarera de El Salvador.
La industria azucarera que es uno de los sectores que más intereses tiene por controlar el agua, fue sorprendida ese día viernes 22 por una movilización de más de 2000 personas que en marcha se habían movilizado desde el redondel Masferrer hasta sus oficinas. Curiosamente, un día antes de la movilización, las oficinas fueron desmanteladas para despistar. Sin embargo, la movilización continuó con sus actos políticos exigiendo que cesaran sus acciones de privatizar el agua a través de sus partidos políticos de la derecha.
El sábado 23 de marzo la Asociación Azucarera sacaría un comunicado sentenciando:
“200 personas llegaron a las 10:30 am, comenzando a manchar paredes y pegar afiches con insultos y amenazas, dañando así la fachada de la institución y de al menos otras seis propiedades privadas de la zona. Además, lanzaron artefactos incendiarios y realizaron amenazas de muerte al personal de la Asociación Azucarera”.
Curioso porque éramos un par de miles y en sus oficinas decía que se alquilaban las instalaciones y continúan:
La agroindustria responsabiliza de estos actos al Foro del Agua y a la Alianza Nacional contra la Privatización del Agua, quienes organizaron la protesta. A esta se sumó el Consejo Estudiantil de la Universidad “Dr. José Simeón Cañas” (UCA) y el Bloque Feminista, por dañar la propiedad privada y realizar amenazas contra los trabajadores del sector azucarero de El Salvador.
“Vamos a interponer las denuncias correspondientes ante la Fiscalía General de la República y llevar este proceso hasta la última instancia, deducir quiénes fueron los autores intelectuales y materiales de los daños y amenazas que hemos recibido esta mañana”.
Hasta la fecha, seguimos esperando el citatorio de las supuestas acusaciones de la institución.
La caminata Ecológica 2019 y el nuevo gobierno
El 5 de junio se realizó la décima novena caminata ecológica. El lema de este año fue “Agua y Territorio”, y su recorrido se desarrolló desde el Parque Cuscatlán hasta Casa Presidencial y contó con una participación de más de 16 mil asistentes.
Desde muy temprano, las organizaciones fueron concentrándose sobre la Alameda Roosevelt en San Salvador, mientras otras organizaciones sociales se incorporaron en el Monumento al Divino Salvador del Mundo, con coloridos y consignas en defensa de los bienes naturales y la exigencia por una Ley General de Aguas.
La caminata que esperaba tener algún nivel de comunicación con el presidente o con su consejo de ministros no consiguió su objetivo, una barricada con más de 40 policías antimotines esperaba la movilización para detener su paso, a más o menos 400 metros antes de que llegara a Casa Presidencial.
En realidad, el recibimiento no tomó por sorpresa a los manifestantes. Los organizadores de la marcha previamente habían mandado una carta informando a Casa Presidencial los motivos de la movilización con una petición clara de permitir recibir una comisión representativa de dicha actividad.
Detenidos por la barricada de policías armados, se trató de negociar allí entre un representante de Casa Presidencial y dirigentes de la movilización que se permitiera el acceso a una Comisión, pero esta negociación fue infructuosa. Por su lado, Casa Presidencial se negó a aceptar el número establecido de la Comisión que estaba constituida por 8 representantes e intentaron reducirla a 5.
Tanto el bloqueo con policías como la negativa a aceptar a la Comisión de la movilización muestra una perspectiva desalentadora de la administración de Nayib Bukele, que dicho sea de paso, tiene grandes proyectos de infraestructura que vendrán a socavar el deterioro del medio ambiente y la calidad del agua en el país.
Algunas conclusiones
Como primer punto se destaca que en este año de lucha se visualizó el descontento y la explosividad de la juventud, a pesar de las críticas que se suele tener hacia la juventud y sobre todo a los estudiantes, este sector de la sociedad está aprendiendo en primer lugar de la experiencia práctica, pero también está buscando una alternativa: respuestas a la crisis, y se predispone fácilmente a la lucha. En la superficie de la juventud hay un ambiente revolucionario que puede extenderse a todas sus capas en cualquier momento y que con un programa político claro de demandas reivindicativas y revolucionarias puede representar una amenaza real al sistema.
Solo la movilización ha podido detener el intento de privatización del bien hídrico. Esto es una comprobación de que el método de lucha en las calles, en primer lugar, es más eficaz y rápido que el parlamentarismo burgués y, en segundo lugar, que es mucho más revolucionario y educador, que depositar la confianza en los políticos y burócratas que se adaptan a las formas de lucha que ofrece el sistema. Si en la década pasada se detuvo a través de la movilización el intento de privatización de la salud, hoy podemos decir con toda seguridad que estamos recorriendo el camino triunfador que detendrá la privatización del agua. Reafirmando los métodos tradicionales de lucha del movimiento revolucionario, adaptado a las nuevas condiciones creadas por el capitalismo. El próximo periodo sin duda será más intenso, debemos prepararnos aún más para seguir por la senda revolucionaria y victoriosa.
El trabajo en unidad que ha podido coordinar la Alianza Nacional Contra la Privatización del Agua, ha sido clave para demostrar que muchas organizaciones, con distintos programas, métodos, tradiciones e intereses, pueden unirse y golpear juntos por un mismo fin. En esta ocasión ha sido en contra de la privatización del agua y por la pronta aprobación de la Ley General de Aguas. Pero en el futuro pueden ser acuerdos de otra naturaleza con otros sectores, pero siempre orientados a una lucha revolucionaria en la defensa de los intereses de los más desprotegidos. Hasta hoy la táctica de marchar separados pero golpear juntos al enemigo, ha cumplido su objetivo principal: detener la privatización. Pero la unidad debe fortalecerse y ampliarse para conseguir los demás objetivos.
Pasado un año de haber iniciado esta lucha, también vamos concluyendo que el tipo de Estado que se nos presenta, no es un Estado en favor de los más desposeídos, se comprueba en la práctica que este modelo de Estado ha sido creado para defender los intereses de los más poderosos, para beneficiar sus negocios. Después de este año de lucha, puede ir quedando atrás el discurso de rescatar las instituciones, si sabemos que las instituciones actuales son antidemocráticas y corruptas; que no hay forma que la mayoría explotada pueda ser parte directa de las grandes decisiones de estas.
Debemos trascender a la construcción de otro tipo de instituciones, instituciones que prioricen la participación directa de las comunidades, que sean parte activa de la administración y las decisiones, eso no lo pueden cumplir las actuales instituciones. En el caso del agua y otros recursos, solo un modelo organizacional comunitario, que inicie desde cada barrio, cantón, etc., a través de asambleas comunitarias hasta llegar a una verdadera asamblea nacional de administración del agua, puede transformar de raíz el actual estado de cosas que nos privan del derecho humano al agua. Hacia allá debemos avanzar, el único camino que nos puede garantizar nuestros derechos es el camino que nos lleva a la participación activa y directa en las decisiones importantes de la sociedad.
Las perspectivas de lucha en el próximo periodo serán intensas. Por un lado, tendremos las necesidades del capital financiero e industrial internacional y nacional, que querrá tomar posesión de todos nuestros recursos; y por otro lado, tendremos las demandas de los oprimidos y explotados de este país.
La discusión en la Asamblea hasta hoy ha sido sacada de todo debate mostrando poco interés en regular la administración del bien hídrico, obviamente los diputados obedecen a sus financistas. Recientemente, la Alianza publicó en su Editorial Agua, las razones por las cuales la discusión no avanza:
“Creemos también que la discusión no avanza porque detrás de los partidos políticos hay empresarios poderosos que moldean las opiniones y decisiones de los diputados, sobre todo los de la derecha que se han opuesto a cada iniciativa de las organizaciones sociales. Sus acciones se deben a sus accionistas que utilizan el agua como una mercancía, eso se comprueba cuando revisamos el financiamiento de los partidos políticos.
“En el año 2018 fueron revelados los datos de financiamiento de los partidos políticos, estos datos que están disponibles en el sitio de transparencia activa, muestran que los grandes financistas de los partidos políticos son los empresarios de la industria de la caña y las embotelladoras como la Constancia.
“Los principales partidos que han mostrado interés en privatizar el agua y que hoy son un freno para discutir el agua, han recibido grandes donaciones de las empresas que utilizan el agua: así tenemos que, el partido GANA recibió en el periodo 2006 y 2018 la cantidad de $26,000 de donación de Industrias la Constancia; PDC en el mismo periodo recibió de Compañía Azucarera de El Salvador $305,000; el PCN recibió de Compañía Azucarera Salvadoreña $660,000; mientras que ARENA ha recibido de la Compañía Azucarera Salvadoreña la cantidad de $1,738,613 y del Ingenio Azucarero El Ángel S.A. de C.V $835,550. Eso por mencionar algunos de los financistas y de los años que se tienen datos”.
Las cosas quedan dilucidadas cuando vemos que los intereses de los diputados son otros y no los de los más oprimidos. A esto hay que sumarle todos los movimientos que se están haciendo en ANDA. De por sí la autónoma fue recibida en quiebra, por varios casos de corrupción en el periodo de ARENA, como el de Carlos Perla en los finales de los 90, y también los casos que iniciaron con Saca con el proyecto FIHIDRO y se complementaron en los gobiernos del FMLN:
“Hace nueve años, lo que la ANDA de Saca y las privadas no le dijeron al público era que en la carrera de relevos entre dos competidores (el derecho al agua de todos los habitantes de la región y los intereses de unos privados para llevar agua a sus urbanizaciones) el Estado hizo equipo junto a los privados con el fin de favorecer el «desarrollo» de los municipios de La Libertad.
“Hace nueve años, en San José Villanueva la población no tenía servicio de agua y no había campo de golf en la zona. Nueve años después, el campo de golf El Encanto tiene hasta lagunas artificiales, mientras sus vecinos claman por agua lluvia para poder beber”. [10]
Solo la organización y la lucha del pueblo podrán poner fin a la violación y transgresión de nuestros derechos fundamentales para la vida. En los pocos días del gobierno de Nayib Bukele podemos trazar una perspectiva no muy alentadora, en primer lugar no ha habido un acercamiento con el movimiento social, se mantienen megaproyectos que reducirán los mantos acuíferos, tales como la construcción de la mini ciudad Valle El Ángel, el aeropuerto en la zona oriental, y los más de 100 millones de dólares en inversión que están detenidos porque no cumplen los requisitos ambientales de la Ley de Medio Ambiente.
Toda la política de Nayib Bukele está orientada al servilismo y al extractivismo de nuestros recursos. La política sigue siendo la misma, o quizá peor de lo que antes fue, en el sentido de que la crisis del sistema y con ello la crisis del medio ambiente ahora se sienten más intensas , el capitalismo y el mercado mundial ponen en riesgo la existencia humana. Por ahora no hay gobierno ni Estado que nos defienda, confiemos solo en nuestras propias fuerzas, en nuestra organización y capacidad de lucha.
Las movilizaciones de la juventud en el país son un reflejo del proceso internacional al que está entrando la juventud en general. Cada vez más el capitalismo queda al descubierto ante el público como el causante de la crisis medioambiental y el cambio climático. Las luchas ambientalistas que antes tenían un carácter pequeño burgués y que incluso las empresas las utilizaban para campañas comerciales; hoy son abanderadas por las masas de obreros y estudiantes que enfocan su lucha contra el sistema. La única forma de detener esta barbarie a la que nos enfrentamos es a través de la lucha revolucionaria y socialista.
A un año de lucha hemos aprendido grandes lecciones de los errores y de los aciertos, debemos prepararnos con intensidad para las futuras batallas. Para luchar por un mundo totalmente distinto, humano y racional. Un mundo así es posible, pero solo a condición de nuestra organización y una lucha revolucionaria consecuente.
[1] Ante Proyecto de Ley General de Aguas, Ministerio de Recursos Naturales, 2014 http://www.marn.gob.sv/anteproyecto-de-ley-general-de-aguas/
[2] Datos tomados de Equipo Maíz
[3] Articulo #14 anteproyecto Ley Integral de Agua
[4] Mitos y verdades sobre la privatización del agua en El Salvador https://elfaro.net/es/201903/columnas/23151/Mitos-y-verdades-sobre-la-privatización-del-agua-en-El-Salvador.htm
[5] Amenaza de la privatización del agua, https://bloquepopularjuvenil.org/amenaza-de-la-privatizacion-del-agua/
[6] Los estudiantes entran a la escena de la lucha de clases ¡no a la privatización del agua! https://www.marxist.com/los-estudiantes-entran-a-la-escena-de-la-lucha-de-clases-no-a-la-privatizacion-del-agua.htm
[7] Propuesta del BPJ a la Ley General de Aguas, http://bloquepopularjuvenil.org/propuesta-del-bpj-a-la-ley-general-de-aguas/
[8] 200 mil firmas ciudadanas exigen una ley de aguas no privatizadora, https://www.diariocolatino.com/200-mil-firmas-ciudadanas-exigen-una-ley-de-aguas-no-privatizadora/
[9] Comunicado de la Alianza Nacional Contra la Privatización del Agua con respecto al inicio de la campaña presidencial, https://bloquepopularjuvenil.org/comunicado-de-la-alianza-nacional-contra-la-privatizacion-del-agua-con-respecto-al-inicio-de-la-campana-presidencial/
[10] Hay un oasis en el desierto de La Libertad, https://elfaro.net/es/201509/noticias/17374/Hay-un-oasis-en-el-desierto-de-La-Libertad.htm