Por Sara Mondragón y Jorge Martín
El pasado 13 de junio se inició en Ecuador un nuevo paro nacional para exigir mejores condiciones económicas según anunció la CONAIE. Entre los reclamos se incluyen la congelación del precio de las gasolinas, el control de los precios de los productos de consumo masivo y la oposición a un plan de privatizaciones, todas ellas ligadas, según los manifestantes, a las imposiciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Gestion de Lasso
El 24 de mayo de 2022 Guillermo Lasso cumplió un año de gestión al frente de la Presidencia de Ecuador. De la mano de una volátil situación económica, social y de inseguridad ciudadana que atraviesa el país, la política ecuatoriana llega en un estado crítico al primer aniversario de gobierno del presidente banquero.
Lasso deshizo su alianza electoral con el Partido Social Cristiano y rompió un acuerdo con el que el correísmo le ofrecía gobernabilidad en el plano parlamentario. La endeble alianza legislativa que Lasso prefirió armar con los centristas de la Izquierda Democrática y el brazo político del Movimiento Indígena Pachakutik se mostró letal para esas fuerzas políticas, a las que esta maniobra les ha costado importantes fraccionamientos internos. Fruto de las erráticas operaciones políticas en la Asamblea, el Ejecutivo solo ha logrado que uno de sus proyectos de ley sea aprobado (y de manera muy controvertida) y ha coleccionado numerosas derrotas.
A pesar del aumento del salario básico, las pobres cifras de generación de empleo en un país asolado por la falta de oportunidades constituyen el principal baldón de su mandato. En el otro eje clave de su campaña, la seguridad, la inacción del Gobierno va de la mano de cifras escalofriantes de delitos y de la aceleración de una crisis carcelaria sin precedentes. La única respuesta del presidente ante su fracaso y el de las políticas del FMI ha sido culpar y amenazar a sus adversarios políticos, incluyendo a la poderosa derecha socialcristiana que gobierna la segunda ciudad del país, Guayaquil.
En lo que se refiere a su relación con otros actores políticos y sociales al margen de la Asamblea, su conducta ha seguido la misma tónica. Señalando a los dirigentes sociales de conspiradores, al tiempo que proyectaba procesos de diálogo los amenazaba con encarcelaciones como es el caso del líder indigena Leonidas Iza.
Este ha sido un año de una administración gubernamental que privilegia los intereses de un sector concreto de las élites capitalistas por encima de los problemas críticos y centrales que atraviesa el país. Un año en el que Lasso ha privilegiado el conflicto y la violencia como herramienta de administración del poder y un año en el que su pésima gestión ha irradiado desprestigio a toda la ya de por sí desprestigiada clase política capitalista.
Protestas
«La lucha social se fundamenta en 10 temas y propuestas para la gran #MovilizaciónNacional del próximo 13 de junio», señaló en su cuenta de Twitter la Conaie, principal organización indígena del país.
«Quienes sentimos el peso (de) la crisis, altos precios de los productos, quienes producimos, cuidamos la economía familiar y la naturaleza nos sumamos», agregó tras anunciar protestas «indefinidas».
Entre las demandas del movimiento están: “la reducción de los precios de los combustibles, la condonación de la deuda de los campesinos con la banca pública, el respeto a los derechos colectivos, que no se vendan los bienes del Estado, el control y estabilización de los precios de los productos de primera necesidad.”
Las cinco organizaciones indígenas coincidieron en que las protestas se realizarán de manera progresiva. Serán primero en los territorios y también será indefinida. Leonidas Iza, presidente de la Conaie, señaló: “Desde el lunes, luego de dialogar un año y al no ser escuchados, convocamos no solo a las organizaciones, sino también a los ciudadanos de a pie”.
Por otro lado, el ministro del Interior, Patricio Carrillo, se lanzó en una campaña de criminalización de la protesta, calificando a la manifestación como ‘una semana de carreteras y pozos petroleros bloqueados, secuestros de policías y militares, saqueos’ y aseguró que los indígenas «disfrazarán (la protesta) de lucha social para provocar victimizarse». El presidente Guillermo Lasso calificó a los manifestantes de “vándalos” que quieren provocar el caos. “Mi obligación como presidente es garantizar a las familias ecuatorianas la posibilidad de movilizarse libremente”.
El llamado al paro nacional ha encontrado gran eco entre indígenas, jóvenes y trabajadores dados los ataques que han sufrido en los últimos años. El paro tuvo un gran éxito en su primer día. Varios sectores del país se movilizan en la costa, sierra y oriente. En Quito y Cuenca los estudiantes también se unieron al movimiento, protestando en las calles.
Las organizaciones indígenas encabezadas por la CONAIE se movilizaron en sus provincias cortando vías y cerrando el acceso a las ciudades. Las provincias con mayor movilización fueron Cotopaxi, Azuay, Pastaza y Sucumbíos.
Según el ministro del Interior, Patricio Carrillo, en el transcurso de la tarde del primer día de movilización se identificaron actos violentos entre los manifestantes y mencionó que hubo un “secuestro” por algunas horas de miembros de la Policía Nacional en Saraguro, que luego fueron liberados, y que en la provincia de Cotopaxi hubo un intento de acciones de intimidación a productores de flores y brócoli que no quisieron formar parte de las protestas. El comandante general de la Policía Nacional del Ecuador, Fausto Salinas, dijo que se utilizarán los “protocolos de uso progresivo de la fuerza” en caso de que los manifestantes incurran en hechos de “violencia o vandalismo”.
Así, este gobierno incapaz cuando se trata de combatir la delincuencia, el narcotráfico y el sicariato es ágil para enviar a la policía a reprimir violentamente a los manifestantes contra los que usan la fuerza y la amenaza de judicialización.
Leonidas Iza detenido
El dia martes 14 de junio a primera hora de la mañana, la Policía de Ecuador informó a través de Twitter que arrestó a Leonidas Iza, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) y líder principal de las protestas, por presunción de comisión de delitos y dijo que se encuentra en una sala de detención temporal para una audiencia de calificación de flagrancia. Esta detención ocurre el segundo día de una convocatoria a movilizaciones nacionales impulsada por la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) en rechazo a las políticas del gobierno del presidente Guillermo Lasso.
El presidente Guillermo Lasso anunció a través de Twitter, el inicio de las detenciones de quienes calificó como “autores materiales e intelectuales de actos violentos” durante la jornada de movilización nacional convocada por la Conaie este lunes, sin nombrar explícitamente a Iza.
La Conaie considera ilegal la detención de Iza y denuncia que no se ajusta al debido proceso. Lenin Sarzosa, abogado de Leonidas Iza, escribió que la detención de su defendido es ilegal porque no tenía la orden de un juez, no existe un parte policial y en una declaración pública informó que Iza fue trasladado a la unidad de flagrancia en Quito.
La detención de Leonidas Iza, no hizo sino radicalizar los ánimos entre los manifestantes que protagonizan el paro nacional indefinido, endureciendo la protesta. “Llamamos a nuestra estructura organizativa, a RADICALIZAR las medidas de hecho, por la LIBERTAD de nuestro máximo líder y por la dignidad de nuestra lucha”, destacó la Conaie.
“Hoy no habrá diálogo mientras no exista la libertad. Ministros, dejen de estar llamándonos a nuestros celulares; se acabó todo tipo de diálogo mientras no exista la liberación de Iza”, sentenció Marco Toquetón, dirigente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas y Evangélicas del Ecuador (Feine). Calificó este suceso de un secuestro de Estado, y advirtió que se mantendrán en pie de lucha. “No vamos a claudicar. Exigimos la libertad inmediata de Leonidas Iza; caso contrario, nos iremos a la autonomía de la Amazonía y no pueden llevarse a Quito y Guayaquil” el petróleo que sea extraído, acotó.
Desde la provincia de Bolívar las comunidades realizaron una movilización en la vía #Guaranda–#Ambato hasta el centro de la ciudad. Las mujeres indígenas lideran esta acción. #LibertadLeonidasIza pic.twitter.com/0650Fs22sq
— CONAIE (@CONAIE_Ecuador) June 14, 2022
Al no tener respuestas sobre el paradero de Leonidas Iza, cinco policías fueron retenidos por miembros de la organización Jatarishum, quienes los subieron en un camión para trasladarlos a una de sus comunidades.
Grupos de estudiantes universitarios también se sumaron este martes a la protesta indefinida contra la política económica del Gobierno convocada por el movimiento indígena, movilización que ha subido de tono tras la detención de su líder Leonidas Iza.
Finalmente, en la madrugada del 15 de junio fue liberado Leonidas Iza con medidas sustitutivas, pero pesa sobre él la amenaza de volver a la cárcel “si viola la ley”. Claramente el objetivo del gobierno capitalista de Lasso es la de descabezar el movimiento por la vía de la represión.
Sin embargo, las cosas no son tan sencillas. El inicio de un nuevo levantamiento popular en Ecuador no responde al capricho de los dirigentes de la CONAIE, aunque obviamente el liderazgo juega un papel importante en cualquier movimiento. La protesta popular es la respuesta al empeoramiento de las condiciones de vida de las masas y el rechazo radical a las políticas capitalistas del FMI que el gobierno de Lasso ha venido aplicando. En estas condiciones el gobierno está jugando con fuego y la represión puede tener el efecto de radicalizar el movimiento.
El paro nacional de la CONAIE entra en su tercer día y las columnas indígenas se acercan a la capital Quito.
Perspectivas para el movimiento
Este movimiento de paro nacional se da en condiciones muy propicias para su victoria: enorme desprestigio del gobierno del banquero Lasso, divisiones importantes dentro de la clase dominante, las tradiciones de lucha del pueblo trabajador del Ecuador.
Sin embargo, esta no es la primera vez que se produce un levantamiento contra un gobierno capitalista en el país. Una y otra vez los campesinos pobres, la clase trabajadora y la juventud han tumbado a gobiernos anti-populares (Bucaram, Mahuad, Gutiérrez) y hace dos años y medio protagonizaron un heróico levantamiento insurreccional durante el octubre rojo de 2019.
Es necesario aprender las lecciones de esos movimientos anteriores, y sobretodo las lecciones del octubre rojo, para que este paro nacional tenga éxito.
En primer lugar es crucial lograr la unidad de las organizaciones campesinas con las organizaciones de los trabajadores y la juventud estudiantil. Es necesario incorporar a nuevos sectores a la lucha. Los campesinos indígenas juegan un papel crucial en cualquier movilización, pero para ganar necesitan el concurso de los trabajadores y la juventud de los principales centros urbanos. El programa de reivindicaciones afecta a todos los sectores explotados y la unidad hace la fuerza.
En 2019 el sectarismo extremo de la dirigencia de la CONAIE hacia el correísmo les empujó a un pacto contra natura con Lenín Moreno que desactivó el movimiento y frustró su potencial. Hay que evitar cometer el mismo error.
Es más, hay que decir las cosas como son. En 2021, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, el movimiento indígena Pachakutik cometió un grave error al abogar por el voto nulo en lugar de dar un apoyo crítico al candidato correísta de UNES Arauz. Ese error, cuyo principal responsable fue el candidato de Pachakutik Yaku Pérez, pero del que el propio Leonidas Iza es también corresponsable, es lo que llevó al poder al banquero Lasso.
Ahora, correctamente, la CONAIE ha llamado a un movimiento indefinido. Es necesario organizar las estructuras del movimiento de la manera más amplia y democrática posible, para poder incorporar a la lucha a todos los sectores del pueblo trabajador. En el pasado, las Asambleas del Pueblo han jugado ese papel. Es necesario crear organismos de ese tipo en todas las provincias y a nivel nacional para dar a la lucha una forma organizada.
Ante la represión policial, que ya ha iniciado y que amenaza con recrudecerse, hay que organizar la autodefensa obrera, siguiendo el ejemplo de la Guardia Indígena y la juventud combativa de octubre de 2019.
En cuanto al programa político y los objetivos del movimiento hay que tener claro que en el contexto de la crisis capitalista mundial y el impacto particular que la misma tiene en un país dominado por el imperialismo como Ecuador, será muy difícil conseguir concesiones del gobierno. Más bien, si el movimiento se desarrolla y adquiere fuerza, puede adoptar un carácter insurreccional como en 2019. Se trata realmente de tumbar a Lasso. Si el presidente no responde a los intereses y aspiraciones de la mayoría, hay que sacarlo de su cargo y que sea la mayoría (obreros, campesinos, indígenas, la juventud) los que gobiernen a través de sus propios organismos (Asamblea del Pueblo, etc).
¡Extender y ampliar el paro nacional indefinido!
¡Unidad del pueblo trabajador contra el banquero Lasso y el FMI!
¡Repudio de la deuda externa – que la crisis la pague la oligarquía capitalista!
¡Asamblea del Pueblo y Guardia Indígena!
¡Fuera Lasso, que gobierne la clase obrera!