¡Evelyn está libre! Después de un proceso largo y tortuoso que evidenció lo más reaccionario del Sistema de Justicia de El Salvador, la joven de 21 años acusada dos veces por homicidio luego de haber dado a luz en 2016 a un bebé muerto en la letrina de su hogar, fue puesta en libertad. El Tribunal de Sentencia de Cojutepeque le otorgó la absolución por falta de pruebas contundentes. Sin duda este es un día de celebración y regocijo porque inusualmente se ha hecho justicia y a la vez se ha marcado un precedente de lucha para miles de mujeres en el país.
Desde que se conoció el caso de Evelyn Hernández no ha parado de despertar la indignación de miles de salvadoreños por la manera tan injusta de aplicar la ley a una mujer pobre. Lo escandaloso de su sentencia trascendió incluso las fronteras nacionales, haciendo que diversos activistas y organizaciones alrededor del mundo se pronunciaran pidiendo su libertad.
Evelyn quien en 2016 tenia apenas 18 años y estaba cursando su bachillerato en una zona rural de Cojutepeque, había quedado embarazada producto de meses de violación por parte de un pandillero de la zona. Ella desconocía totalmente su estado de embarazo debido a que sangraba periódicamente, hasta que un día comenzó a sentir profundos dolores de vientre que le provocaron un parto extrahospitalario acompañado naturalmente de un sangrado excesivo que le hizo perder el conocimiento. A raíz de esto, su mamá la llevó al hospital con la esperanza de que la ayudarán para que continuará su vida normal, sin embargo, no fue así. Los médicos que la atendieron la denunciaron ante las autoridades policiales y desde entonces quedó detenida.
En julio del 2017, la jueza que llevaba su caso la condenó a 30 años de prisión por el delito de “homicidio agravado en perjuicio de su hijo recién nacido”. En aquel entonces el argumento de la jueza fue que Evelyn no había buscado atención prenatal, y que por lo tanto, era la responsable directa de la muerte del bebé. La defensa argumentaba por su parte que la acusación era totalmente prejuiciosa y desproporcionada desde el momento que la Fiscalía General de la República no tenía pruebas para demostrar que hubo acciones directas encaminadas a provocar la muerte del recién nacido por parte de Evelyn.
En febrero de este año se le decretó libertad provisional tras haberse anulado el fallo en diciembre de 2018 y de que los abogados defensores pidieran que se le permitiera a Evelyn continuar el proceso en libertad. El fallo significaba que Evelyn debía enfrentar otro juicio para que se ratificará su culpabilidad o se declarará su inocencia. En este nuevo juicio la FGR pidió ya no 30 años de cárcel, sino 40. Se le acusaba ahora de homicidio agravado en la modalidad de comisión por omisión, esto significaba que según la fiscalía Evelyn era la encarga de proteger la vida de su bebé pero no hizo nada para evitar su muerte. Pero ¿cómo iba a socorrer a su bebé si producto del sangrado excesivo tras sufrir el parto extrahospitalario perdió el conocimiento y se desmayó?
La indignación no se hizo esperar. No era para menos. La injusta condena que se pretendía dictar para Evelyn ponía de manifiesto lo podrido del Sistema Judicial, el cual es muy draconiano e inflexible cuando se trata de condenas para mujeres pobres pero muy flexible y misericordioso cuando se trata de juzgar a mujeres de la clase dominante. Una condena tan alta, carente de pruebas sólidas e infundada por prejuicios de género era totalmente inaceptable.
Evelyn logró quedar en libertad, no por la gran bondad de los jueces sino por toda la lucha de organizaciones de mujeres y feministas que han sido implacables en la batalla para torcer el brazo del Estado salvadoreño. No es desestimable el gran trabajo de los abogados defensores, pero incluso esto hubiese sido insuficiente sin la lucha de las mujeres en las calles que logró llamar la atención y provocar la indignación de miles de personas en el país y en el extranjero.
Todo el proceso sufrido por Evelyn pone de manifiesto varias cosas. En primer lugar, las instituciones del Estado burgués, en este caso los tribunales de justicia y la fiscalía, no están diseñados para garantizar justicia a todos por igual, la idea de “aplicar todo el peso de la ley a todos sin distinción” cae como un castillo de naipes cuando se logra diferenciar el carácter de clase de estas instituciones. El Estado y todo su aparato funciona a favor de los intereses de la clase dominante, la ley nunca será la misma para los pobres que para los ricos. El Estado es la herramienta para mantener a los pobres dominados, explotados, condenados y reprimidos, mientras resguarda los intereses de la clase dominante otorgándole impunidad cuando es necesario y variados privilegios. En esto hay una verdad clave que debemos tener en cuenta para emprender acciones de lucha que trasciendan significativamente.
Lo segundo, es la imperiosa necesidad de la despenalización del aborto en El Salvador. Evelyn ha obtenido la libertad, sí, pero aún hay muchas más que al igual que ella tuvieron partos extrahospitalarios, abortos espontáneos, donde no pudieron hacer nada para evitarlo. Así mismo, hay muchas más que están muriendo debido a que se les obliga a continuar con embarazos de alto riesgo que desencadenan la muerte de la madre. Otras que están siendo obligadas a parir a pesar que su embarazo es producto de violación, esto es sobretodo dramático e inhumano en el caso de niñas y adolescentes.
En tercer lugar, y bajo las premisas expuestas, debemos luchar por la despenalización del aborto a través de la lucha coordinada y revolucionaria, una lucha que ponga en evidencia que el Estado es el principal culpable de la condición actual de opresión que sufren las mujeres y las niñas en el país. ¿Qué quiere decir esto? Tener consciencia que el Estado burgués nunca será garante de los derechos de las mujeres pobres, de la clase trabajadora, que nunca otorgará derechos fácilmente sino solo a través de una lucha implacable de las mujeres organizadas por obtenerlos. Nuestra lucha no se detiene porque el Estado decrete esta u otra ley, para muestra la LEIV que a pesar de tipificar el feminicidio no ha garantizado que estos desaparezcan, nuestra lucha debe ir orientada a derribar los cimientos de la opresión: el capitalismo apoyado por el patriarcado. Es decir, debemos luchar por la liberación real y no solamente formal de las mujeres.
¿Con lo anterior decimos que las leyes no sirven de nada? No, en el caso concreto del aborto, por ejemplo, como marxistas estamos a favor de su despenalización absoluta como derecho democrático de las mujeres a decidir sobre sus propios cuerpos, sin embargo, la bandera de la lucha por las cuatro causales es altamente progresista y debemos luchar por conseguirlo. A pesar que no es suficiente debe ser el punto de partida para lograr la despenalización absoluta. La lucha por la despenalización del aborto en estas causales debe estar acompañada por la lucha por la educación integral en sexualidad de calidad y laica en todas las escuelas a todos los niveles. Dotar a los hospitales con los aparatos más avanzados y los médicos especializados para realizar estas prácticas y garantizar el acompañamiento psicológico libre de prejuicios a las mujeres que se enfrentan al trauma del aborto.
Pero somos conscientes que la lucha no pararía allí, sería apenas el inicio por la emancipación de las mujeres. Por eso, como mujeres organizadas debemos armarnos de un programa de lucha que contemple sin lugar a dudas el derrocamiento del capitalismo, como requisito fundamental para liberar a las mujeres de una vez por todas de tanta miseria y degradación a la que ha sido condenada. Lo que ha pasado con Evelyn hoy es producto de años de lucha, hoy se ha demostrado que sí se puede cuando hay organización. Esto debe animar al movimiento de mujeres a seguir luchando por mayores conquistas, ¡No pararemos hasta que todas las mujeres condenadas por aborto sean liberadas, hasta que el aborto sea despenalizado y hasta derribar el capitalismo! ¡El futuro es nuestro! ¡Adelante compañeras!
¡Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir!
¡Por un aborto legal y seguro!
Este articulo desprestigia al marxismo como metodo de analisis porque ignora unos hechos y tergiversa otros. Esa no es la manera en que el metodo se debe aplicar.
En primer lugar, en cualquier pais los procesos juridicos se ventilan en los juzgados y siguen un debido proceso dictado por la ley y no responden a presiones de marchas de protestas. La movilizacion en casos juridicos es mas en solidaridad moral con la parte acusada y no tiene poder sobre el debido proceso de la ley. Lo unico que ayudo en el caso de Evelyn fue que ella tuvo abogado defensor, cuya sola presencia obligo a la juez a seguir el debido proceso juridico y sopesar las pruebas que la Fiscalia presento. Sin abogado defensor, el resultado final probablemente hubiera sido distinto y en contra de Evelyn.
En segundo lugar, la Fiscalia no respaldo su acusacion con pruebas fehacientes y la juez del caso se vio obligada a dejar a Evelyn libre. Asi es como opera el debido proceso de la ley. Cierto es que debemos estar muy alegres porque Evelyn esta libre, pero aca es un caso en el que el resultado final no tuvo que ver en lo absoluto con ninguna justicia legal.