Fightback (Canada)
Más de 160 revolucionarios se reunieron en Toronto del 18 al 20 de mayo con motivo del 19º congreso de “Fightback” (La Riposte Socialiste, en la zona francófona), la organización que agrupa a los partidarios de la Corriente Marxista Internacional (CMI) en Canadá. El congreso, que duró tres días, reunió a participantes de Toronto, Montreal, Edmonton, Victoria, Waterloo, Hamilton, Ottawa y Oshawa, así como a invitados internacionales de Gran Bretaña, Suecia y los Estados Unidos.
La energía durante el fin de semana fue eléctrica, ya que el congreso marcó avances impresionantes para el movimiento marxista en Canadá y Quebec. En el centenario de la fundación de la Tercera Internacional Comunista, las fuerzas del marxismo están en marcha y poniendo de nuevo al socialismo revolucionario en la agenda.
El aumento de la asistencia con respecto al año pasado se combinó con un alto nivel de debate político. Se han desarrollado nuevas áreas de trabajo, sobre todo en Alberta, con los preparativos para una Escuela de Verano Marxista en Edmonton a finales de junio. Cada vez más universidades están formando clubes de estudiantes socialistas. Más notablemente, su sección sindical Labour Fightback está haciendo serios avances entre la clase obrera, desafiando a aquellos que tratan de presentar al marxismo como algo puramente estudiantil.
Polarización social en todo el mundo
La primera sesión del sábado por la mañana fue dirigida por Fred Weston, editor de In Defence of Marxism, sobre la situación económica y política mundial. Weston destacó el pesimismo de la clase dominante, desde el jefe del FMI hasta los principales economistas mundiales, que continuamente hacen advertencias terribles sobre la llegada de una recesión mundial más profunda y prolongada que en 2008. Weston explicó cómo la deuda mundial histórica y el aumento del proteccionismo son la consecuencia lógica de la contracción del mercado mundial. Con los países europeos entrando en crisis económicas y sociales, así como con la creciente indignación de los trabajadores en los Estados Unidos, ya no se puede confiar en los pilares tradicionales del capitalismo occidental para salvar el sistema. El papel de China en la amortiguación de la crisis de 2008 no puede repetirse, ya que la propia China está experimentando una dramática desaceleración del crecimiento y acumulación de deuda. Se han agotado todos los esquemas típicos utilizados para poner en marcha el sistema, desde la expansión cuantitativa (impresión de dinero) hasta la financiación del déficit.
Weston explicó cómo la polarización social se ha extendido por países como Francia, España, Brasil, Sudáfrica, Estados Unidos e incluso la «vieja y aburrida Gran Bretaña», con giros masivos hacia las formaciones de la izquierda y la derecha. Explicó que los partidos tradicionales del orden establecido, incluyendo muchos partidos socialdemócratas, han perdido peso mientras sus líderes se aferran desesperadamente a un «centro» que ya no existe. Esta es una expresión del odio que miles de millones de personas sienten hacia el statu quo. Las recientes revoluciones en Sudán y Argelia, en las que han participado millones de personas en las calles, ofrecen esperanza para el futuro, así como el giro masivo a la izquierda en el Partido Laborista en Gran Bretaña bajo Jeremy Corbyn.
La segunda sesión trató sobre Perspectivas Canadienses y fue presentada por el editor de Fightback, Alex Grant. Grant explicó que, con los precios del petróleo en mínimos históricos, con la deuda de los hogares que alcanzó un récord del 170% de los ingresos y una creciente burbuja inmobiliaria, las contradicciones de la economía canadiense están llegando a su punto máximo. Mientras que Canadá puede haber sido menos afectada que otros países después del colapso de 2008, la debilidad de los cimientos internos hace que Canadá sea más susceptible a la recesión mundial que se avecina.
El proceso internacional de polarización está golpeando a Canadá con las victorias de figuras “populistas” de derecha como François Legault en Quebec, Doug Ford en Ontario y Jason Kenney en Alberta. Pero estos reaccionarios tienen una base muy débil y ya están provocando una reacción de izquierda. Doug Ford especialmente no tiene mandato para su política de austeridad y esto ha llevado a manifestaciones masivas de oposición. Algunos en la izquierda habían dicho previamente que el llamamiento de Fightback a la «huelga para derribar a Ford» no era realista, pero ahora vemos que miles de personas están reclamando una huelga general en Ontario. Esto muestra la ventaja de la previsión marxista, que se basa en la confianza en el potencial de lucha de la clase obrera.
Desafortunadamente, la dirección sindical está haciendo todo lo posible para frenar esa lucha. La dirección del sindicato Unifor suspendió la lucha para salvar a General Motors Oshawa por unos miserables 300 puestos de trabajo. En el frente político, el NDP (laborista) de Jagmeet Singh decepciona constantemente, por ejemplo, al no haber tomado partido en disputas importantes como la del gasoducto de LNG en Colombia Británica, alienándose así el apoyo de ambos bandos. Hay una creciente ira en la sociedad que busca desesperadamente una expresión. Es tarea de los marxistas intervenir en los movimientos de los trabajadores, la juventud y los oprimidos, señalando el camino hacia la revolución socialista.
Lucha indígena
El domingo por la mañana se celebró un importante debate sobre la lucha indígena en Canadá, con una introducción del activista de Fightback, Rob Lyon. Lyon comenzó explicando los orígenes de los pueblos indígenas de América del Norte, que se remontan a más de 18.000 años atrás. Describió las ricas culturas, economías y formas de vida desarrolladas por los pueblos de ese período, antes de que fueran atravesadas por la brutal y genocida injerencia de los colonizadores europeos. Este trato brutal de los pueblos indígenas fue continuado por el Estado capitalista canadiense, adoptando nuevas formas con el tiempo, pero sin disminuir.
Las horribles condiciones de vida de los indígenas de hoy en día se reflejan en estadísticas espantosas, con tasas de suicidio, encarcelamiento y brutalidad policial a niveles alarmantemente altos. La cháchara del presidente canadiense, Trudeau, sobre la «reconciliación» entre los pueblos indígenas y el Estado canadiense ha demostrado ser una farsa. A pesar de hacer gestos simbólicos, Trudeau envió recientemente a la RCMP (policía antidisturbios) para reprimir a los defensores de tierras indígenas en el norte de Colombia Británica a instancias de una gran corporación de gas. La respuesta del NDP ha sido tibia. Cuando se le preguntó a Jagmeet Singh su opinión sobre la represión de la RCMP contra los Wet’suwet’en, no pudo ofrecer una respuesta clara.
La cruel opresión de los pueblos indígenas es una característica determinante del capitalismo canadiense y, por lo tanto, tiene una importancia para los marxistas en Canadá. Es absurdo sugerir, como hace Trudeau, que puede haber «reconciliación» entre los pueblos indígenas y el estado capitalista que los ha mantenido a raya durante siglos. Para muchos académicos de izquierda, la solución ha sido la «descolonización», no en el sentido de derrocar al Estado, sino de «descolonizar» el lenguaje y las actitudes, además de hacer gestos simbólicos. Numerosos activistas, incluyendo miembros indígenas de Fightback/La Riposte socialiste, abordaron estas «soluciones», señalando similitudes con el enfoque de Trudeau, así como la desconexión entre la izquierda académica y las demandas reales de las comunidades indígenas.
Como marxistas, abogamos por el derecho de los pueblos indígenas a decidir su propio destino, incluyendo el derecho a tomar decisiones sobre dónde viven y cómo se gobiernan a sí mismos, así como por un programa económico que pueda proporcionar a las comunidades indígenas agua limpia, buenos empleos y una amplia protección de sus tierras. Sin embargo, esto sólo puede lograrse con el derrocamiento del Estado canadiense en alianza con los trabajadores no indígenas. Aunque reconocen que los pueblos indígenas sufren un nivel de opresión mucho peor que otros en Canadá, los marxistas no están de acuerdo con la noción académica de que los trabajadores no indígenas se benefician de alguna manera de esta opresión. Ambos tienen un enemigo común en el estado capitalista, y sólo a través de la acción revolucionaria conjunta se puede derrotar a este poderoso enemigo.
Se aprobó un proyecto de documento de debate sobre la lucha contra la opresión indígena, como parte de un plan en curso para producir un folleto o un pequeño libro sobre la cuestión en consulta con los revolucionarios indígenas. La participación de un número creciente de activistas indígenas en Fightback ayudará a desarrollar nuestro enfoque desde este punto de partida histórico. Esperamos publicar esta obra a finales de 2019, si no antes, y esperamos que sea una adición importante a la riqueza de la teoría marxista.
Construyendo la CMI en Canadá
El domingo por la tarde, el editor de Fightback, Joel Bergman, hizo una presentación sobre cómo construir la organización revolucionaria. Con el estallido de las luchas laborales en todo el país, como en Oshawa GM y con los trabajadores postales de la CUPW, el contrato social de posguerra ha llegado a su fin, y la necesidad de organizarse para una huelga general contra los líderes conservadores como Doug Ford y Jason Kenny se hace cada vez más clara. Con los dirigentes sindicales que actualmente no dirigen una lucha decisiva, hay una demanda creciente de métodos combativos y revolucionarios. Bergman explicó el papel crucial que Fightback ha jugado en la lucha contra la ley antiprotesta de Doug Ford y el papel de los estudiantes revolucionarios en las protestas contra los recortes en la educación. Los trabajadores y estudiantes activistas de Fightback intervinieron en Oshawa GM y en las líneas de piquete de CUPW en noviembre, ayudando con bloqueos y otras acciones en primera línea. Los trabajadores de GM Oshawa recientemente aprobaron una resolución, propuesta por activistas de Fightback, para nacionalizar GM bajo el control de los trabajadores, demostrando que los métodos marxistas se están volviendo populares y prácticos para muchos trabajadores que se enfrentan a la austeridad. Esto contrasta con los escépticos del movimiento obrero, que han perdido la esperanza en la clase obrera.
El lunes por la mañana, la activista de Fightback, Marissa Olanick, hizo una presentación sobre las finanzas revolucionarias y la prensa. Habló sobre la importancia de la independencia financiera para mantener la independencia política de las organizaciones reformistas y los partidos socialdemócratas. Destacó los significativos avances realizados por Fightback recientemente, habiendo liberado nuevos organizadores, alquilado una oficina en Montreal y llevando La Riposte Socialiste a una periodicidad mensual, ¡todo ello en el último año!
Los capitalistas ven las finanzas desde una perspectiva de lucro, mientras que los marxistas las ven como una cuestión política, construyendo un aparato con el propósito de derrocar al capitalismo. Los trabajadores y la juventud están dispuestos a contribuir y hacer sacrificios por cualquier lucha que valga la pena, y los que no están dispuestos a comprometerse en la difícil tarea de la financiación revolucionaria nunca podrán derrotar a los patrones y a su Estado.
Se organizaron reuniones sociales muy exitosas tanto los sábados como los domingos por la noche. El sábado por la noche, se realizó una colecta financiera que superó con creces el objetivo y recaudó un 50% más que en el anterior congreso de 2018. Esto pone de relieve la determinación de nuestros activistas de hacer lo que sea necesario para construir la organización revolucionaria que la clase obrera necesita para derrocar al capitalismo. Un optimismo y un compromiso como éste no pueden generarse artificialmente, sino que provienen de una comprensión política de la necesidad de construir una nueva sociedad.
El domingo por la noche se organizó una fiesta revolucionaria en la que se cantaron canciones revolucionarias, se recitaron poesías y hubo sketches de comedia. Canciones en francés, inglés, español, persa y otros idiomas mostraban los diversos orígenes de los camaradas. Todos se divirtieron mucho compartiendo experiencias y lecciones de todas las áreas de la lucha.
La última sesión del congreso fue un informe sobre las actividades de la Corriente Marxista Internacional en 41 países de todo el mundo. Fred Weston también hizo esta presentación, hablando desde la experiencia de haber viajado para ayudar a nuestras organizaciones hermanas. Se presentaron informes sobre la actividad de los marxistas desde Pakistán a Sudáfrica, desde Brasil a Francia, desde Australia a los Estados Unidos. Había una perspectiva clara de que nuestras luchas en Canadá están íntimamente ligadas a la lucha para derrocar al capitalismo en todo el mundo.
Los camaradas marcaron el final del congreso con una interpretación de la Internacional, con camaradas francófonos y anglófonos cantando juntos, seguidos por la canción revolucionaria italiana, Bandiera Rossa. Los asistentes se marcharon con energía y esperanza sobre las posibilidades reales que se abren para el movimiento marxista en 2019 y más allá. En un momento en que la izquierda en Canadá e internacionalmente está en confusión y decadencia, la CMI está creciendo y obteniendo logros históricos. Además de ser la organización revolucionaria más organizada y más grande del país, estamos sentando bases sólidas para avances teóricos sobre la opresión indígena y la lucha en el movimiento obrero.
Como decía el difunto marxista Ted Grant, los revolucionarios deben tener sentido de la proporción y sentido del humor. Entendemos que el movimiento está todavía en sus primeras etapas y que nuestras fuerzas son todavía modestas. La lucha de clases está empezando a salir a la superficie en Canadá. Se avecina una recesión mundial que pondrá de manifiesto todas las contradicciones de la economía canadiense. Pero hemos construido una organización fuerte, juvenil y enérgica con las ideas más efectivas en la lucha para acabar con la opresión y emancipar a la humanidad: las ideas marxistas. La tarea de todos los asistentes al congreso es llevar las ideas, métodos y tradiciones del marxismo a los piquetes, movimientos de protesta y universidades. Nuestro objetivo en los próximos años es hacer del marxismo revolucionario el punto de referencia decisivo en cada lucha de masas de la clase obrera y la juventud de Canadá. Este congreso señala el camino a seguir para que esto se convierta en una realidad.