Después de la humillante derrota del FMLN el 4M, se ha desarrollado una crisis aguda en sus filas, la rabia y el descontento de las bases se han apuntalado hacia la dirección del FMLN. Varios sectores organizados han pedido la dimisión de esta Comisión Política que se ha mantenido durante muchos años al mando del FMLN haciendo pantomimas de elecciones internas, aplicando métodos autoritarios y antidemocráticos para la toma de decisiones, aparte de defender un programa reformista y conciliatorio con la clase dominante, dejando a un lado el programa revolucionario y socialista con el cual nació el FMLN en medio de una montaña de cadáveres de los militantes más abnegados y heroicos de la década de los 70, que lucharon por transformar de raíz los cimientos de una sociedad decadente.
Los resultados de las elecciones son la expresión de la crisis profunda de la dirección reformista y su programa de conciliación de clases. En América Latina y el mundo estamos viendo los mismos resultados, el avance y caída de los grandes partidos de masas de la clase obrera, no son más que los efectos de la profunda crisis del sistema capitalista, de ninguna manera es el fracaso del socialismo ni de la izquierda como expresión política clásica, sino el fracaso de una caricatura de mal gusto del socialismo defendido por Marx, Engels, Lenin y Trotsky, que han aplicado las direcciones deformadas y burocráticas de los grandes partidos de masas, que ante las presiones de la clase dominante han sucumbido servilmente ante las burguesías nacionales y el imperialismo.
Por lo tanto, estamos así en una lucha cruenta contra el capitalismo, contra la burguesía y el imperialismo fundamentalmente pero también contra los dirigentes deformados reformistas, burócratas y carreristas de las filas del movimiento obrero, que por traidores representan un peligro cancerígeno en nuestras filas. La lucha contra ellos no debe ser menos implacable que la lucha contra la burguesía y el capital. En realidad estos tipos hacen el trabajo sucio de la burguesía, en los momentos críticos del sistema fungen como la tercera pata del capitalismo manteniendo al moribundo sistema en pie. Le hacen el juego sucio a la burguesía cuando no declaran la lucha revolucionaria en las calles a través de la movilización de las masas, la huelga y la elevación del nivel político de las capas atrasadas de la sociedad para preparar la toma del poder en las manos de los trabajadores, quienes son los que realmente generan la riqueza de la sociedad y que contradictoriamente padecen el hambre y la degradación más despiadada que genera el sistema.
En el FMLN no estamos absueltos de estos peligros, de hecho sufrimos ahora los resultados de las decisiones incorrectas de esta dirección reformista y oportunista. El regreso de la derecha al Parlamento con mayoría absoluta, es un crimen y tras un crimen hay un culpable, y el culpable no está fuera del FMLN, claro que no, está dentro y se llama Comisión Política la cual funge bajo el mando de Medardo Gonzalez, Norma Guevara, Gerson Martinez, Lorena Peña, Sigfrido Reyes, José Luis Merino, Lourdes Palacios, Charlin Zúñiga etc. Estos deben enfrentar el tribunal de las bases en el próximo periodo, antes que cometan un crimen más: la aniquilación del partido. La dirección actual ha demostrado ser un freno para la revolución, es un tumor maligno del movimiento obrero salvadoreño y ese tumor se puede desarrollar en cáncer por eso debemos combatirlo de raíz. Por lo tanto, la actual dirección debe deponer sus cargos y convocar a un congreso extraordinario, desarrollando asambleas en todos los municipios, donde se debatan libremente por todos los militantes a los candidatos para la dirección y el programa que debemos defender, que a nuestro parecer debe ser un programa revolucionario y anticapitalista, no más reformismo caduco. El padrón como ha sido depurado antojadizamente no debe mantenerse igual, debería hacerse un llamado a los militantes -que por “A” o “B” motivo se han alejado- a participar nuevamente, además de someterse a una reevaluación de los criterios de militancia y que estos estén sujetos a la aceptación de un mínimo de condiciones revolucionarias y desde luego la aceptación nuevamente de los estatutos del partido, para que vuelvan a integrarse. Además el congreso debe adoptar el centralismo democrático como herramienta de debate.
Despues del congreso y bajo el rescato de los métodos mas sanos, las decisiones deben estar en un constante movimiento entre la base y la dirección, utilizando los congresos cada año o año y medio como mínimo, para debatir con toda la militancia las perspectivas de la lucha de clases y la política a aplicarse según las perspectivas en el siguiente periodo. El congreso debe ser desarrollado a nivel nacional, partiendo de lo micro a lo macro. Además los cargos de dirección no deben ser irrevocables, sino tener un carácter revocable por cualquier falla ética y antirrevolucionaria, donde la militancia tenga la última palabra de revocar o no del cargo, así combatiremos a los dirigentes oportunistas y prepotentes.
La presente crisis nos presenta grandes oportunidades debemos ser audaces para aprovecharla inteligentemente, llamamos a todos los militantes del partido a presionar constantemente por estas demandas:
1. ¡Fuera oportunistas de la CP!
2. Volver a las elecciones internas libres y democráticas
3. Debates en todas las instancias, comités de bases, ampliadas y secretarías, bajo los métodos del centralismo democrático
4. Puesto político, salario obrero, no más vividores en el partido
5. Puestos de dirección revocables por las bases en todo momento
6. Vuelta a los métodos tradicionales de lucha, la movilización, las protestas en las fábricas contra los explotadores y la huelga, ¡por un partido que luche en las calles, fábricas y no simplemente en elecciones!
8. Rendición de cuentas financieras y políticas, basta de donaciones con dinero de dudosa procedencia ¡la construcción del partido debe ser obra de la clase obrera misma!
9. Por un programa revolucionario y anticapitalista que nos saque de la crisis
Para lograr ser escuchados, el BPJ iniciará una campaña de recolección de firmas con todos aquellos militantes y simpatizantes, que también entienden que la dimisión de la CP es el primer paso para avanzar hacia la transformación del partido y hacia la defensa de un verdadero programa socialista, nos sentimos acuerpados por miles de militantes honestos que piden lo mismo.
Ante la derrota electoral: ¡Dimisión de la Comisión Política ya!
Se bede escuchar a las bases y todos los que por A o B Razón nos hemos apartado. Por dirigentes que en vez de incluir destruyen con sus actos.
Correcto, camarada.