El gobierno de Javier Milei sube nuevamente la apuesta en el deterioro de las condiciones de vida y trabajo de la clase trabajadora, y como parte de la eliminación de los subsidios que se vienen implementando hace unos meses, hoy, les toca a las tarifas de los boletos de tren en el AMBA y también en los de larga distancia, llegando los aumentos a un 54% y en larga distancia hasta 2000%.
Las primeras facturas de agua, luz y gas del mes están llegando con aumentos siderales.
Con una inflación que supera los 100 puntos porcentuales en apenas 155 días de gobierno de Milei, que contrastan con arreglos paritarios por debajo de la inflación y con una aceptación por parte de los jefes de la CGT de la imposición de un techo a los aumentos salariales que aplica el gobierno.
La lógica de una estanflación, -recesión mas inflación- genera una tendencia inflacionaria a la baja producto del derrumbe en el consumo. Se combina además con salarios que no superen la inflación y el ahorro del Estado que presume una baja del déficit fiscal primario de más del 5%. Resulta una buena acumulación de fondos, a costa de la sangre y sudor de la clase obrera, para disponer al pago de una deuda ilegítima como la que sufragan al Fondo Monetario Internacional.
A su vez, el “atraso cambiario” empuja a una nueva devaluación que por la profundidad de la recesión va camino a convertirse en depresión económica. Cómo vienen advirtiendo economistas burgueses.
El blanqueo de capitales propuesto por el gobierno en etapas, contenido en el proyecto de la nueva ley ómnibus que envió al Congreso, evidencia quienes no se benefician: la mayoría de la clase obrera y los trabajadores.
Quienes sí se benefician, son los grandes capitales que previamente amasaron en negro y fugaron -en cifras oficiales más de u$s250.000 mil millones de dólares- y que tan livianamente Milei señalo en el Llao Llao “el que fuga es un héroe” y que ahora por este mecanismo del blanqueo entran al circuito de la economía legal, casi sin costo alguno y el gobierno se hace de un fondo en dólares para afrontar el duro invierno económico, político y social que avecina. Además, el proyecto mandado contempla el blanqueo de grandes jugadores fugadores, siendo la bisagra legal que le otorga el gobierno a sabiendas que son dineros del narcotráfico, del tráfico de armas y personas. Dinero legal e ilegal, o sea mercado paralelo y legal, son caras de una misma moneda para que los capitalistas garanticen sus enormes beneficios.
Por el lado de los senadores, en la semana pasada se votaron un aumento salarial quedando el bruto en $7.200.000-, y de bolsillo en $4.500.000-, siendo 20 veces más que el salario mínimo, vital y móvil. Este aumento lamentable y vergonzoso, evidencia el comportamiento de la casta que tanto Milei dice “combatir”. Siendo en definitiva un aumento del 120% que contrasta con la conducta de Caputo de no homologar los acuerdos paritarios de los trabajadores.
Por su lado la CGT sigue adelante con las negociaciones con el gobierno para un “nuevo contrato social” acorde a la necesidad de adecuar el trabajo a las nuevas tecnologías y avanzar a una nueva legislación laboral. El “nuevo contrato social” resulta tan ambiguo que permite tener las manos libres, no solamente a los jefes sindicales cegatistas, sino que es un proyecto a la medida de las grandes patronales. La pregunta que debemos hacer es ¿los jefes de la CGT son tan inocentes o faltos de experiencia para permitir una nueva legislación tan opuesta a los convenios colectivos discutidos en 1975 como los de Comercio, Sanidad, Bancarios, Metalúrgicos o Construcción? Creemos que no, lo que evidencia tal proyecto en manos de estos burócratas sindicales es que resulta una moneda de cambio con el gobierno para seguir manejando la abultada y enorme caja que son las obras sociales. Así se demostró el acuerdo arribado por el moyanismo, arreglando a la baja los aumentos salariales, a cambio de una considerable suma para su OOSS, de $10.000- pesos por afiliado, siendo 200000 afiliados en el gremio, embolsan 2.000 millones de pesos por mes en las arcas del moyanismo. Ese es el arreglo que en general los jefes sindicales siguen con las grandes patronales y el gobierno, acuerdos a la baja a cambio de preservar sus enormes y abultadas cajas para que sigan soldados a sus cómodos sillones, lejos de los lugares de trabajo, y garanticen la paz social, por supuesto una paz a cambio de la miseria de millones de mujeres y hombres, viejos y jóvenes cuyo futuro están comprometiendo.
La CGT no le ha dado continuidad al paro del 24 de enero a pesar de los despidos, el brutal ajuste, la destrucción de las jubilaciones y de toda la agenda anti obrera que desarrolla el gobierno. Ahora convoca un paro sin continuidad de lucha, mientras negocia la reforma laboral. Es claro el papel reaccionario que vienen jugando los gordos.
Mientras que la oposición se mantiene en un silencio ruidoso y agrupados en el parlamento, jugando el juego que mejor saben hacer históricamente, contener a las masas, darle gobernabilidad a Milei y en nombre de esta, la miseria sigue, la degradación del salario y las condiciones de vida se profundizan. Cuentan para esto con el apoyo de la infame Corte Suprema que viene rechazando los planteos de inconstitucionalidad del DNU.
El 23 de abril, la marcha en defensa de la educación fue formidable, donde jugó claramente como un catalizador de la bronca popular que paulatinamente crece. Las ilusiones en Milei día a día van cayendo. Aunque aún preserva ciertos niveles de aceptación, sabemos que en algún momento los trabajadores y jóvenes, los desocupados y los jubilados van a decir basta.
Como se demostró en la marcha por la defensa de las universidades, no hay protocolo que contenga a los cientos de miles y miles de hombres y mujeres de a pie. Cabe resaltar que antes de esta enorme movilización tuvimos también manifestaciones masivas el 24 de enero, el 8 de marzo y el 24 de marzo.
El 1ero de mayo tenemos por delante una movilización que promete ser multitudinaria, y el 9 de mayo el paro de 24 horas, que en parte fuera arrancado a los jefes cegetistas. Debemos tomarlo en nuestras manos, desde las bases, ya que es la única manera de darle continuidad al combate que tenemos por delante en defensa de nuestras condiciones de vida
Los capitalistas solo ven por delante su ambición y siguen acumulando más y más dinero en sus bolsillos, a costa del sufrimiento de millones de trabajadoras y trabajadores. Debemos luchar por derrocar al régimen podrido del capitalismo y sus instituciones.
Para los Comunistas de la Corriente Socialista Militante se trata de traducir esta bronca que se acumula gradualmente en organización, que pueda traducirse en programa de gobierno, en una huelga general, en definitiva, en nuestro Poder Obrero.
Estamos ante una gran oportunidad histórica para construir la dirección revolucionaria que necesitamos.
El capitalismo no da esperanza, tan sólo brinda guerras y miseria. Debemos poner en discusión en cada frente de masas, en cada fábrica, lugar de trabajo, universidad y escuela las banderas del Comunismo y la Revolución.
Manos en la obra.
¡Abajo el Gobierno del hambre y el ajuste!
¡Por un Gobierno de Trabajadores!
¡Por una Internacional Comunista Revolucionaría!